La renuncia de la congresista Yeni Vilcatoma a la bancada fujimorista ha puesto de vuelta y media a la mafia. Tanta es su desesperación que debatieron y aprobaron en tiempo récord, un proyecto de ley contra el transfuguismo, para evitar la estampida de más parlamentarios de su agrupación. De esta manera - dicen - se busca prohibir que los legisladores que abandonen los partidos y agrupaciones por los que fueron electos, puedan formar un nuevo grupo o presidir comisiones, convirtiéndose virtualmente en parias, ya que no podrían presidir ninguna comisión ni tampoco proponer proyectos de ley (salvo que otros congresistas, a los que no les uniría ningún vínculo partidario, lo respalden).
Si bien en otras circunstancias esta iniciativa sería bienvenida, lo que indigna es que quienes lo plantean sean nada menos que los padres del transfuguismo, que tanto daño hizo a la política peruana comprando legisladores de otras agrupaciones durante la dictadura fujimorista, los cuales como sabéis, eran grabados recibiendo miles de dólares por parte del siniestro ‘asesor’ Vladimiro Montesinos en la tristemente célebre salita del SIN. Y lo peor de todo, cínicos como nadie, no hacen ningún mea culpa de ello. Que estos golpistas pretendan ahora querer pasar como ‘defensores’ de la institucionalidad democrática, como que no cuela ¿no os parece? Haciendo memoria, en las elecciones amañadas de abril del año 2000, Kenyo Fujimori encargó a Montesinos una infame tarea que asumió con gusto: sobornar con dinero del Estado a congresistas de la oposición para que se pasaran a su agrupación mafiosa, que en esa oportunidad tenía 54 congresistas, pero necesitaba 64 para obtener mayoría y controlar el Congreso. El ‘asesor’ puso en marcha la operación ‘reclutamiento’ y al final de su ‘trabajo’, logró reclutar a 13 legisladores a cambio de US$790.000. Se pagaron montos de 10, 20, 30, 50 y hubo uno de hasta 490 mil dólares. La lista de tránsfugas la encabezó Alberto Kouri, como lo registró el famoso ‘vladivideo’, que originó la caída del régimen criminal en septiembre del año 2000. Pero hubo otros congresistas que rechazaron tal soborno y llegaron a denunciarlo. Uno de ellos fue el parlamentario Jorge Chávez Sibina (de Somos Perú) quien denunció públicamente que el entonces comandante general del Ejército, José Villanueva Ruesta (hombre de absoluta confianza de Montesinos), lo citó dos veces al ‘Pentagonito’ quien le ofreció una fuerte cantidad de dinero y ‘arreglarle’ sus juicios, a cambio de pasarse a las filas de la mafia. Otro que ofreció sobornos fue el congresista Luís Cáceres Velásquez, quien contactó a sus colegas Ronnie Jurado y Tito Chocano citándolos en un hotel de Arequipa ofreciéndoles pagarles 10 mil dólares mensuales. Otros si se vendieron de cuerpo y alma pasando a formar parte de la bancada fujimorista, pero poco les duro el gusto ya que tras quedar al descubierto la podredumbre moral del régimen, tanto Fujimori como Montesinos huyeron cobardemente del país, siendo capturados años después, siendo extraditados y condenados ejemplarmente por sus delitos.
Es por ese motivo que causa repulsa que quienes han aprobado ese proyecto de ley, sean los mismos que piden a gritos que un despreciable genocida como Kenyo Fujimori sea liberado. ¿Con que derecho esa panda de impresentables pueden expedir leyes a su conveniencia? ¿Lo que hoy para ellos ahora es considerado ‘malo’ como no lo fue durante ese régimen criminal que defienden con tanto ardor?. Ese mal ejemplo lamentablemente se ‘institucionalizó’ en el Perú y se pudo ver en el anterior gobierno, donde el partido gobernante de 47 parlamentarios al inicio de su gestión terminó con apenas 27, sin que por ello recibieran sanción alguna. Lo mismo ocurrió en el PPC, donde quienes fueron elegidos por esa lista, se integraron sin ningún rubor en la banda delincuencial fujimorista y hoy pretenden ‘legislar’ acerca de lo que ellos mismos cometieron en su momento. Los tránsfugas son una peste que deben ser erradicados definitivamente de la política ya que impiden el fortalecimiento de los partidos. Es por ese motivo que, como anote líneas arriba, personalmente podría estar de acuerdo con la iniciativa -
a diferencia de aquellos que se oponen por oponerse y llegan al ridículo de ‘justificar’ el transfugismo, catalogándolos de ‘un mal necesario ya que es la única salida para quien tiene la legítima aspiración de hacer política’ (?) cuando hasta hace poco lo combatían con dureza - lo que no me agrada es que quienes lo propongan no tienen ninguna autoridad moral para ello, con mayor razón cuando de los 73 congresistas que conformaban originalmente esa bancada, solo 11 tienen la condición de militantes y del resto de ‘invitados’ 23 son tránsfugas. Mientras no existan organizaciones políticas fuertes y sólidas, permitiendo la existencia de remedos de agrupaciones caudillistas utilizadas para intentar llegar al parlamento y una vez logrado su objetivo, abandonarlo a la menor oportunidad sin temor a ser sancionados, el transfugismo seguirá haciendo de las suyas. Si por mí fuera, seria más estricto con esos oportunistas y los expulsaría automáticamente del Congreso - pena de cárcel incluida por traicionar a sus electores - pero este proyecto fujimorista no llega a tanto y en el fondo no solucionara nada, ya que ha sido expedido únicamente para salvaguardar su bancada de una fuga masiva. No cabe duda que con el número de integrantes que tiene la mafia en el Congreso, será aprobada sin demora en el pleno de la próxima semana y se convertirá en ley, pero dado su controvertido origen, el remedio puede ser peor que la enfermedad
(Venga ya, al momento de escribir esta nota, me entero de una polémica sentencia emitida por la Corte Suprema que permitirá a los empresarios reducir el sueldo de sus trabajadores sin su consentimiento. Es decir, cuando lo consideren 'conveniente' para sus intereses. En un país donde todo sube - excepto los salarios - no me sorprende esta clase de medidas neoliberales ¿Qué se puede esperar de un lobbysta como Kuczynski y un Congreso en manos de la mafia fujimorista que al fin y al cabo son lobos de la misma camada y que sospechosamente no dicen una sola palabra acerca del tema? El que calla otorga. Y no me vengan a decir que la Corte Suprema es ‘independiente’ en sus decisiones, si todos saben que están digitados por el poder) :(
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