Venga ya, no cabe duda que las cosas anden movidas en la mafia. Sucede que noticias provenientes del interior de esa organización delincuencial no han dejado de llamar la atención estos días
(a pesar del patético silencio de la prensa basura adicta a ella, que ha tratado de minimizar el escándalo) las cuales confirman los insistentes rumores que la ambición de algunos inescrupulosos arribistas por su cuota de poder hace posible que hasta los códigos de la mafia no se respeten y se desate ente ellos una lucha feroz de cara a las próximas elecciones generales.
Si bien sus voceros salieron rápidamente en la prensa basura a tratar de negar lo evidente, lo cierto es que las divergencias entre los integrantes de la mafia se acentúan cada día más. Así, el pasado miércoles, el folklórico “abogado” de Fujimori, William Castillo, minimizó las virulentas críticas del congresista de la mafia Juan Díaz Dios, quien en la víspera le había pedido no aprovecharse de su cercanía al ex dictador para hacer proselitismo. "En nombre de los fujimoristas le pido que se dedique a defenderlo jurídica y legalmente, que para eso se le ha contratado. El tema político que nos lo deje a nosotros. ¡Zapatero a tus zapatos!", dijo Díaz, e insistió en que hay un único partido fujimorista. "Fuerza Popular tiene solo una lideresa que es Keiko. Fujimori es el fundador y sus opiniones son tomadas muy en cuenta, pero no pueden haber dos líderes", agregó. La réplica del abogado fue dura.
"Ese congresista está desubicado, yo solo me debo a Fujimori. Díaz tenía 9 años cuando Fujimori gobernó el país. Además, es un congresista invitado que no tiene ninguna autoridad moral para criticarme", dijo Castillo, quien, como se sabe, impulsa el movimiento Avanza Frente Libertad. El abogado añadió que existe un cierto escozor en algunos congresistas fujimoristas por mantener su curul. Luego, por la tarde, el propio Fujimori apoyó a su defensor a través de su Twitter, descalificando a quienes lo critican y dejando mal parada a su hija, que insiste “que todo esta parejo” dentro del fujimorismo, lo cual no es cierto. Esto demuestra que pese a los intentos de Keiko Fujimori de soslayar la división del fujimorismo, este no podrá ser evitado debido a las profundas diferencias existentes y que afectaran, tarde o temprano, sus aspiraciones presidenciales para el 2016. Desde hace tiempo es conocido el rumor de que los llamados ‘albertistas’ y las personalidades históricas del fujimorismo priorizan la libertad del despreciable genocida -
condenado a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad - y apoyan la candidatura de alguien próximo a sus posiciones como William Castillo. Mientras que la otra parte, los “keikistas” liderada por Keiko Fujimori y Jaime Yoshiyama, defiende la postulación presidencial de la primera, quien trata progresivamente de alejarse de la sombra de su progenitor y que no se le siga asociando con sus crímenes, motivo por el cual tiene un gran rechazo en las encuestas. Esta división se ha agudizado con la aparición de un nuevo grupo denominado “Frente Avanza Libertad”, por la facción “albertista”, y que tiene como objetivo principal la “libertad” de Fujimori y que ahora no descarta que pueda presentar candidatos propios en octubre próximo. Esa es la madre del cordero en esta lucha intestina dentro de la mafia que se aproxima. El tema de fondo es, sin duda, una disputa entre el padre y la hija por el liderazgo del espacio político en el que confluyen y en el cual no hay espacio para dos cabezas. Desde su prisión dorada y ante la cercanía de las elecciones, el sátrapa quiere retomar el control de la agrupación - tal como lo demostró esta semana dando conocer ante las cámaras de la televisión su lista de candidatos - pero Keiko no está dispuesta a soltarlo.
Al paso que van, en octubre podríamos ver ante la algarabía general, como las hienas se sacan los ojos y se hunden irremediablemente en el fango del cual nunca debieron salir:)