Mientras que el estado de insurrección general que atraviesa Chile desde hace cuatro semanas - iniciado cuando una protesta de estudiantes por un alza en el boleto del metro de Santiago creció hasta niveles inesperados - no tiene cuando amainar y por el contrario, a medida que pasan los días se hace cada vez mas fuerte, Sebastián Piñera y su trouppe de incondicionales parecieran vivir en un mundo paralelo negándose a reconocer la gravedad de la situación que atraviesa el país, creyendo ilusamente que con unos ligeros cambios a la constitución pinochetista impuesta a sangre y fuego tras el sangriento golpe de Estado de 1973, va a contentar a los chilenos que en las calles exigen a viva voz su dimisión. En efecto, una vez más y en medio de la exitosa huelga nacional que paralizo al país el pasado martes 12 de noviembre, Piñera y su gabinete aparecieron en cadena nacional para no ofrecer soluciones a las demandas sociales reclamadas por millones de personas que están en movilización permanente en todo el país. Antes de su alocución, las opiniones en las redes sociales se dividían entre quienes esperaban el anuncio de su renuncia, y aquellos que por el contrario, aguardaban el establecimiento del estado de sitio y el retorno, todavía mucho más cruento, de los militares a las calles. Sin embargo, Piñera se limitó a ofrecer tres puntos gaseosos que ya había mencionado profusamente antes: un “acuerdo por la paz y contra la violencia”; una indefinida “agenda social”; y el acuerdo con el sistema de partidos políticos de la institucionalidad para ‘cocinar’ una “nueva constitución”, con una inextricable mayor “participación de la ciudadanía”. Un ofrecimiento que ya ha sido rechazado por la población, porque lo consideran con justa razón como un engaño, ya que quienes se encargarían de ‘proponer’ los cambios ofrecidos… serian los mismos que hoy están en el poder. En cambio, la calle exige que sea una Asamblea Constituyente elegida previamente, la cual se encargaría de redactar una nueva Carta Magna que entierre de una buena vez y para siempre el legado sangriento de Pinochet, lo cual como es obvio suponer, no es del agrado del oficialismo. En términos de represión en contra de quienes claman por un cambio de modelo económico y castigo para los responsables de la violencia ejercida por el Estado durante las protestas - que han dejado hasta el momento unos 25 muertos, miles de heridos y decenas de miles de detenidos sometidos a crueles torturas - llamó a reintegrarse a la policía a aquellos efectivos que habían pasado a retiro recientemente para que ‘colaboren’ con los vigentes en su tarea de ‘restaurar el orden’ al precio que sea necesario. En el mismo tono, se atrevió a decir con un cinismo digno de mejor causa que su gobierno “no tolerará ninguna violación de los derechos humanos”, y, a la vez, que desde ahora se perseguirá y castigará a quienes hayan “incitado y fomentado actos de violencia”, de acuerdo a la Ley de Seguridad Interior del Estado. Además de una intensificación de la criminalización sobre la población que se está manifestando, Piñera es incapaz de mostrar nuevas cartas, porque no las tiene y recurre por ello a la violencia indiscriminada y al terror desplegado por el ejército y carabineros para intentar acallar las protestas por medio de un baño de sangre. No cabe duda que la debilidad política de Piñera respecto de los soportes de las fuerzas tradicionales de la derecha dura y subordinada totalmente a los EE.UU., como la misma oficialidad de la FFAA o el alto clero, lo coloca al desnudo frente a una población que sólo espera su caída definitiva. Él es el principal responsable político de la violación sistemática de todos los derechos humanos contra miles de chilenos. Ni siquiera merece la pena recordar las más de 25 personas muertas en las protestas; las violaciones sistemáticas a mujeres y hombres por los uniformados; la tortura repetida contra menores de edad llegando al extremo de usarlos como escudos humanos; el horror de la pérdida de la visión de cientos de personas, ya sea parcial o total - por obra de la salvaje represión practicada por los carabineros - que ha provocado el espanto mundial; el uso de armamento de guerra ante un pueblo desarmado que se defiende como puede ante la barbarie pinochetista. Y mientras tanto, la OEA como los gobiernos extranjeros se niegan a condenar estas bestialidades practicadas por los esbirros de Piñera, que deberá pagar con su sangre por estos abominables crímenes. Lo cierto es que a las fuerzas, intereses y grupos sociales que representa Piñera - ese privilegiado 1% que controla las riquezas del país - les interesa mucho menos “acordar” algún cambio constitucional que ponga en riesgo el modelo neoliberal imperante, que perder su puesto en La Moneda. ¿Habrán medido con mayor exactitud las relaciones de fuerza y la naturaleza del movimiento que la propia oposición? ¿Prefieren mantener a su peón de turno en el Ejecutivo que realizar algunas concesiones menores a la Constitución de Pinochet? Como podéis notar, la lucha por la salida de Piñera del Ejecutivo continúa siendo el primer desafío de un pueblo que ha despertado del letargo y que durante cuatro semanas no han dejado de multiplicarse y destruir el miedo tras su paso. Los procesos constituyentes son posteriores a la resolución del problema del poder. Y el poder está aun en manos de la oligarquía, por lo que hay que arrebatársela a como de lugar. Por lo demás, cualquier fórmula de nueva constitución demanda previamente la renuncia y arresto de Piñera por ser el responsable directo de la brutal represión, algo que no esta dispuesto a aceptar. Por su parte, la desacreditada oposición política (que cuando fue gobierno, se negó cobardemente a cambiar la constitución heredada de la dictadura) no termina de comprender la totalidad contradictoria y en pleno desenvolvimiento de un movimiento inédito, en el cual ellos no tienen cabida ya que también forman parte de aquel pasado ominoso que hay que liquidar. Chile nunca fue ese ‘oasis’ en Latinoamérica que tanto le gustaba alardear a su clase política, sino un país que ocultaba sus miserias bajo una falsa fachada de ‘prosperidad’ la cual literalmente desde hace un mes se está cayendo a pedazos desnudando su trágica realidad. Jamás hubo tal sueño chileno. Por el contrario, ha sido una pesadilla para la gran mayoría desde que los Chicago Boys instauraron a la fuerza en los años 70 su feroz modelo de capitalismo salvaje y lo privatizaron prácticamente todo. Pero Chile despertó. Abrió los ojos enojado, hastiado de aguantar tanta corrupción y podredumbre de esta élite política, económica y militar: colusiones de privados, leyes dictadas ex profeso desde las gerencias de las empresas para su beneficio, miles de millones de pesos en fraudes cometidos por el ejército y los carabineros. Súmele décadas de maltrato, desactivación del tejido social y el abandono a su suerte de ese 99% de chilenos, sin futuro ni esperanza, lo cual explica el gran descontento, la rabia y la explosión de violencia que se vive hoy. Por ello, para aplacar 30 años de abusos no basta un discreto ‘perdón’ presidencial, ni migajas económicas ni mucho menos promesas vacías que en el fondo, solo buscan mantener el status quo para que nada cambie. Por ese motivo, la lucha en las calles continuara hasta las últimas consecuencias. Nada ni nadie los detendrá (Por cierto, este viernes en la madrugada fue dado a conocer un acuerdo alcanzado entre el gobierno y la “oposición” política - que no representan a nadie - que contempla la celebración de un plebiscito en abril del 2020 para decidir si se modifica la carta fundamental de 1980 y, en caso afirmativo, con qué fórmula: una “convención constitucional” que funcione paralelo al repudiado Congreso, o que fueran estos quienes lo redacten. Posteriormente, esta sería sometida a su ratificación en otro plebiscito mediante sufragio universal obligatorio. En tanto, Piñera continuaría en La Moneda hasta el final de su mandato... en suma, mas de lo mismo. Sin duda alguna, se trata de otra farsa más del gobierno con el único objetivo de ganar tiempo. Así lo expresaron este mismo viernes en Santiago miles de manifestantes quienes restaron toda credibilidad a dicho acuerdo y volvieron a enfrentarse a la policía: "No nos podemos fiar de estos políticos. Llevan décadas mintiendo y lo continúan haciendo" dijo uno de ellos. A no dejarse engañar) :)
Si Eric Favre no se hubiera casado con una italiana, tal vez el mundo no estaría bebiendo Nespresso. En efecto, el hombre que concibió hace cuatro décadas las cápsulas de café individuales contó que siempre pensó que se convertiría en inventor pero que fueron sobre todo las burlas de su mujer, Anna-Maria, las que le dieron la idea de revolucionar el consumo de café en casa. Ingeniero aeroespacial de formación, Eric Favre entró a trabajar en 1975 en el departamento de envasado de Nestlé para aprender desde dentro el funcionamiento de una multinacional antes de expandir horizontes. "Quería demostrarle a mi esposa que tenía capacidad para hacer el mejor de los expresos", explicó Favre, durante una visita a sus oficinas en Saint-Barthélemy, una localidad cercana a Lausana, que también albergan un pequeño museo dedicado a su invención. Viajó entonces a Roma para encontrar el mejor café y visitó el popular Caffe Sant'Eustachio, cuyo "espresso" es citado en las guías como el mejor de la capital italiana. Utilizando a Anna-Maria como "espía", estudió cómo se prepara la bebida nacional italiana. Favre explica que descubrió que una de las claves de la calidad de ese café residía en el hecho que el barman "bombeaba" el agua caliente por intervalos, y no de forma continua, lo que permite una oxigenación. Así nació la idea de una máquina que prevé una aireación máxima del agua pasando a través de una cápsula individual. El inventor desarrolló un prototipo de máquina de café expreso, un ensamblaje de tubos y cilindros que parece salido directamente de una película de ciencia ficción. Pero en Nestlé, el proyecto no suscitó unanimidad. Nescafé, el famoso café instantáneo del grupo, estaba entonces en pleno apogeo y los directivos de Nestlé no vieron la necesidad de invertir en costosas máquinas de café expreso, convencidos de que el soluble seguiría siendo la bebida preferida de los consumidores en sus casas. El inventor no abandonó por ello su idea. Durante una misión en 1983 en la fábrica Nescafé en Japón, presentó su proyecto al director local, esperando una mejor aceptación que la de sus superiores en Suiza, y no se equivoco. Nespresso se lanzó finalmente en 1986, con Eric Favre en el cargo de director general. Pero la filial tuvo dificultades y el inventor abandonó Nestlé en 1991. Desde hace 33 años, la cafetera de cápsulas es una fuente clave de ingresos para el gigante mundial de la alimentación. La empresa ya no proporciona resultados separados para Nespresso pero, según la agencia Bloomberg, sus ventas el año pasado por ejemplo, fueron de 4.500 millones de dólares. Sin embargo, el grupo tiene que hacer frente a varios desafíos: la competencia les arrebata cuotas de mercado y los defensores del medio ambiente denuncian los daños que provocan sus cápsulas. A pesar de ello, Nespresso duplicó las ventas esperadas. De otro lado, tras su marcha de Nestlé, Eric Favre lanzó con éxito varias empresas de cápsulas, entre ellas Monodor, que contienen más café y generan menos desechos. Mientras tanto, la popularidad de Nespresso se ha disparado, por lo que su crecimiento esta asegurado, estimo Virginia Lee, analista de Euromonitor International. ¿Cuál fue la clave de este éxito que se estudia en las escuelas de negocios? Primero la calidad. Sólo entre el 1% y el 2% del café del mundo pasa los estándares de la empresa, que paga hasta un 35% más del precio medio de esta materia prima por hacerse con los mejores cultivos, a los que somete a 50 controles de calidad. Además, la firma maneja todo el proceso y sus cápsulas sólo se producen en tres plantas propias, todas en Suiza. La segunda clave es la relación con sus clientes. Ya sea a través de su club, sus boutiques o su tienda online, Nespresso no vende una bebida, sino un estilo de vida, algo en lo que le ha ayudado George Clooney, embajador de la marca desde el 2006. La suma de ambos factores hace que sus clientes estén dispuestos a pagar un poco más por una taza de café. El tiempo ha convertido Nespresso es una de las divisiones más exitosas del grupo Nestlé. La firma vende ya en 62 países, tiene 400 boutiques y suma 10.500 empleados en el mundo. "Revolucionó el mercado del café con una propuesta y una idea clara: que cualquiera pueda disfrutar de una taza de café perfecta en su hogar como si fuera un experto barista", dice Jean-Marc Dragoli, su director general. Y todo con una pequeña cápsula donde apenas hay 5,5 gramos de café :)
Una serie de piezas de cuerdas de fibra de camélido o algodón, marcadas con distintos tipos de nudos, enredan a los investigadores de los Incas hace al menos un siglo. Se trata de los "quipus" (palabra quechua para nudos) que eran un sistema de registro, contabilidad y envío de mensajes del Imperio Inca, el cual en poco más de un siglo, este imperio se extendió desde el Perú, hasta el sur de Ecuador como de Colombia, así como partes de Chile y Argentina. Una parte importante del legado de esta civilización fueron precisamente los quipus. Pero los estudiosos todavía no saben por completo qué cosas registraban o relataban, por lo que tratan de desentrañar sus secretos. Actualmente se conservan alrededor de 1.000 quipus en museos de Alemania, Estados Unidos y Perú, así como en colecciones privadas. La mayoría de ejemplares fueron hallados en tumbas descubiertas en las desérticas costas del Perú cuyo clima seco posibilito su conservación y datan de entre el siglo XV y mediados del XVI (hasta antes de la conquista española). Aunque se cree que algunos quipus, elaborados entre los siglos VII y X d.C., pertenecieron al Imperio Wari, que dominaron los Andes y que fueron antecesores de los Incas. Cabe destacar que precisamente durante el Imperio Inca se crearon miles de quipus, tal vez hasta cientos de miles, mas los arqueólogos sospechan que tras la llegada de los colonizadores europeos, fueron quemados por los sacerdotes en su guerra contra la idolatría afirmando que eran instrumentos del demonio, de tal modo que los únicos que se salvaron se encontraron en tumbas y excavaciones terminando en los museos. La mayoría de quipus consta de una cuerda principal horizontal, de la que cuelgan varias cuerdas verticales que llevan numerosos nudos, de distintos colores y formas, y atados siguiendo patrones complejos. Según cronistas españoles del siglo XVI, que transcribían las traducciones de los quipucamayocs (intérpretes de quipus), estos aparatos registraban censos, pago de impuestos, calendarios, eventos históricos, autoridades, jerarquías, canciones, genealogía inca, rebaños de camélidos, reservas de alimentos, etc. Pero ninguno de los colonizadores aprendió ni explicó el método para "leer" o traducir un quipu. Al menos no lo dejaron por escrito. Sin embargo, gracias al antropólogo estadounidense Leland Locke, que en 1923 publicó el libro "El Antiguo Quipu, un registro peruano de nudos", se sabe que los quipus eran una especie de expedientes numéricos organizados en base a un sistema decimal. Hoy en día, los investigadores son capaces de reconocer los números representados en los quipus, según asegura Gary Urton, profesor de Estudios Precolombinos de la Universidad de Harvard y experto en quipus, en distintos artículos científicos que ha escrito sobre el tema en los últimos 20 años. Pero los especialistas todavía no saben interpretar por sí mismos qué cosas eran las que contaban o a qué se referían esos números. "Todavía no podemos leer las etiquetas nominativas, que parecen haber sido codificadas en los colores y otras características estructurales de las cuerdas", escribió Urton en un artículo. Es decir, el sistema decimal para los números podía confluir en los quipus con otros códigos, como el sistema de colores de las cuerdas, la forma en la que se configuraban las cuerdas, la posición, los tipos de nudos, etc. Por estas razones, el doctor Galen Brokaw, profesor de la Universidad del Estado de Montana, opina el quipu es un "dispositivo semióticamente heterogéneo", ya que emplea diferentes códigos en su elaboración. Además de esta complicación, Urton señala que hay unos cuantos quipus (alrededor de un tercio de los que se conservan) que no siguen el sistema decimal de numeración, si no patrones completamente distintos. Urton sospecha que se trata de quipus "narrativos". Cecilia Pardo, subdirectora del Museo de Arte de Lima (MALI), dijo por su parte que según las crónicas coloniales, estos quipus narrativos "podrían haber estado contando historias como memorias, hazañas, poemas que los quipucamayoc leían en actividades públicas de manera performática". La solución a estos enigmas sería encontrar el "quipu Rosetta", como lo llama el profesor Urton, el cual sería la combinación de un quipu y una interpretación confiable del mismo en español que permitan desbloquear al resto de quipus. Según cuenta, existen entre 40 y 50 transcripciones coloniales, pero ninguna encaja con los quipus existentes. Pero todavía quedan muchos documentos de las colonias de España pendientes de revisar y en los que podrían seguirse buscando transcripciones. "Nuestra mejor oportunidad de descifrarlos vendrá cuando podamos comparar un quipu existente con un registro colonial escrito de lo que estaba contenido en ese mismo quipu" aseveró. Pero hallar una transcripción que se corresponda con un quipu existente, ¿aseguraría necesariamente entender al resto? Urton reconoce que los expertos no saben "en qué medida los quipus estaban estandarizados en todo el imperio Inca. Pudo haber diferencias regionales o étnicas en el registro. Pero hasta ahora, por lo que hemos visto, parece que probablemente estaban bastante estandarizados" aclaro. En sus investigaciones, Urton recoge testimonios de cronistas españoles sobre la existencia de una "escuela" en el Cuzco para capacitar a los quipucamayocs en una tradición común para elaborar y manejar los quipus."Por lo tanto, creemos que si encontramos una trascripción, será una buena pista para ayudarnos a comprender a todos los quipus. Pero todavía debemos determinarlo" puntualizo :)