Para nadie es un secreto que este domingo 11 de abril, el país andino se juega su futuro. Plagado durante mucho tiempo por una corrupción a todo nivel, golpeado severamente por la pandemia del Coronavirus, a lo que se suma el colapso económico en el que se encuentra, toca ahora elegir a quien sucederá a estos parásitos vizcamorados que hoy lo (des)gobiernan, que ante el repudio generalizado que reciben (con su candidato “morado” que apenas tiene el 1% en las intenciones de voto) intentaran mediante el fraude hacer “ganar” en los comicios a uno que puedan manipular a su antojo, buscando además con ello la impunidad de sus graves delitos, como es la muerte de mas de 120 mil peruanos producto exclusivo de su incapacidad para enfrentar al Coronavirus. Venga, ya, un genocidio a toda regla tanto de Vizcarra como de Sagasti, que tarde o temprano deberán pagar por ello. De allí su empeño en querer alterar groseramente los resultados electorales. Sin embargo se espera que a pesar de sus sucias artimañas, logre imponerse el candidato de la oposición Rafael López Aliaga (Renovación Popular) mas conocido como Porky y que es el gran favorito, si no es este domingo, en el ballotage de junio a quien pase con el en esta votación. Cabe destacar que ese día también habrá elecciones para el Congreso, conformado por 130 legisladores. Debido a la gran cantidad de partidos y movimientos que se presentan, se espera que la votación resulte en una legislatura tan fragmentada como la actual, una dinámica que ha creado un desafío para quienes han gobernado en los últimos años ya que en el Perú, quien no tiene el control del Congreso, simplemente no puede gobernar. Como sabéis, en épocas electorales como la que se esta viviendo, la gente espera con ansiedad los programas políticos, los debates y las encuestas para decidir su voto. Esto funciona generalmente igual en todas partes. Pero en el Perú esa especie de ecosistema político se encuentra desequilibrado por varias razones. Una fundamental es la corrupción, que desde hace años involucra a las encuestadoras, por ejemplo. No olvidemos que en su momento Vladimiro Montesinos declaró ante una comisión del Congreso que en el año 2000 pagó mensualmente entre 20 y 30 mil dólares a las empresas encuestadoras Datum y CPI para inventar cifras en las encuestas. Otro aspecto que pone de manifestó la presencia de la corrupción es la abierta manipulación que hacen los medios de comunicación. Es lamentable que exista en el Perú un monopolio de diarios y canales de televisión (El Comercio, La República, Correo, Perú 21, RPP, América TV, Canal N, ATV, Frecuencia Latina, Caretas y un largo etc.) que al encontrarse quebrados económicamente, se ofrecen al mejor postor, convirtiéndose en cajas de resonancia de la peste comunista agazapada en Palacio, que a cambio de colocar en ellas publicidad estatal, son utilizadas para realizar campañas de demolición en contra de sus adversarios políticos, especialmente contra el popular Porky, quien ha prometido quitarles inmediatamente esas ilegales prebendas el 28 de julio. De allí el odio y la inquina que le tienen porque saben que se les acaba la mamadera. No es de sorprender por ello que dichos medios y encuestadoras - cuya credibilidad por cierto es nula - se confabularon para dar a conocer una serie de encuestas el pasado domingo - última oportunidad para difundirlas públicamente - con resultados contradictorios entre si, coincidiendo todos ellos en levantar “muertos” como a Hernando de Soto, tratando de disminuir en la medida de lo posible el multitudinario apoyo que recibe López Aliaga en todo el país. Es sabido que las encuestas influyen de manera determinante en la opinión. Pueden destruir una determinada forma de pensar, simplemente mostrando “que es impopular o minoritario” aunque en realidad no lo sea, quieren que uno lo vea así. Generalmente, la gente siente temor a sostener opiniones minoritarias, a ser visto como un marginal, a ser objeto de vilipendio por “las mayorías” influenciadas por la propaganda oficialista. Así, las encuestas se convierten en un mecanismo o círculo vicioso que va demoliendo una posición que no le conviene a los intereses de quienes pagan las encuestas. Por otro lado, está lo que los sajones llaman el Bandwagon Effect, traducido al español como el efecto arrastre. Hablamos de la tendencia que induce a muchos a sumarse a lo que piensa o dice la mayoría, por temor, por búsqueda de reconocimiento social o por falta de posiciones propias, lo que los llevaría a confiar en las mayorías: si muchos creen algo… por algo será. El problema mayor - reiteramos - se presenta cuando esas mayorías son creadas con la finalidad de influir en las masas. Por ejemplo, cuando el pasado domingo la encuestadora IPSOS dio a conocer una burda encuesta (que por cierto, quedara en los anales de la infamia), pretendió con su publicación descalificar a López Aliaga, manipulando groseramente las cifras y reduciendo considerablemente sus preferencias electorales. Esto con la finalidad de desanimar a sus votantes para que apoyen a Hernando de Soto - el candidato de Obredecht - pero de nada le valió porque la respuesta en las redes sociales fue contundente, rechazándolo desde el primer momento, denunciando asimismo el fraude que el régimen esta preparando para el 11 de abril. Está claro que el popular Porky ha conectado con los segmentos menos favorecidos del Perú consolidando una importante opción política - que es la única que puede hacer frente a la peste comunista que amenaza al país - y que en estos momentos, es el favorito en estas elecciones, por mas que haya quienes buscan convencer a los peruanos de lo contrario. Las encuestadoras y la prensa ‘mermelera’ ya lo habían intentado todo para bajarlo. Primero jugaron a encumbrar durante semanas a un pelotero ‘hijito de papa’ bueno para nada como George Forsyth, pero no les funcionó; Tocó el turno a un vago y mantenido por su mujer como Julio Guzmán, hoy convertido en un error estadístico; Siguió el populista Yonhy Lescano - un personaje vulgar con impromptus izquierdistas - del cual además se descubrió que tiene nacionalidad chilena; Simultáneamente inflaron al veterano octogenario Hernando de Soto, cuyo único afán es satisfacer su ego y soberbia desmedida, con su candidato a vicepresidente que se encuentra en la nomina de Odebrecht; Acto seguido colocaron en el segundo lugar a la terrorista Verónika Mendoza quien sueña con convertir al Perú en una nueva Venezuela, un país que se muere de hambre por aplicar recetas económicas fracasadas; Y en un acto que podríamos calificar casi antinatura - sus voceros pidieron votar nada menos que por Keiko Fujimori (la hija de un genocida condenado en un proceso ejemplar a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad) a quien desprecian y que desecharan cuando ya no la necesiten. Todo con tal de restarle votos al tío Porky. A que estos parásitos ya no tienen vergüenza alguna. Ahora se entiende la carta escrita por el director de El Comercio de “apoyar al diablo con tal de impedir el triunfo de López Aliaga” Y es que con la ‘mermelada’ no se juega. Saben muy bien que tendrán que responder por sus delitos ante la justicia y ni reabriendo El Frontón va a haber espacio suficiente para encarcelar a estos corruptos. Es importante por ello ser firmes ante esta arremetida mafiosa y estar alertas a lo que suceda el 11 de abril, porque fracasada su maniobra para arrebatarle votos a López Aliaga, intentaran manipular los resultados al momento del escrutinio. El fraude electoral es lo único que les queda en este momento. Que no le quepa duda que ya esta en marcha. ¡Otra cosa es que tenga éxito! Veamos: El inicial intento de Sagasti para impedir que voten 200,000 policías y militares so pretexto de un artificioso estado de emergencia; Aquella trama de mantener al susto a la sociedad bajo la excusa de una segunda o tercera ola, apelando al agravamiento de la pandemia del Coronavirus producida sin duda por Vizcarra como por Sagasti - quienes según informa esta semana The Financial Times, han conseguido que el Perú sea el país con el peor manejo de la pandemia en el mundo - al no abastecer oportunamente a los hospitales y postas sanitarias con suficientes plantas generadoras de oxígeno, respiradores mecánicos, camas UCI, etc.; Estafar criminalmente a la sociedad peruana no adquiriendo las verdaderas vacunas contra el Covid y obligándola a inmunizarse con un producto bioquímico de efectos aún desconocidos, como son esas -encima escasas- “vacunas” chinas adquiridas a elevado precio a Sinopharm, que no cumplen con las más elementales calificaciones exigidas por los estándares internacionales, tanto que ni siquiera la Digemid las ha convalidado; Prohibir la circulación de los vehículos particulares el día 11 de abril, forzando de esa manera al ciudadano a movilizarse en transporte público -uno de los principales focos de contagio- lo que además retrasará la llegada de esos ciudadanos a sus mesas de sufragio estimulando con ello el ausentismo, que se prevé que será alto; Y finalmente al momento del conteo de votos, manipular los resultados para favorecer a sus candidatos, robándole la victoria en primera vuelta al tío Porky. Simultáneamente la prensa prostituida dará a conocer sus “flash” a boca de urna con datos falsos ya preparados de antemano dándoles la “victoria” a sus candidatos, buscando manipular a la ciudadanía haciéndoles creer que son reales, con el objetivo de evitar protestas en las calles. Ya el jefe de la lumpenesca ONPE ha dicho que los primeros resultados oficiales recién se darán a conocer alrededor de las 11.30 p.m. del domingo. Así van a tener toda la madrugada para hacer el “cambiazo” mientras los peruanos están durmiendo, propio de los regímenes comunistas que tanto admiran. Si esto no es un fraude, entonces ¿como lo llamaríamos? No cabe la menor duda que estos parásitos lo intentarán. ¿La razón? Conocen perfectamente las auténticas encuestas que le dan el triunfo a López Aliaga. Y Sagasti, lo mismo que ese establishment económico coludido desde hace décadas con la corrupción, se aterran de las consecuencias, ya que significaría la cárcel inmediata para todos ellos. De ese okupa admirador de terroristas que esta en Palacio y sus secuaces se puede esperar cualquier cosa este domingo. Curiosamente, se dieron a conocer este jueves una serie de encuestas hechas para la prensa extranjera, que ubican a Keiko Fujimori y a un desconocido Pedro Castillo - senderista convicto y confeso - como los favoritos. A que no me lo creo. Lo hacen para atemorizar a los electores y que se vuelquen a votar por sus candidatos oficialistas. A estar atentos a sus sucias maniobras, ya que el destino del Perú esta en juego y no debe continuar por cinco años mas en manos de estos miserables que la han arrastrado a la ignominia. De tu voto depende que ello no ocurra :)