TV EN VIVO

sábado, 4 de septiembre de 2021

PERÚ: Entre el caos y el desgobierno

Es indudable que el nivel de (des)gobierno que embarga al país andino revela que está siendo víctima de una destrucción sistemática por parte de quienes usurpan el poder. Y consecuentemente, de la descomposición de la sociedad en su conjunto. La culpa no es de nadie más que del esperpéntico régimen comunista que encabeza un improvisado y oscuro profesor de primaria de exiguo nivel de aprendizaje y nula inteligencia. Aparte, opuesto a aggiornar su cultura por temor a exhibir su ínfima cota de conocimientos dentro de una justa metodología meritocrática. Obviamente, nos referimos a Pedro Castillo. Un sindicalista perteneciente al movimiento gremial patrocinado por Sendero Luminoso que en el 2017, saltó a la fama precisamente por incendiar la pradera para impedir que el Ministerio de Educación ubique a los maestros dentro de una escala salarial, según sus estratos de preparación cognitiva/profesional. Ahora este mediocre individuo y resentido social incomprensiblemente se encuentra en Palacio. Y como no podía ser de otra manera, el entorno delincuencial que le acompaña tiene idéntico perfil. Gentuza de ínfima categoría - cada uno más cuestionado y repudiado que el otro - que ve al amateurismo como modo de subsistencia; alabando la ley del mínimo esfuerzo; preparándose para enfrentar su permanencia en el gabinete en base a la violencia, el odio y el descontento. Una banda de jetas que han hallado en su labor terrorista desarrollado a todo nivel, la única manera de destacar en sus tristes y patéticas vidas. Ahí están esos bellidos, las boluartes, los bermejos, los cerrones, los maravis, los castillos, etc., como prueba fehaciente de esta terrible realidad. El asunto, es que hoy Castillo está al frente - es un decir - de este vapuleado régimen porque supo aprovechar el descontento generado por dos miserables - Vizcarra y Sagasti - que desatendieron a la población con el deleznable fin de agudizar plaga del Coronavirus de la peor manera. Dúo criminal que se negó sistemáticamente a la compra masiva de pruebas moleculares, respiradores mecánicos, camas UCI, plantas de oxígeno, etc., como táctica para enervar a la sociedad. Rufianes de la más baja estofa que indujeron así a los peruanos a votar por el comunismo que, como suele hacerlo, se presenta ante los menesterosos como el que tiene la solución para todo. Para ello se valieron del fraude montado por la ONPE para asegurarse la “victoria”. El resultado fue esa elección amañada de Castillo y sus perdidos secuaces, quien hoy demuestra no ser la panacea que prometió sino un tipejo mediocre e ignorante que no tiene la menor idea de cómo gestionar un Estado, pero está decidido a seguir agudizando las contradicciones para convertir al Perú en un Estado comunista. En efecto, nos referimos a una gigantesca aplanadora decidida a imponerles las miserias que se viven en Cuba o Venezuela como modo de vida, mientras a su vez, la jerarquía en el poder vive en una insultante opulencia a costa de los 32 millones de peruanos. Pertenecientes a ese lumpen que nunca han tenido nada en sus vidas, hoy gozan de las delicias del poder y por ello no piensan dejarlo por ningún motivo. Es el mismo patrón de los regímenes comunistas a los que tanto admiran. Lo que ocurre es que cuando la ciudadanía se percata de sus reales intenciones, ya es demasiado tarde para reaccionar porque esos parásitos buenos para nada conforman sus milicias a sueldo para aterrorizar y reprimir sangrientamente toda clase de oposición. Por eso es imprescindible, primero, hacerle entender a quienes viven engañados por las prédicas marxistas; y luego mantener vivo, a tope, el espíritu opositor y combativo entre la ciudadanía. Es claro que el (des)gobierno es cada vez más notorio en la gestión de Castillo, quien como todo dictador ha puesto en la mira a la prensa que le resulta “incomoda” para sus planes de eternizarse en el cargo y los considera sus potenciales enemigos. Un ejemplo de ello es que desde que tomo el poder hace más de un mes no ha dado ni una sola entrevista a la prensa, pero se vale de sus discursos de plazuela como si fuera candidato, para atacarlos ferozmente a la menor oportunidad. En estas semanas de desastrosa gestión, Castillo vio cómo se materializaba la certeza que ya se vislumbraba desde el pasado 28 de julio: su mandato arrancó sin “«luna de miel” y, aunque la banda delincuencial que funge de “ministros” logró insólitamente el visto bueno del Parlamento, la potencial escalada de tensiones tampoco augura un romance a la vuelta de la esquina. Así, sin despegarse de los gestos de improvisación y hermetismo que ya lució en campaña, Castillo atizó controversia al elegir para el Consejo de Ministros a un grupo de terroristas convictos y confesos encabezado por Guido Bellido, quien supero su primer gran escollo político al recibir el voto de confianza del Legislativo. Esta inesperada luz verde al régimen evitó una situación de choque abierto entre los poderes del Estado, pero las fuerzas parlamentarias de la oposición ya adelantaron que se esforzarán en las próximas semanas para interpelar o hasta censurar a cada uno de esos prontuariados, que para ello no hay límite alguno. El problema es que los miembros de ese gabinete no tienen el perfil adecuado para el cargo que desempeñan y a eso se suma que varios de ellos tienen abiertas investigaciones legales en su contra. El propio Bellido es una de las figuras más cuestionadas por su apología del terrorismo y estar acusado de lavado de activos. Por ejemplo, el aun ministro de Trabajo, Iber Maraví, también ha sido vinculado a movimientos terroristas, mientras que el de Transportes, Juan Francisco Silva, tiene graves multas de tránsito y fue denunciado por agredir a su ex pareja, al igual que el titular de Ambiente, Rubén Ramírez, que cuenta con varias denuncias por incidentes de agresión y acoso. Estos son solo algunos de los motivos que llevaron a varios sectores a ver estas designaciones como una abierta provocación política de Castillo más que una estrategia técnica, por lo que varias bancadas del Congreso condicionaron su voto de confianza al Gobierno al cambio de varios de los ministros elegidos. Antes de la cita en el Legislativo, sin embargo, la cartera de Exteriores fue la única que se vio alterada, con el nombramiento de Óscar Maúrtua en sustitución del terrorista Héctor Béjar, quien dimitió tras difundirse unas declaraciones suyas en las que afirmaba que el terrorismo en el Perú lo inició la Marina, lo que generó un gran escándalo. Con una alta desaprobación en las encuestas, Castillo continua manteniéndose hermético con la prensa, y según se ha llegado a saber, busca imitar a Hugo Chávez y tener “su propio espacio” para hablar con el país ya que - según él - los medios de prensa “descontextualizan” sus declaraciones. De concretar su anuncio, Castillo imitaría a numerosos políticos latinoamericanos que instauraron programas televisivos y radiales como “vitrinas de su gestión”, entre ellos Hugo Chávez, el mejicano Andrés Manuel López Obrador y el boliviano Evo Morales, solo por nombrar algunos de esa infame cofradía. Inspirándose en el concepto de “biopolítica” de Foucault, varios dirigentes latinoamericanos han implementado sus propios programas de radio y televisión como un medio de propaganda política. Si bien no oficializa nada aún, en caso de cumplir con su anuncio, Pedro Castillo continuaría con el “legado comunicacional” de muchos de ellos. Un ejemplo emblemático es Venezuela. El dictador Hugo Chávez fue uno de los precursores en estrenar un programa de televisión oficialista, llamado “Aló, presidente”. El espacio televisivo se creó en 1999 con el fin de promocionar en cadena nacional al régimen chavista. Durante sus transmisiones, que a veces excedían las seis horas de emisión ininterrumpida, Chávez dictaba las directrices de su dictadura. El programa no tenía un horario definido para finalizar e inicialmente los venezolanos podían llamar al estudio de televisión. Pasado el tiempo le sucedió “Contacto con Maduro”, del actual dictador venezolano, Nicolás Maduro. El programa se transmitió por radio y televisión hasta el 2017. En sus emisiones Maduro solía criticar a EE.UU. y a otros países que cuyas vocerías fuesen críticas del chavismo. Por su parte, Evo Morales hacía lo propio en “El Pueblo es noticia”, un programa radial en el que reflexionaba sobre la contingencia en Bolivia. En tanto, a través de un programa semanal de quince minutos, José Mujica en Uruguay anunciaba las medidas de su administración. Asimismo, lo hizo Rafael Correa con “Enlace Ciudadano”. Y así por el estilo, esos iluminados buscaban convertirse en los dueños de la verdad, pero que al final, quedaron retratados de la peor manera. Aunque queda la duda si Castillo se animara finalmente a tener su propio “espacio” dado su limitadísimo lenguaje ya que no sabe ni articular dos frases seguidas. Venga ya, si que nos vamos a reír con Castiburro :)

jueves, 2 de septiembre de 2021

PRIMOR: Hace de lo bueno mejor

Ahora que en el Perú el aceite se ha convertido en un producto de lujo por obra y gracia de la ineptitud del régimen terrorista que padece liderado por un burro y que ha originado que su precio se dispare estratosféricamente - hasta el 100% en apenas un mes - es el momento de ocuparnos de el ¿vale?. Por su transparencia, pureza y naturalidad, Primor es el aceite perfecto para cuidar a la familia con una dieta balanceada. Perteneciente al grupo Alicorp - empresa comercializadora de productos de consumo masivo más grande del Perú y que forma parte del grupo Romero - sus principales líneas incluyen productos de consumo masivo (63% de las ventas), productos industriales (30%), y nutrición animal (7%). Asimismo, es líder en la mayoría de sus diferentes categorías de producto. Cabe destacar que Alicorp se inició en 1956 como Industrias Anderson, Clayton & Co. (ACC) empresa fabricante de aceites y jabones en el puerto de Callao, Perú. En 1971, el conglomerado peruano Grupo Romero adquirió Anderson, Clayton & Co. y le cambió el nombre a Compañía Industrial Perú Pacífico S.A. (CIPPSA). En 1995 se fusionó con Consorcio Distribuidor S.A. y La Fabril S.A., en aquel entonces el fabricante de alimentos más grande del Perú. En 1996 incrementó participación en categorías como harinas, fideos, alimentos balanceados y cereales gracias a la incorporación de Nicolini Hermanos S.A. y Compañía Molinera del Perú S.A. Fue recién en 1997 cuando adopta el nombre actual: Alicorp. Desde entonces inicio su proceso de expansión en Latinoamérica, En cuanto a Primor, la estrategia usada para la marca fue el uso de la tendencia a nuevos lanzamientos, para dar un producto con mayor calidad y variedad. Se usó como sector meta a los consumidores de los NSE A y B, ya que cada vez son más exigentes en productos que cubran sus necesidades específicas y que les faciliten la vida. Alicorp busca aprovechar esta creciente demanda y con ella mejorar sus margen de ganancia, a través de productos de mayor valor agregado, aunque alineados a las necesidades de sus consumidores. Primor usó la última tendencia en aceites comestibles, para incluir propiedades saludables y dirigirse al segmento Premium. Actualmente forman parte de la Familia Primor, entre otros: el Primor Clásico, el aceite más puro y natural; Primor Premium, con 75% menos grasas saturadas; Primor DHA que ayuda a desarrollar el sistema cerebral; Primor Corazón, una nueva variedad de aceite que contribuye a reducir el colesterol y los triglicéridos en la sangre, gracias a su contenido EPA y DHA, ácidos grasos del Omega 3; Primor Oliva que ofrece toda la salud del aceite de oliva con un sabor equilibrado; y el Primor Defensas, con el cual pueden estar sanos y fuertes todos los días. De esta manera Primor se ha enfocado en desarrollar productos que contribuyan al cuidado de la salud de las familias a través de la alimentación diaria. "El aceite es un insumo básico de todas nuestras comidas, por lo que recomendamos utilizarlo ya que junto a una dieta balanceada y actividad física regular, ayudará a mantener una buena salud cardiovascular", señaló el vicepresidente de Consumo Masivo Perú de Alicorp. Agregó que la línea de aceites Primor busca responder a la expectativa de más del 70% de consumidoras peruanas quienes eligen alimentos que ayudan al cuidado de la salud y bienestar de sus familias. Compartimos esa preocupación y es por ello que a través de la Familia Primor buscamos ofrecerle una alternativa de calidad, altamente funcional y a precios asequibles" puntualizo :)

martes, 31 de agosto de 2021

COCA: La hoja maldita de los Andes

Como recordareis, durante el reciente debate en el Congreso sobre el pedido de moción de confianza al gabinete de ministros liderado por Guido Bellido, se vio por la televisión como ese impresentable sujeto sin el más mínimo respeto al lugar donde se encontraba, se puso a masticar hojas de coca para satisfacer su vicio al mismo tiempo que se mostraba indiferente a las críticas lanzadas por la oposición. Lo peor es que existen voces interesadas desde ese régimen en confabulación con los capos del narcotráfico que buscan “industrializar y legalizar”su producción tomando de guía el plan boliviano impulsado por Evo Morales. El trasfondo es alarmante ya que el primer paso será expulsar a la Administración para el Control de Drogas (DEA) y a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid). Ambas entidades apoyan al gobierno peruano con estrategias para la erradicación de zonas cocaleras ilegales cuya producción es destinada al narcotráfico. El país andino es el segundo productor mundial de coca - del cual deriva la cocaína - y el peligro de que siga los pasos de Bolivia de convertirse en un narcoestado debe evitarse a toda costa. A propósito ¿A que se debe que haya quienes sean adictos a esa droga? Como sabéis, los antiguos peruanos han estado cultivando plantas de coca durante unos 8,000 años. Valorándolas tanto como el oro, el Inca lo atesoraba no solo para ofrecerlo como un preciado regalo a sus vasallos - quienes lo anhelaban más que otra cosa - sino también eran parte integral de sus ritos y rituales sagrados que se realizaban en honor a sus dioses. Una antigua leyenda cuenta la historia de Kuka, una temible hechicera a quien nadie en todo el Imperio podría resistirse a su maligno poder. Consciente de ello, los usó para beneficiarse de ello hasta que la noticia de sus fechorías llegó a los oídos del Inca, quien ordenó que la sacrificaran, la cortaran por la mitad y la enterraran. De su tumba brotó una planta maligna, la cual aparentemente daba fuerza y vigor, aliviando el dolor y el sufrimiento, pero que en realidad embrutecía la mente de quien lo consumía ya que los volvía adictos. Era la venganza de Kuka, quien aun muerta quiso dejar su huella maldita por el mundo. La gente lo llamó coca, por considerar que era obra de esa bruja malvada. Este mito reconoce la gran importancia que las hojas de coca tuvieron y continúan teniendo en la cultura e historia de los pueblos de los Andes. A pesar de ganar notoriedad en los tiempos modernos por ser el material fuente de la droga altamente adictiva cocaína, la coca continúa siendo una gran parte de la cultura andina en la actualidad. Las hojas sin procesar de la planta son masticadas habitualmente por los indios e incluso pueden ser preparadas como infusiones (el conocido mate de coca) el cual es envasado y vendido libremente en el Perú, a pesar de estar prohibido en el resto del mundo, ya que es un delito intentar ingresarlo a otros países. Los lugareños en su ignorancia, todavía usan hoy la coca para “combatir el mal de altura y para aliviar el dolor y el hambre” cuando en realidad solo están drogándose atrofiando su cerebro irremediablemente por el uso de ese veneno. Incluso hay algunos inescrupulosos que se aprovechan de ello y afirman que en sus hojas “se puede leer el futuro”. Los estudios científicos de las propiedades medicinales de la coca han encontrado efectivamente que sus hojas contienen un poderoso alcaloide que actúa como estimulante. Sus efectos incluyen aumento de la frecuencia cardíaca, aumento de la energía e incluso la supresión del hambre y la sed. Otros “beneficios” incluyen la relajación muscular, ya que puede ayudar con los calambres menstruales. Se dice además que este efecto “también combate” el mal de altura al abrir el tracto respiratorio y aliviar la sensación de falta de aliento y opresión en el pecho. Asimismo admiten que la coca puede ser “muy útil” por sus propiedades antibacterianas y analgésicas, ayudando a la digestión y prevenir el estreñimiento…. pero a qué precio, ya que su uso convierte a uno en adicto a esa droga, la cual se convierte es una puerta abierta para probar otras más fuertes y letales. El consumo de coca se remonta a la más antigua de las antiguas sociedades sudamericanas. Hay evidencia de que se consumió en culturas ubicadas en el Ecuador moderno desde el noveno milenio antes de Cristo. Sin embargo, fue durante el Imperio Inca, poco antes de la llegada de los españoles, que la coca alcanzó un significado religioso y socioeconómico particular. Los primeros Incas datan del año 1200 DC. La civilización se hizo prominente en 1438 cuando Pachacutec, cuyo nombre significa "el que rehace la tierra", inicio una serie de conquistas militares para expandir su Imperio desde el Cuzco - la capital imperial - ubicada en el corazón de los Andes, llegando él y sus sucesores a extender sus dominios por toda la cordillera y la costa occidental de Sudamérica llegando desde Colombia hasta la Argentina. Grandes cantidades de coca, consideradas sagradas por los Incas, fueron utilizadas en sus ceremonias religiosas. Cristóbal de Molina, un sacerdote español que vivió en el Cuzco alrededor de 1565 y observó las tradiciones incas, describió cómo los lugareños quemaban hojas y expulsaban vapores de coca hacia el Sol, su deidad principal, y otros dioses, como parte de un ritual para “sanar” a los enfermos. La planta también fue venerada por sus poderes adivinatorios, y algunos sacerdotes afirmaban “ser especialistas en leer sus hojas”. La coca también era enterrada con los muertos, y era incluida con otras ofrendas en sus tumbas para acompañarlos a la otra vida. Algunos rituales religiosos involucraban sacrificios humanos, y la coca también desempeñaba un papel. Tres momias de víctimas sacrificadas descubiertas en 1999 revelaron un alto consumo de coca durante los meses anteriores a su muerte. Se creía que consumir las hojas inducía trances “sagrados” y estados alterados al tiempo que desorientaba a las víctimas, haciéndolas más fáciles de someter. El sistema inca para cultivar y cosechar hojas de coca implicaba muchos pasos. Las plantas se cultivaban en campos bien definidos en regiones cálidas y húmedas. Cuando estaba lista para la cosecha, las hojas se rompían al momento de plegarlas. Tras ser recogidos eran colocados cuidadosamente en mantos para secar al sol. Las hojas imperfectamente coloreadas eran rechazadas. Al ser muy frágiles, y aunque se hacían esfuerzos meticulosos para asegurar que mantuvieran su forma plana y su color uniforme, una gran parte de la cosecha se perdía durante el secado. Tal descuido se pagaba con la vida de quienes manipulaban las hojas, ya que toda era propiedad del Inca. Todo el proceso requería por ello un cuidado particular para conservarlas como sea posible. Debido a su alto valor, las hojas de coca podrían servir tanto como mercancía y como moneda. A los funcionarios públicos y a los gobernadores se les pagaba por sus servicios al Imperio en metales preciosos, textiles finos y canastas de hojas de coca. El Inca, recompensaba la lealtad de sus súbditos con canastas de hojas de coca. También eran entregados a los soldados durante las fiestas para celebrar las victorias. De todos los regalos que podía hacer el Inca, la coca era la más valorada. Al respecto, Garcilaso de la Vega en sus Comentarios Reales de los Incas, escribió: "[Los incas] lo prefieren antes que el oro, la plata y las piedras preciosas". Debido a su alto valor, la coca fue consumida en gran medida por las élites imperiales incas. Durante los últimos días del Imperio, comenzó una relajación de las restricciones al consumo de coca. Algunos investigadores argumentan que este cambio podría deberse al hecho de por causa de la guerra civil desatada entre el Inca Húascar y el bastardo Atahualpa, ya no se podía garantizar el suministro de alimentos para toda la población, por lo que la coca comenzó a usarse para calmar el hambre en esos tiempos de escasez. Sin embargo, su asociación con la élite prevaleció hasta que el Imperio Inca fue conquistado por los españoles en 1532. En los primeros días de la conquista, los cronistas de los siglos XVI y XVII notaron cómo los ricos tenían el monopolio del negocio la coca. Juan de Matienzo escribió que las hojas "eran un manjar para señores y jefes durante el Imperio Inca y no para la gente común". Pero luego de la conquista, su consumo se extendió entre la población indígena, según lo registrado por muchos cronistas. Las autoridades españolas descubrieron cómo la coca anulaba la voluntad de resistencia y hacia más fácil tenerlos dominados, obligando a los nativos a consumirla. Con el tiempo los hicieron adictos y la cosecha se convirtió en un negocio lucrativo para los terratenientes españoles, que aumentaron la producción para satisfacer la mayor demanda. El misionero padre Bernabé Cobo escribió: "Es el producto más rentable en las Indias [sic] y ha enriquecido a muchos españoles". Al principio, ellos a menudo se burlaban de los indígenas por su creencia en el poder de la coca. Pero el escepticismo comenzó a dar paso al interés por la extraña hoja. En 1653, el padre Cobo escribió que los indios “dicen que [la coca] les da fuerza y no sienten sed, hambre ni cansancio”. Creo que es principalmente superstición, pero no se puede negar que les da fuerza y aliento, ya que trabajan el doble de duro con eso”. Garcilaso de la Vega dio cuenta de la siguiente conversación entre dos españoles, un caballero y un granjero cerca del Cuzco. El primero preguntó: "¿Por qué consumes coca, como hacen los indios, cuando nosotros lo encontramos tan desagradable y detestable?" El otro, que llevaba a su hija de dos años en la espalda, respondió. “En verdad, señor, lo detesto no menos que nadie, pero necesito obligarme a imitar a los indios y masticarlo. Sin ella no podría soportar la carga. Con ella tengo la fuerza y vigor para poder realizar mis labores". Hoy las hojas de coca se cosechan como un ingrediente esencial de la producción ilegal, pero muy lucrativa, de la cocaína. A pesar de que la planta sea causa de tanta violencia e inestabilidad política en las Américas, las sociedades andinas aún invocan su uso tradicional como símbolo de su cultura, sin estar conscientes del daño que hace a la humanidad :(
Creative Commons License
Esta obra está bajo una Licencia de Creative Commons.