Si algo caracteriza a los peruanos es su pusilanimidad y cobardía a la hora defender sus territorios. Como sabéis, a lo largo de su historia, ya sea por la guerra (las ha perdido todas. Ojo, que su independencia fue obra de los argentinos) o por la traición de sus gobernantes, que prefirieron agachar la cabeza y permitir que estas le sean arrebatadas por medio de tratados sumamente perjudiciales para los intereses del país, ha quedado reducida a sus actuales fronteras. Así, desde el momento mismo que logro su independencia, comenzó esta sangría que no ha tenido cuando parar. Fue ese miserable de Simón Bolívar - asesino de españoles y enemigo jurado del Perú - quien primero le arrebato Guayaquil y posteriormente hizo lo mismo con el Alto Perú, para crear un país artificial que llevaría su nombre (República Bolívar) con el bandido de Sucre como su primer dictador, pero cuando este fue expulsado del poder, comenzó a denominarse Bolivia; Años más tarde Santa Cruz invadió el Perú creando la infame Confederación Perú-Boliviana en 1836, la cual dividió al Perú en dos, con el claro propósito de anexar el sur del país a Bolivia, pero su derrota ante la expedición chilena en Yungay acabo con sus sueños, porque era un peligro para su dominio en el Pacifico; Luego, en 1879 fue el turno de Chile, que derroto completamente a los peruanos, tomando y saqueando Lima, quedándose con Tacna (que fue devuelta en 1929), Arica y Tarapacá, a cambio de la paz; Colombia y Brasil también quisieron su parte de la torta y tras la firma de tratados contrarios a los intereses de país, el primero se quedó con Leticia, lo cual le posibilitó el acceso directo al Amazonas, mientras los brasileños se anexaron extensos territorios en la Amazonia (No hay que olvidar por cierto, los intentos separatistas en los últimos años de la indiada aymara del sur del país andino, específicamente en Puno, alentados por el narcopedófilo boliviano Evo Morales). De esta manera, el Perú quedo reducido a lo que es hoy, ya que no quiso ni pudo defender lo que por derecho le correspondía. Tamaña felonía no puede volver a repetirse. Para ello es importante armarse convenientemente - renovando periódicamente sus equipos militares - con el cual pueda disuadir a sus enemigos de cualquier aventura. No hacerlo sería una traición. Por ello es repudiable como la prensa basura y políticos venales se opongan a la renovación de su flota aérea, cuando la seguridad del país y la defensa de su territorio es lo más importante. Al respecto, el exprimer ministro y militar en retiro Óscar Valdés, consideró que la adquisición de los aviones caza sí está justificada. “Se hacía necesario que se compren estos aviones caza ahora… Lamentablemente en el Perú hace 30 años que no se hacía nada de eso, entonces la Fuerza Aérea está casi obsoleta, por eso es que de alguna manera se justifica que se compre esto”, dijo. “No se compró antes porque los gobiernos no querían comprar, porque los políticos decían no y postergaban y decían para la próxima, para la próxima, y hemos estado relegando una compra que es necesaria. Las Fuerzas Armadas vienen pidiendo estas compras desde hace muchos años”, afirmó. La última compra importante de aviones caza se hizo en la década de 1990, durante el gobierno de Kenyo Fujimori. Se trató de 18 aviones interceptores MiG-29 y 18 aviones de ataque a tierra Sukhoi Su-25, todos eran usados y fueron comprados a sobreprecio entre los años 1996 y 1998, en momentos en que Perú mantenía una disputa fronteriza con su vecino Ecuador. Por esa adquisición, el gobierno peruano pagó 536 millones de dólares, de los que 320 millones fueron para pagar sobornos, según la justicia peruana, que condenó a siete importantes funcionarios por el caso. El exasesor de Fujimori, Vladimiro Montesinos, actualmente preso, reconoció que recibió millonarios pagos para facilitar la operación. La otra compra importante, que también estuvo rodeada de escándalo, fue la de aviones Mirage 2000 en la década de 1980. Alan García fue acusado de recibir sobornos por más de 100 millones de dólares para firmar un nuevo contrato y adquirir menos naves de lo previsto en un acuerdo previo. “Normalmente las comisiones de los que venden armas ya están incluidas en los costos. Hoy día con el Libro Blanco (para la defensa), con la transparencia, con el control que hay de la Contraloría sobre las compras, ya es más difícil de hacer o realizar. No es como antes que decían secreto militar y pasaba todo. Ya no es así”, dijo el exprimer ministro Valdés. Según los expertos, Perú no ha hecho inversiones importantes en defensa en las últimas décadas y un reflejo de ello es que su flota aérea tiene ya casi 40 años de servicio y un tiempo similar su equipamiento terrestre. Esto contrasta con las compras hechas por su vecino del sur, Chile, que adquirió cazas F-16 la década pasada y es el único país en Sudamérica con ese tipo de naves. Y más recientemente Argentina, que anunció en abril de este año que alcanzó un acuerdo para adquirir 24 aviones, también F-16. “La seguridad es integral: es interna y externa al mismo tiempo. Una no debe tener mayor peso sobre la otra. Entonces si es así y están pensando en invertir o gastar, como se quiera ver, 3.500 millones de dólares para adquirir 24 aviones de combate nuevos, creo que habría que invertir, si bien no una cifra similar, al menos una cifra fuerte, para hacer frente al crimen organizado venezolano, que es un tema de seguridad nacional en estos momentos”, dijo Carlos Rada, analista en temas internacionales y militares. “Sí creo que es imperativa esta compra, más aún en el agravamiento de los conflictos a nivel global, pero esa gran inversión en la defensa externa del país debiera ir de la mano con la defensa interna del país”, resaltó. Ante las críticas de algunos sectores a la compra de los cazas, el ministro de Defensa Astudillo pidió al Congreso y al Ministerio Público a iniciar investigaciones contra los que cuestionan la compra “para determinar si están defendiendo intereses de otros países. De ser así, estarían incurriendo en traición a la patria”, asevero. Por el momento, los principales candidatos son el Lockheed-Martin F-16V Block 70, de fabricación estadounidense, el SAAB JAS 39 Grippen, de fabricación sueca y el Dassault Rafale F4, producido en Francia. Este último, a pesar de su elevado coste, sería el favorito extraoficialmente, según señalaron medios peruanos. Serán 24 aviones de guerra y el primero de ellos deberá ser entregado al Perú antes de finalizar el primer semestre del 2026, justo antes de que culmine el gobierno de Dina Boluarte. Si el tiempo de espera para la entrega de los aviones es tan largo y el precio de mercado se aprecia tan alto en tiempo de paz, nadie se imagina el precio de mercado en tiempo de conflicto y menos, el costo de oportunidad de no contar con ellos ante una amenaza. A nadie en su sano juicio, se le ocurriría esperar a tener un incendio para gestionar la compra de camiones y equipo de bomberos, así como entrenar al personal en su uso. De la misma manera, los peruanos no pueden quedarse sin capacidad disuasiva frente a un escenario potencialmente conflictivo, ante los cambios geopolíticos tan violentos que se vienen dando en el mundo, con amenaza de extenderse a toda la región. De seguro, ciertos sectores políticos, cuya miopía y mezquindad ha debilitado en las últimas décadas a las FFAA y PNP, dirán que US$ 3,500 millones, tendrían muchos usos alternativos. Pero este es el resultado - repetimos - de no haber invertido nada en tantas décadas. Independientemente, existe por ley, un porcentaje del Canon Gasífero de Camisea destinado exclusivamente para el reemplazo de equipos para la defensa, que es un flujo anual y constante y, consecuentemente, se debe instituir una política de Estado, permanente, ya que el Perú requiere invertir en una “póliza de seguros” para sus activos principales; el resguardo de su gente, la protección de sus recursos naturales y su infraestructura. Deben tener presente que, si quieren tener un país “Firme y feliz por la unión”, debe estar a buen recaudo, para que no se repitan tristes historias pasadas.
En lugar de pensar en la modernización de los ferrocarriles en el país andino (tal como lo hemos insistido de manera reiterada en Sin Sentido), el inefable alcalde de Lima Rafael López Aliaga (alias Porky, por su descomunal gordura) se ha lucido recibiendo una “donación” de trenes de los EE.UU. con una antigüedad de 40 años destinadas al proyecto Tren Desamparados – Chosica, que para colmo usan diesel, que en realidad son chatarra que hace mucho habían sido sacados de circulación, y como nadie las quería cuando pretendieron vendérselos a los incautos, fueron a parar al patio de chatarras. Pero de allí, de la basura y corroídos por el óxido, tras las suplicas mendicantes de Porky, serán trasladados a Lima para su campaña política del 2026. Eso está claro. Me pregunto, ¿alguien podría votar por este incapaz luego de ver como tiene a la ciudad, hecha un asco y en el abandono total? Habría que ser ciegos para creerle una sola palabra a ese impresentable sujeto. Como podéis suponer, máquinas tan viejas requerirán un costoso mantenimiento, además, podrían atascarse en plenos rieles obstaculizando el flujo de los demás trenes. Como si fuese poco, el traslado de esos desperdicios a la capital peruana costará nada menos que 24 millones de dólares, que saldrán del Estado, es decir del bolsillo de todos los peruanos, ya que la Municipalidad alega “no tener fondos disponibles porque están destinados a otras obras en ejecución” ¿Cuáles? me pregunto. Al dar de baja a estos desvencijados trenes, la empresa propietaria - la Operadora Peninsula Corridor Joint Power Board (Caltrain), que administra el servicio de trenes de cercanías en la península de San Francisco, EE.UU. - los puso a remate, pensó inicialmente en que uno de los usos podría ser para alojamiento y negocio tipo Airbnb. Incluso por aquellos años, el Southern California Railway Museum quería uno para su colección. Es decir, que ya para esa época eran tan viejos que merecían estar en un museo, pero al final el remate fue un fracaso. Hace unos años Caltrain gastó US$9.1 millones en reparar estas máquinas, en total 41. Pero su mantenimiento era tan costoso, que prefirieron darlos de baja y remplazarlos por trenes eléctricos, terminando así en el vertedero de desperdicios... y ahora los quiere Porky. De esta manera, serán enviadas al Perú 19 de estas viejísimas locomotoras EMD F40PH-2, además de 93 vagones. ¿En qué condiciones llegarán y cuánto costará repararlos ahora? En el Perú existen normas destinadas a controlar el combustible diesel, por sus niveles altos de contaminación. Incluso, a este hidrocarburo, que antes era mucho más barato que la gasolina, se le puso un precio similar al de la gasolina para desincentivar su consumo. ¿Por qué Porky quiere contaminar más a la ciudad cuyo aire ya de por si es irrespirable? Debido a ello, el exregidor de Lima Jorge Valdez ha solicitado la intervención de la Contraloría para investigar la “donación” de esa chatarra ante un posible caso de malversación de fondos, ya que ni al alcalde ni a la Municipalidad de Lima les corresponde intervenir en el transporte. La “donación” fue hecha y suscrita por Rafael López Aliaga y Michlelle Bouchard, directora ejecutiva de Caltrain y lo hicieron en compañía del secretario de Estado de los EE.UU., Antony Blinken y el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes. Recordó que existe una concesión que ya opera en la mencionada ruta (el Ferrocarril Central, que traslada especialmente minerales desde el centro del país hacia el Callao), cuya modernización sería realmente costosa. Uno de los puntos subrayados es la falta de un segundo riel, para contar con otra vía disponible para la ida y venida, pero como no hay espacio para construirla - porque la citada ruta cruza la ciudad y atraviesa túneles y puentes construidos especialmente para que pase un solo riel - el proyecto es prácticamente inviable. “La ruta del tren que va de Lima a Chosica, donde irían estos vagones, es una vía que está concesionada, que pertenece obviamente al sistema de transporte en el MTC, y que tendría que sufrir toda una serie de cambios, costosísimos, para que puedan circular vagones de pasajeros. Para empezar, repetimos, tendrían que haber dos rieles y el tren solo tiene un riel, por lo que no podría haber transporte si no hay ida y venida”, reitero. Valdez apunta a que la parafernalia en torno a esta “donación” podría ser una aprovechamiento político del alcalde con fines de propaganda para su futura campaña presidencial. Y no le falta razón. Como podéis imaginar, la Municipalidad de Lima justifico la controvertida “donación”. A través del acuerdo de Concejo, señala que existe la problemática de congestión vehicular en las zonas urbanas de Lima Este y Lima Centro. "Ello limita el transporte masivo formal y movilización de pasajeros, generando la necesidad de plantear soluciones que optimicen la calidad de vida de la población", precisa. Hace unos años, el canal de YouTube Simple Railway presentó material propagandístico que mostraba un recorrido exclusivo por el interior de los trenes F40PH, que conectan San Francisco con San José, en EE.UU., antes que fueran dados de baja y terminar en el basurero, donde se encuentran ahora. Cabe precisar que el próximo 2 de diciembre del 2024 se realizaría la “donación” de la primera locomotora, previamente reparada y pintada, para ser exhibido por Porky y ser utilizado en su campaña política, mientras que la puesta en marcha del servicio ferroviario entre la Estación de Desamparados (Lima Centro) y Chosica recién podría producirse en el 2026 … siempre y cuando las autoridades competentes "respalden adecuadamente el avance del proyecto, o sea que el Estado pague el importe de la “donación” y construya además la vía faltante, lo que generaría un exorbitante coste al erario público, pero viendo como los otros proyectos ferroviarios anunciados en los últimos años han quedado en promesas, este al final quedara en el olvido. Tiempo al tiempo (Por cierto ¿En qué quedo su proceso de revocatoria? ¿Completaron las firmas para lograrlo? A que tienen que echarlo ya)