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sábado, 26 de octubre de 2019

CHILE: Cosechando lo que se siembra

Sucedió lo que tenia que suceder y es que la cuna del neoliberalismo latinoamericano - mostrado hasta el hartazgo como un ‘ejemplo’ para la región - ha entrado en total descomposición y una muestra de ello son las multitudinarias manifestaciones que han sorprendido a muchos por el grado de violencia alcanzado y que han dejado hasta el momento 20 muertos (incluidos 4 niños), producto de la brutal represión de las fuerzas de seguridad y del ejercito ordenada por un pinochetista declarado como Sebastián Piñera, con el objetivo de acallarlos a sangre y fuego. Y pensar que hace una semana atrás, el mismo declaro que Chile “era un oasis dentro de una América Latina convulsionada” tratando de minimizar las primeras ‘evasiones masivas’, organizadas por estudiantes secundarios como una respuesta al alza del pasaje del metro, calificándolas de “actos vandálicos, realizados por reducidos grupos de violentistas”, hasta que se sumaron a ellos miles de chilenos de todas las edades. Y de las evasiones en el metro se pasó a la superficie, a las calles céntricas, y del centro a los barrios, y de Santiago a Valparaíso, a Concepción, a Iquique … a todo Chile. Una situación que terminó por explotarle en la cara, con una serie de violentas protestas en Santiago incluyendo saqueos de bancos y centros comerciales, así como la destrucción de automóviles y propiedades publicas y privadas, dejando decenas de cadáveres en las calles producto de las ráfagas de ametralladoras de las fuerzas represivas, escenas dantescas que no se veían desde los tiempos de Pinochet y que tienen a la capital bajo control militar. Si bien las movilizaciones se originaron por el alza del precio del pasaje del metro, este se trata apenas de la expresión del descontento mayor de la sociedad chilena. La acción criminal del Ejército apoyado por los carabineros no ha logrado aplacar la protesta en diferentes zonas de la capital, donde se han seguido produciendo enfrentamientos, ataques incendiarios y saqueos generalizados por grupos descontrolados. Como era de esperar, las manifestaciones se han irradiado a otras regiones del país, lo que obligó al Gobierno a decretar un toque de queda. Al respecto, por las redes sociales circula una imagen que intenta explicar el problema. Como la punta del iceberg, aparecen las protestas por el alza de la tarifa del metro, que comenzaron la semana pasada con entradas masivas de jóvenes saltando los accesos del metro sin pagar. Pero existe una parte profunda del iceberg que no se ve: Pensiones ridículas, salud precaria, sueldos miserables, educación de mala calidad, licencias médicas por depresión, deudas universitarias vitalicias, exorbitantes sueldos de la élite política, delincuencia sin control, empleos precarios, impunidad para los escándalos de corrupción en Carabineros y el Ejército, (denominados Pagogate y Milicogate). En definitiva, lo que ocurre tiene relación a un hartazgo con este Gobierno insensible a las demandas de los chilenos y que no ha logrado apaciguar. A todo ello, la economía ha crecido menos de lo prometido. Vivir se ha vuelto caro, sobre todo en Santiago, donde el precio de la vivienda ha aumentado hasta un 150% en la última década, mientras los sueldos apenas un 25%, según un estudio de la Universidad Católica. Chile pertenece a la OCDE, pero un 70% de la población gana menos de 660 dólares mensualmente y 11 de los 18 millones de chilenos tienen deudas impagables, según cálculos de la Fundación Sol. El mes pasado se anunció que el recibo de la luz aumentará hasta un 10% y las alzas del precio del transporte - ‘justificadas’ según el gobierno, por la guerra comercial y el aumento del precio del dólar - motivaron declaraciones desafortunadas de las autoridades, como fue el caso del ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, quien indicó burlonamente que “lo que aumenta es el precio del billete del metro en horario punta, y si alguien sale de su casa más temprano y toma el metro antes del amanecer, tiene la posibilidad de pagar una tarifa más baja. Levántense en la madrugada y todos contentos” agregó. Fue una especie de bofetada a los habitantes de Santiago que pueden tardar hasta tres horas en llegar a sus centros de trabajo y que tomaron con indignación sus palabras. El mismo efecto tuvo la escandalosa revelación de hace algunos meses sobre la ilegal rebaja de impuestos otorgada a Piñera - que posee una de las principales fortunas del país - en una de sus casas de descanso en el sur. O la impunidad para los casos de financiamiento ilegal de la política que se han destapado en los últimos años, que afectaron a dirigentes de su partido Renovación Nacional. Para la analista política y académica de la Universidad de Santiago Lucía Dammert, las protestas que estallaron en Chile son un fenómeno que se ha incubado por mucho tiempo y que el aumento de la tarifa del metro ha hecho explotar: “De partida, es protagonizada por una nueva generación de chilenos, de menos de 30 años, que no conocieron la dictadura, abiertos para expresar sus angustias y que, desesperanzados, sienten que no son escuchados, por lo que sus reclamos fácilmente pueden llegar a la violencia”. Dammert destaca, a su vez, “la relación carnal” entre la elite política y económica, que les impide ver lo que está ocurriendo en los sectores medios. “Existe mayor conexión hacia arriba que hacia abajo”, señala la experta en seguridad, en referencia a todos los últimos mandatos (desde el de Michelle Bachelet del 2006 en adelante). “A este escenario se suma una policía - carabineros - que ha actuado con salvajismo con la anuencia de las actuales autoridades” expresó. De acuerdo con el abogado y politólogo Carlos Huneeus, “existe una falla brutal de liderazgo del presidente Piñera, porque tiene cero sensibilidad política para controlar lo que ocurre”. “En un régimen presidencial en que el presidente está inmovilizado y de paso inmoviliza a todos, el gobernante se transforma en un obstáculo para el restablecimiento democrático. Lo mismo que la oposición ‘socialista’, que no existe”, indico. “Las revueltas actuales no eran difíciles de predecir”, afirmo por su parte el experto electoral y académico de la Universidad Católica Roberto Méndez, ya que la chispa podría haber explotado en cualquier momento. “Ello se debe a que la clase política en su conjunto - sean de derecha o ‘izquierda’- defiende con ardor el mismo modelo económico heredado del pinochetismo que solo beneficia a unos pocos y que en el fondo, es el origen del problema” aseveró. “Si bien la versión oficial presupone que el catalizador fue la subida del billete del metro de Santiago, en realidad, fue la gota que colmó el vaso. Gran parte de la población está harta de un modelo de educación y sanidad privatizadas que ha fracasado con estrépito. Es un modelo muy estadounidense, en el que se paga por todo, y encima es carísimo. Muchos chilenos que hoy protestan en las calles consideran que una minoría privilegiada se están quedando con todo y el resto debe contentarse con las migajas que les arrojan sin ver los frutos del crecimiento económico. El 70% de la población no gana más de 660 dólares al mes y con ese salario llegar a final de mes supone un ejercicio de equilibrismo” agregó. "Una minoría goza de las bonanzas del desarrollo económico, concentra los privilegios, zafa de la cárcel luego de coludirse o compensa con clases de ética sus evasiones fiscales", comenta por su parte la periodista radiofónica Mirna Schindler. Eso explica perfectamente la magnitud de las caceroladas y las violentas manifestaciones que se registran. La irritación ciudadana también se trasladó a protestar por las pensiones que son irrisorias, ya que el 50% de ellas no llega a los 175.000 pesos mensuales (240 dólares). Mientras los jubilados deben pagar unos precios disparados por los remedios médicos que necesitan. Cabe recordar que durante la dictadura de Augusto Pinochet se crearon las Administradoras de Fondos de Pensiones, privadas y obligatorias, que prometieron jubilaciones millonarias. Les engañaron porque con sueldos bajos es imposible tener pensiones altas. Ahora sufren las consecuencias. Para un observador extranjero, Chile tiene una doble cara. De puertas para afuera es la Suiza latinoamericana, con datos macroeconómicos estables, cuentas saneadas, orden y modernidad. Pero esa fachada oculta otro escenario bien distinto, con mucha miseria, un sistema de protección social casi nulo y una enorme desigualdad social. La cifra oficial de pobreza es del 8,6%, pero en realidad, si se computan sólo los ingresos del trabajo y las pensiones contributivas, alcanza el 29,4%. El tamaño del Estado es pequeño. Los subsidios escasean. Abundan las licitaciones que quedan en manos privadas poco competentes. Los trabajadores están desprotegidos por sindicatos sin fuerza y leyes de huelga ridículas. "Cuando llegué a Chile hace 20 años te decían que no había corrupción, que esto era un oasis… Pero en los últimos años se han destapado mil casos de políticos pagados por las grandes empresas para hacer leyes a medida. No era oro todo lo que relucía. Y la gente se hartó", nos cuenta Carlos, un periodista español que vive allí y trabajó en varios medios locales. El Gobierno de Piñera dijo que el vandalismo “es obra de delincuentes organizados”, pero lo cierto es que la población se harto porque arraigó una sensación de injusticia crónica que ha desembocado en actos irracionales. La violencia forzó a Piñera a declarar el estado de emergencia, que limita el derecho de reunión, primero en la capital, Santiago, y luego en otras regiones y ciudades del país, como Valparaíso, Concepción, La Serena, Coquimbo, Iquique y Puerto Montt. Esa decisión facultó el despliegue de 9.500 soldados con vehículos blindados con orden de disparar a matar. El militar al mando de la Jefatura de Defensa Nacional, el general de división Javier Iturriaga, no dudó en decretar el toque de queda desde las siete de la tarde, una medida extraordinaria que no se imponía en Chile desde los tiempos de Pinochet. La imagen de las tanquetas del Ejército apostadas delante del Palacio de La Moneda recuerda los negros años del plomo de la dictadura y ha puesto muy nerviosos a muchos santiaguinos. Ante la contundente respuesta de las calles, Piñera renunció a subir el precio del metro, pero eso no desactivó la espoleta de la bomba civil. Todo es un fallo sistémico, porque el Estado dejó de proteger al ciudadano de clase baja y media-baja; lo abandonó a su suerte, fomentando así sentimientos de ira, rabia y frustración acumuladas durante años. Ni Ricardo Lagos (2000-2006) ni Michelle Bachelet en dos ocasiones (2006-2010 y 2014-2018) que se dicen de ‘izquierda’, se atrevieron a desmontar el modelo socioeconómico pinochetista. Además, Piñera tiene un gabinete “técnico” que sólo mira los números y no posee ninguna sensibilidad social. "La clase política está jugando ahora a la unidad. Pero parece que es demasiado tarde -añade Carlos- porque nadie les cree. Escuchar las demandas ciudadanas significaría dar un giro de 180 grados al programa de Piñera. Cuesta creer que vaya a aprobar medidas que atentan contra su credo ultraliberal. No se lo tolerarían ni sus correligionarios. Entre sus huestes hay muchos nostálgicos del pinochetismo y de la mano dura, partidarios de ahogar en sangre los reclamos que se escuchan en las calles" puntualizo. Venga ya, en Chile el modelo económico neoliberal ha fracasado en toda la línea - algo que la derecha local y continental se niega a reconocer- culpando por el contrario de las protestas a imaginarias conspiraciones promovidas según ellos, “por terceros países” cuando la realidad es otra. De nada vale que Piñera pida ahora “perdón” y anuncie una serie de paliativos que no van a solucionar el problema, mientras mantenga a su vez a las fuerzas represivas en las calles asesinando a mansalva con inaudito salvajismo - niños incluidos - ocasionando además miles de heridos y un numero indeterminado de detenidos, quienes son sometidos a crueles torturas por los esbirros del régimen. No debe sorprender por ello que dichas medidas desesperadas dadas por Piñera hayan sido rechazadas de plano por los manifestantes, quienes anunciaron que radicalizaran sus protestas, exigiendo su renuncia y castigo por sus crímenes, buscando poner fin a 30 años de abusos de las que son victimas por parte de aquellos privilegiados que intentan mantener el status quo a toda costa. Habrá que observar con atención lo que va a suceder en los próximos días, porque lo que ocurra podría extenderse a los países vecinos, cuya situación política y económica es peor a la chilena en todo sentido :(

jueves, 24 de octubre de 2019

GILLETTE MACH3: Para un afeitado increíble y cómodo

Diseñada para brindarte la mejor afeitada al ras gracias a su cabeza móvil que se adapta a la forma de tu cara, Gillette Mach 3 cuenta con 3 hojas DuraComfort que te lo brindarán con gran suavidad y la comodidad que deseas para mantener tu piel con el mayor cuidado posible. Cuenta con un mango de diseño ergonómico para darte facilidad y comodidad en su agarre, lo que te asegura una mejor pasada sin que la máquina llegue a deslizarse de manera inesperada. Este cuidado es posible incluso bajo el agua. El diseño de esta máquina ofrece una gran comodidad tanto en el grip como en las cuchillas. Esto da la posibilidad de sentirte muy cómodo mientras le das a tu rostro una apariencia agradable. La calidad de los materiales de las hojas ofrece un alto rendimiento que sobrepasa incluso muchas máquinas de otras marcas u otros materiales que podrías considerar de buena calidad. Asimismo, las hojas tienen una alta flexibilidad que le permiten ajustarse mejor a tu piel para así lograr un corte que permita lucir una piel limpia, radiante, elegante y sin vellos que puedan parecer molestos a la vista o al contacto con otras personas. Para obtener un mayor rendimiento de esta afeitadora, puedes recurrir a sus recambios en cualquier tienda que te dispensen estos productos. No tendrás inconvenientes a la hora de adquirirlos ya que este modelo es compatible con cualquiera de los recambios de Mach 3. Para ofrecerte una gran protección, cuenta con hojas de muy alta calidad que no permitirán cortes indeseados debido a su alta durabilidad y su gran rendimiento que es 10 veces superior a otros modelos existentes en el mercado. Dispone asimismo de una banda de gel para que puedas deslizar con mayor facilidad la máquina y así proteger tu rostro en cada afeitada. Es muy fácil saber el momento en que necesitas un recambio, y que dicho gel se va desgastando y puede visualizarse fácilmente para recurrir a otro cabezal que te de la misma calidad como el primer día. Las cuchillas de afeitar Gillette Mach 3 cuentan además con eje de ajuste de presión que se adapta al contorno de tu cara. Esto sirve para darte una mejor afeitada y la posibilidad de lucir un rostro agradable sin causar lesiones o cualquier tipo de rasguño a tu piel. Asimismo, te permite eliminar con más precisión los vellos más pronunciados. La ventaja más resaltante de este producto es que tanto su diseño como sus materiales brindan un buen agarre y el mejor corte, sin causarte irritación ni daños en la piel. Seguramente estarás a gusto y muy agradecido con estas características. Gillette Mach 3 es un producto que resulta económico por la calidad de sus materiales, su diseño y su funcionalidad. Su relación calidad – precio es excelente y podrás disponer de esta máquina por mucho tiempo para mantener la piel de tu cara suave y limpia :)

martes, 22 de octubre de 2019

SEÑOR DE LOS MILAGROS: Entre la fe y la superstición

Existe una inclinación natural en el ser humano por buscar ayuda del más allá. Le pasa al más escéptico y también al más creyente. Se ve, además, en todos los niveles. Hombres de poca fe que ruegan - nadie sabe a quién - por que su equipo gane. Incrédulos que se encomiendan a lo celestial para levantarse temprano o agnósticos que, sin necesariamente pensar que es así, esperan mágicamente una oferta de trabajo. De estas súplicas efímeras pasamos a las más sustanciales. La mayoría están relacionadas a enfermedades terminales, críticas, o problemas del organismo que - en teoría - no encuentran solución en la medicina. Quienes lo imploran, comúnmente personas muy religiosas al borde de la desesperación y fuera de toda lógica, no están buscando otra cosa que no sea un milagro. Es decir, un hecho que no se puede explicar por las leyes terrenales. En el Perú durante el mes de octubre, miles de fieles se unen a la llamada procesión del Señor de los Milagros, al cual le atribuyen lograr lo imposible. Pero ¿cuántos son reales o resultado de la sugestión? ¿Quién lo determina? Al respecto, el sacerdote Martín Arroyo, autor del libro Ciencia y fe. ¿Un equilibrio posible? afirma “Eso solo lo puede ver Dios en la conciencia de cada uno. Pero son casos muy extraordinarios, donde no se encuentra ninguna causa natural para sustentarlo. En Lourdes (Francia), donde miles de personas viajan para tomar la famosa agua curativa, solo existen al día de hoy poco menos de 70 sanaciones comprobadas y documentadas por la Iglesia. Se hacen investigaciones serias. Por eso es posible que mucha gente vea milagros donde no los hay, pero lo importante es que rezan y tienen fe”, explico. Uno de los casos que más sorprendió a la asociación es el de Darko. Nació con un tumor maligno en el cerebro, el diagnóstico fue letal y no había esperanzas de que sobreviva. “Los doctores no sabían cómo explicarme por qué se recuperó”, cuenta Gabriela Zea, madre del niño. Ella se encomendó al Señor de los Milagros. Rezó mañana, tarde y noche. Y creyó. Hoy su hijo es un milagro hecho realidad. “Cuando el Papa vino al Perú, tuvimos la suerte de estar cerca de él. Tomó de la cabeza a mi hijo y le dijo que el tumor se había ido. Fue sorprendente”, nos cuenta maravillada. Habría que preguntarle a Francisco Bergoglio cómo lo supo. Estaba rodeado de millones. Nadie se lo presentó. Por alguna razón se conectó con Darko. Como sabéis, el concepto de prodigio es antiguo. Los primeros seres humanos que poblaron la tierra, Adán y Eva según el cristianismo, forman parte de un primer gran milagro. Y si repasamos las mitologías griega y egipcia, prácticamente todo tiene que ver con un ser divino que actúa de manera providencial. Aunque estos relatos no se deben leer de forma literal - lo que importa es el mensaje - su existencia y enseñanza explica por qué hoy millones de personas creen en algo por encima del realismo. La cuestión es cómo explicarlo desde la ciencia. El famoso Stephen Hawking sostenía que Dios no existe; por lo tanto, los milagros no son ‘compatibles’ con las disciplinas de estudio. La psicóloga holística Lorena Bouroncle tiene una visión diferente, mucho menos radical y ciertamente más interesante. Ella entiende el milagro de dos formas: el poder de la mente y la vibración de los cuerpos. “La mente es tan fuerte que puede lograr que químicamente el organismo se estructure de tal forma y emane de él ciertas sustancias que ayuden a que el milagro se dé. Sucede mucho con enfermedades que ya no se pueden curar. No basta solo con rezar. Tiene que ver mucho también con tu ser supremo interno”, explica sobre el primer punto. El segundo está relacionado con seres que están a nuestro alrededor, que no vemos, pero cuya energía es capaz de conectar con la nuestra. “Vibran en otra secuencia, están en otra dimensión y pueden intervenir en nosotros” asevero. El cruce de la avenida Tacna con el jirón Huancavelica huele a incienso. Es la señal de que inició ‘el mes morado’. La iglesia Las Nazarenas está rodeada de objetos y vestimentas moradas. Ahí se encuentra la imagen del Señor de los Milagros. Está bajo siete llaves, pero no importa. Los devotos están ahí, rezando, agradeciendo, suplicando. Saben que sin fe no hay milagro. “El milagro está dentro del terreno de las creencias. Es un pensamiento mágico que cree en los seres sobrenaturales, celestiales y son parte de la cultura teológica. Sin fe, no puede existir un milagro”, dice el psiquiatra Martín Nizama. Sin embargo, él no cree en los milagros. “Si una persona se cura de un cáncer terminal, yo diría que fue por un proceso reversivo del cuerpo que la ciencia médica todavía no descubre, pero de ninguna manera es obra de un sobrenatural”, indica. Hace 57 años María Dulanto Cisneros se quemó la pierna derecha con una olla de mermelada hirviendo. Las heridas fueron terribles. “Tenía todo gangrenado”, recuerda, con su esposo al lado. Ya en el quirófano, donde iba a ser amputada, los médicos encontraron la extremidad totalmente sana. “Mi mamá pertenecía a la hermandad y ella se encomendó al Señor de los Milagros”. Viste el hábito todos los meses de octubre desde ese episodio. A sus 74, ya no pide por un milagro, sino por que la “sigan protegiendo”. A veces simplemente es necesario llenarse de esperanza. Dicen que es lo último que se pierde :)
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