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sábado, 20 de junio de 2020

PERÚ: La verdad de las mentiras

La trágica situación en la que se debate el país andino bajo el vizcarrismo en la pandemia del Coronavirus, ha llamado últimamente la atención de diversos medios internacionales quienes se preguntan como pudo haber caer caído tan bajo el hasta hace poco considerado “el alumno aventajado” del neoliberalismo en la región, cuya falsedad en las cifras de crecimiento económico que presentaban y del que se ufanaba tanto, distaba mucho de la realidad. Al respecto, The New York Times publico a inicios de semana un desgarrador informe titulado ‘Virus Exposes Weak Links in Peru’s Success Store’, donde da cuenta de cómo la profunda desigualdad existente y la corrupción endémica a todo nivel en el (des)gobierno compuesto por improvisados y arribistas de todo pelaje, frustraron cada una de las medidas tomadas tardíamente como una respuesta desesperada para enfrentar al virus, el cual se ha vuelto incontrolable, haciendo volar por los aires su ‘éxito’ económico, al punto de que se han producido - según la base de datos del Sistema Informático Nacional de Defunciones (Sinadef) dados a conocer este viernes - cerca de 25.000 muertos, cifra muy lejana de las maquilladas por Palacio. Es por ese motivo que he decidido traducir y reproducir el artículo, entrecomillado claro esta ¿vale?: “Perú se debate en una crisis sin final debido a las nulas acciones tomadas para controlar la pandemia del Coronavirus, lo que ha traído como consecuencia que se haya convertido en uno de los epicentros más críticos en el mundo: sus hospitales están abrumados y la gente huye de las ciudades. La crisis ha estropeado el ilusorio progreso económico del cual se vanagloriaba, exponiendo en toda su crudeza la profunda desigualdad existente en el país y la corrupción institucionalizada fuertemente arraigada en todas las instituciones del Estado que han obstaculizado la respuesta a la pandemia. “Nos pidieron todos quedarnos en casa, pero hay muchas personas que no tienen ahorros, y eso ha sido imposible. Nos pidieron lavarnos las manos, pero solo uno de cada tres hogares pobres tiene acceso a una red de agua potable”, dijo Hugo Ñopo, investigador en el grupo de análisis Grade. Solo la mitad de los hogares peruanos tiene refrigeradoras, agregó, lo cual obliga a muchas familias a volver a diario a los mercados abarrotados, una importante fuente de contagio. La tragedia del Perú se desarrolla en medio de una explosión más amplia del virus en América Latina, que de un remanso pasó a ser un epicentro de la pandemia en los dos últimos meses. Cerca de 1,5 millones de personas han dado positivo en la región y los expertos dicen que el número real de infecciones es mucho mayor, especialmente en el Perú y Brasil, donde sus autoridades ocultan las verdaderas cifras de sus muertos. Las cifras siguen aumentando de manera pronunciada y lo peor parece estar lejos de terminar. Con el invierno a punto de llegar en la parte sur de la región y la temporada de huracanes en el norte, la Organización Mundial de la Salud advirtió esta semana que las condiciones climáticas adversas podrían llevar a un nuevo aumento de las infecciones y entorpecer la respuesta a la pandemia. Perú tiene alrededor de 6000 muertes confirmadas ‘oficialmente’ de la COVID-19 y más de 200.000 infecciones, pero los expertos dicen que las cifras se quedan cortas al reflejar la verdadera dimensión de la tragedia. En mayo, la tasa de mortalidad en Perú -por todas las causas - fue el doble que el promedio de los últimos años, según los datos recopilados por diversos medios europeos y estadounidenses - entre ellos el propio The New York Times - lo que sugiere un número de muertes por Coronavirus de dos a tres veces la cifra confirmada por laboratorio. Miles de pacientes con síntomas fallecen sin que se les haga una prueba y no aparecen en las cifras ‘oficiales’. La ferocidad del brote de la enfermedad en el Perú rivaliza con la del vecino Brasil, donde Jair Bolsonaro - al igual que Martín Vizcarra - ha ignorado en gran medida los consejos de los especialistas y se ha rehusado a tomar medidas efectivas para controlar el contagio. ‘Los resultados no han sido los que exactamente esperábamos’, admitió Vizcarra el mes pasado, tratando de ‘justificar’ su fracaso. ‘Esta no es solamente una crisis de salud, es una crisis social y económica sin precedentes’. Antes de la pandemia, las cosas estaban mejorando para Eduardo José Domínguez, de 29 años, quien administraba una tienda de sándwichs en las afueras de Lima, la capital de Perú. Pero cuando la tienda se cerró por el confinamiento, él tomó trabajos ocasionales como carpintero o vigilante nocturno para pagar las cuentas, y trabajó unas 15 horas al día hasta que se puso tan enfermo con los síntomas de la COVID-19 que apenas podía caminar. “Solo quería dar sustento a su familia”, dijo su esposa, Ana Ponte. Durante días, solicitó ayuda médica mientras su esposo se iba quedando sin aliento por falta de aire, pero le dijeron que los hospitales ‘no estaban admitiendo nuevos pacientes’. El día que murió, ella intentó en vano reanimarlo mientras esperaba una ambulancia que llegó demasiado tarde. El rápido descenso del Perú - de una aparente bonanza económica al de un desastre sin precedentes - ha desanimado a sus 32 millones de habitantes y provocado un examen de conciencia nacional. Años de aparente crecimiento económico impulsado por las exportaciones mineras y agrícolas, así como por sus no tan desacertadas políticas financieras, habían convertido al país en una rara estrella en el horizonte de estancamiento latinoamericano. Bajo una serie de presidentes proempresariales, millones de peruanos creyeron mejorar su situación económica, lo que les permitió enviar a sus hijos a escuelas privadas, instalar agua potable o iniciar pequeños negocios, pero era un espejismo, ya que todo estallo con la llegada del Coronavirus, y de la peor manera. Sucede que el confinamiento de tres meses ha expuesto la fragilidad del progreso económico del Perú, ha reconocido Pablo Lavado, economista de la Universidad del Pacífico en Lima. Dos décadas de aparente ‘crecimiento económico’ elevaron muchos ingresos solo para las clases más pudientes, pero no abordaron la profunda desigualdad y trajeron pocos empleos estables y nula inversión en atención médica, lo que redujo a cero la efectividad de las medidas adoptadas por Vizcarra contra la pandemia. Lavado dijo que muchos peruanos se encuentran en la misma situación que Domínguez: obligados a correr el riesgo de contraer el Coronavirus en lugar de quedarse en casa y morir de hambre. “En el Perú nos congratulábamos por empezar a ser un país de clase media”, dijo. “Pero resulta que esta es muy vulnerable, muy frágil y  descubrimos que vivíamos en una gran mentira”. Otro obstáculo ha sido la corrupción arraigada en el país que Vizcarra prometió enfrentar cuando asumió el cargo hace dos años y que no lo hizo porque también es parte de ella al estar acusado de graves delitos por lo cual tendrá que responder ante la justicia tarde o temprano. De momento tres ex presidentes (Toledo, Humala y Kuczynski) están profundamente involucrados en una investigación en curso sobre millonarios sobornos recibidos de parte de la constructora brasileña Odebrecht. Otro expresidente (García) se suicidó el año pasado para evitar ser arrestado por ese mismo motivo. Y por si fuera poco, un exdictador (Fujimori) está encarcelado luego de ser condenado ejemplarmente a 25 años de prisión por sus múltiples violaciones a los derechos humanos, malversación de fondos públicos y abuso de poder. Asimismo, los fiscales anticorrupción han abierto más de 500 investigaciones desde que comenzó el confinamiento, el 16 de marzo, y a menudo investigan informes sobre funcionarios que se embolsaron dinero destinado a ayuda alimentaria o equipos de protección personal. Más de veinte casos tienen que ver con la policía o las fuerzas armadas. Llama la atención que si bien los actos de corrupción se han multiplicado durante este gobierno, los fiscales no sean diligentes para investigar a Vizcarra y sus ministros, ya que sus delitos son tan graves que por mucho menos, otros hayan sido condenados y cumplan prisión efectiva. De otro lado, los programas de ayuda no han llegado a muchas de las personas que realmente los necesitan. Sin trabajo y temerosos del virus en las ciudades abarrotadas, decenas de miles de peruanos han regresado a sus pueblos de origen, muchos de ellos a pie. Incluso muchas personas han empezado a mendigar de puerta en puerta. Entre los más vulnerables está el casi millón de migrantes venezolanos que desde el 2016 habían llegado en masa al Perú desde su tierra natal debido al irresponsable ofrecimiento del gobierno de Kuczynski - en su odio al gobierno venezolano - de abrir las fronteras para que ingresen sin documentación alguna, ofreciéndoles “trabajos remunerados, casas cómodas y mejores condiciones de vida” pero nada de ello ocurrió. Vistos con gran hostilidad por la inmensa mayoría de peruanos, quienes los acusan no sin razón de haber incrementado la delincuencia y la inseguridad en las calles a niveles nunca vistos y que no son candidatos para recibir los estipendios del gobierno, careciendo además de redes familiares cercanas en las cuales apoyarse, por lo que miles de ellos han emprendido el arduo viaje a pie de regreso a Venezuela. Una excepción era Domínguez, quien llegó a Perú hace dos años y estaba entre los venezolanos que se quedaron. Había ganado lo suficiente como para que él y su mujer tuvieran un segundo hijo el otoño pasado, una decisión que habían pospuesto durante años. Este año planeaba visitar Venezuela con sus primos, ansioso por presentarles a su hijo recién nacido. Cuando una ambulancia llegó a su casa, minutos después de su muerte, los médicos le dijeron a Ponte ‘que no disponían de pruebas para confirmar si tenía Coronavirus’; su esposo se convertía así en uno más entre las legiones de víctimas no incluidas en el recuento oficial. Y encima le dijeron que no tenían dónde almacenar su cuerpo. “La ayuda no llegó. La ayuda no llegó. Yo lloraba a gritos y nadie vino”, dijo Ponte, mientras lloraba amargamente y el cuerpo de su esposo yacía en una bolsa negra afuera de la habitación donde estaba sentada en una cama con su hijo de diez años y su bebé de ocho meses. ‘Era todo para nosotros’ dijo desconsolada” puntualiza la nota. Y así como este terrible drama, miles de casos similares se repiten en todo el país a causa de la improvisación mostrada por esa banda de parásitos e incapaces que han destruido a conciencia al Perú ¿Habrá alguna sanción para estos miserables? No deben quedar sin castigo :(

jueves, 18 de junio de 2020

SUSUKI S-PRESSO: Moderno, versátil y con un estilo único

Suzuki, la marca de origen japonés suma a su amplio portafolio el nuevo Suzuki S-Presso, un modelo que destaca por su enérgico diseño, gran tecnología y precio competitivo en el mercado peruano, y que además llega con dos tipos de equipamiento disponibles: GA MT y GL MT. Felipe Medina, Country Manager de Suzuki para el Perú, señaló que este modelo refuerza el estilo característico de la marca que está basado en la esencia ¡Way of Life! “El Suzuki S-Presso es muy versátil para los amantes del diseño y la tecnología. Contamos con versiones equipadas, un motor que ofrece un gran desempeño, mayor seguridad y confort durante la conducción”, indicó el líder de la marca. Construido sobre la plataforma HEARTECT, que mejora la estructura del auto, la seguridad y reduce su peso, las versiones del Suzuki S-Presso están equipadas con el motor K10B de 1.0 L de inyección multipunto, potencia máxima de 67 HP y torque máximo de 90 Nm que permiten gran desempeño y menor consumo de combustible. El Suzuki S-Presso tiene un carácter SUV, con un look más robusto e interiores únicos. Este modelo tiene el tamaño ideal para trans¬portar a cinco pasajeros y cuenta con un gran despeje del suelo. En cuanto al interior y tecnología, este modelo tiene un estilo único y moderno que cuenta con un sistema de audio Blaupunkt, tablero y velocímetro digital, equi¬po multimedia con pantalla táctil 6.75”, bluetooth, cáma¬ra, sensor de retroceso y aire acondicionado. Además, en temas de seguridad incluye sistema de frenos ABS, doble airbag frontal, bloqueo de puertas en control remoto en la versión GL, inmovili¬zador antirrobo y sistema de anclaje ISOFIX para el asiento de los niños. Ya disponible en el Perú en la red Derco center a nivel nacional a un precio de $8,690 GA y $9,390 GL :)

martes, 16 de junio de 2020

MUSEO PEDRO DE OSMA: Revelando sus tesoros vía online

Decían las buenas lenguas que su estirpe se remontaba a cierta nobleza española oriunda de la región El Burgo de Osma, en Soria. Que su reino en el nuevo mundo había sido labrado gracias al comercio azucarero de las haciendas del norte. Que su padre, un prominente hombre de leyes, había llegado a ser sucesivamente presidente del Club Nacional, alcalde de Barranco, alcalde de Lima y Presidente de la Cámara de Diputados. Que por su inclinación pierolista fundó el diario La Prensa y por su devoción artística construyó una mansión de líneas afrancesadas en la avenida más arbolada de su barrio. Todo lo cual, stricto sensu, era verdad. Es más, uno de sus dos hijos haría de aquella espléndida casona no la estancia temporal del veraneo barranquino sino el centro nuclear de sus pasiones: coleccionar obras de arte. Empezando por libros, monedas, tallas en piedra y muebles antiguos hasta platería, textiles y grabados. De pronto se vio rodeado de vírgenes, ángeles arcabuceros y otras criaturas que habían habitado los cielos durante los siglos XVI al XVIII. Los exhibía de manera informal a sus amigos y ocasionales visitantes. Hasta que la colección alcanzó proporciones tan desmesuradas como monumentales. Tendrían que pasar 21 años desde la desaparición física del insigne coleccionista para que la Fundación Pedro y Angélica de Osma Gildemeister abran sus puertas al público. Cosa que ocurrió, previa cita, el 13 de julio de 1988 y de manera permanente e ininterrumpida desde 1996. Hasta que llegó la pandemia mundial, el cierrapuertas general y, como respuesta, la reapertura online. Cosa que ocurre desde el pasado 9 de junio mediante la emisión de una serie de 26 videos que recorren todos los espacios del museo con el guiado de Pedro Pablo Alayza, director del Museo Pedro de Osma, apuntalando a un equipo de especialistas de primer orden. “Visitando el Museo”, que así se llama la serie, inicio su travesía virtual haciendo un paneo a la primera sala dedicada al manierismo. Teniendo al sacerdote-pintor Bernardo Bitti (1548-1610) como protagonista, será la historiadora italiana Elena Amerio quien lo aborde incidiendo especialmente en el óleo “La virgen del cetro” (1596). Para que la siguiente semana fueron las tres vírgenes peruanas de la Sala Advocaciones Marianas quienes motivaron las elucubraciones de Ricardo Estrabidis: la Virgen de Copacabana, la Virgen de Cocharcas y la Virgen de la Candelaria. Y Ramón Mujica hablo de la fusión que encuentra en esos ángeles y arcángeles arcabuceros cargados tanto de elementos locales como europeos. Javier Chiquiray se ocupará de aquella vez que la tradición sevillana se impuso sobre el manierismo italiano y afectó la escuela limeña de escultura, especialmente sensible en las imágenes de San José y el niño Jesús. No menos interesante resultará el análisis de Jaime Mariaza sobre el óleo “San Fernando recibe las llaves de la ciudad de Sevilla” (1630), que en clave alegórica incorpora símbolos locales como el cóndor y el sol en insólito paralelismo con la conquista de Sevilla. Y a Ricardo Kusunoki estudiando el “Retorno de Egipto” (1680), cuadro en el que el pintor Diego Quispe Tito brilla por su refinada influencia flamenca. En su paseo por la Sala Cuzco siglo XVIII, Eduardo Wuffarden incidirá sobre el ombligo del mundo como gran productor de imágenes religiosas para el virreinato y la imagen del inca en la pintura de esa época. Ricardo Kusunoki echará un vistazo al brillo de un mobiliario procedente de las Filipinas cubierto con caparazones de tortuga y nácar, mientras Natalia Majluf hablará de la piedra de Huamanga, su iconografía secular, sus múltiples caras y sus variables republicanas y populares. Entonces serán Paloma Carcedo y Luisa Vett quienes se ocupen de la platería virreynal a partir de la exquisita tradición precolombina. Será Ramón Mujica quien también incida sobre ese periodo de la historia peruana cuando hable de algunas tradiciones Tiahuanaco e Inca a partir de un vaso ceremonial (qero) y un alfiler (tupu), cuyos usos son de palpitante actualidad. De eso disertará Luisa Vett. Mientras que Wuffarden analizará el cuadro más famoso del Museo de Osma: “Matrimonios de Martín de Loyola con Beatriz Ñusta y de Juan de Borja con Lorenza Ñusta de Loyola” (1718). Luego de estar expuesta en el Museo del Prado y generar polémica, vuelve a su lugar de origen para seguir deslumbrando a quien se ponga delante de ella. Y, como no podía ser de otra manera tratándose de una institución pionera en restauración, el tour virtual terminará con sendas clases a cargo de los maestros Alvaro Sandoval - jefe del taller y encargado de ‘rejuvenecer’ la imagen del Señor de los Milagros de las Nazarenas, la escultura “La muerte de Baltazar Gavilán” del templo de San Agustín y del Cristo articulado de la iglesia de la Soledad - y de Rossana Kuón, también maestra del museo. Y a manera de ‘bonus track’, una incursión en la llamada Casa Chica de don Pedro de Osma sellará el matrimonio tecnología-arte virreynal. Todo un banquete virtual para celebrar la identidad peruana a tan solo un clic de distancia y que estará disponible hasta el 1 de septiembre. A no perdérselo :)
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