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sábado, 28 de diciembre de 2019

CHILE: Testigos de la Historia

Van más de dos meses del inicio de las protestas sociales que sacuden a Chile que se originaron por un intento gubernamental de elevar la tarifa del Metro de Santiago. El inesperado brote de descontento se generalizó muy pronto al resto del país y adquirió un rumbo preciso: poner fin al infame modelo económico neoliberal que impera en la nación austral desde la instauración de la sangrienta dictadura militar de Augusto Pinochet que derribó al presidente Salvador Allende (1973) y continuado por los gobiernos ‘democráticos’ que lo sucedieron tras el fin del régimen militar. Asimismo, el movimiento hizo patente la nula representatividad de las actuales instituciones y demandó la redacción de una nueva Constitución que reemplace al documento de 1980, redactado con el propósito de impedir cambios sustanciales en esa orientación económica y en la conformación del Estado. El gobierno que encabeza el ultraderechista Sebastián Piñera - quien no oculta sus simpatías por el pinochetismo - no ha mostrado sensibilidad alguna antes las protestas, y por el contrario ordeno una salvaje represión que ha dejado decenas de muertos en las calles, miles de heridos y un número indeterminado de ‘desaparecidos’ torturados cruelmente por los esbirros fascistas tanto en las comisarías de la policía (carabineros) como los cuarteles del ejercito con una bestialidad propia de la dictadura que ensangrentó Chile, según han denunciado diversas organizaciones defensoras de los Derechos Humanos. Pero a pesar de ello, las protestas no han arreciado ni por un momento. Como sabéis, el oficialismo intento neutralizar la exigencia de un nuevo texto constitucional. Pero es claro que a pesar de encontrarse aislados, debilitados y completamente deslegitimados, no tiene la menor intención de emprender un cambio significativo en el modelo imperante, que bajo una falsa ‘prosperidad’, ha incrementado la desigualdad y la pérdida de derechos básicos - sobre todo, educativos, laborales y de salud - del 99% de chilenos, quienes al no tener nada que perder han salido a las calles para mostrar su rabia e indignación contra un modelo inhumano impuesto a sangre y fuego que solo beneficia a ese grupo de privilegiados que tienen en sus manos las riquezas del país y que por ningún motivo lo piensan dejar. Consecuencia de ello, es la brutal represión del régimen asesino en contra de las manifestaciones masivas que, a dos meses de iniciadas, no dan muestra de declinar: las llamadas ‘fuerzas del orden’ - criminales convictos y confesos - han disparado indiscriminadamente con balines de goma sobre manifestantes y viandantes, han rociado con gases lacrimógenos avenidas, parques y hasta escuelas y edificios habitacionales, han matado a decenas de personas, lesionado a miles, perpetrado cientos de violaciones y otras agresiones sexuales en contra de mujeres y de hombres, y han incurrido en otras modalidades de tortura. Precisamente la información sobre las decenas de jóvenes que han perdido un ojo o ambos por disparos de carabineros realizados a corta distancia ha dado la vuelta al mundo y los abusos sexuales de la policía dieron origen a un motivo de protesta que muy pronto se volvió vuelto universal: Un violador en tu camino. Pero la barbarie se supera a sí misma: el pasado fin de semana la opinión pública se estremeció con el video de un manifestante que fue prensado entre dos vehículos antimotines, lo que le provocó graves lesiones internas. Cada una de las victimas de esta salvaje represión tiene su propia historia y es por ello que en esta ocasión conversamos con varios de los protagonistas ¿vale?: “Corrí y sentí que se me cerraba un ojo. A los pocos segundos la sangre en la cara me confirmó que era parte de las miles de personas con heridas oculares en las protestas, un récord que supera el de algunas zonas en conflicto en el mundo” nos dijo para comenzar Carlos Vivanco. Con 18 años y convencido de que un país con menor desigualdad social es posible, engrosa el listado de heridos con perdigones lanzados por las fuerzas policiales en las multitudinarias manifestaciones que exigen el fin del neoliberalismo. La cifra de lesionados oculares en la crisis está por encima del número de casos en Francia durante la crisis de los 'chalecos amarillos', las protestas en Hong Kong y el conflicto israelí-palestino, según denuncias del Colegio Médico de Chile. "Con los perdigones me quisieron meter dolor, pena, arrepentimiento, miedo, pero siento que me hizo el efecto contrario: tengo más rabia que miedo; más odio que pena y es en contra de esas personas que están ahí afuera, disparando indiscriminadamente, mutilando a la gente", dice Carlos con aplomo, en su casa de la comuna de La Pintana, un barrio periférico de Santiago. Este estudiante secundario perdió la visión total en su ojo cuando fue a una protesta en su barrio y mientras corría para evitar a la policía recibió ocho perdigones en su cuerpo, incluido el que le causó la grave lesión ocular en el ojo izquierdo. El derecho se salvó por poco: otro perdigón quedó incrustado en el lagrimal. Unos centímetros más y Carlos hubiera corrido la misma suerte de Gustavo Gatica, un estudiante de 21 años que quedó al borde de la ceguera total tras ser herido con perdigones en sus dos ojos. "Estaba claro de lo que son capaces (de hacer), pero no pensé que tenían el permiso para disparar así, a lo carnicero", asegura este chaval, herido durante la primera semana de protestas. A pesar de su juventud, Carlos ya es todo un veterano de las revueltas estudiantiles que lideran la convulsión social, una militancia que aprendió junto a su hermano mayor, quien en el 2006 participó en la llamada "Revolución de los Pingüinos" contra el primer gobierno de la ‘socialista’ Michelle Bachelet. A kilómetros de La Pintana, en las cercanía de la Plaza Italia - epicentro de las manifestaciones y renombrada por los manifestantes como "Plaza Dignidad" -, César Callozo fue herido al igual que Carlos, cuando tocaba su tambor junto a otros músicos. "Había un ambiente muy lindo; de repente sentí el golpe en el ojo y me caí al suelo. Luego el dolor se fue y se me durmió la cara; me puse de pie y grité que no me iban a ganar", recuerda al borde del llanto este constructor y músico de 35 años, mientras espera junto a otros heridos su control médico en el hospital Salvador de Santiago. En la misma sala, Nelson Iturriaga, de 43 años, también espera que los médicos le ayuden a recuperar algo de visión en su ojo herido. Quisieron apagar el incendio con bencina (combustible) y la gente sigue en las calles", pidiendo "dignidad", dice este constructor. Peor lo ha pasado Eliacer Flores de 30 años, quien se dirigía luego de comer a la Plaza Italia, donde se encontró con un enfrentamiento entre manifestantes y la policía. Eliacer se unió al bando de los civiles, mientras se protegía con una plancha de metal: “Pero me asomé a mirar y me llegó el perdigón en el ojo derecho”, relata. “Sentí el mayor dolor físico que he sentido en mi vida, un frío intenso en todo el cuerpo, un pitido en los oídos y ganas de desmayarme. Horrible. Pero la adrenalina y el miedo a que los carabineros me agarraran y me mataran en plena calle, me hizo correr y pedir ayuda”, señala Flores. Lo han sometido a dos operaciones, pero perdió por completo la visión de un ojo. “Probablemente deberé usar una prótesis. Intente volver al trabajo, pero mi estado físico lo impidió y los médicos me extendieron una nueva baja. En estos dos meses ha pasado por distintos estados anímicos: Ira, miedo, tristeza, rabia. Este país necesita una reestructuración completa del sistema, partiendo de la política corrupta, la salud, la educación y las pensiones que permitan un futuro digno para nuestros viejos. En honor a los muertos, los heridos y los violentados debemos seguir luchando. Lo que hemos perdido y lo que hemos dado no puede quedar en nada” expreso. Otro caso trágico es el de Maite Castillo de 23 años, quien no participaba en ninguna protesta ya que solo pasaba en moto junto a su novio por la Gran Avenida - una importante vía de su comuna - donde se producía el saqueo de un supermercado. “Nos estacionamos al frente, en una gasolinera y nos quedamos mirando. Me bajé de la moto, me saqué el casco y observé que venían dos carabineros disparando al aire. Como portaban escopetas, los insulté. Hicimos contacto visual, se me quedó mirando, cargó su arma y me disparó de frente”. El perdigón le dio de lleno en la órbita del ojo derecho: “Perdí la visión, no veo absolutamente nada por ese ojo”, señala. Desde entonces, la han operado dos veces a causa de una hemorragia que no sanaba. Mientras, pasa los días en su casa guardando reposo: “Esta será una Navidad distinta. Triste por lo que me ocurrió, sin duda, pero la gente en este país por primera vez no está centrada en el consumo, sino en otros asuntos fundamentales, con mayor empatía hacia el resto. El precio que he tenido que pagar es muy alto, pero al menos Chile ha despertado”. Mauricio López, jefe de turno de la Unidad de Trauma Ocular del Hospital Salvador, que recibe a la mayoría de las victimas de perdigones, lamentó la situación: "Tenemos el triste récord mundial del número de casos de ceguera. Mucho más que en otras zonas de conflicto. Es una epidemia", advirtió el oftalmólogo. Como era de esperar, el gobierno de Piñera defendió el accionar de los Carabineros ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aunque se comprometió a "acotar" el uso de perdigones, pero todo sigue igual y el número de quienes han sufrido graves lesiones a la vista - porque esos criminales disparan a la cara - se han multiplicado. "El movimiento me costó un ojo, pero estoy feliz, porque la lucha por un Chile más justo continua", nos dice Carlos, mostrando con orgullo el tatuaje que sobre sus dedos que reza la palabra "Libertad" la cual por cierto, pronto llegará. Un nuevo Chile donde Piñera y sus secuaces deberán pagar con su vida todo el terrible sufrimiento causado a su propio pueblo con el único objetivo de mantener a toda costa sus insultantes privilegios. No escaparan a lo que les espera... a por ellos :)

jueves, 26 de diciembre de 2019

ESPUMANTE RICCADONNA: Celebremos todo

Como sabéis, el Perú se ha convertido en el tercer país importador de la marca Riccadonna en el mundo, un espumante del italiano Gruppo Campari que este año crecerá más de 10% en ventas. Para conocer más sobre su origen, es preciso visitar la localidad de Asti - ubicada al noroeste de Italia - cuna de los viñedos que dan origen a esta bebida, que hoy representa más de 50% de los espumantes importados en el país: Asti, en la región Piamonte, es una zona que por sus características de clima, y agua todo el año, produce las uvas que dan origen al espumante Riccadonna del Grupo Campari. En ella prevalecen colinas cubiertas de viñedos; En Asti hay 10 mil hectáreas destinadas al cultivo de uva, de las cuales 1,000 hectáreas son destinadas a Gruppo Campari. Cabe destacar que es la tierra de Riccadonna, Cinzano y Mondoro, donde cada metro cuadrado produce un kilo de uva; Son unos 500 agricultores asociados los que abastecen de uva a la compañía italiana, y que trabajan en colaboración todo el año para tener una calidad homogénea (niveles de dulzura y acidez). En el 2019 la vendimia se adelantó y culminó a inicios de septiembre; Cantine Rolando, uno de los centros de acopio de uva más importante para Riccadonna, controla la calidad de la uva y elabora el mosto (jugo de uva) que es conservado a cero grados de temperatura, el cual se traslada luego a planta para su fermentación natural; Riccadonna Asti representa en Perú cerca del 60% de ventas de la marca y es importado por LC Group. También posee las variedades Rubí, Allegra y recientemente Moscato Rosé. No se descarta que más adelante lleguen otras variedades como Proseco; Debido a su bajo contenido de alcohol y su sabor típicamente dulce, Riccadonna puede ser consumido como un aperitivo, o acompañando platos principales o un postre explica el sommelier, por lo que tiene una relación estrecha con la gastronomía; Diversos estudios comprueban que el consumo per cápita de espumantes en el Perú es de alrededor 0.15 litros por persona, aún por debajo de países de la región como Argentina que llega a 0.9 litros y Chile 0.6 litros, dejando entrever que el potencial de crecimiento es importante. Por cierto, el Gruppo Campari es la 6ta compañía más grande de licores a nivel mundial, y cuenta con un amplio portafolio que incluye las reconocidas marcas: espumantes Riccadonna, Skyy Vodka, Appleton Estate Rum, Bulldog Gin, Aperol, Campari y Wild Turkey bourbon, así como una amplia selección de marcas Premium. Actualmente operan directamente en 20 países del mundo, entre ellos Italia, Alemania, USA, y Suiza; y están presentes, a través de distribuidores en 190. Es tiempo de celebrar, es tiempo de Riccadonna :)

martes, 24 de diciembre de 2019

NAVIDAD BARROCA / VIVE LA TRADICIÓN: Una exposición sin igual en el Museo Pedro de Osma

En el Perú la tradición navideña se vive desde el siglo XVI. Y no hablamos únicamente de las tradiciones de aspecto social, como las reuniones, los regalos y las cenas. Sino también sobre la llegada de la navidad al imaginario de los artistas nacionales. Desde esa época se comenzaron a crear pinturas y esculturas que plasmaron escenas narradas en esta fiesta cristiana. Precisamente ahora, el Museo Pedro de Osma presenta la exposición titulada ‘Navidad Barroca: vive la tradición’. Bajo la curaduría de Francisco Leo, la muestra es un recorrido temático a partir de piezas referentes del llamado barroco andino, que recrean desde la Anunciación del arcángel Gabriel a la Virgen María hasta el Nacimiento de Jesús. En la exhibición se presentan tres nacimientos y tres pinturas, así como dos esculturas no exhibidas anteriormente. Todas pertenecen a la colección de Osma. Una de las piezas que más resalta, por el detalle y precisión con el que fue elaborada, es un baúl rectangular del siglo XVIII. Alberga una serie de pequeñas figuras moldeadas en pasta policromada que representan escenas de los Evangelios, como La anunciación de María, El sueño de San José, La matanza de los inocentes, El bautismo de Jesús y otras escenas. Todas están cercadas por típicos balcones cuzqueños tallados y, a su vez, rodean la principal: la adoración del niño Jesús con la Virgen y San José bajo un cobertizo. Así también, encontramos una escultura que muestra a la Virgen María y José admirando a Jesús, rodeados por una abundante mesa con frutos y bellos candelabros. Explorando otros materiales utilizados en las creaciones tenemos un nacimiento en piedra de Huamanga, cuyas 127 piezas talladas en alabastro exponen distintas escenas referentes a la vida de Jesús. Este trabajo, además, es una muestra de la importancia que se les da a los nacimientos desde hace cientos de años. Más allá de documentar el pasado, Navidad Barroca nos conecta con esta festividad de una forma diferente: a través del arte. Ese que toca una fibra sensible y nos permite maravillarnos con el detalle, pasión y creatividad que se plasman en las piezas. Recuerda que la muestra se exhibe hasta el 12 de enero del 2020 en el Museo Pedro de Osma (Av. Pedro de Osma 421, Barranco) :)
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