Una noticia procedente de Chiclayo - al norte del Perú - llama la atención ya que, aprovechando la celebración de la Navidad, la alcaldesa comunista de esa ciudad no se le ocurrió mejor ‘ideota’ de instalar “un árbol” ... hecho de papel higiénico y otros materiales reciclables, enrollados en un armazón de fierro en medio de la plaza principal de la ciudad, lo que no solo es una burla a las tradiciones cristianas - a tal punto que ha sido rechazado e incluso vandalizado por los propios chiclayanos - sino que el precio de ese espantajo supera nada menos que los S/20.000 lo que es todo un escándalo, dada las graves carencias que sufre la ciudad bajo su nefasta administración. En efecto, lo que debía ser un motivo de celebración se convirtió en una polémica que encendió las redes sociales. Un singular “árbol de Navidad” instalado en el Parque Principal de Chiclayo, en la región Lambayeque, desató la molestia de los vecinos, quienes criticaron duramente su presentación y adornos, calificándolo como una vergüenza y una burla para la población. También cuestionaron al gobierno local encabezado por la alcaldesa izquierdista Janet Cubas Carranza. La indignación llegó a tal punto que un tiktoker apagó y dañó el árbol mientras transmitía el acto en vivo. El rechazo generalizado a esta monstruosidad obligo a que el personal municipal retirara los elementos que vestían el armazón, dejando solo el esqueleto de fierro bajo custodia del serenazgo. Para “justificar” el hecho las autoridades habían argumentado que “faltaban detalles por terminar”, una explicación que no calmó el malestar de una comunidad que espera mayor esplendor en las fiestas. Su rápida desinstalación, lejos de solucionar el problema, confirma la improvisación y genera dudas sobre la planificación y el uso de recursos públicos para celebraciones. La polémica se intensifico al considerar la figura de la alcaldesa, Janet Cubas, quien proviene de las filas de Juntos por el Perú, partido vinculado a oscuras figuras como la terruca Verónika Mendoza. A pesar del rechazo popular a esa monstruosidad, la sujeta en cuestión se ratificó en que “el árbol está bonito y aún no se había culminado”, intentando minimizar el fallido evento de encendido de luces. No obstante, documentos municipales contradicen su versión, revelando invitaciones formales para la ceremonia realizada este 8 de diciembre. La controversia trasciende el mero adorno navideño, transformándose en un termómetro del descontento ciudadano hacia la corrupta gestión municipal de Cubas y el despilfarro de fondos públicos. Entretanto, la ciudad exige una pieza que realmente represente el espíritu navideño y que justifique la inversión de 20.000 soles, poniendo a la alcaldesa y a su partido político en el ojo de la tormenta mediática y social. La indignación colectiva exige una pronta sustitución del adorno que consideran una burla. Otros manifestaron que la ornamentación no solo decepciona, sino que refleja el estado general de la ciudad - abandonada a su suerte - mencionando las calles deterioradas y un espacio público cada vez más descuidado. Venga ya ¿qué se puede esperar de una comunista seguidora del delincuente golpista Pedro Castillo? Esperamos que la Contraloría - si es que no está pintada en la pared - investigue a fondo este acto de corrupción y sancione a los responsables del despilfarro de los recursos públicos.