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martes, 3 de julio de 2018

PATRIMONIO CULTURAL DE LA NACIÓN: El Complejo arqueológico de Sondor (Apurimac)

Ubicado en la Región Apurimac, se ha convertido en un destino obligado para todo visitante que quiera entablar un contacto directo con la naturaleza y la legendaria historia de la cultura Chanka, aquellos guerreros que en una ocasión pusieron en jaque a los Incas al intentar tomar el Cuzco, pero pagaron con su vida tal osadía, ya que la venganza de los vencedores fue terrible. Los muros del complejo de diez hectáreas de extensión fueron mudos testigos de su trágico final, aquella que la historiografía ‘oficial’ se ha encargado de minimizar. De origen Wari (un imperio antecesor al de los Incas que tuvo su base en Ayacucho y que tras su desaparición en el siglo XII, dio origen a varios señoríos locales, entre ellos los chankas), Sondor está formado por varios sectores donde se encuentran explanadas, andenes, plataformas, muros, edificaciones y recintos de piedra que se utilizaron con fines religiosos y militares. Una de las áreas más conocidas del complejo y que destaca por su gran tamaño es la pirámide Muyu Muyu, la cual tiene ocho plataformas, aunque para llegar a su cima se debe subir unas quinientas escalinatas. Al llegar a ella, se pueden apreciar a lo lejos las montañas circundantes y la cercana laguna de Pacucha. En la actualidad, el templo Muyu Muyu del Complejo arqueológico de Sondor, es parte de escenario del Sondor Raymi, la gran epopeya chanka, la cual es representada todos los años, cada 19 de junio. Es una de las festividades más características de la región, donde se representan los orígenes míticos del pasado chanka. La escenificación es algo similar al Inti Raymi que se realiza en la Fortaleza de Sacsayhuamán en el Cuzco y al Sondor Raymi en Vilcashuamán en Ayacucho, aunque en el motivo es algo distinto, ya que en el se representa no solo el origen, expansión y consolidación de los chankas, sino también el gran enfrentamiento y su conquista por los Incas. Cuentan los cronistas que su ambicioso líder Anccohuayllo, viendo el peligro que representaban los incas para su pueblo, al ver que estaban en pleno proceso de expansión llegando hasta las fronteras de su reino, decidió sorprenderlos y marchar sobre el Cuzco. Si bien al inicio la suerte estuvo de su lado, logrando poner sitio a la capital, del cual previamente había huido el Inca Viracocha, ello cambio cuando uno de sus hijos, el príncipe Yupanqui, ante la gravedad de la situación, destrono a su padre tomando el nombre de Pachacutec, organizando la resistencia de tal modo que pudo pasar a la ofensiva desbaratando a los agresores, quienes precipitadamente emprendieron la fuga abandonando a las momias de Usquwillka y Ankuwillka (los míticos fundadores del pueblo chanka) en el campo de batalla y que siempre los acompañaban en sus campañas militares. La persecución de los incas fue implacable, conquistando con gran rapidez a sus odiados vecinos, dando inmediatamente rienda suelta a su venganza, exterminando sin piedad alguna a los vencidos ante los muros de Sondor. El genocidio - como podríamos llamarlo ahora - fue total, ya que la memoria de los chankas fue borrada para siempre y Sondor fue reconstruida al estilo Inca. Sólo algunos pequeños grupos liderados por Anccohuayllo pudieron escapar de la matanza, huyendo lo más lejos posible que pudieron, internándose en la Amazonia - específicamente en lo que hoy es la Región San Martín - y nunca más se supo de ellos, aunque se cree que de esos fugitivos que se salvaron de terminar convertidos en tambores, descienden los lamas. De acuerdo con los estudios de los arqueólogos, Sondor presenta elementos arquitectónicos de carácter monumental y cuyos restos encierran aun muchas incógnitas por descubrir :)
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