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martes, 6 de diciembre de 2022

CRÓNICAS DEL HORROR: El Diario, vocero del terror

En tiempos en la que no existía internet ni las redes sociales para difundir su ponzoña comunista, los grupos terroristas y movimientos afines utilizaban una serie de medios impresos, como volantes, libelos, pasquines , revistas y periódicos de escaso tiraje y circulación clandestina, los cuales podríamos denominarlos como los antecesores de la hoy autoproclamada “prensa alternativa” (?). Ahora bien, de todos esos medios subversivos, de nombres tan disimiles entre sí - como Unidad, Kausachum, Patria Roja, Amauta, La Voz y Cambio - destacaba uno de siniestra recordación llamado El Diario, vocero de propaganda de Sendero Luminoso, el cual de una manera vomitiva y repugnante, daba amplia cobertura a los múltiples atentados terroristas cometidos por esa banda criminal, que en su insania y bestialidad justificaban su accionar en sus portadas , ya que eran parte - afirmaban - de su “guerra popular”. Cabe precisar ante todo, que este pasquín fue creado a partir del Nuevo Diario (sucesor de El Diario de Marka) el cual es adquirido en 1987 por elementos afines a Sendero, cambiando su nombre a El Diario, conociéndose así desde entonces. Realizando un análisis morfológico y de contenido de ocho ejemplares del citado pasquín del periodo del 15 al 22 de abril de 1988, puede comprobarse perfectamente su grado de afinidad con las huestes terroristas de “Gonzalo”. Pero ¿cuáles eran los temas de interés y el nivel de credibilidad del pasquín senderista? De acuerdo a un informe de Inteligencia el tema de máxima prioridad fue “La Guerra Revolucionaria”, dedicándole siete primeras planas en ocho días, 38 informaciones, tres editoriales y 32 páginas sobre un total de 70 dedicadas a difundir la problemática nacional. Igualmente, presentaba al APRA - que era el partido de gobierno en aquel entonces - como fascista, incapaz y corrupta y a la Izquierda Unida como cobarde y revisionista, que ellos consideraban una traición. En cambio elogiaba las acciones de los terroristas donde sus incursiones que trajeron barbarie, muerte y destrucción eran descritas como “actos heroicos de los guerrilleros”. No era de extrañar por ello que El Diario que siempre apoyase la barbarie, señalando por ejemplo que el Primer Congreso de Sendero, efectuado entre marzo y abril de 1988, “robusteció su organización partidaria por lo que la ‘Guerra Revolucionaria’ se agiganta a cada pasó”. Describió así el vil asesinato - en una emboscada - de 15 soldados en la provincia de Daniel Carrión, la voladura de 16 torres de alta tensión en el Mantaro, el descarrilamiento de trenes cerca de Ticlio, que causaron la muerte de sus maquinistas y pérdidas de 1.6 millones de dólares, y otros crímenes execrables , como “avances de la lucha armada”. El Diario destacó además que en Andajes, Oyón, “tres pelotones del Ejército Guerrillero Popular ejecutaron a gobernadores, alcaldes y regidores porque eran abusivos con la comunidad”, y presenta a esos criminales como “implacables luchadores sociales que ajustician a las autoridades corruptas y a sus cómplices y que organizan al pueblo en función de sus intereses”. En cuanto a la propuesta de dialogo planteada por el jurista Javier Valle Riestra - entonces senador-, el vocero de Sendero publicó un extenso editorial, rechazando el proyecto de pacificación. Textualmente señaló: “solamente se dialoga para pedir la rendición del vencido y jamás puede haber ningún tipo de arreglo entre contrincantes que responden a intereses antagónicos de clase, menos aún en un momento que crece y avanza la revolución; el diálogo solo otorgaría importantes dividendos a la contrarrevolución”. Sobre el pronunciamiento de Enrique Bernales Ballesteros a fin de que las organizaciones de base se integren a la pacificación del país, El Diario no respondió directamente, pero publicó declaraciones de Manuel Contreras, entonces secretario general del Sindicato de Trabajadores y Obreros del Ministerio de Transporte y Comunicaciones, quien atacó a Izquierda Unida y afirmó que “no es posible la pacificación mientras subsista el sistema capitalista”. Sin lugar a dudas que los mensajes y el estilo característico de las informaciones, artículos y editoriales de El Diario evidencian que sus analistas y redactores siempre coincidieron plenamente con el demencial “pensamiento Gonzalo” por más que lo negasen cuando eran detenidos por la policía en las imprentas clandestinas donde eran editadas. Es más, las páginas del pasquín senderista siempre mostraron como objetivo esencial llevar a cabo una guerra psicológica basada en magnificar toda la barbarie senderista como “acciones revolucionarias” y paralelamente injuriar la acción del Estado. Sus informes sobre los crímenes cometidos por esa banda asesina eran tan precisos que indicaron su cercanía con los autores de esas crueles matanzas y sangrientos atentados. Así por ejemplo, cuando se trataba de huelgas y conflictos laborales, describían a los promotores como “trabajadores que llevan a cabo contundentes medidas de lucha que vencen a la patronal a pesar de la represión reaccionaria”•.La cobertura fue mayor cuando los denominados “clasistas” lanzaban explosivos en la Universidad de San Marcos, Indumil y el Ministerio de Transporte y Comunicaciones, donde se puso en riesgo la vida de del exministro Oswaldo Morán Márquez, quien estuvo secuestrado en su despacho varias horas. Es más, cuando la policía antiterrorista y agentes de la Dirección de Búsqueda del Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) detuvieron a médicos y enfermeras involucrados con “Socorro Popular”, a quienes se comprobó haber atendido permanentemente y bajo ninguna presión a terroristas heridos tras cometer atentados y asesinatos selectivos, El Diario difundió declaraciones distorsionadas de representantes del Colegio Médico. Cuando estos exigieron las respectivas rectificaciones, jamás les dieron tribuna. Luego, el pasquín inició una campaña contra la Policía, acusándola de cometer vejámenes y torturas a los galenos que atendieron a miembros de la banda maoísta. De igual forma, sus editoriales sostuvieron que los demás medios de comunicación eran “lacayos del gobierno” y que inventaban falsedades e informaciones destinadas a propiciar el encarcelamiento de “quienes cumplían con el principio hipocrático de atender pacientes sin hacer distingo de su ideología política”. Los ‘analistas’ de El Diario siempre señalaron en sus páginas que “que la guerra popular existe” y por lo tanto, “las guerrillas del Partido Comunista Peruano (Sendero), su avance y accionar, son hechos objetivos”. Para el citado pasquín la fiereza y crueldad de las huestes del “presidente Gonzalo” eran parte de una lucha contra la explotación de “un Estado caduco y parasitario de las clases dominantes”. Aunque sus editores lo negaron hasta antes de huir del país - para continuar apoyando a Guzmán desde el exterior-, el contenido político de las publicaciones de El Diario evidenciaron que siempre fue el portavoz de Sendero. Si bien su director fue Luis Arce Borja, el pasquín se publico a iniciativa de Jorge Luis Durán Araujo. Al poco tiempo, Yovanka Pardavé (a) “Sara” invirtió varios miles de dólares provenientes del narcotráfico y se convirtió en ‘accionista’, según investigaciones de los agentes antiterroristas. Integraban la plana de ‘redactores’ y ‘editorialistas’, Demetrio Blanco Cabezas (a) “Alberto”, Jorge Tullich Moreno (a) “Julio”, Carlos Bandas (a) “Eddy” y entre otros Janet Talavera (a) ” Ana”, quien murió durante el motín del penal “Miguel Castro Castro”. El encargado de transmitir las indicaciones de Abimael Guzmán era Oswaldo Travezaño Valle (a) “Eustaquio”. Si bien su circulación era clandestina, luego de la publicación de la denominada “Entrevista del Siglo” en 1988 - donde Guzmán no solo mostro su adhesión a las ideas de Marx, Lenin y Mao, considerándose “la cuarta espada del comunismo”, sino que además ‘justificó’ la matanza del Lucanamarca, entre otros aborrecibles crímenes, afirmando que los derechos humanos “eran una interpretación burguesa para impedir el avance de la lucha armada” - Arce Borja fue detenido. Sin embargo, la rápida ayuda de la Asociación de Abogados Democráticos - el brazo ‘legal’ de Sendero - posibilito que saliera en libertad y se asilara en Bélgica, donde dirigió hasta su muerte El Diario Internacional que sirvió de caja de resonancia de los crímenes senderistas, pero tras la captura de Abimael Guzmán en 1992 y su firma de un acuerdo de paz con Fujimori, cambio de línea, considerando desde entonces a “Gonzalo” un traidor debido a su “capitulación”. Con la muerte de Arce Borja en el 2019, la posición de El Diario Internacional fue más cercana a los remanentes narcoterroristas que se refugiaron en el VRAEM, desconociendo el citado acuerdo. Convertida en página web, aun continúa existiendo en la irrelevancia más absoluta, lejos de aquellos días en que podría considerarse como una fuente de consulta. Volvamos ahora los crímenes de Sendero en Ayacucho, que no hacían más que comenzar, mostrándose estas bestias más salvajes, crueles y despiadadas que nunca (Próximo capítulo: De Vilcashuamán a Lucanamarca) :(
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