Conocida originalmente como “Espada del Perú” este preciado símbolo que el Presidente venezolano Hugo Chávez muestra con frecuencia en cuanta oportunidad se le presente, fue un regalo de la Municipalidad de Lima en 1825 al Libertador Simón Bolívar en honor de las victorias en las batallas de Junín y Ayacucho que sellaron la independencia sudamericana. Si bien el Libertador ha tenido varias espadas que recibía de obsequio por sus victorias alcanzadas durante la campaña libertadora, esta fue la más importante para el.. En efecto, más que una espada de combate, es una joya hecha de oro macizo de 18 quilates, donde rivalizan en destello y belleza mil trescientos setenta y cuatro piedras preciosas entre diamantes, rubíes y esmeraldas. Su valor incalculable representa el heroísmo desplegado en el Perú por conseguir la libertad de América Latina del dominio español. Conservada en la Bóveda del Banco Central de Venezuela, Chávez ordenó su traslado al Palacio de Miraflores admitiendo que “la hizo sacar de la bóveda porque no pudo resistir más la tentación de tenerla conmigo”.Desde entonces es mostrada con entusiasmo en todas sus presentaciones públicas y cuya réplica ha estado obsequiando a numerosos líderes mundiales.En la hoja de la espada se puede leer las siguientes inscripciones: “Simón Bolívar, Unión y Libertad” en una cara, y en la otra “Libertador de Colombia y el Perú, Chungapoma me fecit en Lima — 1825”. El regalo consistente de dos espadas, una para Bolívar y otra para Sucre, más dos uniformes, tuvieron un costo de $12.879.69 pesos de la época. Con el paso del tiempo la Espada de Bolívar se ha convertido en uno de esos objetos míticos que todos quisieran tocar y ver de cerca por haber sido empuñada por el mismo Libertador y la cual se ha convertido en un símbolo de lucha y revolución para combatir al Imperialismo. La magia que ésta espada posee proviene tal vez del efecto que ésta crea al ser empuñada, la cual establece una conexión con los momentos de gloria de la independencia y transfigura en un revolucionario a aquel que la sostenga. De allí la obsesión de Hugo Chávez por ella. Es sabido que durante su visita a Caracas, el presidente Ollanta Humala pudo apreciar esta invaluable joya en toda su magnificencia de manos de su colega venezolano.
Si al menos siguiera su ejemplo ….