A primera vista, el cocodrilo de Tumbes no tiene enemigos. ¿Quién podría enfrentarse a esos colmillos, a su furia natural, a su velocidad en el ataque? Ubicado en la cima de la cadena alimenticia, todos deberían, deberíamos, temerle. Pocas especies podrían hacerle frente a sus 5 metros de longitud y sus mandíbulas. Pero, aunque es difícil de creer, estos grandes saurios tienen varios depredadores en el norte del Perú. Algunos naturales, aquellos que solo se atreven a atacarlo cuando son crías. Como el jabirú, un ave de patas largas y pico largo que le sirven para atraparlos bajo el agua. O los lagartos y serpientes de la zona. O los mismos adultos de su especie que no le escapan al canibalismo. Pero hay otro depredador más eficaz e implacable. Es el ser humano, que no solo lo caza para utilizar su carne y su piel sino que también destruye su hábitat. La muestra de ello es que esta especie antes reinaba a lo largo del río Zarumilla, incluso se le hallaba por el río Chira. Y en ambas zonas ha desaparecido. También se aleja de los estuarios. Se ha detectado su presencia solo en algunas zonas del río Tumbes y son cada vez más escasos. Como sabéis, los cocodrilos, de manera general, son reptiles de gran tamaño, de cabeza ancha, aplanada y de forma triangular, con fuertes mandíbulas, que poseen dientes muy agudos que se abren con los maxilares; las aberturas de los oídos se encuentran a ambos lados de la cabeza. Al situarse los ojos, la nariz y los oídos sobresaliendo en la parte superior de la cabeza, pueden asomarse sin ser vistos ya que el resto del cuerpo queda bajo el agua. Sus ojos tienen una membrana que los protege permitiéndoles ver, como un tercer párpado, y tienen además unas glándulas lacrimales que les permite expulsar el exceso de sal de su cuerpo con lágrimas (lágrimas de cocodrilo). El dorso del cuerpo del cocodrilo está cubierto de placas óseas y en la región abdominal y lateral tienen escamas. Tienen cuatro miembros locomotores. La cola es gruesa en la base y comprimida en el punto más distante de la cabeza, siendo el órgano más importante para la propulsión ya que mientras nada, los miembros anteriores y posteriores permanecen pegados al cuerpo. Mientras los más pequeños son de color verde oscuro con un dibujo de bandas en la cola y la espalda, los jóvenes son verde oliva sin estas bandas y los adultos son grises con un color de blanco a amarillo en el vientre. Su alimentación es muy amplia, desde los insectos de los que se alimentan los más pequeños, a aves, mamíferos, peces, tortugas, ranas, cangrejos, caracoles y ocasionalmente carroña. Este cocodrilo es mucho más agresivo que el Aligátor Americano, ya que incluso los más pequeños tienden a atacar en vez de huir. Aún así esta especie no incluye en su alimentación a seres humanos, aunque se han registrado ataques. Victimas de la caza indiscriminada, en el Perú existen zoocriaderos para salvar la especie, como el de Puerto Pizarro. creado en 1996. Sin embargo, algunos consideran que si bien el criadero de Tumbes es un ejemplo exitoso de conservación ex situ - funcionando como atractivo turístico -, no tiene efectos en la naturaleza, porque no hay lugar dónde colocar los animales reproducidos debido a la pérdida de su hábitat como resultado del incremento de las zonas pobladas,por lo cual existe un hacinamiento de reptiles en dicho centro experimental.
Es por ello primordial la creación de hábitats artificiales, especialmente en los sitios donde nidifica cerca de sus áreas naturales, para que su recuperación a largo plazo sea posible así como leyes mas estrictas para castigar a los cazadores furtivos..No permitamos su desaparición :(