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sábado, 16 de diciembre de 2017

PERÚ: La hora de la vacancia

Kuczynski ha mentido. Siempre lo hizo y siempre lo hará. Afirmo hasta la saciedad que jamás había tenido vínculo alguno con Odebrecht, pero como la mentira tiene patas cortas al final se descubrió la verdad y ha llegado el momento que enfrente las consecuencias de sus actos. En efecto, si desde el pasado fin de semana este conocido lobbysta y Traidor a la Patria enfrentaba una situación difícil por la revelación hecha en una entrevista sobre las ‘asesorías’ que, contra todo lo que había afirmado cínicamente antes, brindó durante años a través de First Capital (empresa contratada por Odebrecht y que fue constituida por el propio Kuczynski junto a su socio, el chileno Gerardo Sepúlveda), desde el ultimo miércoles la gravedad de su situación se incrementó exponencialmente. Esto por el anuncio de la presidenta de la Comisión Lava Jato del Congreso, Rosa Bartra, sobre un oficio recibido por ella en el que el representante local de esa constructora brasileña, en respuesta a un requerimiento suyo, le informaba acerca de 7 ‘consultorías’ que esta le habría pagado a Westfield Capital (una empresa unipersonal de asesoría financiera perteneciente a Kuczynski) entre noviembre del 2004 y diciembre del 2007. Según el documento, además, la constructora habría pagado a First Capital, entre el 2005 y el 2013, la suma de US$4’043.941 por diversas ‘asesorías’. La gravedad de la nueva información radica, por un lado, en que supone pasar de una contratación indirecta a una directa; y, por otro, en que los años en que se pagó la alegada ‘asesoría’ - que en realidad serian el pago de sobornos - coinciden con aquellos en los que Kuczynski fue ministro del hoy prófugo Alejandro Toledo y se dio en concesión el proyecto de la carretera Interocéanica, por la que se sabe que Odebrecht pagó millonarios sobornos, tanto a Toledo como al propio Kuczynski, quien como se recuerda, hizo un intenso lobby a favor de la constructora brasileña y ahora sabemos el porque. En esa medida, las aseveraciones presidenciales del 23 de octubre (“Puedo afirmar que no he tenido relación profesional ni comercial con las constructoras brasileñas”), el 14 de noviembre (“Yo nunca he recibido aporte alguno de Odebrecht para mis campañas electorales del 2011 y 2016. Tampoco he tenido vínculo profesional con Odebrecht”) y la noche del último jueves ( “No tuve nada que ver con la firma de contratos y pagos de Odebrecht a la empresa Westfield Capital”) han dejado de parecer medias verdades para empezar a lucir como lo que son en realidad, mentiras de grueso calibre. Y las ‘asesorías’ mismas a la constructora brasileña con la gravedad que lo hizo mientras era ministro de Estado, han pasado de ser un inconveniente político a una circunstancia sospechosa de prácticas ilegal por el cual debe responder ante la justicia. La gravedad de esta información presenta varias aristas. La primera indica que tanto los servicios como los pagos se realizaron cuando se desempeñaba como premier, ministro de Economía o presidente de Proinversión. En ese contexto, tenía un innegable poder de decisión sobre el proyecto materia de sus asesorías incurriendo en un claro conflicto de intereses e infracciones de índole penal en su condición de administrador público de un proyecto a cargo del Estado, mientras mantenía relaciones privadas con la constructora a cargo del mismo proyecto. La reacción de Kuczynski ante tan preocupante escenario fue negar lo evidente una vez mas en un soporífero Mensaje a la Nación, donde como era de esperar no dijo nada nuevo, repitiendo al mismo estilo de Toledo las mismas mentiras dichas hasta la saciedad una y otra vez. En su breve discurso casi a la medianoche, mencionó que no tuvo nada que ver de con los pagos hechos por Odebrecht, anunciando que estaba dispuesto a abrir su secreto bancario, reiterando que no iba a renunciar a su cargo, “ya que no pienso abdicar a mis responsabilidades como presidente” indicó. Frente a ello, no queda sino el camino de su vacancia por parte de Congreso, quienes le habían puesto un ultimátum para que renuncie esa noche y al no querer hacerlo, su destitución es un hecho debido a que las nuevas pruebas presentadas en su contra son tan reveladoras que es innecesario que brinde explicación alguna a una comisión investigadora porque su culpabilidad está demostrada. Su negativa a renunciar solo precipitará las cosas. Kuczynski a estas alturas del partido, ya no tiene salvación. El problema en el que esta metido es muy serio, porque bastaba escuchar las airadas intervenciones de los miembros más caracterizados de la oposición mayoritaria en el Parlamento para saber lo que se le venia. El escenario de una vacancia presidencial por incapacidad moral permanente, se da por descontado y quien más ha contribuido para llegar a ese extremo - arrastrando junto con el a toda esa banda de parásitos y oportunistas incompetentes que lo rodea - ha sido el propio Kuczynski, con sus gruesas mentiras y falsas aseveraciones. Lo que ha dicho hasta ahora sobre su comprobada implicación en los millonarios negociados realizados a favor de Odebrecht cuando era ministro de Estado ha sido un burdo engaño de comienzo a fin. Kunzynski estaba en la obligación por la salud del sistema democrático, de ofrecer al país una explicación detallada, veraz y convincente de sus delitos y acto seguido renunciar al cargo, pero no quiso hacerlo y ha elegido pasar por la vergüenza de ser vacado por el Congreso, tal como sucedió en el año 2000 con el despreciable genocida Kenyo Fujimori, quien como sabéis, ante el estallido del escándalo de los ‘vladivideos’ huyo cobardemente del país y renuncio vía fax, lo que no fue aceptado por el Parlamento siendo destituido ignominiosamente. Con su posterior captura y condena a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad, hoy se pudre en la cárcel y al parecer, Kuczynski no tardará en hacerle compañía. A medida que pasan las horas su situación se ha vuelto insostenible, causando con su actitud un gravísimo daño a la institucionalidad democrática, ya de por si herida de muerte. Si aquí se le critica con dureza es para que reaccione a tiempo y no porque uno tenga algún contubernio con la mafia criminal aprofujimorista como cierto despistado pueda creer. Pareciera que se esta repitiendo el escenario de 1968 cuando un golpe militar pudo acabar con la putrefacción belaúndista, donde - vaya coincidencia - Kuczynski fue parte activa de ese régimen corrupto y entreguista. Por lo visto, el perro viejo pierde el pelo, pero no las mañas. Si hubiese tenido algo de dignidad habría renunciado pero por lo visto, prefiere que lo echen y de que manera… Que se vayan todos. Nuevas elecciones ya!!!!
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