Trágico aniversario el del país andino, que sufre una aguda crisis política, económica y social, producto de la incompetencia e incapacidad del golpista Martín Vizcarra para hacer frente al Coronavirus, que hasta el momento se ha cobrado la vida de 50 mil peruanos, según da cuenta el diario británico Financial Times que ha puesto al descubierto todas las sucias maniobras del régimen vizcarrista para tratar de ocultar el real número de fallecidos, adulterando de una manera criminal las cifras de los muertos para que no quede en evidencia su rotundo fracaso y las responsabilidades penales que tanto este impresentable sujeto como los parásitos comunistas que lo rodean tendrán que responder antes de lo que se imaginan ante la justicia. Debido precisamente a las presiones para que diga la verdad, la ministra de salud Pilar Mazzetti recién ha admitido el engaño este miércoles, confesando que el número de decesos es de 43 mil - y ya no 18 mil como decían en la víspera - tratando de acercarse a la cifra real. Venga ya, pocas veces la prensa internacional le dedica tanto espacio como ahora a lo que sucede en el Perú, ello debido al desastre ocasionado por aquella banda de improvisados que la han destruido y saqueado a más no poder, acompañando las notas con espantosas imágenes de la extrema miseria que se vive en los arenales y las montañas desérticas que rodean Lima, algo que muchos en ese país no quisiesen que se mostrasen ya que desnuda meridianamente la farsa del neoliberalismo en toda su magnitud. En efecto, bajo el titular Peru in mourning: ‘The virus has changed everything’ (Perú de luto: ‘el virus lo ha cambiado todo’) el acreditado medio británico hace un profundo y descarnado análisis de la desastrosa situación que se vive en el Perú - algo que la prensa prostituida adicta al régimen trata inútilmente de ocultar - el cual presentamos a continuación, traducido y entrecomillado claro esta ¿vale?: “A primera vista, pareciera que el Perú había hecho todo bien en su batalla para combatir la propagación del Coronavirus: Impuso un cierre temprano y duro, cerró sus fronteras, utilizó toques de queda nocturnos y dio a conocer uno de los paquetes de apoyo económico más grandes de la región. Pero no nos engañemos, Todo fue un fracaso descomunal y hoy el país se tambalea al borde del abismo. La pandemia del Coronavirus lo ha castigado duramente haciendo trizas su modelo económico neoliberal impuesto por Fujimori en la década de los 90 y que desde entonces los sucesivos gobiernos lo habían mantenido hasta hoy. Ubicado en el ‘top’ de los países con mas contagiados en el mundo, Perú también es visto como uno que posee los mayores porcentajes de aumento de muertos en el planeta por encima de los niveles normales. ‘Nuestra capacidad de respuesta es débil. Al principio solo teníamos 100 camas de cuidados intensivos en todo el país’ dijo a modo de excusa Patricia García - ex ministra de salud y profesora de la universidad Cayetano Heredia en Lima - para graficar la tragedia que se ve en los hospitales y centros de salud públicos, completamente colapsados y desabastecidos hasta de lo mas elemental, mientras la gente muere en las puertas de los nosocomios por falta de oxígeno y medicinas, que son acaparados por empresarios inescrupulosos que los venden a precios exorbitantes traficando con la salud de la población y todo con la venia del gobierno, que aduce que no puede intervenir en regular los precios ‘ya que el Perú se rige por las leyes del libre mercado’ mostrándose indolente mientras miles mueren en las calles a la vista de todos, suplicando por una ayuda que no reciben por parte del gobierno. Con el número de casos que siguen en aumento sin cesar, Vizcarra extendió el bloqueo hasta finales de julio, colocando al país en una de las cuarentenas más largas del mundo, pero de nada le sirvió ya que la cifra de muertos y contagiados ha crecido imparablemente y hasta los cementerios están a su máxima capacidad y se sabe que ya no reciben los cuerpos de los fallecidos, por lo que están apareciendo abandonados en la vía pública. ‘Cada mañana, cuando me levanto, siento que el Perú esta de luto’, dijo Claudia Sandoval, una abogada de 43 años y madre de tres hijos que perdió su trabajo cuando se produjo la pandemia y ahora trabaja como repartidora para sobrevivir. ‘Personalmente, sé de tres personas que murieron, y mis amigos dicen cosas similares. En un caso, mamá y papá murieron. Uno de sus hijos infectó a los padres. El virus lo ha cambiado todo. Ha cambiado mis planes de vida, ha cambiado la vida de mis hijos’ aseveró. Hay muchas razones por el que los casos Coronavirus en el Perú hayan crecido en forma exponencial, y entre ellos esta en primer lugar la informalidad de su fuerza laboral. Si bien este es un problema en América Latina y en todo el mundo en desarrollo, es particularmente grave en el Perú. El FMI dice que el 70 por ciento del empleo era informal hasta antes de la pandemia, frente a un promedio latinoamericano del 54 por ciento, pero ahora se ha disparado hasta el 80%. Muchos peruanos dicen que han tenido que romper el encierro forzoso decretado por el gobierno para trabajar y sobrevivir, por lo que al hacerlo no les ha importado contagiarse y de paso a todo aquel que se cruce en su camino. Lima, hogar de 9 millones de personas, casi un tercio de la población, también es un imán para los migrantes del interior pobre. Luego de haber perdido el trabajo por el encierro y los despidos generalizados, miles abandonaron la capital para regresar a sus pueblos y aldeas ubicadas en los Andes y en la cuenca del Amazonas, llevando consigo al Coronavirus. La escala del éxodo tomo por sorpresa al gobierno. La policía detuvo inicialmente a los migrantes que salían de la capital y los obligó a volver a la cuarentena, pero ante la creciente cantidad de desplazados - hasta 70 mil según cifras conservadoras - se dio por vencida y ahora lo hacen libremente contagiando los lugares por donde van en los cuales los servicios de salud son nulos. ‘Los números de infectados y muertos por Coronavirus en el Perú son altísimos porque la gente no ha querido seguir la cuarentena y ahí vemos los resultados’ admitió García. Las cifras oficiales - engañosas desde todo punto de vista - señalan que el Perú, con una población de 32 millones, ha evaluado a 1,2 millones de personas, más que en sus países vecinos, pero lo que no se dice es que aquellos exámenes, solo el 14 por ciento han sido pruebas de PCR molecular (reacción en cadena de la polimerasa), consideradas como las más confiables. El resto han sido pruebas de serología y pruebas rápidas nada confiables, que muchos países no lo incluyen por ello en sus números oficiales. Pero al igual que su caótico y anticuado sistema de transporte público, los mercados y centros de abastos se han convertido en importantes foco de contagio. Estos locales, bulliciosos, estrechos y repletos de productos locales ubicados junto a basurales infestados de ratas, son una característica del comercio peruano. Con la cultura culinaria más repulsiva de América del Sur, los peruanos regularmente compran alimentos en esos lugares insalubres en lugar de hacerlo semanalmente en una tienda de supermercado, debido a los bajos precios de sus productos. ‘Voy a los mercados y la mayoría de la gente no observa las reglas’, dijo Eusebio Aguirre Palomino, un desempleado de 30 años. “Intento mantener la distancia pero la gente se acerca como si no fuera un problema. La mayoría de los compradores y vendedores no usan guantes y solo unos pocos usan máscaras. En los primeros días de la cuarentena, todos los usaban. Ahora no’ agregó. Si bien la mayoría de los casos se encuentran en Lima, las regiones del norte del país, como Piura y Lambayeque fueron las primeras en ser afectadas, debido a un brote temprano y agudo en Guayaquil , justo en la frontera con Ecuador. Igual sucedió en las vastas provincias de la selva de Loreto y Ucayali que tienen una gran cantidad de casos, lo que ha generado preocupación por la situación de las tribus indígenas que están abandonadas a su suerte. Desde entonces y ante la incapacidad del gobierno para contrarrestarlo, el virus se ha expandido rápidamente por todo el país y al igual que Lima, están atravesando la misma situación Arequipa, Cuzco, Ayacucho, Ica, Junín, Huanuco, Cajamarca, San Martín, Madre de Dios y Áncash. A ello debemos agregar la posición asumida por el gobierno de ocultar por razones políticas el real número de fallecidos que son el triple de los anunciados oficialmente. Se sabe que el Perú lidera el exceso de muertos en el mundo comparado con otros años, registrando más de mil muertes en exceso por cada millón de habitantes. Va a pasar lo que ocurrió en Colombia y Chile con incrementos de hasta el 200% y 300%, respecto al promedio de victimas que tenían antes, mientras el número de fallecidos por Coronavirus crece sin cesar. En cuanto a la tasa de mortalidad, el Perú está por encima del promedio histórico por semana ya que han llegado a 6,500 cuando antes del Coronavirus era de 3,250; esto implica que de enero al 8 de julio había 40,100 decesos más, 149% de exceso y que no aparecieron en las cifras ofíciales. La tasa de mortalidad también aumentó en zonas urbanas. En Lima, el promedio por semana histórico alcanzó 1500 muertos, pero con el COVID-19 pasó a los 3000. De enero al 8 de julio, en la capital murieron 23.200 personas más comparado con otros años, un exceso de 289%. Desde entonces y hasta finales de julio, el número de decesos no ha dejado de crecer, llegando a los 50 mil muertos. De seguir la tendencia - y todo indica que así será - a finales del año se llegará a los cien mil fallecidos, con el 50% de los peruanos que terminaran infectados.Y estas cifras seguirán creciendo a medida que no halle una cura para el virus, del cual se dice que llegará recién en el primer trimestre del 2021” puntualiza la nota. Hasta entonces, nos preguntamos ¿cuantos más morirán en este país por culpa del vizcarrismo? De nada van a servir sus demagógicas medidas populistas anunciadas por aquel mentiroso consuetudinario el 28 de julio, donde prometió montos y obras que sabe que no podrá cumplir en los meses que le quedan. A propósito ¿que fue de los 80 hospitales, mil colegios y el millón de tablets ofrecidos hasta el hartazgo? Nada de nada. Como todo lo demás, fueron palabras que se las llevo el viento :(