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sábado, 10 de octubre de 2020

MRTA: La sombra sangrienta del terror

Menos conocido que Sendero Luminoso - pero tan asesinos y despreciables como ellos - el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) fue otro grupo terrorista que ensangrentó al Perú por las décadas de los 80 y 90 del pasado siglo. De inspiración aprista y fundado por Víctor Polay Campos (hijo de un dirigente del viejo y decadente partido de la estrella), a diferencia de Sendero y de forma similar a otras organizaciones armadas americanas con las que mantuvo vínculos, el grupo subversivo reivindicaba sus acciones. Sin embargo, incurrió en actos terroristas y criminales como asesinatos, secuestros, daños a la propiedad, torturas, robo y extorsión. Alcanzo notoriedad internacional con el asalto en 1996 a la residencia del embajador japonés en Lima donde capturo a centenares de rehenes, pero el fracaso de su operativo y la muerte de quienes participaron a manos del ejercito que rescataron a los secuestrados, marco su final. En la actualidad, esta organización se encuentra desarticulada en el plano militar, pero hay indicios de que algunos de sus exmiembros estuvieron intentando reconstruir una estructura organizativa al menos hasta la primera década del siglo XXI, infiltrándose en organizaciones civiles de extrema izquierda. Hoy vuelve a hacer noticia con la reciente publicación de un libro escrito por su encarcelado líder, titulado Revolución en los Andes, donde enaltece los atentados perpetrados por el MRTA, lo cual ha sido calificado con justa razón como una clara apología al terrorismo. En efecto, este debería ser un buen motivo para aplicar esa casi dormida y olvidada ley, la cual ha servido muy poco en los últimos años. El Estado está en la obligación de defender a la sociedad de elementos nocivos que tratan de justificar, ensalzar y cubrir de “heroicidad” los miles de crímenes que cometieron desde los años 80. Como sabéis, Polay lleva 28 años preso en la Base Naval del Callao, pero sigue siendo el mismo terrorista y asesino de siempre. Ni sus nexos con la izquierda “democrática” ni su esfuerzo ni los de sus amigos por presentar a esta banda armada como un grupo de “románticos guerrilleros” le lavan la cara. Es un hampón de la peor calaña que el largo encierro no ha cambiado un ápice, por más que en sus declaraciones ante la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) trató de mostrar un falso “arrepentimiento”. El cabecilla terrorista (al cual por cierto el vizcarrismo también admira con la misma intensidad que a Hugo Blanco y Abimael Guzmán - a quienes califican de “luchadores sociales” - por lo que no seria de extrañar que dentro de poco apareciera una vomitiva película propagandística que lo enalteciera, financiada por el Ministerio de ‘Cultura’) ha dicho que los secuestradores de la residencia del embajador del Japón en Lima fueron “héroes”, y justifica los raptos y asesinatos cometidos por su banda criminal , afirmando que fueron acciones “políticas”. Lástima que en el Perú algunos, no necesariamente gente sin formación académica sino todo lo contrario, tomen como suya esta mentira con que se trata de “limpiar” crímenes como los del empresario David Ballón Vera o el del general EP Enrique López Albújar. Fue el pasado 28 de agosto cuando un grupo de seguidores de Polay organizo la presentación virtual del libro, que fue difundido a través de redes sociales. Ante el hecho, el procurador antiterrorismo Milko Ruiz recién se animó a denunciar al recluso y a los que resulten responsables por el delito de apología del terrorismo. “Víctor Polay justifica las acciones terroristas cometidas por el MRTA en los atentados de la toma de la residencia del embajador de Japón, haciendo hincapié en la heroicidad que tuvieron sus actores miembros”, se indica en la denuncia. En ese sentido, el procurador Ruiz advirtió que “cualquier persona que incurra en el delito de apología será inmediatamente denunciada y estaría sujeta a recibir una pena de hasta 15 años de pena privativa de la libertad”.Cabe destacar que Polay tendrá que enfrentar esta denuncia a solo seis años de culminar su condena, que finaliza el 3 de enero del 2026. En la publicación, el autor formula afirmaciones falsas con el objetivo de confundir a los lectores y ganar adeptos. Por ejemplo, escribe que un miembro del MRTA debe estar “dotado de una moral superior; por eso inculcamos que un tupacamarista debía ser el más respetuoso de las leyes de la guerra. Jamás atacar a la población civil, respetar a los prisioneros, cuidar a los heridos”. Pero esto está totalmente fuera de la realidad. En septiembre de 1992, los emerretistas secuestraron al empresario David Ballón Vera y pidieron dinero por su rescate. Pero luego de cinco meses sin llegar a un acuerdo, lo asesinaron. Cuando la Policía encontró su cuerpo, no lo reconocieron, ya que apenas pesaba 40 kilos y tenía la barba crecida. Durante el tiempo que estuvo como rehén y en condiciones infrahumanas, bajó 50 kilos. “El empresario fue sometido a condiciones de privación de alimentos y maltrato físico durante su cautiverio y fue finalmente ejecutado mediante disparos de arma de fuego en el cráneo por sus secuestradores”, concluyó la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Como recordareis, el MRTA fue una organización terrorista fundada en 1984 y liderada por Víctor Polay hasta su recaptura y encarcelamiento en julio de 1992. Posteriormente, Néstor Cerpa Cartolini asumió la conducción del grupo hasta su muerte en 1997 junto a sus secuaces a manos del ejército durante el rescate de la residencia del embajador japonés, quedando prácticamente desarticulado desde entonces, Como un pretexto para “justificar” sus crímenes, Polay buscó "denunciar la política económica" de los gobiernos y hacer ver al pueblo "la necesidad de emprender la guerra revolucionaria" como "único camino para la solución de fondo de la explotación y la opresión". La primera acción armada pública de este grupo ocurrió en mayo de 1982, cuando cinco subversivos, al mando del propio Polay, asaltaron un banco en el distrito limeño de La Victoria. Un policía que resguardaba la entidad financiera hirió mortalmente a Jorge Talledo Feria, miembro del Comité Central; En julio de 1985, al asumir el Gobierno el APRA, sus ‘compañeros’ del MRTA le dio un año de "tregua", que aprovechó para organizar cuadros guerrilleros en la selva del departamento del Cuzco, centro que fue desarticulado al año siguiente por las fuerzas del orden. Luego de este revés, trasladaron su centro operativo a las zonas cocaleras de los departamentos de Junín, Huánuco y San Martín, donde establecieron una alianza con los barones del narcotráfico; Durante el período de la denominada "Guerra Revolucionaria del Pueblo", experimentó un crecimiento en su estructura política y militar. Así, mientras en 1984 se registran 19 actos terroristas, para 1989 ascendía a 580 acciones; En febrero de 1989, la estructura criminal fue golpeada duramente luego de que su secretario general, Víctor Polay, fuera apresado en la ciudad de Huancayo. La caída causó serios problemas a la dirección subversiva. En esas circunstancias, Néstor Cerpa Cartolini asumió la conducción del MRTA. Con la intención de liberar a sus militantes detenidos y ante la cercanía que su ‘compañero’ Alan García entregue el poder, acabándose con ello las gollerías que disfrutaban en la prisión, los terroristas planificaron la construcción de un túnel de 332 metros de longitud que culminó en los primeros días de julio de 1990. El 9 de ese mes, 47 emerretistas, entre dirigentes y militantes, fugaron a través de él con la evidente complicidad del gobierno aprista; A inicios de la década de los noventa, los terroristas sostenían que ‘la corriente socialista’ atravesaba una profunda crisis por los acontecimientos internacionales (como el colapso de la Unión Soviética y el derrocamiento de la dictadura comunista en Rusia y Europa Oriental). Y en cuanto a la escena nacional, señalaron que las acciones de Sendero Luminoso habían desprestigiado lo que llamaban la "violencia revolucionaria" tratando de distinguirse de ellos, aunque eran igual de asesinos; Para colmo de males, tras el autogolpe de Fujimori en 1992 y la instauración de una sangrienta dictadura, se crearon los comandos paramilitares, las que junto a las denominadas ‘fuerzas del orden’ desataron el terror entre la población cometiendo monstruosos crímenes que no tenían nada que envidiar a los realizados por los grupos subversivos. Ese terrorismo de Estado fue tan incruento que prácticamente líquido por ejemplo a Sendero Luminoso, cuyos remanentes en su mayoría se refugiaron en la Amazonia, coludiéndose con el narcotráfico y convirtiéndose en su ‘brazo armado’; En el caso del MRTA, el 17 de diciembre de 1996, 14 miembros al mando de Cerpa Cartolini tomaron la residencia del embajador japonés en Lima y capturaron a 800 rehenes (congresistas, ministros, embajadores, etc.) pertenecientes a la vida política y económica del país. La finalidad de esta incursión era obligar a la dictadura fujimorista para que libere a 400 de sus militantes condenados por delitos de terrorismo. El mismo día de la toma, liberaron a todas las mujeres y niños que se encontraban retenidos, quedando un total de 72 rehenes en su poder. Sin embargo, el 22 de abril de 1997, luego de largas conversaciones que no condujeron a nada, los militares realizaron una operación de rescate en la cual perdieron la vida todos los integrantes del MRTA. Según un informe de Inteligencia de la Defensa de los EE.UU., aquellos subversivos que se habían rendido y se encontraban desarmados, fueron ultimados a tiros porque la orden de Fujimori era de liquidarlos a todos, lo cual puede considerarse como un crimen de guerra. Es mas, el genocida se regodeo con los cadáveres al recorrer el escenario de la masacre, tal como lo demuestran imágenes de la época. No cabe duda que aquel baño de sangre fue prácticamente el epitafio de un grupo que ahora regresa del olvido con la publicación del citado libro que enaltece sus atentados terroristas. No nos sorprenda si al final Vizcarra salga en su defensa. De este impresentable sujeto y los parásitos comunistas que lo rodean, se puede esperar cualquier cosa… nada bueno por cierto :(
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