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sábado, 13 de febrero de 2021

MARTÍN VIZCARRA: El perfil del lagarto

Por lagarto se conoce al personaje adulador, cínico, calculador y arribista que refleja una atracción especial por quienes ostentan poder político o económico a los cuales tratan de imitar a toda costa. Como sabéis, en el mundo es obvia la relación de dependencia entre los asociados, por lo que siempre alguien tendrá un bien o servicio que otro necesite. La procura del bienestar no es considerada lagartería, de ser así, todos seríamos como aquel ‘reptil’, pero no, él tiene unas características especiales de las cuales anotaré algunas. Sus sentimientos son paradójicos, adoran y al tiempo odian a su víctima, quieren beneficios, pero también le envidian en silencio, por lo que son indiferentes ante su angustia o sufrimiento, aún en esa condición seguirán sirviéndose al máximo cual carroñero que es y, en ausencia de favores que recibir, lo buscan raudos en otra presa. Son halagadores profesionales, empalagan con cumplidos y nunca fastidiarán con la verdad de su conciencia, por lo que su sello más característico es la hipocresía. La víctima jamás sabrá cuál es su segunda intención - siempre tienen al menos una - por eso sus consejos no son sinceros ni fiables, conocen y ofrecen la respuesta que el empoderado quiere oír, así estén conscientes de que sea un despropósito. El lagarto expele veneno adulador que narcotiza a su presa, esta será más propensa a los efectos nocivos dependiendo del tamaño de sus egos. La lisonja produce dependencia y genera alucinaciones, ubica al sujeto en un espectro irreal y peligroso donde incluso pierde su voluntad en busca de halagos. De ahí que veamos a algunos políticos - plato predilecto - que, sin ninguna opción objetiva de ser elegidos, llegan en ocasiones a sacrificar su patrimonio en campaña, ya que sin esta especie las víctimas se sienten incompletas. Otra peculiaridad es la capacidad de adaptación y la falta de ideología. El lagarto es maleable, se acomoda dependiendo de sus intereses, sin tener en cuenta sentimientos loables como el respeto, la lealtad y el afecto, los cuales desconoce. Su norte será la obtención de la merced y para ello no les importa madrugar o desvelarse, asumir el rol de graciosos, dicharacheros, cuenteros y por sobre todo impertinentes, soplones e intrigantes , así como hacer presencia permanente con tal de mantener el interés de su caza. El lagarto no tiene estrato, se encuentra silvestre en cualquier lugar, sin importar la condición económica y social, de hecho, su ambición los hace más peligrosos y su posibilidad de acceso a varios espacios los hace más creíbles y por lo tanto letales. Estemos alerta a esta clase de sujetos inescrupulosos sin decencia ni moral y no olvidemos a Plutarco, quien sabiamente dijo “Los cazadores atrapan las liebres con los perros; pero muchos hombres atrapan a los ignorantes con la adulación”. Hacemos este preámbulo para comentar un libro dado a conocer esta semana, escrito por el periodista Carlos Paredes quien publico con Editorial Planeta: El perfil del lagarto, una investigación periodística que recorre milimétricamente la vertiginosa carrera pública del delincuente Martín Vizcarra, primero como gobernador de Moquegua y luego como usurpador del cargo de Presidente de la Republica tras confabularse con la mafia criminal aprofujimorista logrando la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, a los cuales - fiel a su estilo reptilesco - no dudo en traicionar al poco tiempo, disolviendo el Congreso e instaurando una dictadura con el claro objetivo de eternizarse en el Poder, pero para su mala suerte termino siendo ignominiosamente destituido por incapacidad moral (en medio de una pandemia global en la que Vizcarra tuvo una participación cuestionable y donde abusando de su cargo, se vacuno a espaldas de los peruanos, que murieron por miles debido a su incapacidad manifiesta) por el siguiente Parlamento surgido tras unas elecciones complementarias y al cual creía que iba a tener bajo su control, pero no fue así. Lejos de ser un listado de acusaciones acumuladas contra ese impresentable sujeto, que son conocidas de sobra por los peruanos, y exponer la fragilidad de los absurdos y deleznables argumentos con los cuales Vizcarra esgrime su defensa sobre los casos que ahora investiga el Equipo Especial Odebrecht, este libro logra establecer los patrones de conducta que explican su inesperado ascenso al Poder y vergonzosa caída. Sin partido, sin bancada, sin plan de gobierno, sin ideología; pero con un desesperado instinto de sobrevivencia, oportunismo político y sangre fría. El perfil de uno de los actores políticos más siniestros de la reciente escena nacional, visto con el ojo clínico de un autor que es conocido por tumbar mitos. Carlos Paredes es periodista desde 1990 y a lo largo de su carrera ha publicado trabajos de investigación periodística en televisión y prensa escrita. Fue reportero en los programas noticiosos Panorama, Contrapunto y SIN Censura, jefe del Servicio de Noticias de Frecuencia Latina y director del noticiario 90 Segundos Edición central. Cabe destacar que esta exhaustiva investigación es solo la punta del iceberg de una larga lista de negociados y uso de fondos públicos hechos por Vizcarra para su beneficio personal que le han granjeado más de una investigación fiscal y que terminaran tarde o temprano por enviarlo a la cárcel. Como recordaréis, este cabecilla del crimen organizado - que cuenta con la complicidad del JNE cuyos integrantes groseramente cambiaron su voto para que siguiera adelante en los comicios, a pesar de que legalmente no esta habilitado para candidatear - busca a toda costa ser elegido congresista el 11 de abril para “blindarse” de las muchas acusaciones de corrupción que se le imputan. Es indudable que la desinstitucionalización del Estado peruano es uno de los pilares del caos en el que se ha convertido el país andino. Progresiva, aunque sostenidamente, quienes ‘gobernaron’ los últimos años lo hicieron exclusivamente para enriquecerse a costa del Estado mediante jugosas ‘coimisiones’ y negociados de toda índole y Vizcarra obviamente no ha sido la excepción. Al contrario, su voracidad para saquear las Arcas Públicas a voluntad y sin control alguno lo llevo a cometer la felonía de cerrar el Congreso con el objetivo de atornillarse al sillón de Palacio, al cual entro por la ventana, pero todo autócrata que se respete no quiso soltarlo nunca más y planeo un fraude descomunal en las elecciones que se avecinan presentándose a la “reelección” a pesar de que nadie lo había elegido antes, pero tras ser expectorado por el Legislativo, ahora pretende ser congresista y para lograrlo, intenta victimizarse para convencer a los incautos que nunca faltan y voten por el, embrutecidos por aquella prensa prostituida a los que tanto apoyo económicamente para salvarlos de la quiebra y que ahora Sagasti - aquel admirador de terroristas para variar - hace exactamente lo mismo. Lo triste para el Perú es que el mismo individuo que decapitara la Democracia mediante un golpe de Estado promoviendo una campaña mediática en contra del Congreso acusándolo “de obstruccionista, oneroso e inservible” ahora de una forma cínica y cobarde quiere ser parte del mismo, para seguir mintiéndole al país y permitir que quienes jamás fueron electos para gobernarlo - tanto los parásitos comunistas que lo rodearon como los que hoy forman parte del MORADEF ya que son lobos de una misma camada - continúen haciendo de las suyas a costa de pisotear a diario el Estado de Derecho. Pero hay mas, en un acto que merece el desprecio del país, este lagarto se inmunizo en secreto durante la etapa más crítica de la primera ola, mientras al mismo tiempo miles de familias lloraban a sus muertos por la Covid-19 y otras miles imploraban por una cama UCI o por oxígeno para su paciente, en unos hospitales públicos colapsados y completamente desabastecidos - lo cual por cierto no importaba a Vizcarra - a quien solo le interesaba salvar su pellejo y la de su mujer, ordenando en septiembre del año pasado que les aplicaran las dos dosis de la cuestionada vacuna china Sinopharm (que por ese entonces había llegado al Perú como parte de una serie de pruebas experimentales con voluntarios) sin haberse sometido a ningún ensayo clínico. Según cifras oficiales del Minsa, cuando Vizcarra recibía ilegalmente la primera dosis de la vacuna, se registraba 818,297 peruanos infectados y 7,511 pacientes se encontraban hospitalizados, de los cuales 1,353 estaban en Unidades de Cuidados Intensivos con ventilación mecánica. Unos 32,535 ya habían fallecido oficialmente, aunque sabemos que esos datos no concordaban con las cifras reales, que por ese entonces estaban alrededor de los 60 mil muertos. Alguien que no fue capaz de comprar una sola vacuna para salvar la vida de millones de peruanos, si se vacuno ¿Se puede ser más miserable? Tratándose de Vizcarra, sin lugar a dudas. Ante la creciente indignación originada al conocerse la noticia, este tuvo que admitirlo, aunque fiel a su estilo, volvió a mentir groseramente afirmando que “se sumo a los 12 mil voluntarios para hacerse la prueba experimental” cuando ello es falso, ya que se sabe que presiono a los chinos a recibir la vacuna. En efecto,según se ha llegado a saber, cuando el año pasado llegaron especialistas de la salud desde China para realizar los ensayos clínicos, le propusieron inocularlo tanto a él como a todo su gabinete de ministros, pero Vizcarra rechazó la propuesta, ya que la inclusión de su gabinete en este beneficio habría provocado la repercusión de la prensa, exigiendo a cambio que solamente lo vacunen a él y a su esposa, a cambio de firmar el acuerdo para comprar las vacunas, recibiendo las dosis de manera reservada el 2 de octubre en Palacio de Gobierno. “Vizcarra sabía que lo que se le inoculo no era placebo como afirma ahora a modo de defensa, si no la vacuna destinada para los médicos que monitoreaban los ensayos”, señaló nuestro informante. Al respecto, el expresidente del Tribunal Constitucional y exministro de Justicia, Víctor García Toma, afirmó que este tipo de actitudes solo demuestran su verdadera personalidad. “Lo que merece Vizcarra, no solo por lo que hizo en su desastroso gobierno sino en particular por esta acción, que lo desnuda como persona, es el desprecio moral de todo el país. Es como aquel barco que se hunde, y él saca su salvavidas y se va, y ya de ahí que se salven los que puedan en el barco. Es el campeón del cinismo. Con esta miserable conducta y actitud propia de un cobarde, ha demostrado que no tienen ningún respeto por la investidura presidencial”, aseveró. García Toma señaló que esta situación solo sirve para hundir más la carrera política de quien no ha demostrado ser apto para dirigir a un país. “Ese desprecio y asco moral es lo que debe recibir una carrera pública en donde primó la incompetencia, la mentira y el delito” agregó. Por su parte, el expremier Óscar Valdés indicó que Vizcarra debe ser procesado por las muertes debido al pésimo manejo de la pandemia durante su régimen autocrático: “Vizcarra y sus secuaces deben ser enjuiciados por todas las muertes que provocaron su ineficiencia en el manejo del Estado. Lo que hizo fue un acto de traición al pueblo que confió en el y a los miles que murieron por su culpa” puntualizó. ¿A que espera la Fiscalía de la Nación para actuar? :(
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