Venga ya, es ineludible volver a referirnos en esta ocasión a aquel improvisado, demagogo y populista, quien agazapado en Palacio al cual entro por la ventana sin que nadie lo eligiera y que ahora no piensa dejarlo porque en ello le va la vida, que en uno de sus soporíferos y aburridísimos monólogos que ofrece casi a diario por la televisión, con claros componentes de marketing político y que se erige como la única ‘estrategia’ de defensa para esconder bajo la alfombra el fracaso absoluto de las decisiones del (des)gobierno de advenedizos y oportunistas que encabeza, ante el crecimiento imparable de los muertos y contagiados por el Coronavirus (denominado oficialmente por la OMS como COVID-19) no tuvo mas remedio que admitir su completa incapacidad para enfrentarlo y solo le quedo reconocer que las consecuencias económicas podrían ser similares a las que sufrió el país por la Guerra del Pacífico ¿De quien estamos hablando? obviamente de Martín Vizcarra, quien no tuvo mejor idea que recordar un pasado que sigue siendo muy doloroso para los nacidos en este país por tamaña humillación sufrida en aquella oportunidad, un conflicto iniciado contra Chile en 1879, donde ‘gracias’ a la innata cobardía y pusilanimidad de los peruanos - quienes no supieron enfrentarse a un enemigo mejor preparado - y que tras las aplastantes derrotas sufridas en Angamos y Arica, así como del incendio de Chorrillos, Barranco y Miraflores, culmino con la toma de Lima por los chilenos quienes la sometieron a su antojo durante 3 años saqueándola a mas no poder, obligo a los vencidos a firmar el infame tratado de Ancón, por el cual Perú perdió parte de su territorio que pasaron a manos del invasor y que las conservan desde entonces. Así como en esa ocasión, la actual “guerra contra el Coronavirus” se ha perdido hace mucho y es otra derrota mas que se une al personalísimo ‘palmares’ propio de un país que jamás ha ganado un conflicto, ya que tanto las victorias conseguidas en las Guerras de la Independencia como en el Combate del 2 de mayo, por citar solo algunas, se lograron únicamente gracias a la participación de tropas extranjeras que acudieron en socorro de los peruanos, porque cuando estos lo hicieron por su cuenta, sea con La Mar en Ecuador, Gamarra en Bolivia y Fujimori en la Cordillera del Cóndor - sufrieron así como contra Chile - vergonzantes derrotas. Volviendo al tema de fondo, Vizcarra no solo se declaro vencido, señalando que “ahora dependerá de cada persona cuidarse y que no es correcto esperar la presencia de las fuerzas del orden para obedecer las reglas de la emergencia”, renunciando a su obligación a garantizar el orden público y dejar que el caos se generalice, sino que también recordó que la guerra con Chile tuvo un impacto devastador a nivel de la población y la economía. “Imagínense una guerra convencional, una guerra de ejércitos, un guerra que generó muerte y destrucción, dejando un país mutilado y en ruinas porque la economía se desplomo en los años subsiguientes con indicadores bajísimos”, sostuvo. “Esas consecuencias son similares a la situación económica que podríamos tener por la pandemia en curso” advirtió. Recordó asimismo que en ese tiempo, Perú encaró la guerra dividido y enfrentado ya que el dictador de aquel entonces - Mariano Ignacio Prado - huyo del país robando las arcas públicas dejándolo desarmado, lo cual fue el principal error. “Perdimos territorio, perdimos futuro, perdimos familiares, perdimos vidas, por estar desunidos”, agregó. Lo que el golpista no dijo en ese momento es que por su desbocada ambición de querer eternizarse en el Poder, bien aplazando ad infinitum las elecciones con el pretexto del Coronavirus - como se lo han sugerido sus ‘asesores’ - o en el peor de los casos, nombrar a “dedo” a su sucesor mediante el fraude electoral (que para realizarlo son expertos los parásitos rojos que lo rodean) a quien manejaría en las sombras para que le proteja las espaldas de sus innumerables delitos cometidos y evitar terminar tras las rejas junto a Fujimori, Toledo y Kuczynski, solo va a conseguir que los enfrentamientos se agudicen en los próximos meses y ni pagando a las encuestadoras para que publiquen continuamente sondeos favorables que traten de ocultar su desastrosa gestión, ni mucho menos teniendo bajo su control a los medios de comunicación privados amenazándolos con cortarles la publicidad estatal - que es de lo que realmente viven porque muchas de esas empresas están virtualmente quebradas - para que solo divulguen la “verdad oficial” como se estila en los regimenes totalitarios que aspira a implantar en el Perú, va a conseguir evitar que al final, la verdad siempre salga a la luz. Con unos servicios de salud públicos completamente colapsados, desabastecidos por obra de la corrupción vizcarrista que prefirió dilapidar millones de dólares de las arcas públicas en sus negociados, en lugar de invertir para mejorar la infraestructura de unos hospitales que se caen a pedazos sin equipos ni personal medico, donde quien entra sabe muy bien que no va a salir con vida; Cuando en Piura, Loreto, La Libertad y Lambayeque la situación esta fuera de control, con el número de muertos incrementándose aceleradamente con el paso de las horas, con médicos y enfermeras que se están muriendo junto a los infectados, suplican que les envíen balones de oxigeno, mascarillas y demás implementos ya que carecen de todo; Cuando miles de personas forman kilométricas colas en los bancos para recibir el bono populista, exponiéndose a adquirir como un plus, el virus y esparcirlo en sus hogares cual heraldos de la muerte; Con unos mercados informales y centros de abastos en las zonas populosas que SIEMPRE han sido focos de contagio de innumerables enfermedades debido a la inmundicia en la que se desenvuelven sus labores y que ahora el vizcarrismo en complicidad con los medios digitados desde Palacio, pretenden haber creer que cerrándolos por unos días - cámaras de TV de por medio - se acabo el problema , ya que lo sensato sería clausurarlos definitivamente; Cuando la corrupción en la Policía Nacional llega a limites inadmisibles ya que si los mismos uniformados están involucrados en sonados escándalos, como la compra de materiales a precios sobrevalorados, el cual esta siendo investigado por el Ministerio Público ¿Cómo se puede confiar en ellos?; Cuando el asesor del nuevo ministro del Interior defendió nada menos que a los integrantes de la organización delincuencial Los intocables Ediles y que tiene la protección del titular de la cartera; Cuando el (des)gobierno esconde el número real de fallecidos por el Coronavirus, que seria el cuádruple de los anunciados oficialmente, tal como lo dio a conocer un informe periodístico que desnudo la miseria del régimen; Cuando miles de peruanos de humilde condición hacen largas caminatas de regreso a sus provincias debido al total abandono al que se encuentran sometidos por el vizcarrismo, sin importarles que transportan con ellos el virus a sus comunidades, donde quienes morirán de ese terrible mal tampoco entraran en las cifras maquilladas del oficialismo; Cuando se sabe que tras levantar la cuarentena, lo peor esta por venir y ya se esta viendo por estos días donde nadie respeta las reglas de aislamiento y hacen lo que quieren. Por todo ello, y no quiero extenderme mas porque no tengo ganas de hacerlo. ¿Como alguien en su sano juicio pretende seguir viviendo del cuento, invocando a “la unidad nacional” con claras intenciones políticas y recordando guerras pasadas, cuando lo único cierto es que por su reconocida mediocridad para enfrentar la crisis, ha conducido al país a otra infausta derrota, una mas de su larga y triste historia? :(
