Perteneciente a la cultura Vicus (una civilización que se desarrollo en el extremo norte del Perú entre los años 150 a. C. y 400 d. C.) la llamada Venus de Frías es una estatuilla descubierta en 1956 por unos profanadores de tumbas en la localidad de Frías (Ayabaca, Piura) quienes afortunadamente pudieron ser detenidos cuando pretendían venderlo junto con otras piezas de oro que habían desenterrado. A juicio de los especialistas, la Venus de Frias - como fue bautizada por los arqueólogos - simboliza la fertilidad, la vida y la regeneración. Esta fi¬gura - que representa a una mujer desnuda, con sus manos que al parecer descansaban en algún objeto, en cuyo caso la estatuilla formaba parte de un conjunto - fue trabajada en oro fino de 24 kilates y luce engastes de platino. Mide 15,4 cm. de al¬to y su peso es de 60 gramos. Alambres torcidos y soldados, a modo de un trabajo de filigrana, remarcan sus ojos enchapados con láminas de platino. Los rasgos de la estatuilla son notoriamente femeninos a pesar de sus anchos hombros y angostas caderas. Para realzar su volumen, la figura fue elaborada en base a diversas láminas, las que fueron sometidas a las técnicas del embutido y del repujado, para finalmente ser soldadas. Dos argollas penden de las orejas y los ojos son enormes. Se han encontrado en Frías pectorales de cobre, con colgajos como adornos, los cuales sin duda estaban destinados para los guerreros nobles. Se han hallado muchas láminas recortadas, dentadas, caladas, repujadas y figurativas tanto de cobre como de oro. También se han encontrado gran variedad de cuchillos, algunos con forma parecida al celebre Tumi. Lo mismo en cuanto a aretes y colgajos para los labios inferiores. Por sus características, algunos especialistas sostienen que su origen podría ser importado, de la cultura Tolita-Tumaco (500 AC- 500 DC), Ecuador. Sin embargo, otros arqueólogos sostienen que los orfebres locales recibieron influencia foránea de dicha cultura. Una tercera hipótesis señala que en Frías hubo un asentamiento tolita, que funcionó como centro administrativo y ceremonial. En todo caso, cerca del lugar se encontraba la sede administrativa de los Vicús, en una montaña del mismo nombre a una altitud de 170 msnm. llamada “Cerro Vicús” y que precisamente dio nombre a esta enigmática cultura, la cual sirvió de enlace con otras ciudades andinas ubicadas más al norte. Cabe destacar que la cultura Vicús se desarrolló en el departamento de Piura, en el extremo norte del Perú. Esta región funcionó como frontera cultural entre las áreas que hoy son Ecuador y Perú. Es por eso que en el arte Vicús se pueden ver rasgos artísticos de ambas regiones, por lo que la Venus de Frías no necesariamente haya sido creada por los tolitas. Tras su descubrimiento en la década siguiente, estudios hechos por los arqueólogos en la zona del cerro Vicús, lograron ubicar el cementerio más extenso de este estilo. Se calcula que durante los años que fue explotado clandestinamente se habrían profanado más de dos mil tumbas, cuyo contenido, más de 40 mil especimenes habría pasado en su mayoría a integrar colecciones en el extranjero. Vicús recibió influencias de otros grupos contemporáneos y cercanos, como los Virú y especialmente los Mochica. Esta relación ha sido interpretada como la llegada individuos de elites que se habrían conectado con las elites de Vicús, pero que posteriormente habrían entrado en conflicto, provocando el colapso de la sociedad local tras ser anexados por los belicosos Mochicas a su reino. Desaparecidos de la historia, fue recién que tras la aparición de aquellos objetos de oro saqueados ilegalmente, se supo de la existencia de una cultura de la cual nada se sabía. Hoy, tanto la Venus de Frías como todos aquellos tesoros recuperados se conservan en la Sala de Oro del Museo Municipal de Vicús (Piura) donde son admiradas por todos aquellos que acuden a observarlas :)
