UNA TRADICION DE FUEGO: La quema de muñecos para despedir el Año Viejo
Un grotesco personaje de color verde y mirada agresiva se exhibe en las principales ciudades del Perú. Se trata de una figura que representa al Coronavirus y es uno de los más populares monigotes - junto con el de Vizcarrata - para ser quemados y despedir el año que se va. Si bien es cierto que la quema de figuras está prohibida por las autoridades, nadie hace caso de esa norma ya que es letra muerta y persisten en hacerlo. Ante todo cabe preguntarse ¿Que es el Año Viejo? Es un monigote que representa básicamente el año que termina, elaborado con ropa vieja, cartón o papel, relleno de paja o aserrín y con frecuencia con artefactos pirotécnicos, para ser quemado a la media noche del 31 de diciembre. En cuanto a su origen, proviene de Europa y fue llevado por los expedicionarios españoles que conquistaron esas tierras en el siglo XVI. Se cree que deriva de antiquísimos rituales celtas - que habitaron el norte y centro de Europa - que mas tarde fueron adoptados por los romanos para sus fiestas saturnales. Posteriormente se expandió en el resto del continente y de allí paso al nuevo mundo. Como sabéis, la Nochevieja es la última noche del año. Esa Víspera de Año Nuevo las familias y amigos se reúnen a cenar y celebrar juntos la despedida del año viejo y la llegada del nuevo, entre música, abrazos, bailes, fuegos artificiales y resoluciones para el siguiente año. Cabe resaltar que una tradición peculiar de algunos países latinoamericanos es la quema de muñecos, donde vecinos y amigos se unen para dar vida a figuras elaboradas de cartón y papel, rellenos de aserrín y cohetes, que representan a cuestionados políticos e impresentables personajes que dieron que hablar el año que paso, pasa ser agarrados a patadas y ser quemados en la hoguera. Su confección es toda una fiesta en sí. Para quienes se involucran en la elaboración de estos muñecos esto es un trabajo de equipo: algunos participan en su diseño, otros en su elaboración decidiendo a quien va a representar. Esta tradición se inició simplemente rellenando ropa vieja y quemándola a las 12 en punto, luego se fabricó a los monigotes con prendas usadas rellenas de aserrín o papel periódico. Desde entonces se mejoraron las técnicas de armado, haciendo hoy representaciones de personajes de los más disímiles. Luego son puestos a la venta en los mercados informales, para que a minutos antes de la medianoche del 31 de diciembre se les prende fuego. Son quemados en las calles hasta que queden convertidos en cenizas. El monigote representa básicamente el año que termina. En el Perú además de fuegos pirotécnicos, llevan en su interior objetos que se dejaron de usar en el año que termina y también suelen llevar en una de sus manos el calendario usado. De esta manera, la quema del muñeco representa el año que termina y augura bienestar para el que va a comenzar y de manera simbólica se quema todo lo malo para dejarlo atrás con el año que se va. En algunas partes, ya cuando el muñeco ha sido quemado, algunas familias acostumbran a saltar sobre la hoguera creyendo traer la suerte en el año venidero. Con ello se pretenden borrar los malos recuerdos dejados por el Año Viejo para recibir con alegría el Año Nuevo que se avecina, que peor que el 2020 que trajo el Coronavirus, no puede ser. En cambio, para otros la incineración a la medianoche del 31 de diciembre del muñeco es un ritual de purificación para alejar la mala suerte o las energías negativas del periodo que termina, así como de transición ya que también se celebra la llegada del nuevo año aboliendo lo anterior. Pero para todos celebrar la noche vieja y el año nuevo es un tiempo festivo y alegre en el cual las familias y amistades estrechan sus vínculos. A propósito ¿ya tienes los monigotes del Coronavirus y de Vizcarrata para agarrarlos a patadas y prenderles fuego? No esperes el último momento para adquirirlos... A por ellos :)