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Saturday, February 15, 2025

PERÚ: El llanto inconsolable

Como sabéis, desde que Donald Trump volvió a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, ha tomado una serie de decisiones a la cual cada una de ellas más trascendente, que afectan a países enteros… Y eso que ni siquiera cumple un mes en el poder. En efecto, en el caso del Perú, una de las que más ha golpeado a los parásitos caviares y a la prensa basura en el país andino y que los ha colocado fuera de sí, ha sido el desmantelamiento de USAID, al cual el mandatario estadounidense acuso acertadamente de estar copada por lunáticos radicales de izquierda. En tanto, su consejero Elon Musk describió a la agencia como una organización criminal y un nido de víboras marxistas que debe ser eliminada, ya que solo sirve para la manipulación política y el despilfarro de fondos públicos. Quienes se oponen a esta justa medida, afirman interesadamente que “dejará sin empleo a miles de estadounidenses en el mundo y sin ayuda de salud, educación y alimentaria a muchísimas poblaciones vulnerables” lo cual es una falacia, ya que operaba con una agenda oculta. La agencia de desarrollo internacional norteamericana conocida como USAID, fue fundada en el año 1961 por el presidente John F. Kennedy, y tenía como objetivo “distribuir la mayor parte de la ayuda exterior no-militar estadounidense, cooperando con los países receptores en áreas económicas, agrícolas, sanitarias, promoción de los derechos humanos entre otras”. Al menos eso es lo que dice la página web de la hoy institución cerrada por orden de Trump, y que dependía de la Secretaría de Estado. Pero la realidad era muy distinta a lo que pregonaban. Según la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, USAID gastó 32 mil dólares para la creación de un cómic transgénero en Perú, 1.5 millones para programas “inclusivos” de trabajo en Serbia, 70,000 dólares en un musical de programas “inclusivos” en Irlanda y 47,000 dólares en óperas “transgénero” en Colombia, promoviendo la degeneración entre la juventud a la cual estaban dirigidas. De seguro ni JFK imaginó que los fondos de los impuestos norteamericanos se malgastarían de esta forma. De acuerdo a un informe del Congreso de los Estados Unidos, USAID destinó 1,700 millones de dólares a los países de la región. De este total, el Perú recibió unos 150 millones de dólares el año pasado. Es necesario reconocer que la ayuda norteamericana podría haber sido muy importante en el desarrollo de por ejemplo, cultivos alternativos a la coca, como el cacao y del café peruano. Sin embargo, una gran parte de los fondos que destinaba USAID al Perú no llegaban a los más necesitados y quedaban en el camino como “gasto de la burocracia”. Ahora que el gobierno del presidente Trump ha decidido suspender por 90 días la entrega de fondos de USAID hasta realizar una profunda auditoría y reorganización de la “agencia de cooperación”, los primeros en el Perú que han puesto el grito en el cielo han sido tanto la prensa basura como las ONG´s que recibían millones de dólares de esta agencia. En una información publicada en varios semanarios locales uno se ha enterado que medios de comunicación que se dicen “independientes, imparciales y objetivos” (?) como El Comercio, La República, RPP, Canal N, Correo, Peru21, La Encerrona, Epicentro, Ojo Público y otros similares, recibieron fondos de la “cooperación norteamericana” con una clara agenda desestabilizadora. Ahora se entiende como medios quebrados sin publicidad y escasa lectoría se dediquen a atacar inmisericordemente al gobierno con denuncias falsas y encuestas fraguadas…. No lo hacen gratis. Así como también varias ONG´s caviares como IDL, Manuela Ramos, Aprodeh y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, especialistas en defender a terroristas pero NUNCA, repito, NUNCA a sus víctimas. Uno se pregunta: ¿Qué otros medios de comunicación y ONG han recibido dinero de USAID a lo largo de los años y nunca lo han transparentado? ¿Cuántos se habrán enriquecido en esta danza de millones? Estoy seguro que muchos se llevaran una sorpresa cuando toda la información salga a la luz. Como podéis imaginar, los críticos de la administración Trump afirman que el retiro de la ayuda de USAID en Latinoamérica “creara un vacío de poder que será llenado rápidamente por el enemigo principal de los Estados Unidos”, en referencia a China. Una opinión absurda e interesada desde todo punto de vista. Si bien es cierto que China inició un proceso de construcción de influencia política en los países de la región a través de la Ruta de la Seda, este tiene características muy diferentes a la cooperación norteamericana. En el caso de China, el gigante asiático busca ejercer influencia geopolítica en los países de la región a través de proyectos de infraestructura financiados con préstamos blandos a través de bancos controlados por el gobierno chino. También busca hacerse de intereses económicos estratégicos en los diversos países como proyectos mineros, empresas de generación y distribución eléctricas, proyectos ferroviarios, portuarios, entre muchos otros. Esta cooperación no es gratis, siempre busca un retorno económico para China -como es natural de quien invierte - algo que a los EE.UU. nunca les ha interesado hacer ya que siempre han considerado a América Latina como su “patio trasero” que está en el último lugar de sus prioridades. Cabe precisar que los fondos norteamericanos que llegaban al país andino a través de USAID eran donaciones que no requerían su devolución. Estaban “justificadas” según USAID, por el beneficio final que creaban en las comunidades y para “avanzar el ideal norteamericano de libertad y democracia en el mundo”…. Nada más falso. Aun no se sabe si USAID será reorganizada o desaparecerá por completo - Donald Trump ha dicho que debe desaparecer - y muchos son de la opinión que la agencia nunca cumplió los objetivos para los que fue creada en el año 1961, ya que ha sido utilizada para otros fines que no tenía nada que ver con la cooperación sino con intereses oscuros, financiando ONG´s caviares y medios de comunicación adictos a sus intereses, para que mediante vomitivas campaña mediáticas, implantar su degenerada agenda como la llamada ideología de género. Algo mal tiene que estar pasando cuando “un programa de ayuda” no logro sacar a la gente de la pobreza luego de 20 ó 30 años y de cientos de millones de dólares invertidos, que terminaron en realidad en los bolsillos de ya saben quiénes - los parásitos caviares y la prensa basura - y que ahora se lamentan porque les han quitado la mamadera de la cual han gozado durante tanto tiempo. Los peruanos deben acostumbrarse a trabajar y no vivir pendientes cual limosneros, de la ayuda extranjera. Basta ya de estirar la mano y solicitar bonos populistas, panda de vagos. Bien lo dijo el presidente Ronald Reagan: “El mejor programa social es un trabajo”... A seguir llorando caviares, que esto recién empieza.
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