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Tuesday, April 25, 2023

UN CASO AUN NO RESUELTO: El escandaloso robo de las momias de Leymebamba

Con el retorno de Alejandro Toledo al Perú, extraditado desde los EE.UU. para que responda ante la justicia por sus múltiples delitos, revive otro escándalo acaecido en las postrimerías de su gobierno y que involucra a su estrafalaria mujer Eliane Karp - prófuga a su vez por el Caso Ecoteva - quien se llevo consigo una docena de momias de Leymebamba (pertenecientes al reino de los Chachapoyas) de 800 años de antigüedad, entre otros objetos, con el pretexto de exhibirlos en Europa, pero jamás se volvió a saber de ellas, en un grave atentado contra el patrimonio cultural peruano. En efecto, en una denuncia formulada en el 2006 por el reconocido arqueólogo Federico Kauffmann Doig, denunció que la entonces primera dama retiró, sin consultar previamente, huacos, telares y doce momias de 800 años de antigüedad. Posteriormente se supo que se habían cedido las momias para la exhibición “Los secretos de Chachapoyas”, que se iba a realizar en Viena (Austria). Las piezas arqueológicas fueron sustraídas de la comunidad de Leymebamba, de forma sospechosa, ‘gracias’ a una Resolución Suprema que pretendió convalidar el latrocinio. Kauffmann Doig agrego que en dos oportunidades anteriores, en 1999 y 2000, el Instituto Nacional de Cultura (INC), jefaturado entonces por Luis Repetto, ya había denegado el permiso para que las momias de Leymebamba fueran enviadas a Europa, debido a que las bacterias podían deteriorar los envoltorios y las osamentas. El hecho fue puesto en conocimiento de la Asociación General de Comunidades Nativas de los Estados Unidos, donde se considera una profanación el manoseo inconsulto de los restos humanos de sus antepasados. Esta tesis se recoge en el World Archeaological Bulletin de la Universidad de Southampton (Inglaterra). Ello no le importo en lo absoluto a Toledo y su mujer, que en contra de la opinión de los especialistas, enviaron las piezas a Europa. Así, el 11 mayo del 2006, ambos inauguraron en Viena la mencionada exposición con un total de 93 piezas, entre huacos prehispánicos, utensilios, telares y momias que serían exhibidos hasta el 15 de noviembre de este año, cuando ya la pareja presidencial haya salido de la Casa de Pizarro. Se dijo también que las momias iban a ser exhibidas en Italia. El gobierno toledista autorizó la salida de los bienes arqueológicos a través de la Resolución Suprema 008-2006-ED, fechada el 22 de marzo, en la que se indica que el traslado “cuenta con la aprobación de la Comunidad de Leymebamba” lo cual era falso. Es más, el presidente de dicho gremio de ese entonces, José Emiglio Vera Chávez, señalo en un oficio múltiple enviado a los medios de comunicación local que ni la salida de las 12 momias ni el nombramiento de comisarios han sido autorizados por su comunidad. “Es totalmente falso, porque dicho documento no cuenta con el 50 por ciento más uno de firmas de los 733 comuneros inscritos legalmente en el padrón general de la Comunidad Campesina de nuestro distrito de Leymebamba”, preciso. Vera Chávez explico previamente que el 2 de abril recibió el oficio CMA-003-206, procedente del Centro Mallqui-Museo Leymebamba, en el que le informaban sobre la salida de las piezas para la exposición “Los secretos de Chachapoyas”. A partir de ahí, todos sus reclamos fueron desatendidos. En otra carta, se indico: “La gran mayoría de los miembros de la comunidad campesina de Leymebamba se opone a que las momias de sus ancestros sean paseadas por Europa. Siguen el ejemplo de los nativos norteamericanos, que no permiten que los cuerpos de los difuntos de sus antepasados sean excavados ni trasladados o traficados a través de exposiciones”. Se pudo conocer que el traslado de las 12 momias Chachapoyas se hizo de manera apresurada. Pese a las protestas de los comuneros, las 93 piezas, incluyendo los restos humanos, fueron embalados en horas de la madrugada dentro del museo local y enviados a Lima en un camión. En la capital fueron introducidos en cajones y embarcados rumbo a Austria, con el mismo apresuramiento, a pesar de que los restos momificados tienen más de 800 años y pueden estropearse ante un mal manejo. Los restos humanos corresponden a hombres, mujeres y niños que habitaron la zona de Chachapoyas en el siglo XII. Entre ellos se encuentran varios “administradores” incas que fueron destacados luego de su incorporación al imperio. Kauffmann Doig había advertido que el ex jefe del INC, Luis Repetto, prohibió la salida de las momias Chachapoyas de su lugar de origen, hace siete años, pero el nuevo titular de esa entidad, Luis Guillermo Lumbreras, hizo tabla rasa de la prohibición. “Cabe precisar que Lumbreras nunca aclaró su responsabilidad en la pérdida de 4,400 piezas de metal durante su gestión en el Museo Nacional de Antropología” agregó. Lo grave del asunto, reiteramos, es que hasta el día de hoy se desconoce el paradero de esas valiosas piezas. Kauffmann Doig dijo además que también le extraño la cantidad de exposiciones organizadas en Europa en los últimos días del gobierno de Toledo, ya que el de las momias fue solo una de ellas: “No se le puede agradecer de ninguna manera a Karp de Toledo por la mayor difusión de la cultura peruana en el extranjero, ya que esta ha sido sospechosamente excesiva. Creo que fue un error el haber hecho tantas exposiciones simultáneas, - desde Francia hasta China - ya que estas piezas arqueológicas deben ser muy bien cuidadas (…) por ello, han llegado rumores alarmantes, como el cambio de replicas por originales, en la noche, cuando están en las vitrinas, para traficar posteriormente con ellas" puntualizó Kauffmann Doig. A pesar de los años transcurridos, estos execrables delitos no pueden quedar impunes y los responsables deben pagar por ello ¿No os parece?
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