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martes, 30 de junio de 2020

LA OLLA COMÚN: Símbolo de un país que se muere de hambre

Mientras ese improvisado de Martín Vizcarra vive en su mundo de yupi creyéndose sus propias mentiras - buscando la manera de quedarse en el cargo mas allá del 2021 y al cual llego sin que nadie lo eligiera, pero como la garrapata que es, no quiere soltar la poltrona - millones de peruanos sin trabajo y sin futuro no tienen que comer, ya que ni entre las toneladas de basura y desperdicios que inundan las calles de esta sucia, fea y caótica Lima rodeada de chabolas donde tratan de sobrevivir toda aquella pobre gente, pueden encontrar siquiera un mendrugo de pan que llevarse a la boca, y es por ese motivo que al sentirse abandonados a su suerte por el vizcarrismo - sin bonos populistas ni canastas de alimentos - han decidido revivir entre varias familias agobiadas por la pobreza extrema una forma de subsistir que es la denominada olla común, donde cada uno colabora con lo que puede para preparar el almuerzo en una cacerola de gran tamaño, y entre quienes aportaron algo, puedan alimentarse con sus familias por lo menos durante ese día. Cabe destacar que no se trata de la olla revolucionaria, de la cual nos ocupamos hace algunos años atrás y que son utilizadas en las protestas, ya que de las que nos estamos refiriendo en esta ocasión son más grandes y pesadas. Es justo reconocer que siempre ha habido pobres en el país andino, pero su situación ha empeorado dramáticamente no solo con la llegada de Vizcarra a Palacio (quien busca implantar su agenda comunista junto con los parásitos que lo rodean), sino con la irrupción del Coronavirus, que esta dejando miles de muertos a su paso por el mundo y que en el Perú dado el dramático momento por el que atraviesa, encontró un favorable caldo de cultivo expandiéndose de manera incontrolable, convirtiendo al país en el epicentro mundial de la pandemia. En efecto, miles de personas que viven en barrios con menos recursos, comen cada día gracias a las "ollas comunes", símbolos del hambre y la pobreza que acechan al país. En la polvorienta periferia de Lima, este tipo de asistencia se ha multiplicado durante las últimas semanas, a medida que más familias se han quedado sin ingresos tras el cierre de muchos comercios, obras de construcción y la cuarentena obligatoria que en realidad se ha extendido por más de 100 días, arruinando al Perú. En la barriada de Pamplona Alta, del distrito de San Juan de Miraflores por ejemplo, varias mujeres con mascarillas preparan en la calle cientos de raciones cada día para gente de todas las edades. "Nos preocupa la pandemia porque a veces hay vecinos que se enferman. Necesitamos que nos apoyen. Hay personas que no trabajan y solo comen este menú", cuenta Blanca Rodríguez, de 42 años. Otra olla común en la barriada Nadine Heredia, bautizada así por la esposa del expresidente Ollanta Humala (2011-2016), también en San Juan de Miraflores, funciona en un comedor popular situado casi en la cima de un cerro, donde cuatro mujeres preparan platos de seco de pollo y fréjoles gracias a donaciones. En el lugar no hay agua potable, otro problema que sufren unos cuatro millones de los 10 millones de limeños. Tampoco hay gas, por lo que cocinan con leña. Los muros del comedor son placas de lata y techo de planchas de madera prensada. "No dejamos de cocinar porque si no ellos de dónde comen. Al estar olvidados por el gobierno tenemos que apoyar a la gente, venga quien venga, seguimos", dice Ofelia Moreno. "No nos alcanza la plata para cocinar. Tocamos las puertas de las iglesias y casas para sobrevivir. Es difícil, pero (hay que hacerlo porque) los niños no pueden sobrevivir ya que nos piden continuamente comida y no tenemos ¿de donde?", agrega entre lágrimas. Con una alta informalidad económica (en torno al 70%, según cifras oficiales), cuatro de cada 10 peruanos quedaron sin ingresos con el confinamiento domiciliario, según un estudio de Ipsos. “La crisis económica por el Coronavirus está golpeando durísimo a los pobres y a la clase media vulnerable. Ha convertido en semanas en pobres a taxistas y gente con trabajo independiente", dice el economista Jorge González Izquierdo. Nadie sabe cuántas ollas comunes están funcionando en Lima, que tiene 43 distritos y es la ciudad donde se concentra el 70% de los casos de Covid-19 de todo el país . "Ahora con la pandemia  miles se han quedado si trabajo, por lo que nos encontramos en un caso muy extremo en la situación económica. Todos estamos muy mal", dice Giovanna Sandoval desde un comedor de la barriada Nadine Heredia. "El virus ataca a las personas que no están bien alimentadas. Necesitamos ayuda", añade mientras pica patatas. Cabe destacar que otra manera de atraer la atención acerca de su dramática situación ha sido izar banderas blancas en el techo de sus modestas casas como una llamada de auxilio. "Necesitamos ayuda" dice un cartel en la barriada 'Los Álamos' de Villa María del Triunfo, otro populoso distrito del sur de Lima, donde cinco mujeres preparan en una enorme olla común 150 raciones de almuerzo para familias de desempleados. Situadas en las faldas polvorientas de un cerro, frente a una fabrica de cemento, muchas de estas precarias casas de madera tienen una bandera blanca para alertar a las autoridades de que sus moradores no tienen que comer. "Organizamos esta olla común porque hay gente sin trabajo y personas mayores. Tratamos de buscar apoyo o pedimos colaboración en los mercados para cocinar", dice Maribel Marín, quien vive con sus dos hijos y su marido desempleado. De 32 años, ella antes trabajaba como vendedora en un mercado que, como muchos otros de Lima, fue clausurado por ser un foco de contagios del Coronavirus. "Necesitamos el apoyo de personas de buen corazón", indica Marín, mientras cocina 18 kilos de arroz en una barriada donde viven 65 familias en modestas casas de madera con techos de estera y que carecen de agua potable. Ese es el Perú al cual Vizcarra y sus secuaces no le prestan la mas mínima atención, empeñados como están en querer eternizarse en el poder :(
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