Estos días en que la Ciudad Blanca celebra un nuevo aniversario es una buena ocasión de hablar de uno de sus productos más representativos como es el anís Nájar, que dicho sea de paso cumple si no me equivoco 155 años de creación. Por cierto, la presencia del Anís en el Perú se remonta a las primeras décadas de la conquista, cuando los españoles trajeron la semilla en grano o procesada en algún alimento. Paulatinamente la planta se fue adaptando en algunos valles interandinos como Curahuasi, en Apurimac, que presentaba condiciones privilegiadas para su cultivo.Y que por la calidad es reconocido por la calidad de grano que allí se consigue. Es así que a mediados del Siglo XIX se inicio en Arequipa la producción de licor de anís, por una empresa constituida por el andaluz don Pedro Muñoz-Nájar Cámara y su esposa arequipeña doña Manuela Villalobos y Rivera. La Fábrica estaba ubicada en la calle San Antonio 127 en el distrito de Miraflores. Desde la primera botella, - Anís Nájar - sorprende por su sabor y calidad superior; el éxito no se hizo esperar y en pocos años ya se importaban maquinarias europeas para abastecer el creciente consumo local y nacional, que reclamaba esta popular bebida típica de los arequipeños. En el paso del Siglo XIX al XX Anís Nájar conquisto un espacio en las mesas familiares y restaurantes de Arequipa. Su presencia indispensable lo posiciono como un excelente digestivo después de haber degustado la variada cocina arequipeña. Actualmente, el uso de una alta tecnología industrial acompaña los secretos propios de su elaboración, lo cual permite seguir disfrutando de las virtudes del inconfundible Anís Nájar como hace más de ciento cincuentaicinco años.Enhorabuena :)
