Cuando hablamos de pingüinos uno los asocia inmediatamente con el frío de la Antártida. Sin embargo, existe una especie única que habita en la costa occidental de Sudamérica, entre el Perú y Chile, el Pingüino de Humboldt, el cual debe su nombre precisamente a la corriente marina homónima que baña sus costas. Tienen 2 polluelos al año e incuban el huevo 40 días. Sus nidos lo hacen excavando en el suelo.Los pingüinos son aves que no pueden volar, pero se han adaptado muy bien a la vida acuática. Son excelentes nadadoras y buceadoras. Tienen en su cuerpo 2 capas de plumas que son impermeables al agua y al viento. Una vez al año cambian su plumaje. Los pingüinos de Humboldt pueden adaptar la forma de la cornea de su ojo para ver bien bajo y sobre la superficie del agua. Tienen una coloración para confundir a los peces, un pico especial para atrapar peces. A diferencia de las aves voladoras sus huesos son densos para ayudar en el buceo. Aunque parezca increíble, a mediados del siglo XIX, su población se contaba en cientos de miles. Los científicos calculan que por la década de 1850 en la costa peruana esta bordeaba el millón. Hoy, con sólo alrededor de 5 mil individuos en toda la costa (según el último censo del 2000) el pingüino de Humboldt, integra la preocupante lista de especies en peligro de extinción. En efecto, en el Perú es posible encontrar estos pingüinos, los únicos en el país, en islotes del Callao y en la Reserva Nacional de Paracas. Pero son cada vez menos. Una multiplicidad de factores amenazan a una especie que está sumamente disminuida con respecto a lo que alguna vez existió, entre ellas tenemos al fenómeno climático de El Niño y la acción de pescadores, en cuya redes de enredan cientos de pingüinos cada año. Como sabéis, la Corriente de Humboldt, es profunda y de aguas frías cargada de nutrientes, pero cada cierto tiempo recibe aguas cálidas, lo cual altera el alimento de los pingüinos. Esto hace que se demoren más en encontrar alimento, fundamentalmente la anchoveta. Si el fenómeno ocurre en época de reproducción, muchos de los huevos o crías mueren de frío y hambre, porque su padres se demoran o incluso no regresan con alimentos. Para salvar a dicha especie del riesgo de desaparecer, diversas asociaciones han puesto en marcha diversos proyectos de reproducción del ave en las playas norteñas, los cuales proyectan reintroducirlas en su hábitat natural. Esperemos que no sea muy tarde para salvar la especie :(
