El tercero de nuestra lista lo podremos encontrar en el Malecón Cisneros en Miraflores. Inaugurado el 14 de febrero de 1993 - durante la infausta gestión del alcalde Alberto Andrade - este parque presenta en la parte central una horrible escultura denominada "El Beso", cuyo autor es el “artista” peruano Víctor Delfín. La grotesca mole de cemento que representa a dos indígenas reclinados besándose, tiene una dimensión de 12 metros de largo por 3 metros de altura. El lugar escogido para la ubicación del parque fue al lado del puente Villena Rey, que si bien tiene una inmejorable vista del océano Pacífico, la presencia de semejante esperpento con bases hechas de mayólicas baratas ha degradado el lugar, a tal punto de convertirse en un peligroso foco de la delincuencia ya que quienes lo frecuentan no son del lugar, según han denunciado reiteradamente los vecinos ante las autoridades. El citado parque está bordeado por un muro ondulante, donde se puede leer frases de poetas peruanos. Los jardines tienen diseños de corazones, mientras que el sol y las estrellas son realizados con las flores de diversos colores. Un camino principal atraviesa el parque y conduce hacia un mirador ubicado al borde del acantilado, que permite una visión panorámica de todo el litoral. Increíblemente, el lugar es frecuentado los fines de semana por las parejas de recién casados que acuden a tomarse fotografías, al igual que por los enamorados y novios, especialmente el día de San Valentín. Sin embargo, muchos miraflorinos están en contra de su permanencia ya que alegan que quienes lo visitan no viven en la zona y provienen especialmente de los conos de Lima “Si tanto les gusta esa cosa ¿porque no se llevan a su distrito? Es una vergüenza y afea el lugar” expresó una vecina quien teme salir de su casa los días en que el parque se llena de extraños y coincidentemente - señala – aumentan los robos y asaltos en sus inmediaciones. Y vaya que tiene razón. ¿Y la policía y el serenazgo? Bien gracias. Venga ya ¿se puede tener tan mal gusto? me pregunte al verlo por primera y única vez. Como se nota que no hay escultores en este país bananero. Es la cosa más espantosa jamás vista y peor aún, indigna que a pesar del tiempo transcurrido desde su construcción - cumple 22 años el 14 de febrero - aún continúa ahí sin que ningún alcalde se anime a dinamitarlo y arrojar sus restos al fondo del mar. No es una casualidad que Miraflores este llena de horribles esculturas “modernas” que hieren la sensibilidad artística de las personas y sean un insulto a la inteligencia, todo “gracias” a las ocurrencias del gordo Andrade, quien sin mostrar vergüenza alguna por esas monstruosidades construidas en su jurisdicción, se ufanaba de ello y cuando en 1996 fue elegido alcalde de Lima, quiso repetir dicha “experiencia” adquirida en Miraflores, con los lastimosos resultados que hoy podemos comprobar. Lo que hay que ver :(
