Demostrando que se encuentra en perfecto estado de salud y que la vomitiva campaña mediática acerca de que “padecía” cáncer terminal presentada con la complicidad de la prensa basura para que se le concediera “el indulto humanitario”, fue toda una farsa, el despreciable Genocida Kenyo Fujimori -
condenado a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad – inauguro en la segunda quincena de septiembre, sus cuentas en Twitter y Facebook, con la increíble permisividad del gobierno, atreviéndose a opinar políticamente desde las redes sociales,
como si nada hubiera pasado durante su régimen asesino, por cuyos delitos esta recluido. Al respecto, Renato Cisneros publico esta semana en La República una interesante nota que bien vale la pena reproducidlo entrecomillado debido a su interés: “La soledad del Fundo Barbadillo ha obrado un milagro en Kenyo Fujimori: Ahora el sátrapa y violador de los Derechos Humanos, sí cree en la libertad de expresión. Su repentino activismo en Internet es por lo menos insólito, si recordamos que cuando durante su régimen dictatorial no se molestaba en defender el derecho de opinión, es más, le disgustaba que la gente dijera lo que pensaba, tanto que varios periodistas críticos de su gestión fueron silenciados o comprados con miles de dólares provenientes de las Arcas Públicas.
Aunque sería posible entender su ingreso a las enajenantes y embrutecedoras redes sociales como prueba de su depresión clínica, llama la atención que este criminal acceda a Twitter y Facebook con total comodidad cuando la ley le impide contar con soportes tecnológicos. ¿Cómo lo hace? Fácil: desde un teléfono público al que este ladrón y homicida tiene acceso, dicta una serie de ideas que más tarde son transformadas en ‘tuits’ por infames sujetos que, como sus socios del pasado, son precoces amigos de la sombra. Fujimori ha vuelto a hacer gala de su perniciosa habilidad para acomodar la ley a su favor, y ahora está, enseñoreado en la Diroes, soltando su veneno a través de sus ventrílocuos anónimos, delirantes mensajes diarios en los que se jacta, por ejemplo, de “poder resolver la inseguridad interna” que este gobierno ha dejado crecer. También plantea desactivar el programa Qali Warma y volver al Pronaa; y hasta sugiere que Humala tiene arreglos bajo la mesa para vender gas a Chile. Así, una veintena de provocadores ‘tuits’ le ha bastado para perturbar la agenda política, aprovechando los vacíos del Código Penal y la desconcertante permisividad del INPE, que administra prisiones como si fuesen guarderías. Creo que la opinión es un derecho que no se le debe escatimar a nadie, pero a la vez encuentro paradójico e indignante que el mismo hombre que consintió que la opinión sea manoseada ahora pretenda ejercerla sin regulación. Hay cien maneras de pisotear la libertad de expresión, y una de ellas es esta: entregarla ciegamente a quien la emputeció durante una década” puntualiza la nota.
Venga ya, es realmente desconcertante la actitud del gobierno en permitir a semejante sujeto dar a conocer libremente sus aberrantes opiniones políticas cundo está recluido en prisión, los cuales obviamente son reproducidos alegremente por la prensa basura. ¿Qué corona tiene ese miserable para hacerlo? Siguiendo esa lógica perversa, mañana mas tarde el cabecilla senderista Abimael Guzmán también exigirá ese mismo derecho. ¿Hasta cuando Fujimori seguirá gozando ilegalmente de unos absurdos privilegios que ningún otro reo de su condición posee? ¿Porque no es trasladado inmediatamente a El Frontón a picar piedras durante el resto de su mísera existencia? ¿Qué espera el señor Humala para acabar de una vez con todo esto? ¿A que no se da cuenta de la pésima imagen que esta muestra de debilidad o desinterés genera en la opinión pública? Menudo país bananero en el que esta convertido el Perú :(
