Se acercan las fiestas de fin de año y los comerciantes del Mercado Central y Mesa Redonda en el centro de Lima ya vienen comercializando los muñecos de Año Nuevo para ser quemados la noche del 31. Tras un recorrido por las principales calles de esas zonas comerciales, se logró establecer que muchos vienen ofreciendo muñecos alusivos al renunciante presidente de la FPF Manuel Burga Seoane -
el personaje mas odiado por la afición peruana debido a su responsabilidad en los continuos fracasos de la selección peruana que la ha convertido en el hazmerreir del mundo – y ahora que dejará el cargo el próximo 5 de enero, quieren “despedirlo” de esta manera, ya que año tras año fue el “favorito” del público para terminar convertido en cenizas durante la celebración del Año Nuevo.
"Lo que más están pidiendo es a Manuel Burga. Sale bastante, al igual que aquellos personajes de la política y la farándula que más han dado que hablar este año por estar involucrados en actos de corrupción, infidelidades y una serie de escándalos. El público se ríe al verlos y dicen que los quieren agarrar a golpes y patadas antes de quemarlos por fin de año”, comentó un vendedor de Mesa Redonda, quien recuerda que el muñeco que más ha vendido en su vida fue el del despreciable genocida Kenyo Fujimori, vestido con su traje a rayas, llevando la cínica frase “soy inocente”(?). “Hay más de 100 por cada diseño. Cada muñeco (para quemar) o piñata (si la quieren rellenar para romperla) se vende al público entre 20 y 25 soles”, agregó. Ante todo ¿de donde proviene esa costumbre de quemar muñecos la noche del 31 de diciembre? Es de origen celta, quienes para despedir el año que termina, quemaban monigotes elaborados con ropa vieja, cartón o papel, rellenos de paja o aserrín. Se trataba de un ritual de purificación para alejar la mala suerte o las energías negativas del periodo que termina, así como de transición, ya que también se celebra la llegada del nuevo año aboliendo lo anterior. Como ritual de fuego representando la supresión de lo pasado para permitir una regeneración del tiempo y de las energías, la quema del muñeco se generalizó en España y de allí se extendió a la mayoría de países latinoamericanos, aunque lamentablemente suelen agregarle fuegos pirotécnicos en su interior, lo que lo hace peligroso, por lo que su uso esta severamente penado por la ley.
Venga ya, es tu última oportunidad de quemar a Manuel Burga y no la dejes pasar. Duro con el :)
