Este viernes se inauguraron oficialmente los Juegos Olímpicos más polémicos y controvertidos de la historia, por la forma como obtuvo la organización este país tercermundista aquejado de una profunda crisis política y económica, con un gobierno corrupto integrado por ladrones golpistas y sus ciudades en franca decadencia maquilladas apresuradamente para la ocasión para ocultar su miseria - al igual que en el pasado mundial de fútbol - y con una infraestructura inacabada para los Juegos, tanto así que se han reportado múltiples quejas de la llamada Villa Olímpica, por parte de muchas delegaciones que se han negado a ocuparlas, al encontrarse inconclusos 15 de sus 31 edificios, prefiriendo alojarse en unos hoteles sobresaturados y de manera completamente inadecuada. Si bien es cierto que apenas uno días atrás y de manera apresurada se inauguro la línea de Metro que llevara a Barra da Tijuca (oeste), se duda de su eficiencia ya que no se han realizado las pruebas necesarias que deben hacerse antes de entrar en funcionamiento. Para agravar las cosas, no se ha hecho absolutamente nada para recuperar las aguas de la Bahía de Guanabara, donde se van a realizar competencias olímpicas de vela y nado, a pesar de que el gobierno se había comprometido hace meses ante el COI a hacerlo pero todo sigue igual, ya que se encuentra contaminada por doquier - llena de basura y materias fecales – y donde se descubrió a inicios de semana un cadáver flotando en sus putrefactas aguas. En efecto, la grave contaminación de la bahía de Guanabara es uno de los puntos negros de los Juegos Olímpicos. Numerosos atletas han expresado sus quejas por tener que competir en aguas de tan mala calidad donde confluyen los desagües de la ciudad, lo que pone en riesgo sus vidas y muchos están pensando por ello en no participar en las pruebas. A ello debemos agregar la amenaza del terrorismo por parte de ISIS y cuyo primer grupo precisamente llego hace unos días atrás para participar como representantes de los ‘refugiados’ pero que al primer descuido desataran sin dudar una carnicería entre los asistentes. Además el incontrolable virus del Zika esta presente en el lugar y vaya saber cuantos se contagiaran por la picadura de los mosquitos y llevaran la plaga a sus países de origen. Con miles de brasileños que protestan en sus calles contra el gobierno del golpista Temer por los elevados gastos ocasionados para la organización de los juegos, y que afirma 'no tener dinero' para dedicarlos a la salud y la educación que se encuentran en el abandono total, así como los altos niveles de delincuencia y crímenes en sus calles donde campean el terror y con una policía que brilla por su ausencia, podéis daros cuenta del gravísimo error que se ha hecho al otorgarle la sede de las Olimpiadas - la primera que se celebra en Sudamérica - a una peligrosa y caótica ciudad que no reúne las mas mínimas condiciones de seguridad, higiene y confort tanto para deportistas como para los visitantes a los juegos en detrimento de Madrid (la otra finalista) que le da mil vueltas en todo sentido. Ni la Villa Olímpica esta a salvo de los robos, ya que el jueves, el sector danés fue saqueado por los propios encargados de la limpieza. Se afirma a modo de excusa de que los Juegos Olímpicos ‘pueden favorecer mucho la economía brasileña y también el protagonismo de Brasil a nivel internacional’ cuando ello no es cierto y por el contrario, es un fracaso anunciado. Las autoridades afirman que se han destinado US$12.000 millones a proyectos olímpicos, pero las obras prometidas no se ven hasta ahora, ya que gran parte se ‘evaporo’ misteriosamente, con un Brasil inmerso en una recesión feroz y con el alcalde de Río quien el mes pasado declaró 'estado de calamidad' por falta de dinero para pagar servicios básicos como seguridad o salud. "Es una vergüenza que Brasil acoja los Juegos Olímpicos porque el país carece de una política deportiva" , afirmó el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, en una reciente entrevista al canal deportivo internacional ESPN. "La gran ironía de esta historia", dice Mauricio Santoro, profesor de ciencias políticas en la Universidad Estatal de Río de Janeiro, "es que las Olimpíadas fueron pensadas como una gran vitrina para mostrar a Brasil como una potencia en ascenso, pero el mundo entero está tomando conocimiento de los miles de problemas que enfrentan a diario los brasileños, con una corrupción campante en su gobierno y una miseria absoluta, con prostitutas de toda edad que 'ofrecen sus servicios' en cada esquina y miles de mendigos en sus calles, los cuales fueron trasladados lejos de la ciudad mientras duren los juegos, para que los visitantes no vieran la dura realidad en la que vivimos”, añadió. Que diferencia a lo sucedido en Londres 2012, lo que se vive en Río de Janeiro es un asco total :(
