Con ocasión del reciente anuncio de la visita del Papa Francisco I a Lima a inicios del próximo año, es una buena ocasión para referirnos en esta oportunidad a una polémica escultura que se encuentra ubicada en la cuadra 6 de la Av. Salaverry en el distrito de Jesús Maria, frente a la Nunciatura Apostólica: Es la llamada ‘Paloma de la Paz’, obra de Víctor Delfín (el mismo de ese monstruoso esperpento que se levanta en el llamado Parque del Amor en Miraflores y del cual ya me ocupe en una anterior oportunidad) creado - según dicen - en ‘homenaje’ a Juan Pablo II como recuerdo de su visita pastoral al Perú y que fue colocado en febrero de 1985. Ante todo vale aclarar porque la paloma es considerada ‘un símbolo de paz’ y como tal es reconocida en todo el mundo, a pesar de tratarse de una peste con alas, ya que ensucia las casas y edificios donde anida, a la vez que es portador de diversas enfermedades. Se dice que ello tiene que ver con lo que narra el Antiguo Testamento, una compilación de hechos ocurridos miles de años atrás en Sumeria y que los judíos adaptaron posteriormente según sus intereses, alterando groseramente los hechos en varios parajes para hacerlos pasar como si fueran ‘suyos’ cambiándole el nombre de los protagonistas y listo, el engaño estaba consumado. Uno de ellos es el conocido episodio del diluvio universal (originalmente llamado por los sumerios como ‘La Epopeya de Gilgamesh’) en el cual, luego de pasar 40 días y 40 noches en el arca para mantenerse a salvo de la catástrofe que asolo la Tierra por orden de Dios (Ea) debido a la depravación de los hombres, Noé (Utnapishtim) envió una paloma (cuervo) que regresó con un ramo de olivo en el pico como prueba de que las aguas se habían retirado y que la tierra firme estaba lista otra vez para ser habitada. La lluvia había cesado y el peligro había desaparecido. El mensaje era: "Dios (Ea) volvía a estar en paz con los hombres y que la paloma (cuervo) iba a ser el símbolo de su promesa". Habéis notado que los nombres originales que aparecen entre signos, pertenecen al relato sumerio, escrito en una tablilla de escritura cuneiforme miles de años antes que aparezca la Biblia y que se conserva en el Museo Británico en Londres, para darnos una idea de donde proviene en realidad. Vuelve a aparecer en el Nuevo Testamento representando al ‘Espíritu Santo’ la Tercera Persona de la Trinidad. Con el transcurrir del tiempo, la paloma fue asociándose a los ideales de paz, idea que fue plasmada cuando se convirtió en un símbolo para la Campaña de Desarme Nuclear, diseñado por el artista británico Gerald Holtom en 1958, y desde entonces es mundialmente reconocido como emblema universal de la paz, nada mas alejado de la realidad, ya que de ‘inofensiva’ la paloma no tiene nada. Para terminar, en relación a dicha escultura que ilustra nuestra nota, uno puede notar a primera vista su tamaño desproporcionado que no va con el ridículo pedestal que lo sostiene. Venga ya, no cabe duda que quien lo construyo tiene un pésimo gusto por el arte y este es solo uno más de los muchos que afean esta caótica ciudad. Conociendo a los peruanos, miedo me da que repugnante ‘idea’ se les ocurrirá para ‘homenajear’ en esta ocasión al argentino Bergoglio, cuando visite este país. Por favor, que no se trate de otro espanto como este :(
