Es indudable que el vizcarrismo ha tocado fondo, cuya improvisación ha ocasionado que todos sus desesperados y caóticos intentos de idas y venidas para controlar al Coronavirus luego de más de 2 meses de una forzosa ‘cuarentena’ dictada por el régimen golpista, haya sido un completo fracaso y ahora depende de cada uno el no convertirse en una victima mas, producto de su absoluta incompetencia. Mas de 111.000 infectados en unos hospitales colapsados así lo comprueban, abandonados a su suerte en los pasillos debido a que no hay camas disponibles, ni oxigeno, ni respiradores, ni medicinas - cuyos precios por cierto, se han disparado estratosféricamente en las farmacias a vista y paciencia de un (des) gobierno que avala sus abusos por “la libre competencia” amparada por la constitución fujimorista, que en realidad no es tal, ya que se trata de un monopolio en manos chilenas que pueden hacer lo que les da la gana - llegándose al extremo que ahora los médicos decidirán quien vive y quien no, sin contar la real cantidad de muertos que no se encuentran incluidos en la lista ‘oficial’ (unos nueve mil aproximadamente, según dio a conocer esta semana el prestigioso diario británico Financial Times) ha posibilitado que el Perú gracias a Vizcarra, se haya convertido en el epicentro global del Coronavirus, ingresando además en el top de los países con mayor cantidad de contagiados en el mundo superando incluso a China, que es donde se origino la pandemia. Como sabéis, desde que tardíamente se decreto una cuarentena total a nivel nacional el pasado 16 de marzo (cuando en enero ya se advertía de su llegada) el Perú se ha convertido rápidamente en uno de los países con más casos de contagio de COVID-19 en el planeta, donde el número de muertos crece exponencialmente en unos centros de salud que no se dan abasto para atender a los miles de infectados, quienes diariamente abarrotan sus viejas instalaciones que carecen de lo mas elemental, donde incluso ‘comparten’ el espacio en los pasillos con los cadáveres allí apilados en bolsas de basura, por lo que una entrada en esos lugares equivale a una muerte segura. Con el número de victimas e contagiados que creen diariamente a un nivel alarmante, la pandemia no solo ha colapsado el sistema sanitario, sino que también aumentan las acusaciones de que se ha dado inicio a una selección de pacientes graves con mayor probabilidad de vida para recibir respiradores en las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) por parte de los médicos, donde los mas ancianos y todos aquellos que consideran los mas vulnerables no son admitidos por ningún motivo y son enviados a morir en sus casas “ya que no vale perder el tiempo intentando salvar vidas inútiles” según confesó uno de los responsables de tan aberrante practica a un medio local. A este grado de insensibilización en este país andino se ha llegado por obra de Vizcarra, crímenes abominables por los que el y sus secuaces tendrán que responder algún día ante la justicia. El foco del virus se mantiene en Lima, una ciudad de alrededor de 10 millones de habitantes, donde se concentran la mayor cantidad de muertos e infectados. Ante este macabro escenario, la Defensoría del Pueblo alertó que los hospitales limeños ya no están en capacidad de aceptar a mas pacientes, y para los ingresados, al no haber camas ni espacio disponible, los que ha obligado a ‘acomodar’ a los pacientes en sillas de ruedas, ubicados ya sea en los pasillos, los baños e incluso a la intemperie, en plena calle, convirtiéndose así en peligrosos focos de contagio. Hasta el lunes, el Perú tenía 7.509 pacientes hospitalizados por Coronavirus; de ellos, 866 estaban en UCI con ventiladores mecánicos. El presidente de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva, Jesús Valverde, ya había revelado el domingo que en los centros médicos de Lima se está llevando a cabo una “selección” de pacientes graves lo que deja a los médicos en un “dilema ético”. “Lo que ya no estamos permitiendo es que ingresen adultos mayores a las Unidad de Cuidados Intensivos, porque su pronóstico de recuperación es bastante bajo frente a un adulto joven, y también por el riesgo de morbilidad”, declaró Valverde. Ante el escándalo surgido, el Colegio Médico intento desmentirlo, afirmando que “nuestros médicos sí están atendiendo a toda nuestra población, no discriminando a nadie por el tema de la edad ni factores de riesgo, a pesar de todas las dificultades y carencias que tiene nuestro sistema de salud, a pesar de que no existe disponibilidad de camas UCI, de camas de hospitalización, ni oxígeno en muchos de nuestros establecimientos de salud”. Pero lo cierto, es que si esta ocurriendo. La veloz escalada de la pandemia del Covid-19 en el Perú dejó al país como el mayor foco de contagios a nivel latinoamericano. Las críticas a la gestión de Vizcarra apuntan además a la total falta de coordinación sobre las medidas de sanitarias. Así por ejemplo, en el primer día en que entraron en vigencia los cuestionados paseos ‘voluntarios’ para todos los menores de 14 años, el Ministerio de Salud (Minsa) tuvo que dar marcha atrás y emitir una alerta epidemiológica estableciendo la prohibición del permiso para los niños de 20 distritos de Lima; entre ellos, los catalogados con alto riesgo. Además de la polémica que generó la entrada en vigencia de la salida de los menores a la calle, los especialistas han tomado distancia de los recorridos de infantes -que son por un máximo de 30 minutos, a 500 metros de distancia de la casa y con un límite de dos niños por tutor-, debido a los niveles de propagación del virus y el colapso sanitario. Según el Ministerio de Salud, hasta la fecha 13 niños y 4 adolescentes están entre las víctimas fatales que ha dejado el virus. Anteriormente y en el colmo del ridículo - asesorado sin ninguna duda por aquellos advenedizos que lo rodean como ‘asesores’ quienes por cierto, gozan de suculentos sueldos pagados con los impuestos de todos los peruanos - Vizcarra dispuso de salidas diferenciadas de hombres y mujeres durante la semana para realizar compras o ir a farmacias, pero la demagógica medida fue cancelada a los pocos días debido a los serios cuestionamientos surgidos. Asimismo, durante un par de horas estuvo en vigencia la obligatoriedad del uso de guantes en espacios públicos y tiendas antes de que el gobierno la anulara por su absoluta inutilidad. Mientras, entre muchos retrocesos producto e su incapacidad para enfrentar la pandemia, las cifras de contagiados y fallecidos continua aumentando a medida que pasan las horas. “Este (des)gobierno ha caído en una serie de ‘idas y vueltas’ que traslucen sus indecisiones en muchos temas. Claramente, predomina la improvisación de la manera más burda y grotesca. Ello se debe a que el régimen vizcarrista es tan informal como la sociedad que ‘gobierna’. Además, existen gravísimas deficiencias estructurales del sistema de salud peruano, sobre todo fuera de Lima. La situación en el norte y el oriente del país es realmente calamitosa ya que prácticamente son zonas de desastre, pero nada se hace para solucionarlo”, señaló el analista Carlos Meléndez. “A ello debemos agregar sus medidas populistas como el regalar dinero de las arcas públicas en una serie de cuestionados bonos y que únicamente lo hace por cálculos electorales, pensando en las próximas elecciones, donde intentara ‘asegurarse’ de quien sea elegido - si no es quien finalmente se presentara al margen de la legalidad - lo ‘blinde’ de las múltiples acusaciones que enfrenta por serios cargos de corrupción, por los que indudablemente terminaría en la cárcel. Y ello que no agregamos los serios cuestionamientos de cómo esta ‘manejando’ actualmente la pandemia del Coronavirus, donde su ineptitud ha quedado expuesta en toda su miseria. Tenemos una deuda de salud de más de 50 años, pero que se ha acrecentado grandemente desde que Vizcarra asumió el mando tras la obligada renuncia de Kuczynski para evitar ser destituido por el Congreso debido a su relación con Odebrecht, ya que prefirió invertir miles de millones de dólares en unos insípidos Juegos Panamericanos, mientras los hospitales se caían a pedazos. Desde entonces, la atención primaria ha sido completamente desatendida y la gente se aglomeró en los hospitales, donde no hay capacidad para separarlos y, en muchas regiones, no existen especialistas dado la informalidad laboral en el sector. Además, los médicos no han tenido ninguna protección desde el estallido de la pandemia en el Perú y mueren junto a sus pacientes" aseveró. Por otro lado, el régimen en su mediocridad, no adecuó su cuarentena dictada al cerca del 70% que vive del día a día y en la informalidad que han sido los primeros en incumplir las medidas restrictivas, sin importarles en su ignorancia que expandían el virus. Así, casi el 80% de los comerciantes del Mercado de Frutas de La Victoria, un suburbio de Lima tradicionalmente obrero, dio positivo en un testeo masivo y en otros centros de abastos, la situación es similar por lo que han sido clausurados. "Se impuso una cuarentena muy severa que tuvo un impacto muy grande en la economía, especialmente en la informal, y, por eso, no produjo el efecto deseado," explicó el ex ministro de Economía del gobierno de Ollanta Humala, el economista Alonso Segura. La cuarentena comenzó el 16 de marzo y poco a poco comenzó a ser incumplida por aquellos que debían salir a trabajar para sobrevivir o miles de familias que solo podían cobrar la ayuda del Estado haciendo larguísimas y caóticas colas en el Banco de la Nación, exponiéndose a su vez a contraer el virus por la aglomeraron de gente que acude desesperada en busca de su bono populista. "Es y será muy difícil impedir que la gente se pare en la calle o abra un local pequeño y empiece a vender, salvo que metas preso a todo el mundo. Entonces hay que minimizar los focos de contagios, regalar masivamente mascarillas y hacer campañas para enseñar a usarlas. Esto no se hace aún", destacó el ex ministro. A los mercados y los bancos, se suma otro principal foco de contagio como es el transporte público, con sus viejas y destartaladas unidades contaminantes donde viajan como pueden miles de peruanos a diario, sin respetar ninguna regla de distanciamiento y que se han convertido en los transmisores del virus llevándolos consigo a todas partes.Como si el castigo revivido por el Perú debido a esta plaga no fuera suficiente, diversos expertos indican que este año la caída del PIB sería mayor a 10 por ciento y estiman que entre 700 mil y 1,3 millones perderán su empleo este año, muchos de ellos - por no decir todos - gracias las medidas tomada por Vizcarra de implementar por ordenes de la CONFIEP, la denominada “suspensión perfecta de labores” que es un eufemismo para referirse al despido arbitrario tan solicitado por los empresarios, para poder deshacerse de sus trabajadores sin pago alguno ya que solo unos pocos ‘privilegiados’ podrán volver a laborar en sus centros de trabajo, con menos paga obviamente. Como siempre, este (des)gobierno, velando por el bienestar de los mas privilegiados. Ellos nunca pierden, ni aun en pleno Coronavirus. A los demás… que os den. Mientras tanto Vizcarra - quien por cierto, anuncio la extensión del Estado de Emergencia hasta el 30 de junio - cual narrador de cuentos, pretende seguir engañando a los peruanos con sus cifras engañosas y sus encuestas manipuladas que favorecen a su candidato preparando el fraude en las urnas, mientras el país se debate en medio de una crisis sin final :(
