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sábado, 23 de septiembre de 2017

FUJIMORI: ¿Indulto para un Genocida?

Un rumor que ha comenzado a crecer con fuerza en estos días y que muchos ya dan por cierto, es aquel que indicaría que el conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski, bajo la amenaza de ser vacado por el Congreso, habría tomado la decisión de indultar a Kenyo Fujimori - condenado en un proceso ejemplar a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad, quien por cierto nunca se ha arrepentido de sus delitos y en mas de una oportunidad ha dicho que “lo volvería a hacer”- el cual seria otorgado a mas tardar en la primera quincena del próximo mes, luego de que el Parlamento le otorgue el voto de confianza al gabinete de Mercedes Aráoz, previsto para el 12 de octubre. Con un rechazo generalizado que supera el 80% según las ultimas encuestas, convirtiéndose así en el presidente más impopular de los últimos tres gobiernos democráticos, Kuczynski cree ilusamente que la mafia lo dejará gobernar en paz durante los largos cuatro años que le quedan, esperando calmar así a los perros de presa fujimoristas, pero esta completamente equivocado ya que estos al ver la sangre - o sea su innata cobardía - irán de todas maneras a por el, ya que desatara la ira de Keiko Fujimori, cabecilla de la banda delincuencial, quien será la gran perjudicada con la puesta en libertad de su padre, el cual reclamara inmediatamente el liderazgo del movimiento, relegándola del poder. Diversos analistas coinciden en que el indulto ya esta decidido, debido a una serie de señales que se han venido dando durante la última semana: “El indulto a Fujimori es inminente, antes creía que se produciría antes de fin de año, pero el escenario se ha precipitado y estoy dispuesto a apostar que se producirá antes del primer mes del Gabinete Aráoz”, sostuvo uno de ellos. Algo que no carecería de sentido si consideramos los recientes cambios en el Gabinete, principalmente en la cartera de Justicia, así como las permanentes presiones del fujimorismo en el Parlamento y hasta las gestiones del hijo menor del genocida, Kenji Fujimori, quien continuamente visita Palacio. Los meses previos a su salida, la entonces ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, se convirtió en un malestar para la mafia. La titular de esa cartera venía haciendo declaraciones que no eran del agrado de la mayoría parlamentaria. Pérez Tello sostenía que todos los indultos o conmutaciones de pena que se otorguen tenían que pasar por la claridad de que hay arrepentimiento, de un propósito de enmienda, y que no había habido ningún acto de contrición por parte de Fujimori. Ya anteriormente dijo que este ladrón y homicida no cumplía ninguna de las condiciones para ser indultado y dejó entrever una posible renuncia, en caso que Kuczynski decidiera dejarlo libre. También señaló que deberían ser respetadas las normas existentes para ejercer dicha facultad presidencial y no utilizarlo por razones políticas, como es el caso. La reacción fujimorista no se hizo esperar. La impresentable Cecilia Chacón acusó a Pérez Tello de tener “un sesgo ideológico” debido a una posición contraria al indulto del sátrapa. Para Karina Beteta, la entonces miembro del Ejecutivo “ha dejado en evidencia que está totalmente en contra” de otorgar la gracia presidencial y que, en todo caso, pretendía poner condicionamientos al indulto cuando el arrepentimiento no está previsto en la norma. Pero Pérez Tello ya no está en el Gabinete y su cargo lo ejerce actualmente el aprista Enrique Mendoza, quien prefirió no adelantar nada. “Eso sucederá cuando se presente. Tengo que verlo solo cuando se den las circunstancias. Mientras tanto, no. No puedo adelantar ninguna opinión”, declaró cínicamente ante cámaras, cuando la cosa va por dentro. Agregó que aún no se ha conversado con el Ejecutivo sobre su plan de trabajo. “Tengo que hacer concordar mis lineamientos con los planes que tiene el partido gobernante”, refirió. Pero Mendoza, expresidente del Poder Judicial y compañero de estudios de Alan García (miembro del APRA, aliado eventual del fujimorismo en el Parlamento), pertenece a un Gabinete cuya presidenta es más directa acerca del tema, pero también excandidata a la vicepresidencia por el actual aliado eventual del fujimorismo en el Parlamento; redundancias que vale la pena destacar. La primera ministro Mercedes Aráoz afirmó el pasado miércoles que su Gabinete no tiene en su agenda el indulto a Fujimori, sobre quien Kuczynski dijo - mostrando una ignorancia supina - que se analizaba un perdón médico. “El tema del indulto no es un tema que esté en agenda política actualmente, pero si eventualmente se le otorga el indulto humanitario, no puedo ser tan mala de estar en contra por tratarse de motivos de salud”, dijo quien esta involucrada en la matanza de Bagua, ocurrida en el 2009. Aráoz insiste en que la designación de Enrique Mendoza como ministro de Justicia “no busca facilitar el indulto del condenado”. Finalmente, comentó que su intención es terminar todos los enfrentamientos con el Congreso y que buscarán trabajar de forma equilibrada. Agregó que espera control político, pero que sea respetuoso y que no interfiera con el trabajo de su Gabinete. Muy posiblemente todo ello se logre con el indulto a Fujimori, o al menos eso parecieran pensarlo muchos fujimoristas. Precisamente, se dice que el actual gabinete ministerial tiene dos componentes: el de la conciliación con el fujimorismo y el del indulto a Kenyo Fujimori. Kuczynski escogió a Mercedes Aráoz, porque - agregan los analistas - será necesaria su ‘experiencia’ en política para demostrar que el indulto es una decisión digerible para el Gobierno. Como sabéis, el 7 de abril de 2009, Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por su responsabilidad en los delitos de asesinato con alevosía, secuestro agravado y lesiones graves, tras ser hallado culpable intelectual de las matanzas de Barrios Altos, en 1991, y La Cantuta, en 1992, cometidas por un escuadrón del ejército conocido como el grupo Colina, así como del secuestro del empresario Samuel Dyer y del periodista Gustavo Gorriti. Fujimori apeló la sentencia pero esta fue ratificada en enero del 2010. Previamente, Fujimori ya había sido hallado culpable por el ilegal allanamiento de morada en la vivienda de Trinidad Becerra, esposa de Vladimiro Montesinos y condenado a seis años de privación de libertad. El 20 de julio del 2009, Fujimori fue condenado a otros siete años y medio de cárcel al ser hallado culpable de peculado doloso, apropiación de fondos públicos y falsedad ideológica en agravio del Estado. Actualmente cumple su prisión en el penal de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional del Perú (DIROES), ubicada en el distrito de Ate. Desde entonces ha estado exigiendo que se otorgue un indulto “humanitario” para salir en libertad, algo al que no tiene derecho alguno no solo por la gravedad de sus delitos, sino que también no padece ninguna enfermedad terminal que lo haga merecedor de esa gracia. Sus continuos traslados a una clínica local se deben a chequeos médicos de rutina y no porque padece alguna enfermedad grave, como la prensa basura - que se vendió en cuerpo y alma a la dictadura - insiste en hacernos creer. Su propio médico de cabecera, el también excongresista y expresidente del Legislativo, Alejandro Aguinaga, reconoció que Fujimori no es un enfermo terminal, pero agrega que “la Constitución Política tampoco establece el requisito de la enfermedad terminal, sino el concepto de enfermedad grave como fundamento para la decisión presidencial de otorgar el indulto”. En cuanto a sus ingresos al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) se deben a que Fujimori se dice que “es portador de cáncer de lengua”. Contradictoriamente, en junio del año pasado los médicos que lo atendieron constataron que no se trataba de una neoplasia. Es por ello que varios observadores comentan que es preciso conocer la opinión profesional de una junta médica independiente y técnica que haga un diagnóstico científico en el caso que el Ejecutivo decida utilizar esa artimaña para liberarlo. Precisamente Kuczynski dijo hace poco que “No se trataría de un indulto, sino de un perdón médico. Eso será exclusivamente determinado por la opinión de médicos de primer nivel que verán cuál es el estado de salud de Fujimori”, agregando que para antes de fin de año espera un informe médico sobre su salud. Pero Kuczynski miente reiteradamente porque el tal ‘perdón medico’ no esta incluido en la legislación. En efecto, el Código Penal peruano establece que el indulto o la conmutación de la pena “no pueden ser concedidos sin el correspondiente informe médico y psicológico que se pronuncie sobre la evolución del tratamiento terapéutico, pero ello no significa en modo alguno que una opinión médica contradiga las leyes que prohíben específicamente que los condenados por Crímenes de Lesa Humanidad como es el caso de Fujimori, puedan acogerse a tal beneficio. Esta condición al margen de la Ley es a la que se estaría apegando Kuczynski, según sus declaraciones. De otro lado, no cabe duda que Kenji viene manejando mucho mejor el tema del indulto que su hermana Keiko, quien exige a Kuczynski de manera confrontacional la libertad del monstruo de su padre: “Lleva meses evaluando el caso, llegó la hora de actuar. Haga uso de su potestad de presidente. Indúltelo” ejerciendo para ello permanentemente presión con la banda delincuencial que es mayoría en el Congreso. Contrariamente, su hermano menor se muestra interesadamente ‘conciliador’: “Gracias, señor Presidente. Es hora de voltear la página. Le estaré eternamente agradecido”, escribió en Twitter cuando Kuczynski se refirió al tema, dando a entender que el pasado mes de julio lo liberaría, cosa que no sucedió. Esparadrapos en la boca en señal de protesta contra la llamada “ley mordaza”, voz disonante entre los fujimoristas, al momento de darle la confianza al Gabinete de Fernando Zavala, ocasionales encuentros con el presidente le han costado a Kenji la suspensión de su bancada y ante los periodistas, el menor de los Fujimori se defiende del nuevo proceso disciplinario en su contra, argumentado. “Yo considero, en el fondo, que detrás de esta posible expulsión de mi partido hay gente que no quiere ver a mi padre libre” expresó, en referencia su hermana Keiko a quien no le conviene en absoluto que salga de prisión, porque automáticamente tomaría el mando de la organización mafiosa y la dejaría de lado. Por ella, que muera en la cárcel y así podrá beneficiarse políticamente. “A la tercera va la vencida”, pareciera decir Keiko, quien todavía no está convencida que el voto “AntiKeiko” aparecerá cada vez que intente la Presidencia. Objetivamente el fujimorismo tiene la ventaja que en estos momentos no existe el voto “AntiKenji” ya que las calculadas actitudes de su hermano menor ha caído ‘bien’ a los ojos de quienes quieren una renovación del fujimorismo. A Keiko le convendría tener el poder del país en sus manos, antes de que su padre salga de la DIROES; de ahí sus constantes arremetidas contra el Ejecutivo buscando la vacancia, su rechazo a aquel proyecto de ley que iba a permitir que su padre y otros mayores adultos presos y enfermos fueran a lograr el arresto domiciliario, pero sobre todo, las constantes amonestaciones a su hermano. Si Kuczynski se atreviera a soltar al condenado por Lesa Humanidad, Keiko perdería poder frente a su hermano, la mafia registraría un evidente conflicto interno con la expulsión de los ‘keikistas’, el retorno triunfal de las camisas viejas (los ‘albertistas) y el lanzamiento de Kenji Fujimori - el engreido de su “api” - como nuevo representante del fujimorismo a nivel nacional de cara a las elecciones del 2021. Como podéis imaginaros, la libertad del genocida trasciende lo meramente ‘humanitario’ y se impone lo político. De otro lado, conforme pasan los años, y la implicancia de Fujimori en casos de violación a los derechos humanos van saliendo. En febrero de este año la justicia chilena amplió su extradición por el caso de la matanza de Pativilca, ubicada en la provincia limeña de Barranca. Chile ha autorizado que Fujimori sea procesado como autor mediato del asesinato de seis personas en enero de 1992 a manos del grupo Colina. El juicio de Pativilca se inició hace años, pero recién desde febrero se pudo procesar a Fujimori. El fiscal Luís Landa Ríos ya ha emitido acusación y pide para él 25 años de prisión como presunto autor mediato de seis asesinatos. Pronto empezará el juicio oral. Si Fujimori fuera indultado por cuestiones humanitarias por los ya mencionados casos de La Cantuta y Barrios Altos, ello no lo blindaría del proceso de Pativilca ni de su resultado. Si se le encontrara culpable tendría que ir a la cárcel o tramitar en ese momento otro indulto humanitario, lo que suceda también dependerá de las leyes vigentes en ese momento. Era de esperar que su anunciada liberación, haya generado las protestas de miles de ciudadanos y de diversas organizaciones sociales de derechos humanos, quienes han anunciado que reiniciaran sus marchas en las calles para impedir el indulto a Fujimori. Ese antifujimorismo de izquierda que le permitió a Kuczynski imponerse en la recta final de las presidenciales a Keiko, tendría una razón más para repotenciarse ya que la lucha contra la impunidad del fujimorismo se convirtió por años en una bandera de lucha. “Señor PPK, soltar a Fujimori lo haría cómplice de corrupción y asesinatos. ¿Así quiere pasar a la historia? ¿Dándole una puñalada a la democracia?”, aseveró la excandidata presidencial, Verónika Mendoza. Objetivamente, un perdón a Fujimori implicaría burlarse de las víctimas de su régimen. “Veo a Kuczynski contra las cuerdas, recibiendo golpe tras golpe, sin aire, por ello requiere el oxígeno del indulto. Él ya estaba tocando ese tema, pero aunque lo otorgue va a seguir contra las cuerdas ya que se trata de un gobierno extremadamente débil”, señalo por su parte el gerente de la consultora Vox Populi, Luís Benavente. Para Benavente, “si Kuczynski opta por el indulto, va a mostrar este hecho como un chantaje político (…) Ahora, el nivel de hostilidad del Congreso está creando una situación de ingobernabilidad mucho mayor a la que tenía Kenyo Fujimori en 1992 antes de dar el autogolpe, que lo llevó a cerrar el Parlamento e iniciar un régimen dictatorial, cuyos monstruosos crímenes aun los peruanos lo recuerdan con horror” puntualizó. Venga ya, no cabe duda que la situación se agravará con el otorgamiento del indulto, ya que Kuczynski perderá cualquier apoyo porque no dejara a nadie contento y solo contribuirá a acelerar su salida del poder quedando como el mas grande traidor en la historia del Perú ¿Alguien podría dudarlo? :(
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