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martes, 19 de mayo de 2020

EL TRANVÍA DE LIMA: Ingresando al túnel del tiempo

Si bien es cierto que en anteriores oportunidades nos hemos referido a este sistema de transporte que existió en esta caótica ciudad, pero que lamentablemente la desidia y el desinterés de las autoridades posibilitaron su desaparición, vale la pena volver a ocuparnos de ello en esta oportunidad ¿vale? Puede parecer curioso para algunos, pero Lima a finales del siglo XIX era una de las ciudades que contaban con el mas novedoso y eficiente medio de transporte público de aquel entonces, el tranvía. Era 1876 y Lima se preparaba para la llegada de un sistema de tracción animal. La propuesta presentada por don Mariano Antonio Borda, un empresario de la industria de los ferrocarriles prosperó con el respaldo de la Municipalidad de Lima y así; con vagones para pasajeros tirados por caballos comenzó la primera línea de tranvías. Con la presencia del dictador Mariano Ignacio Prado y los ministros del gabinete, se hizo el 24 de marzo 1878 el primer viaje, quedando inaugurado oficialmente el Tranvía Urbano de Lima. Más de 20 carros transitaban las 4 rutas establecidas en el servicio inicial que se ofrecía a los usuarios en una Lima que ya alcanzaba los 100 mil habitantes aproximadamente. El viaje inaugural del tranvía partió de la calle Pescadería hasta el Palacio de la Exposición (actual Museo de Arte) en el Paseo Colón. En los días posteriores, el servicio se prestó de manera gratuita para que los limeños perdieran el miedo que causaba ir en esta especie de coches que iban sobre rieles y tirados por caballos. Los destinos disponibles eran: Descalzos - Exposición; Matienzo - Santa Clara; Monserrate - Cercado; Pampilla - San Cristóbal. Por aquellos años, no había tanto afán por llegar a tiempo a ninguna cita, y lo que más se apreciaba del servicio no era tanto la puntualidad en las horas de salida y tiempo de recorrido, sino la comodidad y la seguridad. Con la llegada del siglo XX, el servicio transporte comenzó a modernizarse aceleradamente. Para 1902 y durante los 4 años siguientes el servicio de tracción animal comenzó a reemplazarse por tranvías impulsados por energía eléctrica. Es así como surgen las 2 rutas encargadas de conectar Chorrillos con Lima y Lima con Callao. Entonces, el servicio además de mejorar la puntualidad también redujo los tiempos de viajes entre los destinos al desplazarse a 6 kilómetros por hora, era casi un “paseo” atravesar la ciudad. A pesar de ser masivo, ir en tranvía eléctrico era toda una distinción. Los primeros años del servicio era común notar a la gente del tranvía vistiendo de forma elegante. De acuerdo con algunos historiadores, era una señal de clase escuchar que “tal don o tal doña” estarían de visita en la ciudad y les harían pasear en el tranvía. Las primeras décadas del siglo 20 fueron las de máximo esplendor y eficiencia del servicio del ferrocarril eléctrico. Hasta 150 pasajeros por vagón podían desplazarse a unos 40 kilómetros por hora en sus recorridos, lo que lo convertía en una excelente opción para llegar a los destinos en una Lima que ya comenzaba a vivir con premura sus rutinas. Además de modernismo a la ciudad y progreso en el sistema de transporte, la implantación del servicio de tranvías impulsó también el surgimiento de empresas prósperas que generaban oportunidades de trabajo en la ciudad y que contribuyeron con su desarrollo. Sin embargo, a 61 años de su inauguración, se anuncio oficialmente el 19 de octubre de 1965 el cierre del servicio. La prensa reseñaba “No volverán a circular más los tranvías en Lima”. Las razones fueron de orden económico. Luego de la fusión de las empresas privadas que originalmente impulsaron la creación y el mantenimiento del servicio, y de la participación del Estado a través de la Compañía Nacional de Tranvías (CNT) que no le dio el mantenimiento adecuado, el servicio comenzó a decaer notablemente. Para la época de los años 60 la presión de la prensa y la opinión pública sobre la calidad del servicio, el cual estaba ya desbordado en su capacidad de traslado de pasajeros, y que había perdido progresivamente unidades que salían de la operación por averías, se coronó con una huelga general de trabajadores ferroviarios que inició a las 6 de la mañana del 18 de septiembre de 1965.La Cámara de Diputados del Congreso de la República, decidió entonces liquidar la CNT y presenta, en octubre de 1965, el Proyecto de ley Nº 15786, que sería aprobado en la Casa del Congreso, en Lima, el 9 de diciembre de 1965 y promulgado en la Casa de Gobierno, en Lima, el 10 de diciembre de 1965, que acabaría con este sistema de transporte en la capital peruana. ¿Volverá alguna vez? Tal como lo anotamos en anteriores oportunidades, hay proyectos para revivirlo, el último de los cuales lanzado por el actual alcalde de Lima Jorge Muñoz en mayo del año pasado, el cual pretendía que se desplace inicialmente desde el Centro Histórico de la ciudad hasta Monserrate, pero desde entonces no se hablado mas de ello. Esperemos que con el pretexto del Coronavirus, no siga durmiendo el sueño de los justos. Así como el metro, Lima necesita el retorno del tranvía a sus calles, tal como se estila en Europa, donde modernas unidades elegantes y no contaminantes, recorren sus ciudades ¿A que esperan para seguir ese ejemplo? :)
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