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sábado, 29 de marzo de 2025

PERÚ: Un precedente peligroso

Dolida sin lugar a dudas porque su candidato, el asesino Antauro Humala quedo al margen de la ley, imposibilitándolo de participar en las elecciones del 2026, la caviarona fiscal de la Nación Delia Espinoza, dispuso realizar sorpresivamente una diligencia contra Fuerza Popular luego de recibir una interesada denuncia que piden la ilegalidad de dicha agrupación. Esto - afirma a modo de excusa - es “por presuntas conductas antidemocráticas”. En efecto, la cuestionada funcionaria, cuya cercanía con el judío Gustavo Gorriti de IDL (asalariado de Soros y quien lidera la mafia caviar que manda en el Ministerio Público) es por todos conocido, ordenó que el fiscal adjunto supremo Dante Pimentel Cruzado se encargue de las diligencias contra dicho partido, una agrupación política que ha mantenido un respaldo considerable a nivel nacional durante los últimos procesos electorales. Ello con el fin de evaluar si corresponde solicitar a la Corte Suprema que la declare ilegal, como ya ocurrió con la agrupación de Humala, denominada Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (A.N.T.A.U.R.O) cuando jurídicamente son dos casos distintos. La denuncia contra Fuerza Popular fue presentada por una oscura individua llamada Beatriz Cano Bernales, cuyas simpatías por el golpista Pedro Castillo no lo puede negar. La sujeta en cuestion argumentó que el partido naranja cayó en conductas antidemocráticas en tres ocasiones. La primera fue “por recibir aportes irregulares en la campaña electoral del 2011”. Sin embargo, este hecho se encuentra judicializado y al haber sentencia no existe culpabilidad alguna. Se le conoce como el Caso Cocteles; La segunda ocasión fue la postura de la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, de no reconocer los resultados de las elecciones presidenciales 2021 y denunciar un fraude electoral montado por el JNE (En ese entonces liderado por el impresentable Jorge Salas Arenas, alias “Camarada Coquito” por su cercanía a Sendero Luminoso) quien torció la voluntad ciudadana para que salga ‘elegido’ el delincuente terrorista Pedro Castillo, hoy en la cárcel por golpista y ladrón; La tercera se refirió a la sentencia por el caso de los “Kenyivideos”, por el que Kenji Fujimori fue condenado a cuatro años y 6 meses de prisión por el delito de tráfico de influencias real agravado. Esto por invocar influencias ante otros parlamentarios para lograr votos en contra de la vacancia presidencial de Pedro Pablo Kuczynski en el 2018. Aunque en esa ocasión quien cometió el delito fue Kenyi quien abandono el partido, no Keiko ni Fuerza Popular que no tienen responsabilidad alguna en ello. La tiparraca amplió su denuncia vinculando al colectivo “La Resistencia” con Fuerza Popular que le ha dado serios dolores de cabeza a Gorriti y a la mafia caviar, por lo que se deduce claramente de donde viene en realidad esta maniobra antidemocrática. Precisamente, la fiscalía ha ordenado el análisis de declaraciones públicas, mensajes en redes sociales y otras expresiones atribuidas a Keiko Fujimori, en su calidad de candidata presidencial durante las elecciones del 2021. En particular, se indagará si sus afirmaciones sobre presuntos fraudes en dicho proceso electoral constituyen acciones que puedan ser tipificadas como actos antidemocráticos, según lo establecido por la Ley de Organizaciones Políticas. En adición a los aspectos anteriormente mencionados, la investigación contempla la extracción de información de fuente abierta respecto a una publicación del diario chileno La Tercera, con el objetivo de determinar si existe algún tipo de vínculo entre el partido Fuerza Popular y el colectivo “La Resistencia”. El propósito final de estas diligencias es establecer si procede o no ejercer la facultad conferida por el artículo 14 de la Ley N° 28094, Ley de Organizaciones Políticas, que habilita al Ministerio Público a solicitar la ilegalización de un partido político cuando se compruebe su participación en actos que vulneren el orden democrático. La decisión que se derive de este procedimiento podría tener consecuencias directas en la participación electoral de Fuerza Popular y su lideresa Keiko Fujimori en los comicios del 2026. Al respecto, el vocero del partido naranja, el excongresista Miguel Torres, señaló que la decisión evidencia que el Ministerio Público está abocado a involucrarse en política para favorecer a los caviares y ni lo disimula. “Si tenemos parte de la fiscalía obsesionada, abocada a hacer política, las cosas no van a funcionar. El sistema de justicia no va a funcionar y los criminales seguirán en la calle” aseveró. Torres agregó: “Las elecciones se ganan en las urnas, no utilizando mecanismos del sistema de justicia. Eso es hacer acrobacias jurídicas. ¿Para qué? Para poder evitar que determinados candidatos y partidos que no le gustan a la caviarada participen en las elecciones". Precisamente Fuerza Popular dio a conocer mediante un comunicado que es evidente el uso desproporcionado y político de la fiscalía. Señaló que la medida amenaza el pluralismo político y la democracia. A través de sus redes sociales oficiales, la agrupación política liderada por Keiko Fujimori expresó su rechazo a las diligencias anunciadas por el Ministerio Público. Además, en su mensaje señala que la Fiscalía busca anular su candidatura para los próximos comicios. “Expresamos nuestra preocupación y rechazo ante la decisión de la Fiscalía de iniciar diligencias que conducen a la desaparición de nuestro partido. Es evidente el uso desproporcionado y político de la Fiscalía, abandonando su función constitucional de luchar contra la criminalidad y la delincuencia”, se lee al inicio del mensaje. “Apenas convocadas las elecciones generales del 2026, se anuncia esta medida que amenaza el pluralismo político y la democracia. No es la primera vez intentan sacarnos de carrera, pero no deja de ser alarmante que se continúe con este libreto del pasado”, continúa. En ese sentido, Fuerza Popular aseguró que se defenderá respetando la constitución. “Defenderemos nuestra existencia con firmeza, dentro del marco constitucional, en resguardo de la democracia y del derecho ciudadano a elegir libremente, con la convicción de que las elecciones se deben ganar en la cancha, a través del voto y no utilizando herramientas para manipular la voluntad popular”, finaliza el comunicado. Como sabéis, hoy existen 41 agrupaciones reconocidas como partidos políticos. Recientemente, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) retiró a A.N.T.A.U.R.O. de esa lista por orden de la Corte Suprema. La declaración de ilegalidad de esa agrupación extremista fue la primera que se realiza desde que entró en vigencia la Ley de Organizaciones Políticas, en el 2003. Precisamente, a esa ley apelan los caviares que buscan la ilegalidad de Fuerza Popular. El artículo 14 de la norma en mención establece que la Corte Suprema, a pedido del Fiscal de la Nación o del defensor del Pueblo, y garantizando el derecho a la pluralidad de instancia, podrá declarar la ilegalidad de una organización política cuando considere que sus actividades son contrarias a los principios democráticos. Como podéis imaginar, esta conducta antidemocrática ha merecido cuestionamientos de varios constitucionalistas. Los expertos no solo han criticado la medida implementada a partir de denuncias “inconsistentes” y “sin sentido”, sino que han advertido sobre su inconstitucionalidad y la intromisión de la titular del Ministerio Público en el ámbito político en medio de la campaña electoral del 2026. Espinoza, indicaron, se ha convertido en otro actor de la contienda. La Asociación Civil Transparencia también formuló observaciones. “La decisión de la Fiscalía de investigar a partidos políticos inscritos, teniendo como única base una denuncia particular, resulta peligroso para la democracia y atenta contra la independencia del proceso electoral recién convocado”, indicó. El jurista Aníbal Quiroga refirió que “las imputaciones son de orden penal, no de orden político” y apuntó que “para eso no está la Fiscalía”. “Es indudable que el Ministerio Público se ha convertido en un agente, en un actor político, saliendo de su rol constitucional de defensa de la legalidad y la Constitución y la represión del delito”, comentó, y sostuvo que la actuación de la fiscal de la Nación en ambos casos “es marcadamente inconstitucional y está fuera de la ley por la que debe ser denunciada ante el Congreso”. “La Fiscalía se ha convertido en una metralleta de denuncias acogiendo muchas que no tienen ni pies ni cabeza, ha perdido el rumbo del rol constitucional y jurídico que le corresponde, se está utilizando el sistema jurídico para hacer activismo político a favor de los caviares”, asevero. El expresidente del Tribunal Constitucional (TC), Víctor García Toma, por su parte, llamó la atención sobre el momento en que la fiscal de la Nación dispone estas diligencias, y comentó que con ello “interviene en el proceso electoral generando una distorsión que no se justifica desde el punto de vista jurídico”. Cuestionó que la Fiscalía no tenga un tamiz para evaluar la razonabilidad de la denuncia y, por el contrario, proceda a tramitarla inmediatamente, y estableció un paralelo entre el discurso violentista y atentatorio a los derechos humanos de Antauro Humala, cuyo partido fue declarado ilegal y perdió la inscripción, y la conducta de Fuerza Popular. “En este caso es claramente descabellado” que se disponga el inicio de indagaciones, refirió, y añadió que la medida “es la reiteración de un comportamiento institucional claramente ideologizado”. “No es primera vez que el Ministerio Público lleva a cabo este tipo de indagaciones que al final, directa o indirectamente, tienen un propósito político. Esto demuestra varias cosas: que hay incompetencia, que hay precipitación y mal uso del poder que tiene el Ministerio Público, y que hay un sesgo ideológico que en este caso comenzó afectando el proceso electoral y a organizaciones políticas poniéndolas en la picota”, subrayó. Al respecto, el constitucionalista Natale Amprimo afirmó que la medida responde a un “afán fiscal excesivo de generar noticia, porque es evidente que las denuncias no calzan dentro de ningunos supuestos que contempla el artículo 14 de la Ley de Organizaciones Políticas”. Lo que noto es que hay un exceso de generar noticias. Sin duda hace buen tiempo que la Fiscalía se ha convertido en un actor político”, enfatizó. “El artículo 14 de la Ley de Partidos Políticos lo que busca es que no participe en el sistema democrático aquel que no cree en la democracia y que quiere utilizar este sistema para destruirla. ¿Qué tiene que ver el Caso Cocteles en esto? Es un tema que ya está en un proceso penal, por lo que es un absurdo”, expresó. “En el caso del partido de Antauro Humala había una manifestación expresa de talante antidemocrático. Dentro de la vida de los partidos políticos hay algunas personas que pueden cometer errores y delitos y por ello deben responder política y jurídicamente. En el caso de A.N.T.A.U.R.O. había una apología a un acto delictivo, como el andahuaylazo, pero en el caso de Fuerza Popular, este rechaza y no reivindica el 5 de abril de 1992”, manifestó. Sobre este tema opinó también el expresidente del TC Ernesto Blume, quien dijo estar “sorprendido” por la inconsistencia de estas investigaciones. “Me parece traído de los cabellos, falto de consistencia que la fiscal (Espinoza), no obstante la claridad (de los hechos), sostenga que hay mérito para la investigación. Está haciendo un ejercicio excesivo de facultades y creando desconcierto e inestabilidad. Me preocupa, porque eso significa falta de conocimiento y conciencia, y una suerte de intromisión en el proceso político”, concluyó. Se trata sin lugar a dudas de una burda maniobra montada por la mafia que no debe pasar. Por cierto ¿A que espera el Gobierno y el Congreso para intervenir en el Poder Judicial que libera a los delincuentes que desatan el terror en las calles, pero increíblemente procesa a policías y militares que cumplen su deber?. Es el mundo al revés... Hay que echar a esas ratas ya mismo. Cuanto antes, mejor.

martes, 25 de marzo de 2025

FÚTBOL PERUANO: Llorones por naturaleza

“Peruano que no llora no es peruano” es una conocida frase que le cae a pelo a quienes nunca reconocen sus propios errores, echándole la culpa a otros de sus fracasos. Como sabéis, los peruanos son llorones por naturaleza, y ello puede comprobarse en todos los ámbitos de su vida, y el deporte obviamente no es la excepción. Por ejemplo cuando su paupérrima selección de futbol es continuamente humillada en los campos de juego, tratan de desviar la atención para que no se señale a los verdaderos responsables del desastre - como son sus viejos jugadores sacados de algún asilo de ancianos, que por cierto, tienen una gran “experiencia” en las derrotas - volcando su ira ya sea contra el estado del césped, el clima o el árbitro del partido. Venga ya ¿Qué culpa tiene este último de la falta de efectividad de ese grupo de perdedores que no saben patear al arco? Ello se vio reflejado claramente este martes durante el partido disputado contra Venezuela, donde tras la derrota señalaron al colegiado chileno como el “responsable” de su eliminación al Mundial a celebrarse el 2026, cuando su actuación ha sido de lo más correcta posible, anulando un gol de Reyna hecho con la mano, otorgando un penalty a la Vinotinto tras la brutal agresión cometida por ese salvaje de Zambrano al venezolano Martínez, y sobre todo, no haciendo el mas mínimo caso al show barato montado por ese vagabundo de Ibáñez (al que le dieron el buzo de la selección peruana por un sencillo), que gesticulaba desesperadamente exigiendo un penalty por una “falta” contra Guerrero, que solo estaba en su imaginación, ya que pudo apreciarse claramente en las imágenes como ese vejete de 41 años se tiraba al campo de juego sin que nadie lo tocase… quizá por su avanzada edad ya no podía ni con sus huesos. Pero de nada valió su número circense porque no se le hizo caso, terminando el partido con el triunfo venezolano que por méritos propios está en la repesca, mientras el Perú quedo eliminado una vez más. Que ningún imbécil salga por allí a decir que “matemáticamente aún es posible clasificar”, ya que ni se lo cree el mismo. Cada uno esta donde se lo merece y el Perú es colista, su lugar natural. Qué más se podía esperar de una selección conformada en un 90% de ancianos para el futbol - Guerrero, Advíncula, Carrillo. Lapadula, Zambrano, Gallese, Flores y Tapia entre muchos otros - quienes hace mucho ya están para el retiro, postergando una vez más a los jóvenes a quienes no les dan oportunidades para mostrarse. Así ¿Cómo van a poder renovar el equipo de cara al Mundial 2030 o piensan seguir llamando a esos vejestorios que por aquella época tendrán 50 años a cuestas? No los sorprenda que así ocurra y estén en silla de ruedas o con bastones, van a seguir convocando a esos inútiles. Por lo visto, los dirigentes de la FPF no piensan en el futuro, o simplemente no les importa, ya que solo les interesa seguir llenándose los bolsillos a costa de la candidez - o mejor dicho, cojudez - de los peruanos, cobrando una pasta para ver a esos fracasados haciendo el ridículo en el estadio. Mejor confórmense con observar los partidos del Mundial por la TV, que en esta ocasión no habrán puntos regalados ni ayuda del VAR para que asistan al torneo sin merecerlo como sucedió en el 2018. Es el precio de la improvisación… Lo que mal empieza, mal acaba (Por cierto, es vergonzoso que esos llorones se arañen porque les silbaron el himno, cuando ellos no solo hicieron lo mismo en Lima, sino también su policía agredió a hinchas y jugadores venezolanos, e incluso a estos últimos los tuvieron varados en el aeropuerto durante horas porque no querían venderle el combustible para su avión. A ese grado de bajeza llegaron los peruanos. Así que no se hagan las víctimas, y solo recuerden lo que les conviene ¿vale?)

sábado, 22 de marzo de 2025

PERÚ: Muerto y enterrado

Una buena noticia que no puede ser pasada por alto - más aun en plena arremetida de la prensa basura y los parásitos caviares contra el Gobierno - es que el partido del despreciable asesino de policías y consumidor de marihuana Antauro Humala, denominado Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (A.N.T.A.U.R.O), ya se encuentra oficialmente disuelto y ha sido retirado del Registro de Organizaciones Políticas (ROP) del Jurado Nacional de Elecciones, convirtiéndose de esta manera en una agrupación ilegal. En efecto, transcurrieron varias semanas desde que la Corte Suprema ratificara el histórico fallo en primera instancia que dispuso su cancelación y el cierre de todos sus locales por contravenir los principios democráticos, pero la decisión recién se pudo ejecutar esta semana. "La cancelación responde a que este 18 de marzo, se recibió la notificación de la Corte Suprema de Justicia de la República, la sentencia de fecha 14 de octubre del 2024, que declaró la ilegalidad de la referida organización política por conducta antidemocrática, emitida por la Sala de Derecho Constitución y Social Permanente de dicha Corte, la cual fue confirmada por la Sala Civil Permanente", se lee en el comunicado difundido por el JNE. Se trata, sin lugar a dudas, de una buena noticia para todos los peruanos que creen y respetan los valores democráticos. Era inconcebible que una organización extremista cuya cabeza visible pregonaba un odio exacerbado anunciando ejecuciones extrajudiciales de expresidentes (incluyendo a su propio hermano), así como mostrar su “admiración” por los monstruosos crímenes perpetrados por Sendero Luminoso, pretendiera legitimar su aberrante discurso participando en el próximo proceso electoral. Por ello el fallo judicial marca un importante precedente histórico para cualquier otra agrupación que a futuro pretenda propalar el violentismo como doctrina. La cancelación de ese partido totalitario cuyas iniciales - no era de extrañar - formaban el nombre de ese vil sujeto (A.N.T.A.U.R.O.) fue posible gracias a que el Poder Judicial, luego de superadas varias maniobras dilatorias del antaurismo, notificara la sentencia al JNE. Aquí cabe aplaudir la rápida reacción del organismo electoral, que, sin apelar a formalismos administrativos ni otro tipo de excusas, retiró de inmediato del ROP a la organización proscrita. Con esto, la entidad marca una saludable distancia con la condenable posición que tuvo sobre este asunto la anterior gestión del impresentable Jorge Salas Arenas, (alias ‘Camarada Coquito’, conocido defensor de terroristas) y quien como recordareis, en contubernio con otros organismos como la RENIEC y la ONPE posibilitaron mediante el fraude en las pasadas elecciones generales, el “triunfo” del filosenderista Pedro Castillo - hoy procesado por golpista - y que ahora pretendían repetir la jugada para favorecer a Humala. Como sabéis, la situación del etnocacerista era particularmente relevante dado su oscuro pasado, ya que fue condenado a 17 años de prisión por homicidio, rebelión y otros delitos relacionados con el levantamiento conocido como el “Andahuaylazo”, un conflicto que tuvo lugar en el 2005, cuando Humala lideró una revuelta contra el gobierno del entonces presidente Alejandro Toledo. Tras ser liberado ilegalmente en agosto del 2022, gracias a una espuria reducción de su condena patrocinada por Castillo, a su salida de prisión expresó públicamente su orgullo por sus acciones criminales, sin mostrar remordimiento alguno por ello. Cabe precisar que la cancelación del partido del sentenciado por el ‘andahuaylazo’ no significa que hay que bajar los brazos. La democracia debe seguir vigilante. El sedicioso ya debe estar calculando infiltrarse en el próximo Congreso, con la complicidad de algún ‘partido’ vientre de alquiler - como el denominado Juntos Por el Perú - desesperado por ganar votos. Pero debemos recordar, como lo han señalado diversos expertos electorales, que para poder postular como invitado por otra agrupación debió renunciar en diciembre pasado a su agrupación hoy ilegalizada y no lo hizo. No se puede permitir por ello que pretenda usar alguna artimaña legal para participar a como de lugar. La institucionalidad democrática le ha cerrado las puertas y siempre deben estarlas para este sucio drogadicto. Haciendo un poco de historia sobre su hoy ilegalizado movimiento etnocacerista, este se presentaba como contrario al comunismo, al capitalismo y al neoliberalismo, y fue fundado por Humala a inicios de los 2000, centrándose principalmente en hacerlo llegar a Lima y otras regiones al interior del país. Sin embargo, no fue Antauro quien diseño esta ideología enfermiza, sino que fue su padre, Isaac Humala. Cuando el patriarca de la familia dio una entrevista años atrás, era posible ver desde dónde surgía lo que luego su hijo propugnaría a través de la política armada. Estas ideas tenían origen en Isaac Humala. En aquella ocasión, le preguntaron por el conocido antichilenismo que su ideología planteaba, donde incluso su hijo Antauro planteó que si alguna vez llegaba al poder, le declararía la guerra a Chile. Haciendo alusión a los bajos impuestos que este último pagaba a Perú, aseguró que “para el tamaño de nuestro país nuestra economía tiene exceso de oro y plata en lingotes, estamos como en la época del guano. Pero el gobierno por traición, desde Kenyo Fujimori, hace que todo eso se lo lleven los extranjeros, sin dejar nada para nosotros. (…) Si nosotros reivindicamos ese derecho, tendremos dinero de sobra para convertir en pradera el desierto de la costa. Nos convertiremos en potencia y recuperaremos territorios como Tarapacá y Arica, que son territorios históricamente peruanos”. Isaac Humala mantuvo por muchos años una cercanía con la izquierda antes de que las relaciones se quebraran. Militó en el Partido Comunista Peruano (PCP) y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). También fundó el Instituto de Estudios Etnogeopolíticos (IEE) en 1989, cuando su pensamiento ya tomaba forma. Precisamente, la palabra etnocacerismo proviene de la unión entre el rescate étnico que el movimiento busca y el nombre de Andrés Avelino Cáceres, militar y político peruano que luchó en la Guerra del Pacífico. El concepto de la raza es otro de los pilares de esa ideología, donde destacan la presencia de una “raza cobriza”, en referencia a las personas nacidas en los Andes. “La especie humana tiene cuatro razas, de las cuales una está prácticamente apartada, la blanca domina el mundo, la amarilla tiene dos potencias, China y Japón, y la negra, pese a no estar tan bien como las dos anteriores, al menos domina su continente”, explicaba el patriarca de los Humala en la misma entrevista. “En cambio, la cobriza no gobierna en ningún lado. Nosotros pensamos hacer eso, parece algo imposible, pero somos utópicos en ese sentido, tenemos esperanza en momentos en que esta ya se ha perdido, eso es lo que nos diferencia”, apunto. Con una iconografía similar a la de regímenes fascistas - como el uso de estandartes y banderas que en lugar de la esvástica y el águila, llevan la chakana (la cruz inca) y el cóndor - o el resaltar el valor de una raza e intentar validarla en el poder, se presentaba en sus mítines con un discurso radical para ganar adeptos. “Nosotros sostenemos que la raza cobriza es superior a las demás, ya que siempre ha sido víctima y que tiene que reincorporarse. No esperamos que nos reincorporen otros. Nosotros mismos debemos hacerlo, empezando por sentirnos orgullosos de nuestra raza, nuestra sangre y nuestra cultura, por eso debemos estudiar lo nuestro” puntualizó. Tanto Ollanta como Antauro Humala compartían, al menos en un principio, parte de una postura ideológica similar. Para octubre del 2000, cuando ambos eran miembros del Ejército, los hermanos lideraron un levantamiento militar contra el régimen de Kenyo Fujimori (1990-2000) cuando este llegaba a sus últimos días. Su acción falló, pero sentó un precedente, así como la irrupción política de la familia Humala. Luego, cuando Antauro continuó por el camino armado y fue capturado y enjuiciado en el 2005, por el contrario su hermano Ollanta tomaba el camino institucional, cuando ingresó de lleno en el escenario político democrático, siendo elegido presidente en el 2011. Para Isaac Humala, que su hijo Ollanta no hiciera nada para ayudar a su encarcelado hermano cuando era Presidente - algo que considero una “traición” - fue un signo de que el proyecto ideológico se concretaría con Antauro Humala a la cabeza. Pero la tarea política de este último no cesó incluso en la cárcel. Para el 2018, estando privado de libertad, fundó el Frente Patriótico de Perú, que fue definida por analistas como cercano a la extrema izquierda, pero otros lo ligaron a una tercera posición ajena al espectro tradicional, el fascismo. En efecto, las similitudes entre el etnonacionalismo y el fascismo no son pocas. Si este último se presentaba como la tercera vía entre la democracia representativa y el comunismo, el etnonacionalismo se presenta como la tercera vía entre la izquierda y la derecha. Según Humala, “la opción no es ni la derecha pizarrista ni la izquierda almagrista, sino el nacionalismo, que históricamente en ese paralelo podríamos referenciar como la opción de los incas de Vilcabamba”. Tanto el fascismo como el etnonacionalismo, plantean un nacionalismo exacerbado y excluyente. Además, son ideologías militaristas, fundadas por veteranos, y caracterizadas por el estatismo, el colectivismo y el irredentismo, esto es, la reivindicación de territorios ubicados fuera del Estado, los territorios irredentos. Si Mussolini reclamaba los territorios que no le dieron a Italia tras la Primera Guerra Mundial (la “victoria mutilada”), y Hitler los perdidos por Alemania en esa guerra, además de todos los territorios con población étnicamente germana, Antauro Humala pretendía anexar todo lo que perteneció al Imperio Inca incluyendo, como no, los territorios perdidos en la Guerra con Chile. El etnonacionalismo, además, incorporo el tema étnico como elemento central de su ideología, con lo cual, además de promover la división entre peruanos, acabo asemejándose a un tipo de fascismo en particular: el nacionalsocialismo, es decir, el nazismo. ¡Solamente hay que cambiar “raza aria” por “raza cobriza” y tenemos etnonacionalismo! En base a esta visión, el etnonacionalismo pretende refundar el Estado peruano en base a criterios étnicos, negando la ciudadanía a buena parte de la población peruana. Así, legitima el terrorismo étnico llamándolo “contra-terror”, para finalizar tomando como gran ejemplo la siguiente orden dada por Tupac Katari de 1781: “Matar al blanco”. Esta cita también está en su libro Ejército Peruano: Milenarismo Nacionalismo y Etnocacerismo. Lo que hace Antauro Humala es sustituir la “lucha de clases” por la “lucha de étnias”, estableciendo el dilema entre “amar”, que según él es esclavitud, y “contra amar”, es decir, odiar, que para él significa “libertad por acción” para matar “a los que no son cobrizos”, es decir a los blancos, pero también a los mestizos, que son la inmensa mayoría de peruanos, dejando a los cobrizos (indios puros) como los únicos habitantes del país.. Como es evidente, y en consecuencia con su demencial ideología, en caso de llegar al poder, Antauro Humala desconocería inmediatamente la actual Constitución. Esto es algo que ha dicho abiertamente en varias entrevistas. Esto no sorprende si su modelo político es una dictadura, específicamente la del general Juan Velasco Alvarado. En diversas entrevistas Antauro Humala sostuvo que aplicará el Plan Inca del general Velasco, dictadura que, según él, fue “el primer gobierno nacionalista del país”. Como podéis imaginar, todos estos disparatados postulados fueron “traspasados” íntegramente a su nueva agrupación A.N.T.A.U.R.O. para participar en las elecciones del 2026, pero todo ha sido en vano y hoy ha quedado ilegalizado. Teniendo presente todo lo anterior, cabe la siguiente pregunta: ¿A quién en su sano juicio se le puede haber ocurrido pensar que sea considerado un partido político democrático? Su raigambre totalitaria está a la vista de todos y ni lo disimulaba, por lo que su desaparición es lo más conveniente para todos ¿No os parece?

martes, 18 de marzo de 2025

CATEQUIL: El oráculo andino que no predijo su propio destino

En las profundidades de la mitología andina, emergió la figura de un demonio cuyo dominio sobre los relámpagos, truenos y tempestades hizo que sea venerado y temido por igual. Nos referimos a Catequil, una deidad que ocupa un lugar especial en el panteón de los caxamarcas, huamachucos y conchucos - teniendo su santuario principal en las faldas del cerro Icchal en Santiago de Chuco (La Libertad) - como posteriormente de los Incas, cuando anexaron esas regiones a su imperio, quienes lo asociaron con Illapa, el dios del rayo. Su historia, cargada de mitos, leyendas y relatos, constituye una pieza fundamental para entender no solo la religión incaica sino también la cosmovisión andina como un todo. En cuanto a su origen, una versión de Walter Krickeberg (1975), tomado del Archivo de Indias, relata: “Catequil surge porque Ataguju (creador de todas las cosas, del cielo y la tierra) tenía tres criados -Uvigaicho, Vustiqui y Guamansuri-, quienes eran intercesores del pueblo y acudían a ellos en busca de favores. Sucede que Guamansuri fue enviado a la zona de los guachemines (habitantes de Cajamarca y Huamachuco), los cuales tenían una hermana llamada Cautaguan a la que mantenían encerrada y cautiva por estar dotada de hermosura. Sin embargo, Guamansuri aprovechó que los hermanos de Cautaguan no estaban para cortejarla y dejarla embarazada. Al enterarse de este agravio los guachemines decidieron prenderle fuego y quemar al criado hasta hacerse polvo, pero al cabo de pocos días Cautaguan parió dos huevos pero murió en el parto. Entonces los hermanos tomaron los huevos y los echaron a un muladar, y de allí salieron dos muchachos dando gritos, a los cuales una señora les tomó y los crió. El uno se era Catequil, quien fue el principio de muchos males y el dios más temido y honrado que había en los andes, siendo adorado y reverenciado desde Quito hasta el Cuzco. Mientras el otro hermano se llamaba Piguerao. Cuando Catequil fue al lugar donde murió su madre, la resucitó, quien le dio dos hondas que su padre Guamansuri le había dejado para que las entregue al que iba a parir, porque con aquellas había que matar a los guachemines y pediría a Ataguju para que se críen indios en estas tierras, la labren y la habiten” . Se cuenta que en su templo, a modo de Oráculo, Catequil respondía a interrogantes contestando a través de las hojas de coca en los canales, ubicados en el centro ceremonial ubicado en Santiago de Chuco en las faldas del cerro Icchal, cuyas ruinas fueron descubiertas por el arqueólogo canadiense John R. Topic y su esposa en 1987. Un segundo templo dedicado a Catequil quedaba en el pueblo de Tauca, provincia de Pallasca. En tanto, el explorador austríaco-francés, Charles Wiener, comprobó en la iglesia de Tauca, que había una imagen en forma de círculo, evocando al Sol. Catequil se consideraba un oráculo de reputación considerable, comparable a Pachacámac en la costa central. Es más, a Catequil se le acreditó enseñar a Lloclayy Huancupa, la principal deidad de los Huarochirí, a hablar. Pero Catequil es mucho más que un simple dios de los relámpagos. Representa la furia de la naturaleza, el poder incontrolable del cielo y su capacidad para decidir sobre la vida y la muerte. Sin embargo, su veneración no surgía únicamente del temor; para los antiguos andinos, Catequil era también un símbolo de renovación y fertilidad, cuyos rayos eran interpretados como una manifestación divina que traía consigo el agua necesaria para la agricultura. La figura de Catequil se arraigó profundamente en las tradiciones y leyendas de los pueblos andinos. Su origen, envuelto en el misterio de los tiempos, se pierde en la memoria colectiva de las civilizaciones preincas. Sin embargo, los investigadores sugieren que su culto podría remontarse a varios siglos antes de la consolidación del Imperio Inca, siendo uno de los dioses compartidos entre distintas culturas andinas. Catequil, en la cosmovisión andina, no era solo un ente aislado, sino parte de un sistema de creencias que integraba a la naturaleza, la sociedad y lo divino en un todo coherente. Se creía que este dios tenía el poder no sólo sobre los fenómenos meteorológicos, sino también sobre la vida y la muerte, haciendo de él una figura central en el panteón religioso. Los relatos acerca de Catequil varían de una región a otra, reflejando la diversidad cultural de los Andes. Aunque los detalles específicos de su mito pueden diferir, la esencia de Catequil como el señor de los relámpagos y protector contra los enemigos permanece constante, demostrando su importancia universal en las tradiciones andinas. Al respecto, el arte y la iconografía inca ofrecen un testimonio visual fascinante de la veneración a Catequil. A través de diversas formas artísticas, los incas y sus predecesores encontraron maneras de representar y rendir culto a este demonio. Estas representaciones no sólo cumplían una función estética; también eran emblemas de poder y protección. Se creía que llevar consigo un objeto con la imagen de Catequil o incluir su símbolo en la vestimenta podía otorgar protección contra los peligros, especialmente durante las tempestades. La representación más conocida de Catequil, sin embargo, no se encuentra en objeto alguno, sino en la propia naturaleza. Los andinos veían la mano de Catequil en cada rayo que rasgaba el cielo, considerando estos fenómenos naturales como manifestaciones físicas de su presencia y poder. Cabe precisar que los atributos de Catequil se extienden más allá de los relámpagos y truenos, abarcando también la protección de sus devotos en tiempos de guerra. Este tríptico de poder -relámpagos, truenos, y guerras- definió su esfera de influencia dentro del panteón andino. Así, los relámpagos eran signos de su ira, pero también de su protección. Se creía que cada rayo era un mensaje de Catequil a su pueblo; En tanto, los truenos eran la voz de Catequil, manifestando de esta manera su presencia. Los truenos anunciaban cambios importantes o advertían sobre peligros inminentes; Por otra parte, durante las guerras Catequil era invocado para proteger a los guerreros y asegurar su victoria. Su ferocidad natural era un modelo para los combatientes. Esta multifacética naturaleza de Catequil evidencia su rol como una deidad tutelar, cuyo favor era indispensable en diversos aspectos de la vida andina, desde el ámbito doméstico hasta el campo de batalla. Dentro de la mitología andina, las historias sobre Catequil son particularmente evocativas, llenas de enseñanzas y simbolismo. Entre ellas, destaca la leyenda de cómo Catequil defendió a su pueblo de una enorme serpiente que amenazaba con engullir el sol. Armado con sus relámpagos, Catequil combatió a la bestia, salvando al mundo de una eterna oscuridad. Otra narrativa popular cuenta el viaje de Catequil a través de los tres mundos andinos: Hanan Pacha (el mundo de arriba), Kay Pacha (el mundo aquí) y Uku Pacha (el mundo de abajo). En cada uno, Catequil enfrentó y venció a diferentes demonios, asegurando el equilibrio y la armonía del cosmos.Estas leyendas, transmitidas de generación en generación, no solo servían para entretenimiento. Eran, además, vehículos para transmitir valores culturales, explicar fenómenos naturales y reafirmar la fe en las deidades protectoras como Catequil. En cuanto a su relación con otros dioses andinos, aunque Catequil es una figura prominente en sí misma, su historia y poderes están enextricablemente ligados a los de otras deidades del panteón andino. Su interacción con figuras como Pachamama (la Madre Tierra) y Inti (el dios Sol) demuestra la complejidad de la religión andina y el equilibrio necesario entre las fuerzas de la naturaleza. Por cierto, la colaboración entre Catequil y Pachamama es particularmente significativa, ya que sus dominios se complementan. Mientras Catequil controla los cielos, Pachamama gobierna la tierra, y juntos aseguran la fertilidad y el bienestar del mundo andino. Esta red de relaciones divinas refleja la visión andina de un cosmos interconectado, donde cada elemento, ya sea natural o sobrenatural, tiene su lugar y función. Cabe precisar que las ceremonias y rituales de adoración a Catequil en la antigüedad eran diseñados para honrarlo y pedir su protección. Estos rituales variaban desde ofrendas simples hasta complejas celebraciones que podían durar varios días. Entre las ofrendas usuales se encontraban alimentos, textiles finamente trabajados y, en ocasiones, animales sacrificados en su honor. Se creía que estas ofrendas aseguraban la benevolencia de Catequil, protegiendo a la comunidad de fenómenos meteorológicos adversos y garantizando el éxito en las batallas. Las festividades en honor a Catequil también eran oportunidades para la reunión comunitaria, reafirmando los lazos sociales y religiosos. Estos eventos ofrecían un sentido de continuidad y pertenencia, fundamentales en la cosmovisión andina. En tanto, la importancia de Catequil en el contexto social y religioso inca interconectaba los aspectos sociales, políticos y naturales de la vida. Catequil no solo era una figura religiosa; era también un símbolo de unidad y fortaleza para el pueblo inca. Su adoración reforzaba la cohesión social, al unir a las personas en un propósito común: la veneración y el respeto hacia las fuerzas divinas que gobernaban su mundo. Simultáneamente, el culto a Catequil legitimaba el poder de líderes y gobernantes, quienes se consideraban elegidos por las deidades para guiar a su pueblo. En este sentido, Catequil funcionaba como pilar del orden social y cosmológico, evidenciando la profunda interrelación entre religión, política y naturaleza en la sociedad inca. Durante la época de la conquista, diversos cronistas han expuesto información sobre sus centros ceremoniales. Según el cronista español Juan de Betanzos, el bastardo Atahualpa hizo quemar su templo por haberle dado trágicos augurios, cuando mando a consultar sobre quién sería el vencedor en la guerra contra el Inca Huáscar. El sacerdote encargado del santuario, un anciano con una larga túnica recubierta de conchas marinas (posiblemente mullu), luego de entablar conversación con el ídolo de piedra, vaticinó un resultado irremediablemente adverso para Atahualpa. El sacerdote mencionó que, debido a su comportamiento sanguinario y tiránico, había suscitado la furia de Wiracocha y, por tanto, este usurpador tendría un desenlace fatal (lo que al final efectivamente ocurrió, ya que al ser capturado por los españoles en 1533 fue estrangulado por regicida). Atahualpa, furioso, ordenó entonces la destrucción del templo y así se hizo: los restos despedazados del ídolo fueron arrojados al río y el santuario, saqueado. Pero la historia de este célebre oráculo no terminó ahí: los sacerdotes andinos de Huamachuco recuperaron la cabeza del ídolo y volvieron a rendirle culto hasta que, en 1561, esta fue descubierta por los frailes agustinos Antonio Lozano y Juan Ramírez, quienes la hicieron polvo y la echaron al río. Sin embargo, la veneración a Catequil y otras deidades andinas no desapareció por completo. En la sociedad contemporánea, especialmente en regiones de Perú y Bolivia, es posible encontrar ecos de estas antiguas creencias en las prácticas culturales y religiosas actuales. Esta persistencia cultural no solo es testimonio de la profundidad y riqueza de la herencia andina, sino también un recordatorio del poder de las creencias para trascender el tiempo y transformarse, manteniendo vivas las raíces de un pueblo. La figura de Catequil, con sus profundos orígenes en la historia andina y su presencia en la cultura contemporánea, actúa como un puente que une el pasado con el presente. Su evolución desde una divinidad temida y reverenciada hasta un símbolo cultural adaptado a la modernidad refleja la capacidad de las tradiciones andinas para perdurar y reinventarse. Por medio de Catequil, se puede vislumbrar el tapiz de la religión y la cosmovisión andina, donde lo divino y lo humano se entrelazan de manera inextricable. Esta deidad nos invita a explorar no solo las creencias de un pueblo antiguo, sino también las formas en que esas creencias continúan influyendo en la vida y la identidad de las comunidades andinas hoy. En resumen, Catequil no es solo un recuerdo del pasado; es una presencia viva que continúa inspirando, protegiendo y guiando a las generaciones actuales, demostrando la permanencia y el dinamismo de la cultura andina a través de los siglos.

sábado, 15 de marzo de 2025

PERÚ: Una mafia enquistada

Si la semana pasada dimos a conocer la intentona golpista preparada por la mafia caviar desde el Ministerio Público, toca referirnos en profundidad precisamente a ese cuestionado organismo que se ha convertido en el último reducto de esos parásitos que con la complicidad de la prensa basura buscan desesperadamente a como dé lugar desestabilizar al Gobierno constitucional de la señora Dina Boluarte, e intentar regresar al Estado para seguir robando y de donde fueron echados tras la ignominiosa caída del régimen filosenderista de Pedro Castillo. Copada por magistrados inútiles e incompetentes, se ‘autoperciben’ como un cuarto poder, los cuales han convertido a la justicia en un instrumento de la política y utilizarlo para sus protervos fines, persiguiendo con saña y alevosía a sus adversarios, pero a su vez ‘blindando’ a los suyos poniéndolos a salvo de cualquier investigación judicial convirtiéndolos prácticamente en intocables, como sucede con Gustavo Gorriti de IDL, que por cierto, recibe jugosas “donaciones” de parte de George Soros para comprar jueces y fiscales. No es de extrañar por ello que Fiscalía de la Nación (FN), se encuentra bajo la influencia ideológica y política de esa “costra infecta” entrando a su más bajo nivel de deterioro con las selectivas acciones contra quienes considera sus enemigos declarados: los políticos de derecha y el gobierno. ¿Cuál es la otra razón del envalentonamiento fiscal? Es el cambio de Constitución Política (CP) del 79 a la del 93. Veamos. En la CP del 79, los fiscales tenían la función de “vigilar e intervenir en la investigación del delito desde la etapa policial” (Art. 250-5 CP 1979), que lo hacían muy bien. Luego, extrañamente, en la CP 93 pasaron a “conducir desde su inicio la investigación del delito” (Art. 159-4 CP 93). Como recordareis, la hazaña de la captura del genocida Abimael Guzmán en septiembre de 1992, demostraba que la investigación policial pasaba por su mejor momento con profesionales investigadores o pesquisas de primer nivel, entonces, no hubo razones para ese cambio tan absurdo que hubo y que hoy pasa factura a los peruanos con el desmesurado crecimiento del crimen ‘importado’ de Venezuela desde la época del conocido lobbysta y traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski (judío como Gorriti) quien irresponsablemente abrió las fronteras de par en par a esos indeseables y que hoy son millones en el Perú, desatando el terror y la violencia en sus ciudades como jamás se había visto. Antes de este cambio de la CP, el poder de la investigación del delito estaba en manos de tres autoridades: policía, fiscal y juez. Hoy solo lo tiene el fiscal. Luego vino el Código Procesal Penal 2004, un armatoste que les permitió tratar de construir su propia policía política (como el infame Eficopp); inventarse nuevas funciones como la de “prevenir” creando inconstitucionalmente las “fiscalías de prevención” (Art. 166 CP 93 La Policía previene, investiga y combate los delitos), y armando sus propios laboratorios criminalísticos; es decir, una clara voracidad por la función policial para incrementar su poder. Detrás de todo esto, como siempre, los caviares, intentando sacar provecho de ello. Entonces, estos autoproclamados “superpolicías”, “fiscales”, “peritos” y “jueces”, comenzaron a arremeter contra todo el que saque la cabeza del lado derecho del espectro político. Si no, veamos cómo Gorriti y su pandilla de roedores de IDL, los fiscales Vela y Pérez, su nueva millonaria la exfiscal Marita Barreto, y el “absuelto” el inefable exfiscal de la nación Pablo Sánchez, no son tocados para nada, a pesar de la existencia de múltiples pruebas que acreditan su participación en una serie de delitos y que en un país donde se respeta las leyes, hace mucho tiempo estarían pudriéndose en la cárcel. Asimismo, a sujetos de la calaña de Kuczynski y Vizcarra como a la tiparraca de Susana Villarán por ejemplo, que han admitido recibir millones de dólares de parte de la corrupta Odebrecht nadie los molesta y siguen gozando impunemente de libertad. Por el contrario, si se trata de sus adversarios políticos, allí sí que son muy solícitos, realizando burdos, apresurados e inconsistentes “allanamientos espectaculares” y televisados contra Keiko Fujimori, la familia Boluarte y por último el ministro del Interior, Juan José Santivañez, a quien allanan por… “abuso de autoridad”, con un odio descomunal que solo se parece a la que profesan los comunistas, que se caracterizan por su “odio de clase”. Otra de las obsesiones de la fiscalía caviarizada, como es obvio imaginar, son los miembros de las fuerzas del orden. Las aberrantes fiscalías de “derechos humanos e interculturalidad”, siguen abriendo todos los días nuevos procesos a militares y policías por sucesos ocurridos hace 30 o 40 años, al tiempo que liberan cotidianamente a malhechores capturados en flagrancia, quienes son liberados ipso facto para seguir delinquiendo. La culpa entonces de la actual ola delincuencial que agobia al país no es culpa de la policía ni del Gobierno - como la prensa basura quiere hacer creer con sus vomitivas campañas mediáticas - sino de jueces y fiscales caviares quienes los sueltan al instante tras ser detenidos por las fuerzas del orden. Así, ¿Cómo se pretende acabar con esta lacra que se siente evidentemente protegida por el Ministerio Público? Es por ese motivo que el Congreso y la JNJ deben poner orden y reorganizar al MP ya mismo, arrancando de raíz la “costra putrefacta” caviar que hoy dirige esa institución, defenestrando fiscales supremos y superiores y eligiendo una nueva generación de jóvenes magistrados probos y desideologizados, y así evitar que se siga politizando la justicia y que el país devenga en ingobernable. Como sabéis, la mafia caviar no vacila en violar la Constitución y las leyes para conseguir sus objetivos, destruyendo la débil institucionalidad. Cuando se trata de defender sus sórdidos intereses, los caviares no vacilan, arrasan con la legalidad y se escudan con individuos y grupos de la más baja calaña. Con esos métodos, han logrado un poder inmenso en los últimos años, a pesar que carecen de respaldo ciudadano. Ello es palpable cuando participan en elecciones donde sus resultados siempre son ínfimos. Por eso ahora se han afincado cual garrapatas en el único poder del Estado que no es elegible por voto popular, el sistema judicial. Como es obvio, si los mecanismos legales y constitucionales son pisoteados cotidianamente y esa mafia sigue ilegalmente atrincherada en la fiscalía y el Poder Judicial, la crisis política que paraliza al país andino seguirá indefinidamente. En síntesis, sino se hace una limpieza radical de la fiscalía capturada por los caviares, no se podrá ganar la lucha contra la delincuencia… A por ellos. (Una buena noticia que no puede ser pasada por alto es la decisión del Congreso de aprobar la nueva Ley de fiscalización de las ONG’s, una de cuyas cláusulas es el artículo que impedirá a ONG’s como IDL, llevar casos judiciales contra el Estado, por lo que no podrán asumir la defensa legal de casos civiles, ni penales de los terroristas, y ya no podrán seguir recibiendo jugosos honorarios provenientes de dinero de fuentes externas que por cierto, serán severamente fiscalizados. Se trata sin duda alguna de un duro golpe al bolsillo de esas organizaciones criminales #CaviaresNuncaMas)

martes, 11 de marzo de 2025

CRÓNICAS DEL HORROR: Asesinato por encargo

Nunca se sabrá a qué se debió la muerte de Augusta La Torre (a) “Norah” porque Abimael Guzmán y su siniestra cúpula se encargaron de desaparecer el cadáver y así facilitar que el cabecilla de la banda maoísta pudiera casarse con su amante, Elena Iparraguirre Reboredo (a) “Miriam”. Ante todo, cabe precisar que en la década de los 70, La Torre fue la activista de mayor arraigo y que impulsó el denominado “Movimiento de Iniciación de la Lucha Armada (ILA)”, que dio origen a Sendero Luminoso, la organización terrorista más sanguinaria del siglo XX. Quienes la conocieron aseguraron que era de carácter muy fuerte y continuamente estaba en contra de la opinión de su marido, quien al final decidió deshacerse de ella. En efecto, son diversos los testimonios que revelan que fue envenenada con cianuro por orden del propio Guzmán en complicidad con Iparraguirre, quien se desempeñaba como secretaria de “Norah”. La principal razón - conforme a declaraciones de senderistas interrogados en marzo de 1992 en el Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE)- indica que se debió a que le estaba restando liderazgo al cabecilla de Sendero Luminoso. No es cierto entonces lo que dijo Guzmán en la “Entrevista del Siglo” que publicó el vocero senderista El Diario, que la matanza de Lucanamarca se debió a una decisión de la dirección central de SL que planificó la acción. Dicho estamento estaba compuesto por Guzmán, “Norah” y “Miriam”. Quienes conocieron a “Norah” aseguran que ella jamás estuvo de acuerdo con la siniestra matanza que arrasó con todo un pueblo incluyendo a los recién nacidos. La masacre en mención suscitó largas y acaloradas discusiones entre Abimael y Augusta quien fustigó con dureza a su esposo. Además, ella tenía discrepancias en torno al concepto que utilizaba Guzmán Reynoso para definir lo que se consideraba como “la dictadura del proletariado”, según reveló Tito Valle Travesaño. Otro de los puntos de controversia en la pareja giraba en torno a la interpretación de la obra “El Leninismo”, de José Stalin. Los aspectos de cómo dirigir y mantener la conducción de Sendero Luminoso daban lugar a tertulias cuyo final era siempre incómodo para ambos cabecillas, según revelaron terroristas arrepentidos cuando fueron interrogados. A criterio del exjefe del SIE, coronel del Ejército Peruano en situación de retiro Alberto Pinto Cárdenas, Abimael Guzmán - henchido de vanidad - abusaba de la retórica; pero el “cerebro” era Augusta La Torre. Posiblemente, como lo sostienen numerosos analistas, al ver que el control de su organización criminal se le escapaba de las manos, Abimael se habría coludido con “Miriam” para sacar del camino a quien amenazaba arrebatarle el liderazgo. “Norah consideraba que los militantes no podían continuar entregándose incondicionalmente a tareas, disciplinas y estrategias por la sola orden del presidente Gonzalo cuyas tácticas operacionales no siempre eran las más adecuadas”, advirtieron senderistas arrepentidos cuyos testimonios forman parte de los archivos del SIE. Precisamente, el 31 de enero de 1991 agentes de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) encontraron un revelador video al incursionar en un inmueble de la avenida Buena Vista en Chacarilla del Estanque, lugar donde durante largo tiempo se ocultó Guzmán. Las imágenes mostraban a una mujer cubierta con una banderola roja con la hoz y el martillo. Era el cadáver de Augusta La Torre, quien era velada por el llamado “presidente Gonzalo” y su cúpula. En un momento, el genocida contempla a su difunta esposa, derramando lágrimas de cocodrilo mientras alza el puño derecho y exclama: “ella fue capaz de aniquilar su propia vida para no levantar la mano contra el Partido. Ella, en su lamentable confusión, en su enfermedad nerviosa, prefirió aniquilarse antes de golpear al Partido”. Con esas palabras deslizó la posibilidad del suicidio; pero quienes la conocieron afirman que era una mujer muy segura de sí misma. Por su parte, Óscar Ramírez Durán (a) “Feliciano” en su libro “El Mega juicio de Sendero”, narra que a fines de noviembre de 1988 fue citado a Lima por Guzmán para remplazar en el cargo a “Norah”. Cuenta que le dijeron que ella se había suicidado ahorcándose con una soga y que no les creyó. Para él, Augusta la Torre pudo ser asesinada por dos motivos: primero, porque no estuvo de acuerdo con la militarización y el aniquilamiento de campesinos a los que Abimael despectivamente tildaba de “mesnadas”; y por el triángulo amoroso que propició “Miriam” en el seno de la dirección senderista. En cuanto a la fecha de su deceso, nadie sabe a ciencia cierta cuándo murió “Norah”. Para Benedicto Jiménez, exjefe del Grupo Especial de Inteligencia (GIN), habría fallecido el 14 de noviembre de 1988. De otro lado, versiones dadas al SIE por terroristas arrepentidos en abril de 1992, revelan que su deceso se produjo durante el primer congreso de Sendero Luminoso en febrero de 1988. “Norah” falleció en circunstancias en que se elaboraba el documento denominado “Programa General de la Revolución Democrática” que consideraba la destrucción de las estructuras del Estado y del sector productivo; así como la confiscación de propiedades privadas y el apoyo a grupos terroristas en otros países. Documentos senderistas incautados y la confesión de “Feliciano” confirman que la extraña muerte de “Norah” dio lugar a que un grupo de subversivos, encabezados por Elvia Nila Zanabria Pacheco (a) “Juana”, exigieran la formación de una comisión investigadora para indagar sobre el hecho. Guzmán no se negó pero cuando su amante Iparraguirre pidió los nombres de quienes la integrarían nadie se atrevió a conformarla. Inmediatamente “Miriam” obligó a los miembros del comité central a que realicen un manifiesto por escrito censurando a los dirigentes que apoyaron la iniciativa de “Juana” y dando lugar a una crisis partidaria. Zanabria Pacheco fue castigada por haber tenido el atrevimiento y descaro de solicitar que se interceda ante la cúpula del Partido para que se forme la frustrada comisión. Ello le costó una severa llamada de atención y la suspensión de su estatus de “líder comunista” por seis meses hasta que “rectifique su insolencia”. Luego, le exigieron firmar una carta de sujeción comprometiéndose a no tocar jamás el tema, de lo contrario, sería sometida a un juicio popular lo que significaría su aniquilamiento. A los pocos meses, en agosto de 1989, Abimael Guzmán envió una carta a Suecia donde vivía su suegro, Carlos La Torre Cárdenas, en la que escribió: “todo lo referente a nuestra inolvidable camarada Norah, se ha tratado en la última sesión de trabajo y al más alto nivel de la dirección por razones políticas y de secreto partidario”. En más de una oportunidad “Juana” le había dicho a sus más cercanos “camaradas” que por las noches una solícita “Miriam” la hacía tomar a “Norah” unas cápsulas oscuras que, a criterio de los peritos de la policía, podrían haber contenido ácido cianhídrico (que se extrae fácilmente de las almendras) y es uno de los componentes del cianuro. Carlos Tapia García, quien fuera cercano a Augusta La Torre (incluso se dice que tuvo una relación sentimental con ella), reveló en una ocasión que ella sufría de una afección renal que requería de un tratamiento especializado; pero estando en la clandestinidad, era imposible que se someta al mismo. Los analistas presumen que fue envenenada haciéndole creer que, con las mencionadas cápsulas superaría del mal que padecía. Por información de efectivos de la Dircote se sabe que inicialmente su cuerpo fue enterrado en el jardín interior de una vivienda ubicada en Comas. Pero cuando llegaron los agentes a buscarlo se descubrió que había sido trasladado a un lugar hasta ahora desconocido. En su desesperación por casarse con Elena Iparraguirre, el genocida más cruel de los últimos tiempos enfrentó una muralla. Legalmente seguía casado con Augusta La Torre desde el 3 de febrero de 1964 y no poseía la partida de defunción que acreditase que era viudo. No obstante nadie sabe con qué maniobras consiguió que Oswaldo Espinoza López, titular del 32 Juzgado Civil, le diera un fallo favorable que le permitió contraer segundas nupcias. Así, este juez dictaminó el 23 de julio del 2009 y, como nadie apeló a la instancia superior para que revoque la resolución, fue declarada consentida el 3 de septiembre del mismo año. “¿Cómo puede el juez declarar muerta a Augusta La Torre si no tiene el cuerpo ni sabe dónde está?” se preguntó Carlos Tapia. “Para declararla muerta, Guzmán debió decir dónde están los restos. Tenía que hacerlo para que el juez la formalice legalmente como muerta y luego tener el derecho de casarse con Elena Iparraguirre, pero nunca lo hizo”, agregó. La desaparición de La Torre dejó más dudas que respuestas y la imagen de un personaje lleno de aparentes paradojas. En el documental "Tempestad en los Andes", Josephine Ekermann, sobrina de La Torre, describe a su tía como "un personaje con dos personalidades, una persona muy suave y una persona muy fuerte con la política". La joven se pregunta por qué su tía, "una persona lógica, inteligente, bonita, se alió con esta organización que cometió errores muy grandes". SL perpetró gravísimos crímenes que constituyen delitos de lesa humanidad, y el conflicto que desató en 1980 fue el más violento de la historia del Perú desde su independencia. Pero Orin Starn - profesor de la Universidad de Duke, Estados Unidos - no cree "que haya habido contradicción entre el hecho de que La Torre se preocupe por la gente y de que peleara esta revolución", según dice el autor, "porque para ella, pelear la guerra comunista y llevar el paraíso comunista a Perú era algo bueno". Otra de las preguntas que resulta inevitable plantearse es si Guzmán, su esposo, hubiera desatado esta guerra sin ella, o incluso sin Elena Iparraguirre. Carlos Valdez, periodista ayacuchano que conoció a La Torre y a Guzmán en los años 60, cree que "Augusta fue la persona clave" en SL. "Sin ella, Abimael solo habría sido un teórico. Era una mujer con carisma, lo que se necesitaba para convencer a la gente. Y tenía dos cosas fundamentales que Guzmán no: sabía quechua y conocía la identidad local", dijo Valdez a Starn. En realidad es imposible saber qué hubiera pasado con Sendero sin La Torre, al igual que ahora es imposible saber donde se encuentra el cadáver de “Norah”. Tal vez solo quienes la mataron - Iparraguirre y Guzmán, capturados juntos en 1992 - tenían conocimiento de ello. Pero todo indica que, muerto Abimael en el 2021, su amante “Miriam” se llevará también ese secreto a la tumba. Dejando de lado este extraño episodio, llegamos a julio de 1992, donde el salvajismo senderista que había aterrorizado al resto del país detono como nunca en Lima, desatando el infierno de una manera monstruosa - Tarata es un ejemplo de ello - que muchos gobiernos extranjeros consideraron seriamente invadir militarmente el Perú si tal como parecía, Sendero se hacía con el Poder. (Próximo capítulo: Lima a sangre y fuego)
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