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martes, 24 de enero de 2017

MUSEO DEL BCR: La historia a través del arte

Acaba de conmemorar sus 35 años de existencia y cuenta con una muestra representativa del arte peruano de todos los tiempos, desde épocas milenarias hasta el siglo XXI. Se trata del Museo del Banco Central de Reserva del Perú (BCR) que en sus salas de arqueología, arte tradicional popular y pintura republicana, refleja tanto la continuidad como las transformaciones artísticas ocurridas en distintas épocas y regiones del Perú. El edificio que ocupa el Museo está ubicado en una de las calles más tradicionales del Centro Histórico de Lima, entre las esquinas del jirón Lampa con el jirón Ucayali. Construida para ser la sede principal del Banco de Reserva del Perú (el cual fue creado el 9 de marzo de 1922), su construcción estuvo a cargo de Fred T.Ley y Compañía, empresa Norteamericana responsable de la construcción de otros edificios tan emblemáticos de la ciudad como el Hotel Bolívar, el Edificio Wiese y el Edificio de la Compañía de Seguros La Fénix Peruana. El arquitecto A. C Bossom, de Nueva York, diseñó el edificio del banco con un estilo academista. En la fachada, sorprenden varios elementos arquitectónicos que nos hablan de un edificio clásico y formal. La gran puerta de hierro, enmarcada por dos faroles, grandes columnas de orden corintio y amplios ventanales, nos invitan a pasar. En el interior del edificio sobresale el techo de acero del primer piso, que a manera de grandes vigas de celosía ha permitido crear una amplia sala sin columnas. Los pisos son de mármol y las barandas de bronce. Además, espacios como las ventanillas de atención al público y la bóveda de máxima seguridad, nos cuentan de las labores realizadas por los banqueros que trabajaron en este local. Inaugurado en el año 1929 fue ocupado por el Banco Central de Reserva del Perú por más de 50 años hasta que en 1979 se decidió transformarlo en un museo con la finalidad de resguardar y de hacer accesibles las colecciones de arte adquiridas por el banco. Los arquitectos Cooper, Graña y Nicolini fueron los encargados de reacondicionar el edificio de acuerdo a las necesidades de un museo. Ellos respetaron el diseño original del edificio, tanto de la fachada como de los interiores, adicionando únicamente un auditorio en el sótano y retirando la tabiquería del tercer piso, que permitió revelar una estructura metálica de gran interés, que hoy es la Sala de Pintura Peruana (Pinacoteca). Iniciamos nuestra visita al Museo por la sala de Arqueología, que presenta una muestra representativa del arte de las culturas originarias del antiguo Perú. Las vasijas ceremoniales de cerámica, las tallas de piedra y madera, y los antiguos tejidos muestran la maestría y calidad alcanzada por los artistas del pasado, quienes crearon objetos donde plasmaron sus mitos, creencias e historias legendarias, que son como libros tridimensionales a través de los cuales nos podemos acercar a su manera de entender el mundo. Los símbolos, personajes y escenas representados en estos objetos son parte de un sistema de comunicación que está en íntima relación con un gran conocimiento de la naturaleza. De otro lado, la metalurgia precolombina se muestra en todo su esplendor en la Sala de Oro, donde se exhiben piezas donadas al BCRP por el doctor Roberto Letts Colmenares en el año 2006. Esta colección está compuesta por objetos rituales y adornos corporales hechos de oro, plata, cobre y diversas aleaciones. Estos objetos fueron utilizados por hombres y mujeres que cumplieron roles político-religiosos en las sociedades del antiguo Perú. Los materiales, formas y representaciones de estos objetos nos muestran la importancia que los metales preciosos tuvieron en la cosmovisión de las culturas originarias. Los objetos confeccionados con estos materiales fueron considerados canales o medios para llevar mensajes para los “otros mundos”, tanto para el mundo de arriba, de los dioses, como para el mundo de abajo, o de los ancestros. El color y el brillo de estos materiales permitían conectar con los astros como el sol, la luna y las estrellas, reconocidos como poderosas divinidades, así como con el agua y la tierra productiva, sostén de la vida de las comunidades. Tras la llegada de los españoles, nuevas técnicas artísticas, nuevas costumbres y nuevos temas religiosos ingresan al Perú y comienzan a sincretizarse con la cultura nativa. Estas mezclas se expresan en un arte mestizo y popular que es heredero de técnicas milenarias. El arte popular es el medio en el cual hoy están presentes conceptos y categorías culturales de una cosmovisión indígena y ancestral. Es por ello que en la Sala de Arte Popular se puede conocer y disfrutar la colección Macera-Carnero formada por el doctor Pablo Macera. Se pueden apreciar, entre otros objetos, máscaras festivas, mates burilados, retablos modelados, tejidos y bordados de diversas regiones del país, que nos narran historias de esta tierra y nos acercan a las tradiciones milenarias de sus antepasados. La larga tradición alfarera andina se ve representada en las piezas de cerámica vidriada de los años de transición entre la colonia y la república; en los retablos pueden verse escenas modeladas que nos cuentan ceremonias, rituales y diversos temas religiosos, así como escenas de la vida cotidiana de las comunidades de diversas localidades del país; en las mantas tejidas podemos apreciar las tecnologías, motivos y usos ancestrales. Los mitos y leyendas que comunican la cosmovisión de los pueblos nativos se cuentan en pinturas realizadas sobre cortezas de árbol con tintes naturales. Las continuidades, y también las transformaciones de los lenguajes artísticos, de las miradas del mundo y de la vida misma se pueden conocer a través de la exploración del arte popular. Finalmente, en la Pinacoteca se exhiben cuadros de los más destacados pintores peruanos desde la época de la Independencia hasta nuestros días. Estos artistas pintaron diversos temas, escenas y personajes que nos hablan del pasado del Perú, de sus paisajes, de escenas de la vida cotidiana y de los rostros de las personas que habitaron estas tierras. En el museo podrás observar cómo Pancho Fierro registró en sus acuarelas a personajes y escenas de la calle de la Lima que aprendía a ser independiente; que Daniel Hernández pintó escenas históricas como la Capitulación de Ayacucho, mientras Ignacio Merino pintó escenas históricas no conocidas pero recreadas en la mente del artista, como La Muerte de Colón; que Alberto Lynch pintó escenas apasionadas, como La Despedida; y que Julia Navarrete en su cuadro Personaje en movimiento, y Fernando de Szyszlo en su obra Innombrables VIII, pintaron composiciones abstractas en las que priman las formas y los juegos de colores: Como podéis notar, esto es solo un esbozo de todo lo que puedes apreciar en este precioso Museo que espera tu visita :)
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