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martes, 1 de abril de 2025

TORRE RELOJ DEL PARQUE UNIVERSITARIO: Restaurando una reliquia

En medio del emblemático Parque Universitario - ubicado en el caótico centro de Lima - se yergue una torre de 29 metros con más de cien años en su haber. Se trata de la Torre Reloj, también conocida como Torre Alemana, ya que fue donada en 1921 por inmigrantes alemanes con motivo del I Centenario de la Independencia del Perú. Ubicada frente a la casona de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, actualmente está cubierta por andamios y mallas de polipropileno debido a su restauración integral a cargo de Prolima, la gerencia de la Municipalidad de Lima (MML) que busca recuperar el valor cultural del centro histórico. La Torre Reloj del Parque Universitario fue edificada como obsequio de la colonia alemana en el Perú para conmemorar el primer centenario de la independencia del país andino. La construcción de la torre-reloj estuvo a cargo del arquitecto alemán Friedrich Jordan Barkholtz y la firma de ingenieros Dunkelberg y Pellry. Barkholtz. De acuerdo con la historiadora Carlo Casalino, el 30 de julio de 1921, Pedro Mujica Carassa, entonces alcalde de la ciudad, y las más distinguidas familias de alemanes en el país presenciaron la colocación de la primera piedra de la obra. Pasaron dos años, y la torre fue inaugurada el 10 de julio de 1923. Fue construida con un estilo neoclásico y se compone de cuatro cuerpos separados por cornisas. El primero posee un acabado almohadillado en ocre y, hacia el frente del lado este, cuenta con una placa conmemorativa en bronce con una representación del Huáscar y los escudos de Perú y Alemania. El texto reza: "La colonia alemana a la república del Perú en el primer centenario de su independencia". El segundo cuerpo posee tres ósculos arquitectónicos y ventanas. El tercero es el de mayor longitud y en él se encuentra el reloj. Finalmente, la cuarta sección está coronada por una cúpula de cobre y remates de madera. Carlos Vega, subgerente de Operaciones del Patrimonio Cultural Histórico, Paisajístico y Arqueológico de Prolima, indicó que la Torre Reloj es un bien integrante del Patrimonio Cultural de la Nación. Asimismo, forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco al encontrarse en el Centro Histórico de Lima. Uno de los hechos más resaltantes de este monumento es que, desde su inauguración, todos los días al mediodía y las seis de la tarde sus campanas tocaban las notas del himno nacional. Sin embargo, estuvo en riesgo de no hacerlo en el sesquicentenario de la independencia. En efecto, el 10 de julio de 1971, se dio a conocer que el reloj no tocaría el himno el 28 de julio de aquel año. “Se tiene conocimiento que el mecanismo musical del reloj (...) ha quedado seriamente afectado por el sismo de mayo de 1970. Trascendió que la estructura concordante de 14 martillos y campanas está completamente descuadrada y que corre peligro de desplomarse”, se lee en una nota breve. Entonces, se lanzó una iniciativa para arreglar el monumento. La noticia alertó a las autoridades y, en los días siguientes, se anunció que técnicos del Servicio Nacional de Adiestramiento en Trabajo Industrial (Senati) y expertos suizos en mecánica de precisión estarían a cargo de la reparación del complejo mecanismo del reloj. La tarea no fue fácil y demandó 250 horas de trabajo, ya que el valioso objeto había sido abandonado por muchos años. A los pocos días, la noche del 26 de julio de 1971, el antiguo reloj empezó a funcionar bajo la supervisión del alcalde de la ciudad, Eduardo Dibós y el presidente del Consejo Nacional de Senati, George Scholfield. Así, a las 8 p.m., varios transeúntes se detuvieron para escuchar las campanadas de la renovada reliquia. Tras ello, el alcalde Dibós informó que la máquina seguiría siendo revisada hasta que quede totalmente reparada y recién funcionaría con normalidad el 28 de julio. Además, anunció que los trabajos de mantenimiento continuarían pasado los festejos por Fiestas Patrias. Cerca del mediodía del 28 de julio de 1971, miles de personas acudieron al Parque Universitario. Hasta el lugar también llegaron decenas de cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas. La multitud estaba ansiosa por escuchar al reloj tocar el Himno Nacional peruano. Sin embargo, a las 12 del día, el antiguo reloj empezó a dar varias campanadas y a tocar el himno patrio con algunas raras pausas. Los asistentes al lugar tuvieron que esforzarse para poder entender la melodía. Un anciano que estaba en la ceremonia explicó qué fue lo que realmente escuchó: “Eso no es el Himno que yo alcancé a escuchar cuando la máquina estaba en uso”. Otras personas manifestaron que sí lo oyeron, pero que no sonó por completo. Fue así como el himno sonó por cinco minutos. Al finalizar, Fretz Han, el ingeniero suizo que estuvo a cargo de la reparación del reloj, explicó el trabajo que hicieron: “Solo se ha hecho una reparación provisional. No se ha podido mejorar el sonido de las campanas, las cuales no han dado aun exactamente el tono. Luego de las fiestas proseguiremos con la obra que esperamos terminarla en tres o cuatro meses más” asevero. Pero paso el tiempo y todo quedó en el olvido… hasta ahora. Vega aseguró que las campanas de la Torre Reloj “volverán a tocar el himno nacional cuando culmine la obra de restauración”. El proyecto para la restauración integral de la Torre Reloj contempla la recuperación de su acabado original, el retiro de elementos incompatibles añadidos en intervenciones a lo largo de las décadas, el mantenimiento de su reloj y la mejora de su sistema de iluminación nocturna. Vega detalló que, como parte de las primeras labores para el diagnóstico del inmueble, se realizaron calas estratigráficas y ventanas de exploración en la cúpula y los cuatro cuerpos de la torre para analizar el material constitutivo y el número de repintes que cubrían al acabado original. De esta forma, se determinó que el soporte original de cuarzo había sido cubierto por seis capas de pintura y cemento; estas serán retiradas para que el monumento luzca su color primigenio. “Se han empleado métodos mecánicos y químicos que no dañan la superficie original del material. Asimismo, se realiza la restauración y conservación de toda la carpintería metálica del monumento, al igual que su cúpula de cobre, que viene siendo liberada de pintura y polvo”, precisó Vega. Así también, la torre contará con iluminación ornamental, que resaltará el estilo arquitectónico del monumento en las noches. “Será un nuevo faro en el centro de Lima”, destacó Vega. La inversión para el proyecto de restauración es de 800 mil soles y se espera “que culmine en agosto” aunque no dijo de que año. Porque viniendo este ofrecimiento de la Municipalidad de Lima, que tiene a la ciudad convertida en un asco, a esta gente ya no se le puede creer absolutamente nada.
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