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sábado, 18 de enero de 2020

CHILE: Un genocidio planificado

Una preocupante noticia que los grandes medios de (des)información tratan de ocultar, es aquella que denuncia el uso de armas químicas por parte de Sebastián Piñera para intentar acallar las multitudinarias protestas en su contra que desde hace meses sacuden Chile, exigiendo el fin tanto del neoliberalismo implantado a sangre y fuego por el genocida Augusto Pinochet en 1973, como del actual gobierno que busca mantenerse a toda costa mediante una salvaje represión, que ha causado hasta el momento decenas de muertos en las calles ametrallados por “las fuerzas del orden”, miles de heridos y con graves lesiones (muchos de ellos en los ojos, producto de los perdigones disparados a la cara expresamente para dejarlos ciegos) e incontable número de detenidos y ‘desaparecidos’, torturados cruelmente por los esbirros fascistas en comisarías y cuarteles. Pero aun así en medio de estos terribles sufrimientos, las manifestaciones no se detienen. Desde los tiempos de la dictadura no se veía tal grado de salvajismo ¿Y la comunidad internacional? ¿Y la OEA? Bien gracias, ni una palabra. Como Piñera es un perro faldero del imperialismo hay que dejarlo que continué asesinando a su gente, ahora con el agravante de usar armas químicas contra su propio pueblo, algo que esta expresamente prohibido incluso en tiempos de guerra y es considerado un Crimen de Lesa Humanidad. En efecto, un reciente informe ha confirmado, tras un análisis químico de muestras obtenidas de líquidos utilizados por carros lanza-aguas de Carabineros (guanacos). Este demostró presencia de agentes como hidróxido de sodio (soda cáustica), compuesto que puede causar daños permanentes al sistema gastrointestinal, quemaduras internas o incluso la muerte y que, por cierto, está fuera de la ley. Otro grave episodio en que el Estado atenta contra la población con ataques, que cada vez más van pareciéndose a una guerra química contra quienes exigen mayor justicia social. El estudio publicado fue encargado por el Movimiento Salud en Resistencia (MSR) y detectó la presencia de agentes químicos gravemente dañinos como gas pimienta y de soda cáustica añadidos al compuesto líquido que utiliza el carro lanza-agua de Carabineros. Este es usado para reprimir a la población que participa de manifestaciones sociales, y en otros casos, a cualquier persona que se encuentre en el lugar en ese momento. La presencia de soda cáustica explicaría la serie de denuncias de quemaduras a lo largo del país provocada por este líquido que han sido respaldadas por expertos del Colegio Médico. El informe muestra que el agua contiene elementos altamente irritantes, con pH igual a 12 en escala de 1 a 14, (muy alcalino o básico) lo que implica un ataque químico “con consecuencias potencialmente mortales y capaces de causar daño severo frente al contacto dérmico, ocular o la ingestión accidental”. En este estudio y análisis fue realizado por la química molecular Francisca Leiva Moret. Se llevó a cabo debido “al número creciente de pacientes que han presentado reacciones alérgicas, tras exposición a agua proveniente de camión lanza-aguas utilizado por Carabineros, por lo que decidieron someter a determinación molecular y análisis fisicoquímico dos muestras de agua provenientes del carro lanza aguas” indica el documento. Las muestras fueron recogidas durante las manifestaciones por brigadistas y refrigeradas a 4ºC y almacenadas en oscuridad, por 5 días hasta su procesamiento. Cabe precisar que este tipo de denuncias vienen sucediendo, al menos de manera constante, desde 2016, por lo que no sería nuevo el añadir estos agentes químicos. Sin embargo, debido a la masividad y constantes manifestaciones de los últimos meses, el número de personas afectadas ha sido mucho mayor. “Considerando los síntomas clínicos de los pacientes atendidos durante las manifestaciones sociales y la anamnesis de estos, se solicitó la búsqueda de alcaloides presentes en el agua. Para esto se utilizaron 3 métodos distintos de detección de alcaloides, ensayo de Dragendorff, test de Mayer y test de Wagner, siendo positivo el resultado para cada uno de estos Test”, agrega el informe. “Tras el análisis, pudieron detectar la estructura de un compuesto del tipo vaniloide identificándose como capsaicina, compuesto artificial correspondiente al componente principal del gas pimienta y muy similar en su estructura a la capsaicina que se encuentra naturalmente en ajíes o pimientos picantes” Además de esto, el informe también identificó iones de sodio y grupos hidroxilos, correspondientes a hidróxido de sodio (soda cáustica), compuesto altamente corrosivo frente al contacto directo o en solución y fuera de toda norma legal respecto al uso de elementos antidisturbios, por lo que Carabineros nuevamente estaría actuando fuera de la ley, aquella que supuestamente dice defender. Finalmente, indican que la última muestra presenta una concentración mayor de soda cáustica y niveles traza de capsaicina, por lo que se concluye que no fue utilizado para disolver el vaniloide como se detectó en las otras muestras, sino que se utilizó como componente principal del carrolanzaguas. Debido a la serie de denuncias de lesiones provocadas por agentes químicos utilizados por Carabineros, la Corte de Apelaciones de Concepción ya había sentenciado la suspensión total del uso de estos en manifestaciones, tanto en gases lacrimógenos como en elementos añadidos al agua del carro lanza-agua. Esto tras recursos de amparo presentados en favor dos jóvenes que sufrieron importantes quemaduras al ser mojados por vehículos policiales. Sin embargo, su uso continúa, demostrando con ello que es parte de un siniestro plan de exterminio orquestado por Piñera y sus secuaces. Ante la negativa de Carabineros de dejar de utilizarlos, la Jefa de la Sede Regional del Biobío del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Carolina Chang, indicó que “los elementos químicos son manipulados por cualquier persona y no por profesionales capacitados en la materia que entiendan los efectos que estos puedan generar, además se niegan a entregar la información, lo que es de suma gravedad porque además de no cooperar con las investigaciones, dificulta que los afectados puedan recibir el tratamiento médico adecuado” indico. En tal sentido, además del agua de los “guanacos”, la brutal represión de las legítimas protestas de estos meses en Chile, Carabineros ha hecho uso extensivo de bombas lacrimógenas. Solamente unos pocos estudios han evaluado los principales efectos en las vías respiratorias y la piel, por lo que a nivel internacional hay escasa información sobre sus impactos crónicos en la salud humana. Algunos estudios han concluido el peligro letal que implica su lanzamiento como proyectiles disparados directamente al cuerpo de manifestantes, acciones que, pese a reiteradas críticas y advertencias, continúa realizándolo frecuentemente. Por su parte, la expresidenta de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias (SER), Carolina Herrera, señaló que la prolongada exposición a los más de 15 agentes químicos que contiene cada cápsula de bomba lacrimógena y cargas del carro lanza-gases produce efectos irreversibles ante lo que prevé un aumento en los casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica y nuevos casos de asma que actualmente afectan a un 10% de la población. Al respecto, afirma que las combinaciones lacrimógenas “se caracterizan por causar discapacidad temporal en el ser humano. Todo esto tiene consecuencias inmediatas para la salud pero también consecuencias sobre el medio ambiente. Lo que sí se sabe es que van a aumentar las consultas por enfermedades respiratorias porque exacerban el asma y la enfermedad obstructiva crónica en un plazo que va desde aquí hasta los próximos 10 días”. Además indica que este polvo químico queda alojado en las superficies incluso 5 días luego de ser lanzados, exponiendo a su toxicidad no sólo a los y las manifestantes que quieren dispersar, sino a toda la población que transite por el lugar durante los siguientes días. “Lo peor de todo es que el uso ilegal de armas químicas producirá un daño irreversible en la población” puntualizó. No debe sorprender a nadie que Chile posea ese material, ya que se sabe que Pinochet tenia en su poder un arsenal de armas químicas, incluido el temible gas Sarin listo para utilizarlo contra el Perú en caso de una guerra (tal como lo detalle el 12 de octubre del 2013) y por lo visto no se deshicieron de ellos, sino que ahora Piñera lo utiliza para defender sus absurdos e insultantes privilegios. No cabe duda que tanto el, como su ministro del Interior Gonzalo Blumel y el Intendente de Santiago Felipe Guevara, son los responsables directos de este genocidio planificado, al criminalizar las protestas para “justificar” sus acciones, por lo cual  tarde o temprano deberán pagar con sus vidas... A por ellos :)
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