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sábado, 27 de septiembre de 2025

PERÚ: La ruta del dinero

Este martes por fin comenzó el juicio contra la corrupta Susana Villarán, la exalcaldesa de Lima, que por años hipócritamente enarboló la bandera de la anticorrupción y se jactaba de tener “las manos limpias” cuando era una ladrona de marca mayor como todos los parásitos caviares. La ironía es patética: quien se presentaba como “defensora de la transparencia”(¿?) terminó en el banquillo por recibir millones de dólares de las constructoras brasileñas Odebrecht y OAS para su campaña del No a la Revocatoria, tal como ella misma lo admitió hace 8 años, pero a pesar del largo tiempo transcurrido del delito cometido, la justicia caviar puso mil y un obstáculos para que se diera inicio a su juicio con el claro objetivo de que este prescribiera - al tratarse de una de las suyas - e incluso no solicito su arresto preventivo, por lo que la muy sinvergüenza se daba la gran vida con el dinero de la corrupción. Pero el escándalo era tan evidente que no tuvo otra opción que aceptar de mala gana que dé comienzo el proceso en contra de la susodicha. Al respecto, la fiscalía le imputa cinco delitos graves: asociación ilícita, lavado de activos, colusión, falsa declaración y falsedad genérica. El pedido es contundente: 29 años de prisión por liderar una red criminal (conocida en el ambiente gansteril como el de 'las chalinas verdes') que lavó más de US$11 millones provenientes de estas empresas corruptas. Lo más revelador no son las cifras astronómicas, sino la actitud de quien prometió cínicamente “una gestión sin corrupción”. Es más, en una entrevista con César Hildebrandt el pasado lunes, tras seis años de silencio, Villarán de la Puente ofreció un perdón insultante para quienes confiaron en ella. No pidió disculpas por aceptar dinero sucio de empresas que operaban bajo esquemas corruptos globales, sino únicamente por haber callado. “Pedí perdón por callar”, declaró la individua. Más grave aún, afirmó sin pudor que “volvería a hacer lo mismo” si estuviera en esas circunstancias, como si recibir financiamiento ilícito fuera legítimo para mantenerse en el poder. Esta confesión desnuda su naturaleza: para esta sujeta, el fin - quedarse en la alcaldía de Lima y no ser revocada - ‘justificaba’ cualquier medio. Su defensa es igualmente desvergonzada. Sostiene que no hubo “ningún acto de corrupción”, porque afirma que no otorgó ventajas a las constructoras. Nada más falso. Como si recibir millones de empresas con contratos de concesión otorgados por la comuna siendo la titular de la Municipalidad de Lima no constituyera, per se, un acto irregular que vulnera principios elementales de la función pública y un delito que se paga con cárcel. Villarán no merece perdón, porque nunca lo pidió realmente. Su arrepentimiento es selectivo: lamenta haber sido descubierta y no haber defraudado a limeños que creyeron en un discurso ético de “manos limpias”. Como sabéis, los aportes de más de US$ 11 millones hechos por Odebrecht, OAS y Graña y Montero a las campañas de Susana Villarán fueron a cambio de favorecimientos en tres proyectos que tenían estas constructoras con la Municipalidad de Lima, vinculados al cobro de peajes, la firmas de contratos y de una adenda. Esa es la tesis central de la acusación contra la exalcaldesa de Lima, expuesta durante su juicio, como parte de los alegatos iniciales de la fiscalía y la procuraduría del Caso Odebrecht. Estas entregas fueron para las campañas en las que participó Susana Villarán mientras era alcaldesa: contra su revocatoria (2013) y la de su fallida reelección (2014). A cambio, Odebrecht se aseguró un contrato favorable en el proyecto Rutas de Lima o Vías Nuevas de Lima; OAS obtuvo una adenda en el proyecto Línea Amarilla y Graña y Montero ganó el contrato de la Vía Expresa Sur. Estos acuerdos ilícitos son la base de la acusación por el delito de colusión. Los aportes se hicieron de distintas formas: pagos al publicista brasileño Valdemir Garreta, entregas en efectivo, contratos simulados, movimientos bancarios, emisión de cheques; etc. Según la acusación, OAS entregó US$ 7 millones (3 millones para el 2013 y 4 millones para el 2014); Odebrecht dio US$ 4.1 millones (3 millones para el 2013 y 1.1 millón para el 2014); y Graña y Montero aportó US$ 200 mil (2013): un total de US 11.3 millones. Todo eso es parte de la imputación por lavado de activos y falsedad genérica/falsa declaración. Todo esto se realizó, como parte de la actuación de una organización criminal enquistada dentro de la Municipalidad de Lima que tenía como objetivo mantenerse en el poder. Esta es la base de la acusación por asociación ilícita para delinquir. Sumados los cinco delitos, se solicitó una pena de 29 años de cárcel para Susana Villarán. El fiscal Pérez advirtió que los principales perjudicados con estos hechos fueron los vecinos de Lima, debido a los cobros de peajes y las restricciones al derecho al libre desplazamiento. En tanto, el procurador Carlos Fernández remarcó que los aportes resultaron siendo rentables para las empresas debido, precisamente, al cobro de peajes; y que este no es solo un caso de aportes a un candidato, sino de entregas de dinero a una autoridad en funciones que buscaba seguir en el cargo. Ambos incidieron en que todo lo afirmado durante estos alegatos se probará a lo largo del juicio oral con la presentación de múltiples testigos, entre ellos colaboradores eficaces, así como peritos con sus respectivas pericias y distintas pruebas documentales. La exposición del fiscal Pérez, integrante del equipo especial Odebrecht, se extendió por casi tres horas y resumió a grandes rasgos la acusación que él mismo presentó contra Villarán y los otros 17 enjuiciados por este caso. Esta aborda un total de doce hechos, agrupados en cuatro ‘bloques’: los actos de corrupción previa, el lavado de dinero, la falsa declaración y la organización criminal. Para comenzar, el fiscal recordó que entre el 2012 y el 2013, durante la gestión de Susana Villarán, la entonces alcaldesa enfrentó un intento de revocatoria que se votó en marzo de ese último año. “Dentro de ese proceso de revocatoria es que se gesta el contrato para la concesión del proyecto Rutas de Lima (…) Susana del Villarán pacta con Odebrecht y le otorga los peajes de la ciudad de Lima a la empresa Odebrecht”, dijo. El contrato se firmó, por un plazo de 30 años, en enero del 2013. “La Municipalidad de Lima, que recaudaba los peajes a través de su empresa municipal, Emape, a partir de este concierto ilícito, se los entrega a la empresa Odebrecht. En buena cuenta, será esta empresa la que se encargará de recaudar los peajes de los ciudadanos y ciudadanas de Lima que circulen por las vías de la Panamericana Norte y Sur, vías que, cuando se da este pacto, estaban construidas y en operación”, sostuvo Pérez. ¿Qué dio y qué obtuvo Odebrecht para este favorecimiento? De acuerdo con el fiscal, “la contraprestación es que Odebrecht da un pago ilícito de US$ 3 millones y a cambio, Susana Villarán de la Puente y otros les darían los peajes de la ciudad de Lima”. Para, ello los funcionarios municipales realizaron múltiples irregularidades: “Adelantan la adjudicación de la concesión de una manera inusual y procuran evitar la competencia de otros postores. Ejecutan la concesión y aprueban el cierre financiero antes de un cambio de gestión municipal”. Además, remarcó que el contrato se firmó sin que se haga la consulta o se reciba la aprobación del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), situación que repetiría en los otros proyectos. La participación de Odebrecht se repite en el 2014, durante la campaña de reelección de Susana Villarán. Para ello, sostuvo que también hubo una concertación con la constructora brasileña, porque la acusada buscaba dinero para la campaña. En esta, sostuvo que el monto dado por Odebrecht fue de US$ 1 193 816,68, generados mediante pagos “sobrevalorados” a un contratista o por servicios ficticios. “¿Qué ganó Odebrecht financiando la reelección? Sostener su contrato de concesión, que le implicaba poca inversión, recuperación de su capital y aumentar sus ganancias en corto plazo en una concesión que le habían dado por 30 años”, dijo. Agregó que se generó perjuicio a los limeños porque no se aplicaron penalidades a la empresa y porque “restringieron su derecho al libre de tránsito, bloqueando vías públicas, como es el caso de los vecinos de Puente Piedra, que no tuvieron un acceso alternativo”. De acuerdo con la acusación fiscal, con OAS y el proyecto Línea Amarilla se siguió un patrón similar, aunque con la diferencia de que este el contrato ya se había firmado en el 2009, con la gestión municipal previa del corrupto Luis Castañeda. Sin embargo, la municipalidad y la constructora firmaron una adenda al contrato en febrero del 2013, en el contexto de la revocatoria, que se votaba en marzo de ese mismo año. “El objeto de probanza en el juzgamiento será el acuerdo colusorio entre la empresa OAS y la referida exalcaldesa para materializar la adenda uno al contrato de concesión (de Línea Amarilla, renombrada Vía Parque Rímac). ¿Qué les prometió OAS? US$ 3 millones", dijo. Las entregas habrían sido a través de los hoy acusados Luis Gómez Cornejo (US$ 1 millón) y Óscar Vidaurreta (1 millón), además de 1 millón directamente para Valdemir Garreta, “por indicación de José Miguel Castro Gutiérrez y Susana María del Carmen Villarán de la Puente”. “¿Cómo termina favoreciendo Susana Villarán a OAS con la suscripción de esta adenda? Nuevamente como ocurrió con Odebrecht, la adenda se firma sin la opinión favorable del MEF, es decir, con el incumplimiento de un requisito legal (…), sin opinión técnica. Se le dio a Línea Amarilla la concesión hasta 40 años (….) Cambió la naturaleza de la concesión de autosostenible a cofinanciada”, apuntó. También destacó que la adenda “eliminó el Metropolitano” que debía ir por la Línea Amarilla. “El contrato estipulaba que OAS le diera a la ciudad de Lima un nuevo metropolitano, la ex alcaldesa, pensando en su propio interés, eliminó con esta adenda esa posibilidad. El resultado: cero transporte público masivo en Lima. La consecuencia: más carros, más combis y, por lo tanto, más peaje que pagar para la empresa OAS” asevero. Como con Odebrecht, el plato se repitió en la campaña del 2014, pero con una cifra mayor: fueron US$ 4 millones, de acuerdo con el Ministerio Público, para favorecer a OAS en un “trato directo”, un mecanismo para resolver una controversia sin llegar a un arbitraje: “¿Qué gana OAS en este trato directo? Van a venir auditores de la Contraloría que les indicarán que, con el aumento del peaje, como consecuencia de haberse utilizado una fórmula distinta de reajuste a la establecida en el contrato, se obtuvo un beneficio para el concesionario de hasta S/ 28,982,386.72”. La tercera constructora implicada es la peruana Graña y Montero (GyM). Según dijo el fiscal, la gestión de Susana Villarán tenía una deuda con América Televisión de US$ 200 mil por la campaña contra la revocatoria y querían que la constructora la pague. El fiscal sostuvo que esto se canalizó a través de las empresas de publicidad Chisac y Ogilvy. Luego, en agosto de ese año, se firmó el contrato por la Vía Expresa Sur, el único de estos proyectos que no llegó a ejecutarse. “¿Qué ganó GyM? Se firmó el contrato por 40 años con un sistema de peaje electrónico que no estaba proyectado. De la misma manera como ocurrió en los casos anteriores, (se hizo) sin la opinión favorable del MEF (…) sin opinión técnica. Iba a tener poca inversión, recuperación de su capital y aumentar sus ganancias en corto plazo”, señaló el fiscal Pérez. En cuanto al delito de organización criminal, el fiscal expuso el esquema de la organización criminal, con Susana Villarán a la cabeza y José Miguel Castro como jefe, además de otros acusados del caso. A su turno, el procurador Carlos Fernández remarcó que todos “estos actos de corrupción y lavado de activos fueron posibles gracias a que una organización criminal se enquistó en el aparato municipal para mantenerse en el poder y que tenía como líder a la entonces alcaldesa de Lima”. En sus propios alegatos, el procurador del caso, encargado de plantear el cobro de una reparación civil contra los acusados, resaltó que este es el caso más emblemático y de mayor potencia vinculado “al cobro de peajes en el ámbito del gobierno municipal”. Según dijo, lo particular de este caso es que los funcionarios municipales “encontraron en el cobro de peajes un negocio altamente rentable para poder negociar ventajas económicas y legales”. “¿De quién es? De la contraparte privada, vinculada a tres proyectos públicos: Vías Nuevas de Lima, Línea amarilla y Vía Expresa Sur. Las empresas privadas también encontraron rentables estos cobros de peajes, para que a cambio de dar aportes de campaña ellos puedan obtener ventajas indebidas en cada uno de estos proyectos. Definitivamente, la ‘inversión’ que hicieron estas empresas vinculadas a estos tres proyectos era absolutamente simbólica en comparación a la rentabilidad que les iba a generar”. En otro momento, recordó que este caso es distinto al de otros donde se investigaron aportes de campañas a un candidato, como serían los de Ollanta Humala o Keiko Fujimori, ya que “estamos hablando de funcionarios que, en el contexto de proyectos públicos, negociaron ventajas económicas a cambio de otorgar beneficios en esos proyectos. No son menos aportes de campaña”. La audiencia llegó a su fin justo antes de que el procurador indique cuál es el monto de la reparación civil requerido contra Susana Villarán y el resto de acusados. Esa parte de la exposición continuará en la próxima sesión del juicio, programada para el lunes 6 de octubre. Ese día también dará sus alegatos de apertura la defensa de la exalcaldesa. En tanto, el delito de falsa declaración en procedimiento administrativo y, alternativamente, falsedad genérica se basa en la imputación de haber entregado información falsa a las autoridades electorales sobre los aportes a ambas campañas. Pérez dijo además que espera que, en los alegatos de su defensa, Villarán admita ante los jueces haber recibido los aportes de Odebrecht y OAS, tal como ha hecho en distintas entrevistas periodísticas. Será el Poder Judicial el que defina qué pena le corresponde a la procesada, pero la historia la juzgará como la primera mujer elegida alcaldesa de Lima que prometió transparencia y traicionó a los millones de limeños que confiaron en ella para poder permanecer en el cargo robando a manos llenas y vanagloriándose por ello... A la cárcel con ella y sus secuaces.

martes, 23 de septiembre de 2025

SINFONÍA POR EL PERÚ: Música para transformar vidas

Se trata de una organización social sin fines de lucro que desde hace 14 años trabaja por el desarrollo de la niñez e infancia en el Perú, mediante la educación musical gratuita y colectiva, transformando sus vidas a través de la música. Liderada por el tenor peruano Juan Diego Flórez, apuesta por generar procesos de transformación social mediante la enseñanza colectiva de la música. En sus núcleos y módulos, ubicados en distintos lugares del territorio peruano, niñas, niños y jóvenes del programa reciben una formación orientada a forjar habilidades para la vida, competencias artísticas, así como a la práctica de valores y a la formación en ciudadanía. En estos espacios, se estimula la convivencia, el sentido de comunidad, la excelencia, el desarrollo integral y la formación artística. “Sinfonía por el Perú me recuerda cada día cómo la música no solo cambió mi vida, sino la de miles de niños, ofreciéndoles un nuevo futuro lleno de esperanza” afirmo Flórez. Cabe precisar que Sinfonía por el Perú llevó a cabo por primera vez en el 2014 una exigente investigación para medir el impacto real del proyecto sobre los participantes y su entorno. El estudio arrojó contundentes resultados, tales como niños y jóvenes que forman parte de Sinfonía por el Perú muestran mayor autoestima y creatividad; su rendimiento escolar es mejor y muestran mayor determinación al llevar a cabo sus tareas; asimismo, los participantes disminuyen las expresiones de agresividad verbal y física y mejora el ambiente familiar. En el año 2018 se realizó una segunda evaluación experimental de impacto del programa y esta demostró que su participación en él, reorienta positivamente el futuro de los niños y jóvenes: disminuyen las actividades de riesgo, se reduce el embarazo adolescente, incrementan las horas de estudio, y la expectativa de realizar estudios de maestría y posgrado aumentan considerablemente. “Estos resultados nos llenan de orgullo y nos impulsan a seguir adelante. Nos sentimos muy agradecidos por el apoyo de todas las instituciones y personas del Perú y el mundo; quienes hacen que posible llevar el cambio a más y más niños y a sus familias” añadió. “No olvidamos que la formación musical debe ser de calidad, buscando que los beneficiarios desarrollen su máximo potencial en las distintas dimensiones artísticas, ejecución, apreciación, y creación; sabemos que no es tarea fácil, por ello es indispensable fomentar el desarrollo de motivación auténtica, motivación que les permita perseverar en el tiempo en el camino de la música; nuestra dinámica de trabajo artístico es colectiva y colaborativa, además de comprender al individuo y por tanto a su desarrollo como integral. Desarrollo artístico con un enfoque integral. Cada beneficiario es único y diferente y los procesos formativos se desarrollan tomando esa individualidad en cuenta. Guardamos un profundo respeto a cada uno de ellos y sus características, habilidades e intereses; valoramos y reconocemos tanto su logro de metas, como los pasos de su proceso de crecimiento constante, proceso que disfruta y le causa satisfacción. Es decir, para nosotros es importante llegar a la meta, pero más importante y satisfactorio es el camino hacia ella, acompañando y poniendo atención a cada beneficiario en su proceso. Somos testigos e impulsores del enorme poder transformador que tiene el arte y, en especial, la música. De su capacidad de impactar, tanto a nivel individual como colectivo, deshaciendo formas y relaciones impuestas por la desigualdad y la violencia, con ese enorme poder cohesionador y de transformación social que trae consigo la experiencia artística colectiva. Estamos embarcados en la constante búsqueda por construir un mundo mejor, reconocemos la importancia de la cultura en el desarrollo de nuestra sociedad, y la alentamos” apunto Flórez. “Nuestro objetivo principal es trabajar por que los niños, niñas y jóvenes del Perú, accedan a espacios de formación musical en los que impulsen sus capacidades y potencialidades para emprender, con autonomía, sus trayectorias de vida; y se conviertan en agentes de cambio para la sociedad” puntualizo. Desde su creación, Sinfonía por el Perú se ha presentado en diversos escenarios, generando elogios por el esfuerzo alcanzado. Ahora, la orquesta y coro juvenil anuncia su regreso este viernes 26 de septiembre, presentando la “Misa de Requiem en Re menor” de Wolfgang Amadeus Mozart” en el Teatro Municipal de Lima. Cabe precisar que se trata de una de las obras más impactantes de Wolfgang Amadeus Mozart, envuelta en sutil misterio ya que el insigne austriaco falleció en 1791 sin poder concluirla. Su amigo Franz Xaver Süssmayr continuó el proceso creativo, conservando el lenguaje profundamente humano cargado de dramatismo, esperanza y fe católica. El programa musical incluirá la composición solemne “Maurerische Trauermusik (música para un funeral masónico) en Do menor”. De otro lado, del 26 al 28 Sinfonía por el Perú presentará además el Festival Perú Canta con grupos vocales de sus núcleos de Lima y conjuntos invitados de la Universidad Nacional de Música y Camerata Vocal de Lima, que se realizará en el Museo de Arte de Lima (MALI), a partir de las 3:30 de la tarde, con el patrocinio de la Fundación Hilti. Pero ello no es todo, ya que, en el plano internacional, Sinfonía por el Perú anuncia la participación de su Coro Juvenil en el prestigioso Congreso Internacional “La promesa de la música” (The promise of music), evento auspiciado por la Fundación Glenn Gould y programado del 6 al 10 de octubre en Toronto, Canadá. En su periplo canadiense, la agrupación ofrecerá asimismo un concierto didáctico el martes 7, una gala especial el miércoles 8 y, al día siguiente, compartirá aprendizajes y anécdotas con las delegaciones invitadas en el Arena Concert. Asimismo, algunos integrantes del Coro Juvenil Sinfonía por el Perú intervendrán en la “Mesa de discusión: Lecciones aprendidas – Programas exitosos en el mundo”, actividad académica que permitirá analizar el vínculo de la música con el bienestar infantil y la transformación social que puede generar, objetivos que justamente persigue la organización liderada por Juan Diego Flórez. Esta actividad contará además con la presencia de importantes delegaciones latinoamericanas y europeas.
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