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sábado, 22 de enero de 2022

PERÚ: ¿El final de una pesadilla?

Como sabéis, basto que el pasado martes la Comisión de Constitución diera el primer paso para la aprobación por insistencia de una aclaración al artículo 206 de la Carta Magna, que dejo nuevamente establecido que toda reforma constitucional debe ser aprobada previamente por el Congreso - y que no puede hacerse al caballazo con demagógicas recolecciones de firmas o dando gritos en las plazas, tal como lo han venido haciendo con recursos del Estado los parásitos de la izquierda que ni por asomo lograron mayoría parlamentaria - para que el filosenderista Pedro Castillo y su banda delincuencial salieran a amenazar en todos los tonos con sacar los indios a la calle buscando reeditar la violencia desatada hace poco en Chile, si es que esta norma constitucional fuera aprobada finalmente por el pleno - como sucedió el viernes - con lo cual se esfumaron su sueños de eternizarse ilegalmente en el poder. Esta gente habla mucho de “democracia” y “respeto a la voluntad popular”, pero querían saltarse al Congreso e imponer su agenda totalitaria para instaurar en el Perú una sangrienta dictadura comunista a la brevedad posible, siguiendo las enseñanzas de su maestro y guía Abimael Guzmán Reynoso, aquel cabecilla terrorista de Sendero Luminoso, quien murió en la cárcel sin poder recobrar su libertad. Si el grueso de los peruanos hubiesen querido una nueva Carta Magna que reemplace a la que está vigente, hubiera dado su masivo respaldo en el Poder Legislativo tanto a la lista senderista (mediante su organismo de fachada Perú Libre), como a los de Verónika Mendoza, Marco Arana o el asesino de policías Antauro Humala, pero ello no ocurrió. En efecto, con 72 votos a favor, 44 en contra y cero abstenciones, el Pleno del Congreso de la República aprobó la tarde del viernes por insistencia la autógrafa de Ley que refuerza los límites para convocar a referéndum y que había sido observada por Castillo. Al ser minoría en el Congreso - al que pretendían disolver - su intentona golpista ha quedado desbaratada una vez más. De esta manera se fortalece la democracia y de momento, se pone punto final a la pretensión desestabilizadora de cambiar la Carta Magna por puro capricho del usurpador de Palacio, con la idea de alterar las reglas económicas e institucionales y hasta incorporar alguna figura que pueda alargar ilegítimamente su permanencia en el máximo poder del Estado. El texto rebate, una por una, las observaciones planteadas por los oficialistas que votaron en minoría y aquellas observadas por ese oscuro individuo de nula inteligencia al negarse a firmar la autógrafa de ley. Que los intereses detrás de la maniobra de una “nueva Constitución” conllevaban una profunda entraña antidemocrática lo demostró, además, el hecho de que –como bien recordó la presidenta de la susodicha Comisión, Patricia Juárez– la bancada de Perú Libre llegara a presentar, incluso, proyectos como el de otorgar poderes a Castillo para que pudiera nombrar, a través de un decreto supremo, a los integrantes de la Asamblea Constituyente sin elección alguna para asegurarse el control de ella: es decir, una vocación totalitaria inocultable. La norma rechazo rotundamente, asimismo, que la autógrafa de ley vulnera el derecho a la participación ciudadana o los principios constitucionales que el irrito referéndum pretendía defender. El texto aprobado deja en claro que toda iniciativa de reforma constitucional que se someta a consulta popular debe pasar previamente por el Congreso de la República, siguiendo el procedimiento del artículo 206 de la Constitución. Al respecto, el expresidente del Tribunal Constitucional Víctor García Toma afirmó que al quedar aprobada la norma por insistencia, el proceso de recolección de firmas realizado por Perú Libre para llamar a una asamblea constituyente no tiene ningún sentido, porque la ley precisa y desarrolla los alcances del artículo 206 de la Constitución. “Ya en el 206 está [el límite, de que el Congreso es el único que aprueba reformas constitucionales], lo que ha hecho el Congreso es reiterar [en la Ley N° 26300] algo que ya estaba en la Constitución […] Lo más preocupante de todo no es tanto el tema del referéndum, sino la amenaza terrorista que ha adoptado Vladimir Cerrón, cabecilla de Perú Libre, condenado por corrupción y con lazos comprobados con el terrorismo, quien ha dicho que esta ley ‘cierra los caminos de la legalidad y de la paz’, dejando entrever peligrosamente y de manera antidemocrática que existen otros caminos, que no son pacíficos ni dentro de la ley para cambiar la Constitución”, remarcó. García Toma indicó que el oficialismo nunca tuvo la opción real de llamar a una asamblea constituyente, a través de una consultar popular, porque la Constitución ya es clara en este punto. “Lo que hace esta ley es repetir lo que está en la Carta Magna, y se da para evitar que la intransigencia política del régimen pueda resquebrajar la gobernabilidad”, complementó. A su turno, el abogado constitucionalista Alejandro Rospigliosi consideró que, si bien la Constitución limita las reformas constitucionales al Congreso, la Ley N°26300 “no era muy clara” en este aspecto. “En base a esa falta de claridad, algunos utilizaron esta propuesta [de asamblea constituyente] como fuegos artificiales. Lo aprobado por insistencia este viernes es repetir lo que ya dice la Constitución”, expresó. Rospigliosi dijo que cualquier ciudadano puede adquirir un kit electoral ante la ONPE, juntar el número de firmas necesario y presentar su proyecto de reforma constitucional. “El camino que este seguirá, es primero la Reniec, que revisa las firmas y luego va al Congreso, como un proyecto más, y ahí no va a prosperar, porque Perú Libre no tiene los votos”, remarcó. Agregó que la posición de ese grupo violentista, en el sentido de que se podía instalar una asamblea constituyente a través de un referéndum sin la participación del Congreso es una falsedad, pero que les ha sido muy rentable desde el punto de vista político, sabiendo que es imposible de materializar. “Por lo visto, el oficialismo sigue en campaña electoral, y en estos últimos meses continúan haciendo desvergonzadamente proselitismo político”, subrayó. No cabe duda que se trata de una buena noticia que el Congreso haya tomado una decisión histórica en beneficio del Perú, pero hay que seguir alertas porque una bestia herida es mucho más peligrosa. Con esta norma, la idea de una pretendida asamblea constituyente para llevar el país andino hacia el abismo, siguiendo la ruta de Venezuela o Cuba, se fue al archivo y Castillo así no lo quiera, tendrá que actuar dentro de los cauces de la Carta Magna de 1993. Desde su posición, nada se maneja como si fuera su sindicato senderista de profesores radicales que se niegan a ser evaluados. Las cosas no se acuerdan en base a gritos destemplados y puño en alto en una asamblea o una plazuela enarbolando trapos rojos con la hoz y el martillo haciendo llamados a la violencia y la lucha armada. Un país civilizado o que trata de serlo, se rige por un sistema de leyes que emite el Poder Legislativo, donde manda la mayoría. Sin embargo, y como era de esperar, desesperado porque no le salió la jugada, en una lamentable entrevista al semanario Hildebrandt en sus Trece, Castillo anuncio que acudirá al Tribunal Constitucional (TC) para que declare ilegal la norma, pero sabiendo de antemano que no tiene los votos para ello, ha hecho un abierto llamado a la violencia: “Agotare todas las vías que permite la ley para que se puedan llevar a cabo cambios en la Constitución y que, si el Congreso y el Tribunal Constitucional (TC) toman decisiones en contra de ello, informare a la población de ello para que se levanten contra esa injusticia” puede leerse en la citada publicación. “Veo que el Congreso tiene su propia agenda. Yo creo que hay que mirar otras experiencias, lo que acaba de pasar con la hermana república de Chile, por ejemplo. Allí, cuando el Ejecutivo y el Legislativo actuaban como hoy se está actuando en el Perú, salió el pueblo violentamente a las calles y determinó su destino”, dijo el muy sinvergüenza, dejando en claro que no oculta su deseo de que ese escenario de caos y destrucción se repita en el Perú. Pero no es el único que hace un llamado a las armas, ya que gentuza de la calaña de Vladimir Cerrón, Verónika Mendoza, Aníbal Torres, Mirtha Vázquez y Guillermo Bermejo por ejemplo, no solo han rechazado la norma aprobada sino que buscarán “incendiar el país”. Las amenazas de Vladimir Cerrón son una muestra de ello: “El Congreso de la República está restringiendo al pueblo el derecho al referéndum, eliminando de esa forma el camino pacífico hacia la nueva Constitución y aperturando (sic) la válvula del camino violento. Marx, siempre tuvo razón, la lucha de clases es el motor de la historia.”. En tanto, Guillermo Bermejo publicó: “No queremos que la violencia se desate en nuestro país quemando iglesias católicas, autobuses o trenes de servicio como ocurrió en la República hermana de Chile, pero nonos va a quedar otra opción… La violencia es el camino” Y así por el estilo, los integrantes de esa organización criminal y sus socios caviares intentan reeditar el baño de sangre que destruyo al Perú a finales del siglo pasado, por obra y gracia de su idolatrado líder Abimael Guzmán en su pérfido intento de instaurar sobre miles de cadáveres su “república popular de nueva democracia”. Pero si Castillo intenta imitarlo, sí que lo va a lamentar... Advertido esta :)
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