Venga, .los vemos en las esquinas de las principales calles y avenidas de la ciudad tanto en el centro de Lima como en varios distritos capitalinos. Como sabéis, .los hidrantes contra incendios son tomas de agua diseñados para uso exclusivo del Cuerpo de Bomberos para proporcionar un caudal considerable del vital elemento en caso de incendio El agua puede obtenerla de la red urbana de abastecimiento o de un depósito, mediante el uso de una bomba. Estos hidrantes pueden ser aéreas o enterradas; en el primer caso se trata de un poste con sus tomas (normalmente más de una) y en el segundo, se sitúan en una arqueta, con tapa de fundición, bajo el nivel del pavimento de la acera. Los hidrantes se rigen por una serie de normas para asegurar que el equipo de los bomberos o personal encargado de la extinción del incendio sea compatible con los hidrantes. También deben asegurar un caudal y presión de agua mínimo de 1 Kg/cm2 durante al menos 2 horas. Estos deben de estar bien localizados y debidamente señalizados. La señalización deberá obligatoriamente indicar el diámetro nominal, el número de la norma y el nombre del fabricante. Hasta allí todo bien, pero lamentablemente en Lima - donde reina la informalidad mas absoluta en todo orden de cosas - esto no se cumple a cabalidad a menos que sean los propios interesados, en darle el debido mantenimiento para que estén listos ante cualquier eventualidad. Por ejemplo, cerca de mi edificio y en calles adyacentes existen varios de ellos y entre todos los vecinos nos preocupamos que se encuentren en perfecto estado de conservación. Eso naturalmente nos cuesta una pasta, pero lo hacemos con gusto por nuestra propia seguridad. Sin embargo, esto no se repite en otras zonas de Lima y es común verlos sucios, oxidados, mal ubicados, semiescondidos, casi enterrados, dificultando la labor de los bomberos en caso de emergencia, los cuales se dan con la desagradable sorpresa de encontrarlos inutilizables. Peor destino tienen los que se encuentran en zonas deprimidas de la ciudad, ya que son victimas del vandalismo, bien destruidos para usar el agua de manera ilegal o simplemente robar el mismo hidrante para venderlo en el mercado negro, sin importarles en lo más mínimo que - al igual que los martirizados teléfonos públicos - pueden salvar vidas. Cuanta incultura e ignorancia hay en Lima :(
