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martes, 20 de octubre de 2015

LA LIMA QUE NO CONOCES: La Plaza de Acho

Hace cerca de 250 años, el virrey Manuel de Amat y Juniet inauguraba una de las obras más controvertidas de su gobierno. Hoy, este recinto convertido en un lugar donde se realizan sangrientos espectáculos dignos de un circo romano, podría cambiar su esencia primigenia. Estamos hablando de la Plaza de Acho. Como sabéis, el virrey Amat fue un gran expoliador de las riquezas del Perú, que envió grandes remesas a España, la cual por aquellos años se encontraba en continuas guerras con Inglaterra. Durante su periodo (1761-1776), fueron levantadas las más conocidas obras arquitectónicas del Rimac, .como la Alameda de los Descalzos, el Paseo de Aguas, la Quinta Presa y la Plaza de Acho. Sin embargo, al hablar de esta ultima, es innegable relacionarla de inmediato con las sangrientas corridas de toros. En efecto, este recinto fue construido exclusivamente para realizar este bárbaro espectáculo ya que hasta ese entonces, estas se realizaban en la Plaza Mayor. Fue Amat quien decidió su construcción, pero el que vemos ahora no es el mismo de aquellos tiempos, ya que se remodelo en 1944 y el recinto pasó de tener una capacidad de 3,300 espectadores a 12,800. En 1961 se amplió añadiendo los patios de ingreso, el restaurante, dos bares y el Museo Taurino. Si bien inicialmente tenía su público - tanto así que las corridas eran televisadas allá por los años 60 y acaparaba las primeras planas de los diarios de la época - la afición a ese sangriento espectáculo dejó de ser masiva para convertirse en elitista. Actualmente existe un mayoritario rechazo a las corridas de toros y muchos exigen no solo su abolición inmediata, sino también su demolición porque es un símbolo de la barbarie humana y de falta de respeto a la vida animal. Si bien algunas veces se ha destinado a otros usos - como conciertos masivos – su estructura colonial no es la adecuada para albergarlos con frecuencia. .A ello debemos agregar el estado en el que se encuentra ya que nadie se encarga de su mantenimiento y es un peligro público para quienes asisten al lugar. A pesar de estar considerada como Patrimonio Cultural por la UNESCO, la Sociedad de Beneficencia de Lima como propietaria del lugar no hace absolutamente nada por refaccionarla - apenas le echa una mano de pintura durante la temporada de toros que se inicia este mes - y solo le interesa cobrar el alquiler a los empresarios que la utilizan para realizar sus actividades. Como sabéis, los elementos que se usaron para su construcción no son materiales que guardan relación con los estándares de seguridad de esta época. Si a ello sumamos que el lugar donde se encuentra es un barrio venido a menos y todo el entorno que lo rodea se cae a pedazos - además de la peligrosidad de la zona - es obvio porque cada vez sean menos quienes lo visitan. Es una lastima su actual estado de abandono y es que a pesar de rechazar las corridas de toros, soy partidario de que se remodele y se conserve como un museo. No solo ello, sino es prioritario también demoler todas esas casonas viejas que la rodean - con la excepción del Mirador Ingunza que debe ser restaurado - y construir un gran parque a su alrededor que bien que lo necesita. A pesar de que existen proyectos al respecto como el que presentamos al final de la nota, todo sigue igual. Próxima a cumplir 250 años de existencia, la Plaza de Acho forma parte de la historia de Lima y por lo tanto, merece salvarse :)
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