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martes, 22 de marzo de 2022

EXTRAÑAS COINCIDENCIAS: 'La maldición de Lapadula' y la suerte de la clase política peruana

Ante todo, quiero aclarar que esto lo público únicamente porque me lo han pedido insistentemente ya que, como sabéis, del futbol peruano paso y si logran clasificar al Mundial a celebrarse en Qatar no tiene para mí la mas mínima importancia, pero mejor vayamos con la nota ¿vale?: El nombre del futbolista ítaloperuano Gianluca Lapadula está asociado - según la mitología popular - a drásticos e inesperados cambios políticos en el país incaico, cada vez que el jugador aterriza en territorio nacional. De cara a las últimas fechas de Eliminatorias Sudamericanas, ¿se vienen nuevos cambios en el gabinete de Castillo? En efecto, desde que Lapadula fue convocado por primera vez a ser parte del seleccionado peruano de fútbol en el 2020, comenzó a popularizarse el mito urbano que supone una renuncia o cambios políticos trascendentes en el Perú con motivo del arribo del jugador ítaloperuano a Lima. Según la creencia, cada vez que el jugador aterriza en territorio peruano existe algún tipo de remezón en el espectro político del Perú, desde la moción de vacancia del lagarto Martín Vizcarra (2018-2022) hasta la renuncia del exministro de Defensa Walter Alaya, pasando por la renuncia del exprimer ministro Guido Bellido. El mito urbano vuelve a crecer a medida que se acerca la última fecha doble de Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Fútbol de Catar 2022, cuando los incaicos deberán enfrentar a Uruguay en Montevideo, el 24 de marzo, para luego culminar su participación en la competencia frente a Paraguay el próximo 29 de marzo. La primera vez que se vinculó el nombre de Lapadula - nacido en Turín y de nacionalidad peruana por línea materna - con los cambios en el poder y la suerte política de sus miembros fue en el contexto de la solicitud de vacancia por incapacidad moral de Martín Vizcarra y la primera citación del ítaloperuano a la selección sudamericana en octubre del 2020. La crisis política desatada en noviembre de ese año, tras días de protestas masivas donde fallecieron dos terroristas en las calles de Lima, sacudió a todo el Ejecutivo peruano. La destitución de Vizcarra provocó la renuncia del gabinete político liderado por el presidente del Consejo de Ministros Walter Martos. El 17 de noviembre del 2020, Francisco Sagasti - un conocido admirador de terroristas que inesperadamente estaba al frente del Congreso - juró como presidente de la República, con la finalidad de completar el período presidencial vacante y ordenar futuras elecciones presidenciales. El devenir de los últimos años en el escenario político peruano no ha hecho más que acrecentar el mito sobre la incidencia del futbolista del Benevento de la Serie B italiana en la suerte de las altas esferas políticas. Tras la elección por fraude del filosenderista Pedro Castillo en el ballotage del pasado mes de junio, la resistencia por parte de la oposición democrática en el Congreso no se hicieron esperar, especialmente sobre el ahora ex primer ministro Guido Bellido, cuestionado por múltiples vínculos con el narcotráfico y abierta apología al terrorismo por calificar de “heroína” (?) a la terrorista Edith Lagos, muerta a tiros por la policía en 1982. Otro caso para el escándalo fue la elección del “guerrillero” Héctor Béjar, nada menos que al frente de la Cancillería, quien responsabilizo a la Marina del Perú del surgimiento de Sendero Luminoso, siendo obligado a renunciar por ello. Asimismo, en medio de un agitado presente en términos políticos, coincide el arribo de Gianluca Lapadula como convocado por el seleccionado peruano con la renuncia de Íber Maraví, exministro del Trabajo, quien puso su cargo a disposición tras la investigación de sus profundos nexos con el terrorismo. Finalmente, a los dos días de la llegada del ítaloperuano para disputar una fecha triple ante Chile, Argentina y Bolivia por Eliminatorias Sudamericanas, Guido Bellido – acosado por todos lados - presentó su renuncia a la presidencia del Consejo de Ministros el 6 de octubre del 2021. A esta altura, la coincidencia alcanzó ribetes de mito, sobre todo entre los hinchas de Lapadula que se toman con humor la compleja situación confrontacional del Poder Legislativo con el Ejecutivo. La última víctima de la maldición de Lapadula fue el exministro de Defensa Walter Alaya, quien renunció a su cargo el 14 de noviembre de 2021, tras la polémica suscitada por el fondo de pensiones y retiros prematuros dentro del seno de las Fuerzas Armadas peruanas. Coincidencia o no, la renuncia de Alaya se efectuó a los pocos días del arribo de Lapadula al Perú para participar de una nueva fecha de Eliminatorias Sudamericanas. El jugador del Benevento italiano - consultado por el mito a su alrededor -sostuvo ante la prensa peruana: "Yo deseo lo mejor para el país. En temas políticos no me meto. Deseo lo máximo para el Perú. ¡Arriba Perú!". Ahora, la maldición de Lapadula vuelve a resurgir en el inconsciente peruano - a pocos días para que inicie la última fecha doble de eliminatorias - que espera el arribo del Bambino y la suerte que pueda correr en términos políticos el cuestionadísimo Gabinete Ministerial o incluso el propio Castillo, sobre quien pesa un pedido de vacancia por Traición a la Patria que se verá en el Congreso el próximo 28 de marzo ¿Quién será el próximo en caer? :)
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