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sábado, 6 de agosto de 2022

PERÚ: Todo tiene su límite

Curioso y triste escenario a su vez, se vive en el país andino. Si el Perú tuviera hoy a Keiko Fujimori en la presidencia y no a la dupla Castillo/Cerrón, con todo lo que ahora se está viendo en asuntos de corrupción, ineptitud e infiltración de terroristas en el sector público - lo que demuestra su abierta afinidad con Sendero Luminoso - ya habría sido expectorada hace mucho tiempo de la presidencia. Quizá no duraba ni un mes luego del 28 de julio del 2021. Para ello una fuerte convergencia de la protesta en las calles y un Congreso corajudo habrían ya actuado para defenestrar con toda razón a la podredumbre como la que hoy se ve. Pero ¿por qué no pasa lo mismo con el filosenderismo corrupto que representa Pedro Castillo y su organización criminal, tal como lo ha catalogado acertadamente la Fiscalía de la Nación? No es un error apuntar que es quizás el factor del “antifujimorismo” el que sigue dando un efecto teflón que le permite a esa izquierda parasita la sobrevivencia y la impunidad de sus innumerables delitos, que salen a la luz casi diariamente gracias a las graves denuncias periodísticas de aquella prensa al que el analfabeto ese de Pedro Castillo quisiera desaparecer, y al que ataca con especial virulencia en su medio lenguaje cada vez que puede. Hay quien ha dicho que “a este paso, ese oscuro individuo va a empezar a recibir sobornos en vivo por TV Perú e igual no va a pasar nada” (Ronald Cross). Son en realidad múltiples factores los que impiden el fin de este nefasto (des)gobierno. Uno es el enjuague que ha alineado a un número de congresistas corruptos y vendidos al poder - los “niños” de Acción Popular y los oportunistas de APP y Podemos Perú - que juegan a favor de ese delincuente neutralizando todo pedido en el Congreso de vacancia legítima y constitucional. Pero es quizá la resistencia que genera cualquier posible beneficio político de rebote a favor del fujimorismo si Castillo cae, la que puede estar conteniendo los desenlaces. Ese afán receloso se observa mucho en la prensa (sobre todo en la que dio soporte a dos impresentables sujetos como Vizcarra y Sagasti, aunque va disminuyendo ante lo obvio y las groseras evidencias). Ello influye en sectores de la opinión pública bloqueando que pueda formarse una ola de indignación general que revierta al fin la dinámica tóxica del conflicto y la situación de poder nacional. A ello debemos agregar que el antifujimorismo (casi profesional en algunos “influencers”) ha logrado establecer su campaña por años con tanto éxito que hasta Abimael Guzmán o Victor Polay Campos del MRTA (de haber sido liberados) hubiesen podido llegar a ser presidentes como otros “males menores” en competencia con cualquier heredero del fujimorismo. Ese es el “éxito” comunicacional - que además les aseguró a estas sanguijuelas cuotas de poder en varios gobiernos desde Paniagua - de estas fuerzas que terminaron de propiciar el triunfo fraudulento de Castillo/Cerrón sobre la base de impulsar, como diría la presuntuosa politología, (caprichosas) “identidades políticas negativas”. Hoy esos cojudignos se lamentan, reculan, aunque los más termocéfalos persisten en su posición de defender lo indefendible, ahora que el derrumbe del régimen es evidente, lo que ha propiciado sin embargo que algunas ratas inmundas - como ese viejo senil de Aníbal Torres - intenten abandonar el barco que se hunde. Curiosamente, cierto otrora sector del antifujimorismo tradicional como el de los Vargas Llosa, salvaron cierta consistencia al ayudar a advertir y diagnosticar sobre los peligros de alta gama que el (mal mayor) neosenderismo corruptor provocaría. Como recordareis, en el año 2000 no fueron en estricto las marchas las que hicieron sucumbir al fujimorismo primigenio, sino fue un explosivo vladivideo. Quizá algo de eso falta hoy. Aun así cabe preguntarse que si de darse el caso, el antifujimorismo actual seguiría desestimando lo evidente agarrando tercamente la cuerda que aún sostiene a Castillo y sus secuaces. De otro lado, bien haría Keiko en dar pruebas tangibles de que no volvería a presentarse como candidata en caso caiga el régimen, ya que debe entender que ella representa el antivoto que le impidió salir triunfadora en anteriores comicios. El fujimorismo debe dar paso a otras fuerzas democráticas que no hayan tenido relación con ellos para enfrentar a la izquierda parasita y caviar, que perdería así una de sus principales banderas. Mientras ello no ocurra, se repetirá el mismo escenario ad infinitum que ha conducido al país a la trágica situación en la que hoy se encuentra. Pero nada es eterno, y a medida que salgan a la luz más pruebas incriminatorias que comprometan seriamente a Castillo - entregados a la fiscalía por sus secuaces que se adhirieron a la colaboración eficaz y que serán conocidos en los próximos días - el apoyo que ese infeliz aun tiene por parte de los caviares terminara por romperse, ya que no querrán hundirse junto con él. Al respecto y con su acostumbrada lucidez que lo caracteriza, el jurista Enrique Ghersi señaló: “Las revelaciones de los colaboradores eficaces revisten máxima gravedad; eso explica por qué se están produciendo renuncias sistemáticas en diferentes bancadas. Es posible que obedezcan a una ola de acogimientos a colaboración eficaz, ya que quien llega primero y entrega información relevante y corroborable a la Fiscalía tiene más opciones de conseguir el beneficio. Quienes se demoren, simplemente ya no tendrán nada que ofrecer. Puestos en esta circunstancia, aquellos que se estén acogiendo terminarán favoreciendo la vacancia. No por convicción, sino porque no les va a quedar más remedio” acotó. Por lo pronto, los caviares ya están hablando de estar a favor de unas elecciones generales, previa renuncia de Castillo y colocar en su lugar a la cuestionada Dina Boluarte, que les garantice continuar en el poder, manipulando nuevamente los comicios para posibilitar que Francisco Sagasti sea el elegido …y todo diga igual para ellos. Por su parte, en Palacio saben muy bien que el final de esta grotesca puesta en escena montada el año pasado esta cercana y se dice que Castillo busca la manera en cómo fugar del país - tal como lo hizo Fujimori en el año 2000 - para evitar terminar en la cárcel. Para ello no dudo en invitar al Perú al canciller mejicano con el propósito de ‘sondearlo’ a ver si pueden otorgarle refugio seguro y una vez que se lo garanticen, poder renunciar al cargo. Solo faltaba el pretexto para salir del país y así como Fujimori uso la reunión de APEC en Brunei para escapar, Castillo pretendió usar la asunción al mando en Colombia de Gustavo Petro, aprovechando esa oportunidad para refugiarse en Méjico, donde estaría a salvo de la justicia gracias a la ‘protección’ de López Obrador. Pero ello no pudo ser porque el Congreso denegó la autorización para su viaje - algo inédito en el Perú - debido precisamente a que tiene abiertos 5 investigaciones fiscales durante su gestión, así como al evidente peligro de fuga. Visto así las cosas, sin poder escapar y cada vez mas acorralado por la justicia - vale aquí un reconocimiento a la Fiscal de la Nación por su valentía y no dejarse avasallar por la sucia campaña denigratoria en su contra por parte del régimen - a Castillo le esperan horas muy negras (Por cierto, su fracaso de conformar un nuevo gabinete ante la negativa de aquellos de no querer inmolarse junto a él, lo obligo a reciclar a los prontuariados de siempre, completándolo con otros elementos sacados de presidio, como en anteriores oportunidades. No cabe duda que la descomposición del régimen es total y ello nadie puede negarlo) :)
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