Venciendo vientos políticos en contra y con la neblina del olvido al acecho, el Lugar de la Memoria (LUM) se levanta por fin gris y sólido en un farallón del acantilado de Miraflores. Acostumbrado a enfrentar adversidades desde sus cimientos abstractos pero también físicos, empezó el 4 de junio su batalla contra la más temida enemiga: la indiferencia. En espera de que se culmine el guión museográfico de la exposición permanente, que se encuentra en un proceso de consulta con las víctimas del conflicto interno, fueron inauguradas las áreas públicas culturales del LUM. Un enorme auditorio, la Explanada de la Reconciliación, las salas de exhibición temporal y el Lugar del Congojo (un vasto balcón frente al Pacífico) acogerán el festival Ilumina. El LUM programó para celebrarlo cuatro días de arte, música y cultura gratuita para que los peruanos comiencen a apropiarse de este monumento vivo y en construcción, ¿Por qué no esperar a que esté lista la exposición permanente para la inauguración? "Queremos que se vaya viendo que esto es una cosa en serio, que es de todos, que aquí no hay exclusiones más que a la infamia y al atropello de derechos humanos ", respondió Diego García Sayán, quien desde el 2011 es presidente de la Comisión del LUM. "Excluidos los que excluyen", sentencia con una sonrisa el también presidente de la Corte Interamericana de derechos humanos. La Comisión de Alto Nivel quiere conectar el lacerante pasado con el presente y el futuro. Y ha elegido la cultura para hilvanarlos, alumbrando al LUM como un centro cultural abierto, sobre todo, a los jóvenes que no vivieron el conflicto y vacunar así a la sociedad para que nunca jamás la indiferencia bañe de sangre el país. La exposición permanente, que espera inaugurarse antes de fin de año, “ busca llamar la atención sobre los extremos de violencia a los que puede llegar nuestra sociedad", explica el presidente de la Comisión. El objetivo es que personas de todos los pensamientos salgan de la muestra con la sensación de que tanto dolor no puede repetirse. Pero la vida sigue y las víctimas, que siguen pidiendo verdad, justicia y reparación-quieren también que se destaque han salido adelante por su propio esfuerzo. Por eso, el recorrido por las fotos, los objetos, los sonidos y las imágenes de dos décadas de dolor desembocará en un espléndido balcón frente al Pacífico, que invita a la reflexión y también a disfrutar de un horizonte de luz. El Lugar de la Memoria (LUM) no pertenece a la estructura de museos nacionales. Como señala Diego García Sayán, se encuentra en "un limbo institucional". Hoy depende del Ministerio de Relaciones Exteriores, ya que en un principio su presupuesto partió íntegramente de la Cooperación Alemana. La Comisión del LUM espera que muy pronto pase a depender del Ministerio de Cultura, pero que goce de autonomía a través de un patronato."El papel del patronato es el de un ente rector para que el proyecto no se aparte de su razón de ser y no tenga que estar sujeto a los avatares y vaivenes de la política", explicó. Actualmente, solo un 30% del ajustado presupuesto del Lugar de la Memoria viene de las arcas del Estado. Los miembros de la Comisión del Lugar de la Memoria y el equipo curatorial y museográfico son ad honórem. El presidente de la Comisión reconoce que, lamentablemente, el proyecto del Lugar de la Memoria no es un clamor nacional. "Si hablamos de esta indiferencia nacional, no puedo negar que hay cierto contagio a nivel gubernamental" puntualizó. Es una obligación del Estado embarcarse en este proyecto para que llegue a buen término ¿no os parece? :(
