Visitando la Ciudad Blanca y a la entrada de su Catedral, se encuentra un majestuoso órgano decimonónico,la cual -luego de meses de silencio- volvió a dejarse oir en una solemne misa oficiada por el arzobispo de la ciudad , que se realizó en agradecimiento a quienes financiaron la reparación del antiguo instrumento.La recuperación de la valiosa pieza, que data de mediados del siglo XIX, demandó una inversión de 10.000 euros, monto que permitió la contratación de los restauradores belgas Laurent Anen y Bertrand Cattiaux, reconocidos como dos de los mejores fabricantes de órganos en el mundo. Los trabajos de restauración se iniciaron hace un mes con la llegada de ambos especialistas, quienes laboraron durante las noches para aprovechar el silencio y la tranquilidad del templo y así armonizar adecuadamente el instrumento. El organista belga Serge Schoonbroodt, director artístico de la Asociación Arequipa Orgues y del Festival Internacional de Música de Arequipa, fue el encargado de tocar el instrumento durante la ceremonia religiosa a la que asistieron miembros del gremio minero, así como autoridades locales. Estuvo acompañado por el Coro Monteverdi de Arequipa, dirigido por Manuel Castro Basulto, y por el Coro Gregoriano del Seminario San Jerónimo de Arequipa, bajo la dirección del profesor francés Henri Adam de Villiers.El famoso órgano fue construido por el fabricante belga Francoise Bernard Loret en 1854. Tres años después fue instalado en la catedral de la Ciudad Blanca, entonces recientemente reconstruida por el arzobispo Goyeneche. Tiene doce metros de alto y sus características hacen posible que logre hasta once registros musicales. En la parte superior lo coronan tres esculturas de madera que representan al rey David y dos ángeles que lo acompañan a cada lado.Se sabe que el instrumento es uno de los pocos ejemplares construidos por Loret que mantienen todavía la mayoría de sus piezas originales, además es – junto con el que conserva en Cali (Colombia) – uno de los dos que se encuentran fuera del continente europeo. El órgano tiene 1.500 tubos y tres fuelles, características que lo convierten en una reliquia invalorable para el patrimonio cultural de la ciudad y del país.Una joya de la cual Arequipa debe sentirse orgullosa. :)
