En este país bananero llamado Perú, sucede cada cosa que ya nada puede sorprendernos. Como sabéis, durante los dos días de debates en el Congreso, los integrantes de la mafia criminal aprofujimorista levantaron la voz atacando al gobierno y descalificando las medidas populistas planteadas por el Ejecutivo, para que al final, viendo peligrar sus jugosos sueldos, pero sobre todo la posibilidad de quedarse sin su tan preciada inmunidad parlamentaria (por lo que muchos de ellos terminarían en la cárcel de no tenerla al estar requisitoriados por la justicia) de una manera vergonzosa se bajaron lo pantalones y terminaron dándole de mala gana a ese gobierno de improvisados el voto de ‘confianza’ que había solicitado, so pena de disolver el Parlamento en caso se lo hubiesen negado, ilusionando a millones de peruanos que querían ver a estos parásitos que la controlan en la calle, y llamar a elecciones legislativas en el plazo de cuatro meses para que completen el periodo del Congreso disuelto. Unos comicios en las que el fujimorismo, con más de un 80 por ciento de rechazo según las últimas encuestas, no tendría ninguna opción de mantener su mayoría ya que seria barrida de una manera aplastante. De esta manera, al final de tanto discurso confrontativo, la mafia terminó votando para salvar el pellejo y sus curules, así como para mantener el Congreso que manejan. El precio ha sido comprometerse a priorizar el debate de las seis ‘reformas’ políticas presentadas por el gobierno y que han venido bloqueando. Pero no se puede negar que ha sido una victoria pírrica para el precario inquilino de Palacio Martín Vizcarra (integrante de las organizaciones delincuenciales ‘Los Cuellos Blancos de Choquehuanca’ y ‘El Club de la Construcción’) ya que el 'triunfo' obtenido puede desvanecerse rápidamente. Si bien ha logrado el compromiso del Congreso de priorizar el debate de las ‘reformas’ que propone, no tiene ninguna seguridad de su aprobación respetándose la esencia de esas reformas, tal como lo han adelantado los miembros de la mafia, como aquel que vocifero a modo de excusa por haber votado a favor, que “los proyectos del gobierno no se tienen que aprobar como vengan sin cambio alguno, ya que el Congreso no es una mesa de partes” pero lo que este sujeto no dice es que al aprobarse el pedido del Ejecutivo, los congresistas están obligados a ello, ya que como el propio Vizcarra adelanto tras conocer el resultado de la votación: “El Congreso debe cumplir estrictamente los plazos para aprobar las reformas políticas, ya que un incumplimiento de los tiempos y términos planteados en la medida sería una negación a la solicitud, lo cual abriría la posibilidad a cerrar constitucionalmente del Parlamento” amenazo en forma desafiante. “¿Se acuerdan que planteamos la bicameralidad? ¿Y qué paso? Cambiaron la esencia de lo que planteamos. Hicieron trampa en el Congreso y pusieron en la bicameralidad la reelección de los congresistas. Eso no queremos que ocurra con la reforma política, por eso en la cuestión de confianza hemos puesto los puntos que no pueden cambiar” agrego. Como sabéis, para salvar la cara luego de los agresivos discursos contrarios a las ‘reformas’, el fujimorismo dividió su voto. Así, algunos legisladores de la cúpula delincuencial votaron en contra de la confianza, pero se aseguraron que la mayoría de ellos lo haga a favor y así garanticen que el Congreso no sea cerrado. Un Congreso identificado por la población con la corrupción y la impunidad, que concentra la indignación ciudadana contra la clase política y que ha caído a sus niveles históricos de rechazo más altos, con más de 90 por ciento de desaprobación. El pedido del voto de confianza solicitado por Vizcarra estaba ligado a la aprobación por parte del Congreso de una serie de medidas populistas (intentando con ello revertir en las encuestas, que le son adversas) que tienen que ver con modificar la inmunidad parlamentaria, para que su levantamiento ya no depende del propio Congreso sino de la Corte Suprema; que los partidos realicen elecciones internas, abiertas, simultáneas y obligatorias para designar a sus candidatos; la paridad de género y alternancia en las listas parlamentarias; prohibir que los sentenciados en primera instancia con penas mayores de cuatro años puedan postular en las elecciones para cualquier cargo; facilitar la inscripción de nuevos partidos; sancionar penalmente el ingreso de dinero oculto a las campañas electorales, propuesta que se da cuando la Justicia investiga el financiamiento ilegal de los candidatos más importantes en las últimas elecciones, incluyendo las de los cuatro últimos ex presidentes. Ante las dudas sobre si el fujimorismo cumplirá finalmente con su compromiso a favor de estas ‘reformas’, asumido al haberle dado el voto de confianza al gobierno, el Ejecutivo ha reiterado que si estas no se aprueban a tiempo para que entren en vigencia para las elecciones del 2021 o si se cambia la esencia de las mismas, interpretarán que la confianza le ha sido negada y, por lo tanto, podría cerrar el Congreso. La mayoría parlamentaria le ha respondido que “nada” los obliga a aprobar las ‘reformas’ en los tiempos y términos que pide el gobierno vizcarrista y ha adelantado que consideran “inconstitucional” esa interpretación del Ejecutivo sobre un rechazo de la cuestión de confianza si no se cumplen sus expectativas sobre estas ‘reformas’, por lo que no “acatarían” un cierre del Congreso. Es mas, la evidencia de los últimos tres años llevaría a concluir que ese voto es una más de las muchas trampas tendidas por la mafia a la espera de recargar baterías para luego darle el zarpazo a Vizcarra mediante la estrategia de demolición y vacarlo a la menor oportunidad. No cabe duda que nada ha variado y se trata del peor escenario posible. Las aguas aparentemente se han calmado por ahora, pero la incertidumbre no se ha despejado, debido a las ambiciones políticas tanto de Vizcarra - cuyas intenciones golpistas para eternizarse en el poder son por todos conocidos - como de la mafia homicida que busca mantener sus absurdos privilegios a como de lugar, por lo que la crisis política puede reavivarse con mayor fuerza en cualquier momento :)
De todos es conocida la pasión que el diseñador Ralph Lauren siente por todo lo que tenga que ver con los automóviles y la velocidad. No en vano tiene una de las colecciones de automóviles más importantes del mundo.Por este motivo, cuando se planteó la posibilidad de crear una nueva fragancia quiso que éste se inspirase en las cualidades que amaba de un automóvil. A saber: la velocidad, el estilo y la belleza. Como sabéis, desde hace 38 años, Ralph Lauren Fragrances viene desarrollando sus perfumes Polo. Unos eaux de parfum capaces de expresar un estilo de vida acorde al espíritu y a la tradición de su diseñador. Y Polo Red, como se ha llamado esta fragancia, no iba a ser menos.Polo Red Ralph Lauren marca una nueva era para las fragancias Polo, ya que ha sido formulada para capturar la velocidad, la seducción y la adrenalina de esos hombres que van por la vida haciendo gala de determinación y confianza de forma atrevida. Hombres que adoran asumir riesgos por lo que no dudarán en adoptar una combinación de ingredientes tan aromáticos y explosivos como el pomelo rojo, el limón verde italiano y los arándanos rojos, mezclados con la lavanda, el azafrán rojo y la salvia con acordes de bayas de café, ámbar y madera. Para la ocasión, el clásico frasco de las fragancias Polo se ha vuelto opaco, y de un rojo audaz y llamativo - que recuerda un poco al rosso corsa de los Ferrari. Su forma también emita un poco las elegantes curvas de este automóvil, y al igual que el resto de las Ralph Lauren Fragrantes, lleva impreso el emblemático logo del caballo. No el del cavallino rampante, sino el del Polo Ralph Lauren. En cuanto a su coste, si que lo vale y en este Día del Padre, es el mejor regalo que se le pueda dar :)
Cada mes de junio, en un rincón de los Andes peruanos, cuatro comunidades quechuas renuevan el puente colgante de Q'eswachaka, un vestigio viviente de cinco siglos de antigüedad de la época Inca. En efecto, ubicado en la localidad de Quehue (provincia de Canas, Región Cuzco) sobre las aguas del río Apurimac, se levanta el que esta considerado como el último puente inca del mundo. Se trata de una espléndida obra de in¬¬geniería de 28 metros de largo y 1,20 de ancho que persiste pese a la modernidad y que en el 2013 fue incluida en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. No en vano los conocimientos, las técnicas y los rituales vinculados a su renovación se han transmitido de generación en generación desde la época de esplendor del Imperio Inca, entre los siglos XV y XVI, hasta nuestros días. Fabricadas con ma¬¬teriales efímeros, tales pasarelas debían ser re¬¬construidas anualmente para evitar accidentes derivados del desgaste causado por el paso del tiempo y el clima. Así lo documentaba en 1609 el cronista Inca Garcilaso de la Vega en su obra Los Comentarios Reales de los Incas, a propósito de este y otros puentes ya desaparecidos que constituían los tramos suspendidos de la antigua red viaria incaica conocida con el nombre de Qhapaq Ñan (que en quechua significa ‘Camino Real’), que se extendía a lo largo y ancho de los más de dos millones de kilómetros cuadrados que abarcaba el Imperio Inca, un territorio que se extendía desde la actual Colombia hasta la Argentina. Se trata de una tradición que para las comunidades campesinas de Huinchiri, Chaupibanda, Choccayhua y Ccollana Quehue ha subsistido durante más de cinco siglos gracias a la intercesión de la divinidad. “Si no construimos un nuevo puente cada año - lo usemos o no - nos arriesgamos a provocar la ira de la Pachamama [la Madre Tierra en quechua] y de los apus [fuerzas tutelares de la naturaleza]”, añade Cayetano Ccanahuire, paqo (sacerdote andino) de 63 años a quien se le atribuyen capacidades adivinatorias. Instalado junto a los estribos de piedra durante los tres días que duran las tareas de renovación del puente, el paqo solo podrá abandonar el lugar cuando la obra sea transitable. “Desde la época precolombina, entre los indios, cualquier actividad importante de construcción, tanto de casas como de puentes, se realiza previo pago a la tierra o a los apus. Estas últimas deidades están encarnadas en todos y cada uno de los accidentes geográficos de la zona, como las lagunas, los ríos o los cerros. Incluso los puentes modernos del siglo XX se construyeron pagando antes a los dioses” explico el antropólogo de la Universidad Católica, Pablo del Valle. Esas obras provocaron el ocaso de los arcaicos puentes de cuerda en la cordillera andina, ya que dejó de ser necesario que fuesen renovados a perpetuidad. El mismo Q’eswachaka cayó en desuso luego de que se edificara una construcción de metal más sólida y segura a apenas unos metros de distancia. “En los años sesenta y setenta del siglo xx los miembros de las comunidades locales abandonaron la renovación del puente con la esperanza de que la tierra les perdonase. Pero la Pachamama los castigó con sequías, heladas, vientos huracanados que destrozaron el techo de paja de sus viviendas, y también con la enfermedad y la muerte de sus animales, por lo que tras 12 años inactiva, la tradición se reactivó” asevero. Desde entonces, tal y como hicieron sus antepasados, casi un millar de quechuas dispersos en las laderas de las montañas se ocupan aún de la conservación del Q’eswachaka, una tradición ancestral que no debe perderse :)
