Como recordareis, en vísperas de la Navidad del 2017, el conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski, desesperado por el descubrimiento de sus negociados con Odebrecht y tratando de evitar ser ignominiosamente destituido por el Congreso, decidió al margen de la ley, otorgar un "indulto humanitario" al despreciable genocida Kenyo Fujimori - condenado en un proceso ejemplar a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad - para lo cual, mediante un oscuro negociado político con el hijo menor del sátrapa (Kenji) a quien ‘comisiono’ para comprar los votos de congresistas de la “oposición” (?) para evitar que fuera vacado, tal como aparece detallado en los llamados ‘Kenjivideos’ donde se observa al susodicho y a su abogado Alberto Borea Odria intentando ‘convencerlos’ con una serie de prebendas. Como era de esperar, a la hora de la votación no solo el grupo de tránsfugas del fujimorismo fiel a Kenji se abstuvieron de hacerlo, sino que también de una forma por lo demás ruin y miserable , los parásitos de la ‘izquierda’ de Verónika Mendoza (aquellos que gritan desaforadamente en las calles “que luchan contra la corrupción”) abandonaron súbitamente la Cámara al momento de la votación, logrando de esta manera blindar al corrupto y con una alegría desbordante fuera de si, clamaron que finalmente “había triunfado la democracia (?). Pero la dicha de los malvados no duro mucho, porque al poco tiempo, salieron a la luz los ‘Kenjivideos’ originando un escándalo de tal magnitud que esta vez nadie quiso defender a Kuczynski, el cual abandonado hasta por sus ministros, fue obligado a renunciar de una manera vergonzosa. Su caída significo la revisión del ilegal indulto ‘humanitario’ otorgado a Fujimori, quien tras los primeros cuestionamientos, se internó rápidamente en la Clínica Centenario como para querer demostrar que de verdad “estaba delicado de salud”. Sin embargo, el video que grabó desde su camilla usando un smartphone mostró detalles que dejaron al descubierto que no estaba en cuidados intensivos y que estaba en perfectas condiciones para volver a su celda de la DINOES, del cual nunca debió salir por ningún motivo. Esa misma estrategia la ha venido usando cada vez que ha aumentado la posibilidad de volver a prisión para cumplir sus 25 años de condena. El pasado 3 de octubre, el Poder Judicial (PJ) anuló finalmente el ilegal indulto que se le otorgó y ordenó que vuelva a prisión. Sin embargo, Fujimori ha permanecido inexplicablemente en la clínica privada con el evidente objetivo de evadir a la justicia, mientras se resuelve una apelación. Tras la anulación del indulto, el fujimorismo no tuvo ninguna vergüenza para intentar que siga libre. La congresista Yeni Vilcatoma presentó un proyecto de ley dirigido a beneficiar al homicida. Su propuesta era la liberación anticipada de los reos mayores de 75 años. Lo que no esperaban los de Fuerza Popular (FP) era que el precario inquilino de Palacio Martín Vizcarra, no promulgara esa ley con nombre propio. Han pasado casi tres meses desde la anulación del indulto y Fujimori aún no vuelve a prisión. Su salud no es nada grave como para que siga permaneciendo en una clínica privada (y no en una pública como el caso de otros reclusos). Es mas, un video difundido en redes sociales lo muestra caminando como si nada mientras veía la audiencia en la que el PJ ordenó 36 meses de prisión preventiva para su hija Keiko Fujimori - cabecilla de una organización criminal que tiene el control del Congreso - acusada de lavar dinero que recibió de Odebrecht y que utilizó para su campaña política. Cabe recordar que Fujimori apenas ha cumplido 12 de los 25 años de cárcel que la justicia le impuso por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta. Además, quedan pendientes otros casos como la matanza de Pativilca y las esterilizaciones forzadas contra miles de mujeres campesinas, así como por sus múltiples delitos cometidos durante su sangriento régimen (1992- 2000) como el saqueo generalizado de las Arcas Públicas, de los cuales robo mas de seis mil millones de dólares producto de las cuestionadas privatizaciones de las empresas publicas, las cuales convertidas en barras de oro fueron trasladadas al Japón mediante la valija diplomática y hoy se encuentra a buen recaudo en cuentas encriptadas, ubicadas en paraísos fiscales. ¿A que espera el gobierno para reclamar todo lo robado y exigir asimismo la inmediata extradición de sus hermanos, cómplices de estos aberrantes delitos y que se encuentran en el Japón? ¿Cuánto tiempo más debe pasar para que esta banda delincuencial responda por ello ante la justicia? En cuanto al genocida, lo que le queda es esperar la resolución de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema que debe decidir sobre su apelación a la anulación del indulto para que Fujimori vuelva a la cárcel a la brevedad posible. Esperemos que la justicia haga su trabajo y que acabe la impunidad que aun goza este despiadado asesino. Ni olvido, ni perdón. Fujimori nunca más :(
Muchos piensan de que la Backus es una empresa de éxito en el Perú porque tiene el monopolio de la cerveza - que por cierto, lo consiguió con malas artes, bien comprándolos o haciendo quebrar a la competencia - pero mira que no, ya que tuvo productos que fueron un rotundo fracaso y por mas relanzamientos y novedosas campañas publicitarias que hicieran de ellos, nunca pegaron en el gusto del consumidor y desaparecieron sin pena ni gloria. Uno de ellos fue Champale, su espumante natural... que en realidad era cerveza y no hecho a base de uvas, como debería ser. Como sabéis, Diciembre es el mes más festivo del año y, naturalmente, el mes en que más licor se consume en el Perú. Si bien la cerveza continúa siendo la bebida preferida, otros licores como el vino, el pisco, el whisky, el vodka y el champagne no le iban a la zaga. Es en este último rubro precisamente donde la Backus decidió incursionar con su propia marca para hacer frente a los espumantes nacionales ofrecidos en la temporada navideña por empresas vitivinícolas como Tacama, Tabernero, Santiago Queirolo y especialmente Noche Buena (que por su bajo precio se hizo muy popular), ya que quería tener su parte en el negocio. Así nació en los años noventa, Champale, “una bebida que por la calidad y naturalidad de sus ingredientes cuidadosamente seleccionados y el riguroso proceso de elaboración al que es sometido en las modernas plantas, ha sido calificado como espumante superior. Champale brinda un sabor suave, refrescante y burbujeante, con el punto exacto de dulzor y fino aroma, ideal para compartir con la familia y amigos en los momentos de celebración” dice la nota adjunta de la empresa. Con una imagen más moderna y elegante de 750 ml, a un precio muy competitivo dentro de la categoría de espumantes nacionales (a 9 soles por botella en ese entonces) mas una agresiva campaña publicitaria, Champale intento por todos los medios posicionarse como el espumante preferido durante la Navidad y el Año Nuevo. Sin embargo, no fue así ya que hubo ciertos factores que conspiraron en su contra, como que no era lo que decía, un espumante, sino un sucedáneo de la cerveza, fabricado con malta. De nada sirvieron sus continuos relanzamientos en los años posteriores porque al final, decidieron sacarla del mercado. Hoy aun es posible encontrar botellas de Champale con su contenido original ofrecidos en Mercado Libre - por ejemplo - como piezas de colección supongo, porque nadie en su sano juicio se tomaría una de ellas ¿O me equivoco? :)
Si el año pasado fue PPKUTRA - aquel grotesco muñecote que representa al conocido lobbysta y Traidor a la Patria Pedro Pablo Kuczynski - quien arraso en ventas, en esta ocasión es KEIKORATA, el alter ego de Keiko Fujimori, hija de un despreciable genocida condenado a 25 años de prisión por Crímenes de Lesa Humanidad y cabecilla de una organización delincuencial que tiene al Congreso bajo su control, la cual es muy solicitada en los mercados y centros de abastos para ser agarrada a palos y patadas por una enardecida población y luego ser quemada la noche del 31 de diciembre. En efecto, a pocos días de terminar el 2018, los peruanos se alistan para despedirlo a lo grande. Por ello, miles llegan al Mercado Central en busca del cotillón para la fiesta, pero sobre todo por su muñeco favorito. Entre los preferidos están Keiko Fujimori, Alan García, Héctor Becerril, Pedro Chavarri, Edwin Oviedo y otros despreciables sujetos de la misma calaña, acusados de múltiples actos de corrupción. “Hay bastante demanda de piñatas. Todos quieren las de Keiko, con su traje de presa adornada con una frase que dice ‘Soy la señora K’. También piden a García Pérez - aquella rata cobarde que pretendió fugar del país buscando ‘asilo político’ en una embajada - así como a Oviedo y Chávarry. Les tienen cólera a estos delincuentes de amplio prontuario y dicen que este año los van a agarrar a palazos para luego quemarlos”, comentó la vendedora de una tienda que ofrece estos muñecos en el jirón Huallaga. “Estamos vendiendo los muñecos desde hace unas semanas. Al día sacamos 50 y todos salen en pocas horas. Estamos haciendo mas a medida que se acerca la noche del 31”, aseveró. Cabe destacar que el rechazo al Congreso de la República también ha sido recogido por los comerciantes, quienes han creado la piñata ‘Kongreso’, la cual tiene la imagen del frontis del Parlamento con ratas ingresando por las ventanas. “Nadie puede ofenderse por nuestra creatividad. Lo hacemos porque es lo que la gente pide”, dijo otra vendedora. En cuanto a su coste, estos muñecos se venden a 18 soles por unidad, pero si las compran al por mayor salen con rebaja. Como sabéis, el quemar esos monigotes para despedir el año, es una tradición que se realiza en varios países latinoamericanos. El ritual se debe distinguir de la Fiesta del Judas que a pesar de tener características similares tiene distintas connotaciones que se celebra en varias regiones de España, al inicio de la semana de Pascua o en el Domingo de Resurrección. Si bien en otros países el muñeco es rellenado completamente de pólvora y paralelamente a las 12 campanadas del 31 de diciembre de cada año es encendido, en el Perú generalmente llevan en su interior papel periódico, trapos viejos y basura para que se quemen rápidamente. El ritual hace parte de las celebraciones de fin de año y los muñecos suelen representar a los personajes más negativos, del año transcurrido, y su incineración a la medianoche del 31 de diciembre es un ritual de purificación para alejar la mala suerte y de transición pues también se celebra la llegada del nuevo año. En muchos lugares, luego de la quema, se lee un "testamento", en el cual el "difunto" con lenguaje irónico o satírico hace recuento de los sucesos y da recomendaciones a sus protagonistas. Si bien es cierto que en el Perú las autoridades recomiendan insistentemente evitar la quema de muñecos por la alta contaminación que genera, sancionando con multas a los infractores, la costumbre de hacerlo persiste y en este año que se va, hay motivos de sobra para hacerlo. Corre por el tuyo antes que se agoten :)