Es lamentable comprobar cómo en el país andino - ad portas de una asonada terrorista el 19 de julio - los medios de prensa que se dicen “serios” le hacen el juego a los parásitos caviares, quienes como sabéis, desataron un escandalete mediático por una inofensiva reunión de un grupo político ultraconservador con las autoridades en el Ministerio de Cultura, rasgándose hipócritamente las vestiduras por ello cuando esos miserables no dijeron nada de las incontables veces que el burro chotano Pedro Castillo se reunía en Palacio de Gobierno con el MOVADEF (organismo de fachada de Sendero Luminoso) para complotar abiertamente contra la Democracia, demostrando abiertamente su complicidad con esa banda asesina. Obviamente se trato de un distractivo para que no se hable del tema de fondo como es el liderazgo asumido por la propia organización criminal para realizar la denominada Tercera Toma de Lima, según expreso su vocera la ‘camarada Vilma’, quien aseguro que será extremadamente violenta, con atentados terroristas incluidos. Como recordareis, hace unos días, un nuevo audio de la mencionada subversiva exigiendo tomar las ciudades de Perú, en rechazo al gobierno de Dina Boluarte y respaldando la asonada terrorista, volvió a dirigir las miradas hacia esta peligrosa mujer, considerada como la principal vocera de los remanentes del militarizado Sendero Luminoso en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). La difusión del registro sonoro motivó que la Fiscalía abra una investigación preliminar contra la senderista por el presunto contra la tranquilidad pública, en la modalidad de terrorismo. Ahora bien ¿quién es la tal ¿’Vilma’? ¿Qué se sabe de ella? La primera vez que se supo de su existencia fue cuando se difundió un video casero durante la campaña electoral del 2021, pidiendo boicotear las elecciones presidenciales. Con fusil en mano, esta asesina amenazaba con aniquilar a aquel que no atendía a su demencial llamado. Pero la historia de ‘Vilma’ empieza en 1980, Sendero Luminoso inició sus acciones terroristas en el Perú. Aquel año, una niña llamada Florabel Vargas Figueroa nacía en la emblemática Chuschi, Ayacucho, donde Sendero dio a conocer “su carta de presentación” quemando las ánforas electorales de las elecciones generales que se celebraban ese día en el Perú. Ahora, conocida como la ‘camarada Vilma’, y a sus 42 años, es una de los mandos militares y políticos de la organización subversiva, según la Dirección General contra el Terrorismo (Dircote). Sobre su infancia y adolescencia se sabe poco. La policía que sigue los pasos de esta escurridiza mujer, refiere que se unió al partido del ‘presidente Gonzalo’ cuando era muy joven. Su habilidad para desplazarse por las regiones inaccesibles del Vraem, donde los remanentes de Sendero Luminoso encontraron refugio tras la caída de Abimael Guzmán en 1992, ha sido clave en su posición dentro del grupo subversivo. La ‘camarada Vilma’ ha sido descrita por la policía como una figura peligrosa y hábil en la elaboración de artefactos explosivos y en el manejo de armas de guerra, siendo su preferida el fusil de asalto de origen ruso AK-47, con el que gusta retratarse y aparecer en videos. El AK-47 es un armamento ‘todoterreno’. Dispara en condiciones de frío extremo, bajo la lluvia o después de ser arrastrado por el barro. Se trata de un arma fácil de desmontar y limpiar al estar formada por tan solo 8 piezas de hierro resistente a la oxidación. Considerada un icono de los grupos terroristas en todo el mundo, su sencillez de manejo se torna letal cuando se pone en modo automático, permitiendo incluso a los niños disparar cada minuto 600 balas de 7,62 milímetros. Durante el auge de Sendero Luminoso, ‘Vilma’ integró las filas que estaban al mando de Alejandro Borda Casafranca, alias camarada Alipio’, y fue la encargada de reclutar a jóvenes que luego ejecutaban atentados contra civiles y agentes de las fuerzas del orden. Por cierto, la ‘camarada Vilma’ es una de las fundadoras de los ‘pioneritos’, niños que, en su mayoría, eran secuestrados para integrar las columnas terroristas. Estos menores, aprendían a usar armas desde los 6 años de edad e iniciaban su actividad senderista desde los 11, como el ‘camarada Carlos’ quien fue capturado por la policía el pasado 15 de junio en el sector de Putis, en Huanta (Ayacucho). ‘Carlos’ formaba parte de los grupos de aniquilamiento de los remanentes de Sendero Luminoso, que ahora se conoce como el Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), y fue responsable de los últimos feroces crímenes y atentados en el Vraem. A principios del año 2000, cuando apenas tenía tres años de edad, Carlos Solier Zúñiga fue secuestrado de su hogar para ser moldeado ideológicamente en los fundamentos marxista-leninista-maoísta-mariateguista- Pensamiento Gonzalo y formado militarmente a manos de ’Alipio’. La vida íntima de ‘Vilma’ también es relevante en su trayectoria senderista. Es madre de dos hijos, Iván y Marco, fruto de una relación sentimental con uno de los hermanos Quispe Palomino, Marco Antonio o ‘camarada Gabriel’, que fue abatido junto a ‘Alipio’ en el 2013. Según informes de inteligencia de la Dircote, sus hijos, que ahora tendrían 20 y 22 años, respectivamente, formarían parte de una de las columnas subversivas más sanguinarias, liderada por el ‘camarada Richard’, y se les responsabiliza de haber perpetrado un atentado en el poblado de Huarcatán (Ayacucho), en donde secuestraron a un septuagenario, a su hijastra de 30 años y a sus dos hijos de 15 y 16, para torturarlos y asesinarlos por ser informantes de las fuerzas armadas. Los hijos de Vilma también habrían participado, junto con el capturado ‘camarada Carlos’, en la matanza de 16 personas, entre ellos cinco niños, en el Centro Poblado San Miguel del Ene, en Junín, la noche del 23 de mayo del 2021, un ataque que fue ordenado directamente por el cabecilla Víctor Quispe Palomino, ’camarada José’, cuñado de Vilma. Así, la relación familiar con los hermanos Quispe Palomino convierte a ‘Vilma’ en una pieza clave dentro de la estructura del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), conformada por remanentes de Sendero Luminoso. Hasta hace poco, era la quinta en el mando militar, pero con la muerte de su cuñado Jorge Quispe Palomino, alias ‘camarada Raúl’, en el 2020, ella ahora vendría ser la cuarta en la jerarquía terrorista. ‘Vilma’ es responsable del movimiento de tropas senderistas en la zona del Vizcatán del Ene (Junín) y su influencia y poder político dentro de la organización terrorista ha ido escalando en los últimos años hasta ser, actualmente, miembro titular del comité central. La actual estructura de la cúpula subversiva estaría encabezada por Víctor Quispe Palomino, ‘camarada José’ y, junto a él, como mando militar, estaría ‘Antonio’. En la tercera posición se encontraría Tarcela Loya Vilchez o ‘camarada Olga’ (la supervisora de las finanzas del grupo) y ‘Vilma’, como la portavoz oficial. A fines de mayo de este año, un grupo combinado de efectivos de la Policía Nacional y del Ejército del Perú tenían pistas certeras de la ubicación de la ‘camarada Vilma’ e iniciaron un operativo en la zona de Canayre, en Huanta (Ayacucho), donde los subversivos habían instalado, en la espesura de la selva del Vraem, su centro de comunicaciones y operaciones. En el campamento se encontraron armas, folletos, chips de celulares, banderas subversivas y diverso material senderista del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP). Pero la ‘camarada Vilma’, junto a sus secuaces, lamentablemente logró escapar. Escurridiza como siempre, pudo ponerse a salvo en esa oportunidad, pero no será por mucho tiempo ya que la policía sigue sus pasos y pronto caerá en manos de la justicia para que responda por sus crímenes. Mientas tanto, amenaza desde la clandestinidad con más violencia este 19 de julio, no dando la cara como debiera. Otras de la misma cuerda son sus ‘camaradas’ Verónika Mendoza y Mirtha Vázquez quienes azuzan a la indiada exigiendo que haya muertos en la asonada, pero ellas claro, al igual que su correligionaria ‘Vilma’, ni se harán presentes en las calles. Son de las que tiran la piedra y esconden la mano... cobardes como todo terrorista.
Con ese curioso nombre fue conocido un submarino desarrollado durante la Guerra del Pacífico en 1879 y construido en el puerto de Paita. Es considerado el primer sumergible de América Latina, aunque nunca entro en combate. Sucede que al estar operativo y esperando su oportunidad para atacar durante el Bloqueo del Callao, tuvo que ser hundido para evitar su captura por tropas chilenas el 17 de Enero de 1881, ante la inminente ocupación de Lima, pero ello no evitó que los invasores lo rescataran y se lo llevaran a su país como trofeo de guerra (tal como sucedió por ejemplo con el monitor Huáscar o el Reloj Monumental de Pedro Ruiz Gallo, que se encontraba en el Parque de la Exposición). Diseñado por Federico Blume y Othon en 1864, en el marco de la Guerra Hispano-Sudamericana que sostuvieron Perú contra España entre 1863 y 1866. Su propósito era crear un dispositivo que podría enfrentar, con un riesgo mínimo, a la flota española. Sin embargo, la guerra acabó y Blume no pudo concretar su proyecto. Hubo que esperar hasta 1879, donde el Perú entabló una guerra contra Chile, y en este escenario Blume decidió construir su submarino, con un diseño más avanzado que el de 1864 utilizando sus propios talleres y recursos, ubicados en Paita, comenzando a trabajar en su proyecto en junio de 1879. El 14 de octubre del mismo año realizó las primeras pruebas y estas arrojaron increíbles resultados: podía alcanzar una profundidad de 12 pies (3.3 metros) con el sistema de ventilación y una velocidad máxima de 3 nudos. Blume perfeccionó la nave, luego 18 inmersiones adicionales de más de una hora realizadas en los 24 días siguientes, logrando una inmersión máxima de 72 pies (22 metros) sin inconvenientes. Para poder convencer al presidente Nicolás de Piérola, fue trasladado en absoluto secreto al Callao donde en julio de 1880, el submarino hizo su primera inmersión oficial en presencia del Ministro de Guerra y Marina general Manuel de Mendiburu. Durante las maniobras, el submarino permaneció sumergido 30 minutos sin ningún inconveniente y la decisión era de no esperar: se aprobó su uso contra la escuadra chilena. El Gobierno peruano nombro una junta de marinos e ingenieros para estudiar mejoras al invento y asigno un fondo de S/. 10,000 para la construcción de otro sumergible perfeccionado, mayor y con características superiores de diseño, pretendiéndose eliminar los 2 tubos de aire, empleando aire comprimido para que respire la tripulación en inmersión y eliminación de una de las torrecillas. Sin embargo, el desarrollo adverso de la guerra para Perú y el inminente inicio del Bloqueo del Callao en 1880, hizo que la Marina de Guerra del Perú dispusiera su uso y preparará al Toro Submarino. Su objetivo principal sería avanzar en la noche y atacar a las fragatas blindadas Cochrane o Blanco Encalada que merodeaban la bahía del Callao. En la primera oportunidad en donde los dos blindados chilenos estaban anclados cerca de la isla San Lorenzo, se preparó el ataque, el Toro ya estaba armado y sumergido, pero las fuerzas chilenas fueron advertidas por sus espías: “Los peruanos preparan un ataque con un arma secreta muy poderosa”. Este aviso hizo que la escuadra de Chile se moviera de sus fondeaderos hacia el sur, teniendo como consecuencia que la misión se abortase. Los buques chilenos tomarían en adelante la precaución de no rondar en las cercanías para evitar ataques con minas o torpedos. El 17 de Enero de 1881, ante la inminente ocupación de la capital peruana por las tropas chilenas, se dio la orden de hundir a todas las naves de la escuadra peruana en el Callao, incluido el submarino, a fin de evitar su captura por el enemigo. De esta manera, el primer submarino peruano fue hundido frente a donde hoy se levanta la Plaza Grau del Callao. Al poco tiempo, los chilenos lo reflotaron y trasladaron a Chile como trofeo de guerra, aunque se ha perdido definitivamente su rastro. Algunos analistas de guerra navales creyeron que, de haber tenido éxito el submarino, habría cambiado radicalmente el curso de la guerra a favor de Perú, aunque muchos historiadores modernos han expresado su escepticismo de que hubiera sido posible. Por cierto, Blume falleció recién en 1902, y tuvo tiempo más que suficiente para desarrollar y construir una flota de submarinos para el Perú ¿Por qué no lo hicieron realidad? (A propósito, con este capítulo regresa esta serie a pedido de muchos - luego de un intervalo de 10 años - en una nueva temporada que de seguro va satisfacer a muchos nostálgicos, Estén atentos a sus entregas ¿vale?)