A escasos días de celebrar la noche de brujas se nota una cada vez mayor aceptación del Halloween en el Perú, sobretodo entre los enanos que aprovechan la ocasión, obviamente acompañado de sus padres y sus mascotas, para salir disfrazados de algún espanto - ya sea de fantasmas, vampiros, calaveras o demonios, pidiendo dulces casa por casa - con la esperanza de regresar con la calabaza llena de golosinas. Y es que a diferencia de lo que pregonan interesadamente tanto la vieja, corrupta y decadente Iglesia Católica - defensores de genocidas como Fujimori y encubridores de curas pederastas - así como los fanáticos religiosos evangelistas que solo quieren sacarte hasta el ultimo centavo del bolsillo, el Halloween es una fiesta inofensiva no solo para los pequeños de la casa, sino también para los mayores que salen a divertirse en las fiestas organizadas especialmente para la ocasión. Como sabéis, el Halloween es una antiquísima tradición que se origino hace miles de años en Irlanda como un festival de cosecha de los celtas. Para los celtas, el cambio de estaciones adquiría una importancia mágica. Así cada el 31 de octubre se celebraba el festival de de Samhain que conmemoraba el final del verano y el inicio de un nuevo año. Al caer la noche, se celebraba la fiesta de los muertos, así que los espíritus salían y rondaban por toda la tierra. Para apaciguarlos, se hacían hogueras enormes y los druidas hacían conjuros. Se decía que durante esa noche los hechizos y la magia eran más potentes que en cualquier otro día. Cuando los romanos conquistaron a los celtas, esta fiesta fue “cristianizada” por la Iglesia y dedicada a la “adoración” de los muertos, cambiando la celebración al día siguiente, es decir al 1 de noviembre. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos la gente siguió festejando la festividad la noche anterior, expandiéndose por el continente Luego de que esta práctica se había consolidado en Europa, inmigrantes Irlandeses la llevaron hasta los Estados Unidos, propagándose así, por toda América. Por supuesto que existen quienes por estos días afirman de que el Halloween no debe celebrarse "porque se trata de una fiesta importada”, como si el adorar telas pintadas, cruces de madera e ídolos de yeso y madera en las iglesias, sacándolas en las llamadas “procesiones”, no lo fuera. Allá que sigan hablando que nadie les hace caso. Feliz Noche de Brujas :)
